2. No
te
inquietes
por
las
dificultades
de
la
vida,
por
sus
al4bajos,
por
sus
decepciones,
por
su
porvenir
más
o
menos
sombrío.
Quiere
lo
que
Dios
quiere.
Ofrécele,
en
medio
de
inquietudes
y
dificultades,
el
sacrificio
de
tu
alma
sencilla
que,
pese
a
todo,
acepta
los
designios
de
su
providencia.
Poco
importa
que
te
consideres
un
frustrado,
si
Dios
te
considera
plenamente
realizado;
a
su
gusto.
Piérdete
confiado
ciegamente
en
ese
Dios
que
te
quiere
para
sí,
y
que
llegará
hasta
4,
aunque
jamás
le
veas.
Piensa
que
estás
en
sus
manos,
tanto
más
fuertemente
cogido,
cuanto
más
decaído
y
triste
te
encuentres.
Vive
feliz.
Te
lo
suplico.
Vive
en
paz.
Que
nada
te
altere.
Que
nada
sea
capaz
de
quitarte
tu
paz.
Ni
la
fa4ga
psíquica,
ni
tus
fallos
morales.
Haz
que
brote,
y
conserva
siempre
sobre
tu
rostro
una
dulce
sonrisa,
reflejo
de
que
el
Señor
con4nuamente
te
dirige.
Y
en
el
fondo
de
tu
alma
coloca,
antes
que
nada,
como
fuente
de
energía
y
criterio
de
verdad,
todo
aquello
que
te
llene
de
la
paz
de
Dios.
Recuerda:
cuanto
te
reprima
e
inquiete
es
falso.
Te
lo
aseguro,
en
nombre
de
las
leyes
de
la
vida
y
de
las
promesas
de
Dios.
Por
eso,
cuando
te
sientas
apesadumbrado,
triste,
Adora
y
Con6a
De
Pierre
Teilhard
de
Chardin
3. Encíclicas
de
Francisco
Lumen
Fidei,
29
junio
2013
(Cumbre
cambio
climá4co)
Laudato
Si’,
24
mayo
2015
(pandemia
2020)
Fratelli
Tu,
3
octubre
2020
Un
Papa
...¿Populista,
peronista,
comunista,
an2liberal,
an2capitalista,
…?
4. El
4empo
es
superior
al
espacio
La
unidad
prevalece
sobre
el
conflicto
La
realidad
es
más
importante
que
la
idea
El
todo
es
superior
a
las
partes
Los
principios
filosóficos
de
Francisco
(Evangeli
Gaudium)
5. Claves
interpretaBvas
ignacianas
Evitar
GnosBcismo
Fe
encerrada
en
el
subje4vismo,
sujeto
encapsulado
en
su
propia
razón.
Iden4dad
cris4ana
como
“autojus4ficación”
Evitar
Pelagianismo
Voluntad
humana
todopoderosa,
obsesión
por
la
ley,
legalismo,
formalismo.
Iden4dad
cris4ana
como
“cumpli-‐miento”
(Gaudete
et
Exultate)
Dos
máximas
à No
es
el
“plus”
(can4dad)
sino
el
“magis”
(cualidad),
base
de
magnanimidad.
à No
tener
límite
para
lo
grande,
pero
concentrarse
en
lo
pequeño
(San
Ignacio)
Referencias:
Fessard,
Fiorito,
Guardini,
Methol
Ferré,
Scanonne,
Paul
RICOEUR,
Carta
ONU,
&
204.Vinicius
de
Morales
(Samba
Bendición)
7. Índice
de
Encíclica
1. Las
sombras
de
un
mundo
cerrado
2. Un
extraño
en
el
camino
3. Pensar
y
gestar
un
mundo
abierto
4. Un
corazón
abierto
al
mundo
5. La
mejor
polí4ca
6. Diálogo
y
amistad
social
7. Caminos
de
reencuentro
8. Las
religiones
al
servicio
de
la
fraternidad
en
el
mundo
8. Capítulo
PRIMERO:
Las
sombras
de
un
mundo
cerrado
à SIN
FRONTERAS:
à
SUEÑOS
QUE
SE
ROMPEN
EN
PEDAZOS
El
fin
de
la
conciencia
histórica
à
SIN
UN
PROYECTO
PARA
TODOS.
El
descarte
mundial.
Derechos
humanos
no
suficientemente
universales.
GLOBALIZACIÓN
Y
PROGRESO
SIN
RUMBO
COMÚN.
à LA
ILUSIÓN
DE
LA
COMUNICACIÓN
(Insuficiente
la
conexión
digital
para
unir.
Cápítulo
SEGUNDO:
Un
extraño
en
el
camino.
Parábola
buen
samaritano
à
EL
TRASFONDO.
Biblia
plantea
4po
de
relaciones.
Al
preguntar,
Dios
cues4ona
determinismo
o
fatalismo.
No
enseña
ideales
abstractos,
ni
funcionales
:
revela
que
plenitud
está
en
amor.
à UNA
HISORIA
QUE
SE
REPITE.
Jesús
elige
un
asalto
ya
consumado.
No
nos
de4ene
en
el
lamento,
hemos
visto
sombras.
Indiferentes
por
no
detenerse.
Varias
formas
de
pasar
de
largo.
à RECOMENZAR
Nosotros
¿problema
o
solución?
Seamos
parte
ac4va
en
rehabilitación
y
auxilio.
Comenzar
“de
abajo
y
de
a
uno”:
no
lo
hagamos
solos.
Cristo
en
hermano,
DIGNIDAD
INFINITA
Cápítulo
TERCERO:
Pensar
y
gestar
un
mundo
abierto
à
APERTURA
DEL
AMOR.
Amistad
Social,
con
posibilidad
apertura.
Socio
(jus4cia)
y
Prójimo
(amor).
à
TRASCENDER
UN
MUNDO
DE
SOCIOS.
La
palabra
prójimo
pierde
todo
su
significado
en
un
mundo
de
solo
de
socios.
Libertad,
igualdad
y
fraternidad.
Los
que
únicamente
son
capaces
de
ser
socios
crean
mundos
cerrados.
AMOR
UNIVERSAL
QUE
PROMUEVE
A
LAS
PERSONAS.
Crí4ca
economía
de
mercado.
ESTADO
ACTIVO.
à
PROMOVER
EL
BIEN
MORAL.
Sabernos
responsables
de
fragilidad
de
los
demás.
SERVIR
SIGNIFICA
CUIDAR
.
Nunca
el
servicio
es
ideológico,
no
se
sirve
a
ideas,
si
a
las
perso0nas.
à
REPROPONER
LA
FUNCIÓN
SOCIAL
DE
LA
PROPIEDAD.
Derechos
sin
fronteras.
De
los
pueblos.
Otra
lógica.
Si
no
se
entra
“mis
palabras
sonarán
a
fantasía”.
Soñar
y
pensar
en
otra
humanidad
9. CAPITULO
4:
Un
corazón
abierto
al
mundo
entero
(Fraternidad
concreta)
àEL
LIMITE
DE
LAS
FRONTERAS
Acoger,
proteger,
promover
e
integrar.
ààLAS
OFRENDAS
RECÍPROCAS
La
llegada
de
los
otros
es
don
y
oportunidad.
Acogida
permite
un
nuevo
desarrollo:
dejar
brotar
algo
nuevo
del
encuentro.
El
fecundo
intercambio.
Mundo
conectado
por
la
globalización
que
necesita
un
ordenamiento
jurídico
mundial.
Gratuidad
que
acoge.
ààà
LOCAL
Y
UNIVERSAL
El
trasfondo
de
la
experiencia
de
la
vida
para
no
perder
colores
del
poliedro.
Una
cultura
sin
valores
universales
no
es
una
verdadera
cultura.
La
apertura
no
atenta
contra
la
iden4dad.
No
promuevo
un
indigenismo
cerrado:
“El
mundo
crece
y
se
llena
de
nueva
belleza
gracias
a
las
sucesivas
síntesis
que
se
producen
entre
culturas
abiertas,
fuera
de
toda
imposición
cultural”.
Educar
para
amar
al
vecino.
CAPITULO
5:
La
mejor
políBca
(La
MEJOR
políBca
al
servicio
del
VERDADERO
bien
común)
à
LÍMITES
DE
POPULISMO(S)
Y
LIBERALISMO(S)
(ver
cuadro
siguiente)
à
EL
PODER
INTERNACIONAL.
No
se
ha
reaccionado
adecuadamente
a
la
crisis
de
2007-‐2008.
Mejor
mul4lateralismo.
Organizaciones
de
sociedad
civil
palían
debilidades
de
ONU.
à
UNA
CARIDAD
SOCIAL
Y
POLÍTICA
(mala
palabra,
dominada
por
“ideología”
o
“economía”)
• La
polí4ca
que
se
necesita.
Sin
someterse
a
economía
o
tecnocracia.
A
largo
plazo.
Convocando
a
diversos
sectores
y
saberes
variados.
((PLURALIDAD
Y
PLURALISMO))
Amor
polí4co.
Reconocer
al
otro
y
buscar
amistad
social
que
integre
no
es
una
mera
utopía.
¡¡Una
vez
más!!
“convoco
rehabilitar
la
polí4ca”.
Amor
no
sólo
se
expresa
en
relaciones
ín4mas
y
cercanas,
también
en
macro:
superar
mentalidad
individualista.
• Amor
efecBvo.
A
parBr
del
amor
social.
Fuerza
suscitar
vías
para
afrontar
los
problemas.
En
corazón
de
vida
sana
y
abierta.
COMPROMISO
POR
LA
VERDAD.
SIN
RELATIVISMOS.
La
caridad
necesita
la
LUZ
DE
LA
VERDAD,
RZ/FE
• LA
ACTIVIDAD
DEL
AMOR
POLÍTICO.
Acciones
e
InsBtuciones.
Los
úl4mos
como
horizonte,
evitar
pragma4smo,
promover
pluralismo:
subsidiariedad
y
solidaridad.
Derechos
humanos
y
aprovechar
con
inteligencia
los
recursos
desarrollo.
LACRA
HAMBRE.
• Amor
que
integra
y
reúne.
MÁS
FECUNDIDAD
QUE
ÉXITOS
10. CAPÍTULO
6.
(
Diálogo
y
amistad
social)
Un
diálogo
persistente
y
encorajudo
ayuda
discretamente
al
mundo
a
vivir
mejor
EL
DIÁLOGO
SOCIAL
HACIA
UNA
NUEVA
CULTURA.
Entre
la
indiferencia
egoísta
y
la
protesta
violencia.
Febril
intercambio
no
es
diálogo.
Busca
una
“síntesis
superadora”.
La
falta
de
diálogo
es
síntoma
de
no
preocupación
por
el
bien
común.
Construir
en
común.
Capacidad
para
respetar
el
punto
de
vista
del
otro.
Diálogo
condición
de
verdad,
al
menos
expresarla
mejor.
Ya
hay
diálogo
entre
saberes.
Responsabilidad
de
medios
y
redes.
EL
FUNDAMENTO
DE
LOS
CONSENSOS.
El
rela4vismo
no
es
la
solución.
Capacidad
de
crí4ca
para
desenmascarar
manoseo,
desfiguración
y
ocultamiento
de
la
verdad.
Sin
la
verdad
los
DD.HH.,
podrían
plantearse
como
fruto
de
consenso
de
poderosos.
Nos
arrastra
asimilación
de
la
é4ca
y
la
polí4ca
a
la
|sica.
Nivelar
hacia
abajo.
El
consenso
y
la
verdad.
Pluralismo
no
es
incompa4ble
con
verdad,
En
la
realidad
hay
una
serie
de
estructuras
básicas
que
sos4enen
desarrollo,
descubiertas,
no
fabricadas
por
el
consenso
No
inventamos
o
suponemos
la
dignidad.
Naturaleza
está
más
allá
de
cambio
cultural.
Los
principios
morales
elementales
pueden
dar
lugar
a
diversas
norma4vas
prác4cas.
Eso
deja
siempre
lugar
para
el
diálogo.
UNA
NUEVA
CULTURA.
CULTURA
DEL
ENCUENTRO
La
vida
es
arte
del
reencuentro.
Conformar
ese
poliedro,
implica
incluir
a
minorías.
Nos
apasiona
intentar
encontrarnos,
buscar
puntos
de
contacto,
tender
puentes
proyectar
algo
que
incluya
a
todos.
El
sujeto
de
esta
cultura
es
el
pueblo.
La
paz
social
es
trabajosa
y
artesanal.
Integrar
a
los
diferentes
es
di|cil
y
lento.
Lo
que
vale
es
generar
procesos
de
reencuentro,
procesos
que
construyan
un
pueblo
que
sabe
recoger
las
diferencias.
h}ps://www.youtube.com/watch?v=1yPr_vIgxks
El
gusto
de
reconocer
al
otro
Los
sueños
de
la
libertad,
la
igualdad
y
la
fraternidad
no
deben
quedar
en
el
nivel
de
las
formalidades.
No
hay
una
única
forma
de
entender
el
progreso.
Los
pueblos
originarios
no
están
en
contra
del
progreso,
4enen
idea
diferente.
(cuadro)
RECUPERAR
LA
AMABILIDAD
*
Estrellas
en
oscuridad.
Urge
amabilidad
como
carácter
que
sos4ene
y
conforta.
Hace
soportable
la
existencia
de
los
demás,
amabilidad
en
el
trato,
cuidado
para
no
herir,
intento
de
aliviar
el
peso
de
los
demás.
El
milagro
de
una
persona
amable,
facilita
la
búsqueda
de
consensos
y
abre
caminos
donde
la
exasperación
destruye
todos
los
puentes.
11.
Encuentro
hecho
cultura
Encuentro
social
Buscar
puntos
de
contacto,
tender
puentes
Diálogo
de
formas
culturales.
Proyectar
algo
que
incluya
a
todos.
Pacto
social.
Generar
procesos
de
reencuentro
inclusivos
(no
invisibilizar)
Pacto
cultural
Los
sueños
de
la
libertad,
la
igualdad
y
la
fraternidad
no
pueden
quedar
en
formalidades
Realismo
dialogante
Recoger
las
diferencias.
Enseñar
la
batalla
del
encuentro
12. La
cultura
del
encuentro
(cap.
6)
216.
La
palabra
“cultura”
indica
algo
que
ha
penetrado
en
el
pueblo,
en
sus
convicciones
más
entrañables
y
en
su
esBlo
de
vida.
Si
hablamos
de
una
“cultura”
en
el
pueblo,
eso
es
más
que
una
idea
o
una
abstracción.
Incluye
las
ganas,
el
entusiasmo
y
finalmente
una
forma
de
vivir
que
caracteriza
a
ese
conjunto
humano.
Entonces,
hablar
de
“cultura
del
encuentro”
significa
que
como
pueblo
nos
apasiona
intentar
encontrarnos,
buscar
puntos
de
contacto,
tender
puentes,
proyectar
algo
que
incluya
a
todos.
Esto
se
ha
conver4do
en
deseo
y
en
es4lo
de
vida.
El
sujeto
de
esta
cultura
es
el
pueblo,
no
un
sector
de
la
sociedad
que
busca
pacificar
al
resto
con
recursos
profesionales
y
mediá4cos.
217.
La
paz
social
es
trabajosa,
artesanal.
Sería
más
fácil
contener
las
libertades
y
las
diferencias
con
un
poco
de
astucia
y
de
recursos.
Pero
esa
paz
sería
superficial
y
frágil,
no
el
fruto
de
una
cultura
del
encuentro
que
la
sostenga.
Integrar
a
los
diferentes
es
mucho
más
di6cil
y
lento,
aunque
es
la
garanga
de
una
paz
real
y
sólida.
Esto
no
se
consigue
(a)
agrupando
sólo
a
los
puros,
porque
«aun
las
personas
que
puedan
ser
cues4onadas
por
sus
errores,
4enen
algo
que
aportar
que
no
debe
perderse».
Tampoco
consiste
en
una
paz
que
surge
(b)
acallando
las
reivindicaciones
sociales
o
evitando
que
hagan
lío,
ya
que
no
es
«un
consenso
de
escritorio
o
una
e|mera
paz
para
una
minoría
feliz».
(
c
)Lo
que
vale
es
generar
procesos
de
encuentro,
procesos
que
construyan
un
pueblo
que
sabe
recoger
las
diferencias.
¡Armemos
a
nuestros
hijos
con
las
armas
del
diálogo!
¡Enseñémosles
la
buena
batalla
del
encuentro!
13. El
diálogo
en
una
sociedad
pluralista
(cap.
6)
211.
En
una
sociedad
pluralista,
el
diálogo
es
el
camino
más
adecuado
para
llegar
a
reconocer
aquello
que
debe
ser
siempre
afirmado
y
respetado,
y
que
está
más
allá
del
consenso
circunstancial.
Hablamos
de
un
diálogo
que
necesita
ser
enriquecido
e
iluminado
por
razones,
por
argumentos
racionales,
por
variedad
de
perspec4vas,
por
aportes
de
diversos
saberes
y
puntos
de
vista,
y
que
no
excluye
la
convicción
de
que
es
posible
llegar
a
algunas
verdades
elementales
que
deben
y
deberán
ser
siempre
sostenidas.
Aceptar
que
hay
algunos
valores
permanentes,
aunque
no
siempre
sea
fácil
reconocerlos,
otorga
solidez
y
estabilidad
a
una
éBca
social.
Aun
cuando
los
hayamos
reconocido
y
asumido
gracias
al
diálogo
y
al
consenso,
vemos
que
esos
valores
básicos
están
más
allá
de
todo
consenso,
los
reconocemos
como
valores
trascendentes
a
nuestros
contextos
y
nunca
negociables.
Podrá
crecer
nuestra
comprensión
de
su
significado
y
alcance
—y
en
ese
sen4do
el
consenso
es
algo
dinámico—,
pero
en
sí
mismos
son
apreciados
como
estables
por
su
senBdo
intrínseco.
212.
Si
algo
es
siempre
conveniente
para
el
buen
funcionamiento
de
la
sociedad,
¿no
es
porque
detrás
de
eso
hay
una
verdad
permanente,
que
la
inteligencia
puede
captar?
En
la
realidad
misma
del
ser
humano
y
de
la
sociedad,
en
su
naturaleza
ínBma,
hay
una
serie
de
estructuras
básicas
que
sosBenen
su
desarrollo
y
su
supervivencia.
De
allí
se
derivan
determinadas
exigencias
que
pueden
ser
descubiertas
gracias
al
diálogo,
si
bien
no
son
estrictamente
fabricadas
por
el
consenso.
El
hecho
de
que
ciertas
normas
sean
indispensables
para
la
misma
vida
social
es
un
indicio
externo
de
que
son
algo
bueno
en
sí
mismo.
Por
consiguiente,
no
es
necesario
contraponer
la
conveniencia
social,
el
consenso
y
la
realidad
de
una
verdad
objeBva.
Estas
tres
pueden
unirse
armoniosamente
cuando,
a
través
del
diálogo,
las
personas
se
atreven
a
llegar
hasta
el
fondo
de
una
cues4ón.
14. CAPÍTULO
7.
Caminos
de
reencuentro
(I)
(ARTESANOS
DEL
PERDÓN
Y
LA
PAZ)
Hacen
falta
caminos
de
paz
que
lleven
a
cicatrizar
heridas,
artesanos
de
paz,
generar
procesos
de
sanación
y
reencuentro
con
ingenio
y
audacia.
RECOMENZAR
DESDE
LA
VERDAD
Aprender
a
cul4var
una
memoria
penitencial.
Solo
desde
la
verdad
histórica
de
los
hechos
podrán
hacer
el
esfuerzo
perseverante.
Compañera
inseparable
de
la
jus4cia
y
la
misericordia.
Rompe
la
cadena
de
la
violencia.
LA
ARQUITECTURA
Y
LA
ARTESANÍA
DE
LA
PAZ
No
implica
homogeneizar
la
sociedad.
El
otro
puede
aportar.
De
manera
proac4va.
El
esfuerzo
para
superar
división
supone
básico
sen4miento
de
pertenencia.
Lazo.
Transformaciones
no
son
obra
de
escritorios,
son
artesanales.
Falta
una
arquitectura
y
una
artesanía.
Es
rico
incorporar
en
los
procesos
de
paz
la
experiencia
de
sectores
que
han
sido
invisibilizados.
No
hay
punto
final,
no
hay
tregua,
se
exige
compromiso
de
todos.
Sobre
todo
con
los
úl4mos.
No
sólo
diferentes
sino
reencuentro
con
sectores
empobrecidos
y
vulnerables.
Se
ha
ofendido
a
los
úl4mos
con
historia
de
menosprecio
e
inclusión
social.
La
inequidad
y
la
falta
de
un
desarrollo
humano
integral
no
generan
paz.
Si
se
abandona
en
la
periferia
a
una
parte
no
se
podrá
asegurar
la
tranquilidad.
Volver
a
empezar
siempre
será
desde
los
úl4mos.
EL
VALOR
Y
EL
SENTIDO
DEL
PERDÓN
Algunos
no
dicen
nada,
otros
dicen
que
es
ceder,
otros
que
es
cosa
de
débiles
El
conflicto
inevitable.
El
riesgo
está
en
no
comprender
adecuadamente
las
convicciones
creyentes.
Jesús
nunca
invitó
a
fomentar
la
violencia.
Las
comunidades
primi4vas
vivían
con
sen4do
de
paciencia,
tolerancia
y
comprensión,
se
invita
a
reprender
a
los
adversarios
con
dulzura.
No
venir
a
traer
paz
significa
fidelidad
a
la
propia
opción,
sin
vergüenza
Las
luchas
legíBmas
y
el
perdón
Perdonar
no
quiere
decir
permi4r
pisotear
la
propia
dignidad.
La
clave
está
en
no
hacerlo
para
alimentar
la
ira.
No
es
fácil.
Hay
un
pedazo
de
guerra
dentro,
debo
impedir
que
se
convierta
en
incendio.
La
verdadera
superación
La
verdadera
reconciliación
no
escapa
del
conflicto
sino
que
se
logra
EN
el
conflicto,
superándolo
a
través
del
diálogo
y
la
negociación
transparente,
sincera
y
paciente.
La
unidad
es
superior
al
conflicto:
No
es
apostar
por
un
sincre4smo,
ni
por
la
absorción,
sino
por
la
resolución
en
un
plano
superior
que
conserva
en
sí
las
virtualidades
valiosas
de
las
polaridades
en
pugna.
15.
CAPÍTULO
7.
Caminos
de
reencuentro
(II)
MEMORIA
Y
PAZ
LA
MEMORIA
La
reconciliación
es
un
hecho
personal.
Jamás
se
debe
proponer
el
olvido.
La
Shoah
no
debe
ser
olvidada.
Los
bombardeos
de
Hiroshima
y
Nagashaki
tampoco.
Evitar
la
tentación
de
pasar
página.
“Nunca
se
avanza
sin
memoria,
ni
se
evoluciona
sin
memoria
íntegra
y
luminosa”.
Para
no
ceder
a
la
lógica
que
lleva
a
jus4ficar
represalias.
Es
muy
sano
hacer
memoria
del
bien.
à
Perdón
sin
olvidos
El
perdón
no
implica
el
olvido.
Los
que
perdonan
de
verdad
no
olvidan,
pero
renuncian
a
ser
poseídos
por
la
fuerza
destruc4va
que
los
ha
perjudicado.
Rompen
el
círculo
vicioso
(mal
infinito),
frenan
el
avance
de
las
fuerzas
de
destrucción.
Pido
a
Dios
ungir
corazón
con
aceite
de
la
misericordia
que
cura
heridas
de
errores
LA
GUERRA
Y
LA
PENA
DE
MUERTE
Dos
posibles
soluciones
extremas
que
son
falsas
respuestas
à
La
injusBcia
de
la
guerra
La
guerra
no
es
un
fantasma
del
pasado
sino
una
amenaza
constante.
Debemos
fortalecer
la
Carta
de
las
Naciones
Unidas.
Fácilmente
se
cae
en
interpretaciones
demasiado
amplias
de
la
legi4ma
defensa.
Nunca
la
humanidad
ha
tenido
tanto
poder
y
nada
garan4za
que
vaya
a
u4lizarlo
bien.
La
globalización
nos
recuerda
que
los
des4nos
de
todos
están
conectados.
Es
un
fracaso
de
polí4ca
y
humanidad.
No
quedemos
en
la
teoría,
contactemos
con
las
heridas
y
con
la
carne
de
los
perjudicados.
à
La
pena
de
muerte
Es
inadecuada
en
el
ámbito
moral
y
no
es
necesaria
en
el
ámbito
pena.
En
el
NT
se
pide
no
tomar
la
jus4cia
por
cuenta
propia.
Hay
tes4monios
en
la
historia
de
la
iglesia
contrarios
a
la
pena
capital.
Los
miedos
y
rencores
llevan
a
entender
las
penas
de
manera
vindica4va
y
no
como
un
proceso
de
sanación
y
reinserción.
No
a
las
ejecuciones
extrajudiciales.
Los
argumentos
a
la
pena
capital
son
muchos
y
conocidos.
16. La
verdadera
superación
de
los
conflictos
(cap.
7)
244.
Cuando
los
conflictos
no
se
resuelven
sino
que
se
esconden
o
se
en4erran
en
el
pasado,
hay
silencios
que
pueden
significar
volverse
cómplices
de
graves
errores
y
pecados.
Pero
la
verdadera
reconciliación
no
escapa
del
conflicto
sino
que
se
logra
en
el
conflicto,
superándolo
a
través
del
diálogo
y
de
la
negociación
transparente,
sincera
y
paciente.
La
lucha
entre
diversos
sectores
«siempre
que
se
abstenga
de
enemistades
y
de
odio
mutuo,
insensiblemente
se
convierte
en
una
honesta
discusión,
fundada
en
el
amor
a
la
jus4cia»
245.
Reiteradas
veces
propuse
«un
principio
que
es
indispensable
para
construir
la
amistad
social:
la
unidad
es
superior
al
conflicto.
[…]
No
es
apostar
por
un
sincre4smo
ni
por
la
absorción
de
uno
en
el
otro,
sino
por
la
resolución
en
un
plano
superior
que
conserva
en
sí
las
virtualidades
valiosas
de
las
polaridades
en
pugna».
Sabemos
bien
que
«cada
vez
que
las
personas
y
las
comunidades
aprendemos
a
apuntar
más
alto
de
nosotros
mismos
y
de
nuestros
intereses
par4culares,
la
comprensión
y
el
compromiso
mutuo
se
transforman
[…]
en
un
ámbito
donde
los
conflictos,
las
tensiones
e
incluso
los
que
se
podrían
haber
considerado
opuestos
en
el
pasado,
pueden
alcanzar
una
unidad
mulBforme
que
engendra
nueva
vida».
17.
Perdón
sin
olvido
251.
Los
que
perdonan
de
verdad
no
olvidan,
pero
renuncian
a
ser
poseídos
por
esa
misma
fuerza
destruc4va
que
los
ha
perjudicado.
Rompen
el
círculo
vicioso,
frenan
el
avance
de
las
fuerzas
de
la
destrucción.
Deciden
no
seguir
inoculando
en
la
sociedad
la
energía
de
la
venganza
que
tarde
o
temprano
termina
recayendo
una
vez
más
sobre
ellos
mismos.
Porque
la
venganza
nunca
sacia
verdaderamente
la
insa4sfacción
de
las
víc4mas.
Hay
crímenes
tan
horrendos
y
crueles,
que
hacer
sufrir
a
quien
los
come4ó
no
sirve
para
sen4r
que
se
ha
reparado
el
daño;
ni
siquiera
bastaría
matar
al
criminal,
ni
se
podrían
encontrar
torturas
que
se
equiparen
a
lo
que
pudo
haber
sufrido
la
víc4ma.
La
venganza
no
resuelve
nada.
252.
Tampoco
estamos
hablando
de
impunidad.
Pero
la
jusBcia
sólo
se
busca
adecuadamente
por
amor
a
la
jusBcia
misma,
por
respeto
a
las
víc4mas,
para
prevenir
nuevos
crímenes
y
en
orden
a
preservar
el
bien
común,
no
como
una
supuesta
descarga
de
la
propia
ira.
El
perdón
es
precisamente
lo
que
permite
buscar
la
jusBcia
sin
caer
en
el
círculo
vicioso
de
la
venganza
ni
en
la
injusBcia
del
olvido.
18. Samba
de
la
bendición
Vinicius
de
Morales
h}ps://music.youtube.com/watch?
v=jl6_VEBoXt8&list=RDAMVMjl6_VEBoXt8