El documento habla sobre el Día del Juicio Final, también llamado "Aquel Día", cuando todos daremos cuenta de nuestras obras, palabras y pensamientos ante Dios. Será un día de rectificación donde los desobedientes serán castigados y los obedientes recibirán su recompensa eterna. La misericordia de Dios será necesaria en ese día, y sólo quienes acepten su misericordia espiritual a través de Cristo podrán encontrarla.