2. 1.-Marco del
pensamiento
platónico:
el conflicto «Sofistas-
Sócrates»: relativismo
frente a definición
universal.
3. 2.-El joven Platón: de las
aspiraciones políticas a la búsqueda
de la justicia en la polis (tras la
muerte de Sócrates): cómo organizar
la polis conforme a la justicia y
evitar que vuelva a cometerse
nuevamente la injusticia de la muerte
del hombre justo: Sócrates.
4. 3.-Existe la «ciencia»: en
contra de los Sofistas (ciencia
como conocimiento universal,
necesario e inmutable): existe
la Justicia y es posible
conocerla.
5. 4.-Objetos de conocimiento
científico. Si existe la ciencia,
tiene que haber un objeto de
conocimiento
científico(realidades
universales, necesarias,
inmutables).
Sí, pero… ¿dónde?
6. 5.-Este mundo es «devenir».
En este mundo no hay nada
universal, necesario e
inmutable: el mundo «sensible»
es como la realidad en
Heráclito: devenir. Ya, pero…
7. 6.-El mundo de las
«formas» o de las «ideas»:
Existe otro mundo más real
—la «real realidad» donde
residen las Ideas o formas: un
mundo «inteligible», del que
el mundo sensible sólo es una
copia, un pálido reflejo.
8. 7.-Demiurgo – participación.
El «Demiurgo» o hacedor [¡no
es creador!] del mundo sensible
plasma las Ideas en la materia.
El mundo sensible no es
perfecto porque la materia no
admite perfección (…la cosa
suena a pitagóricos, ¿no?).
9. 8.-Las Ideas: realidades
objetivas, no contenidos
mentales. Cada una de ellas se
corresponde con una clase de
objetos del mundo sensible.
Rasgos del ser de Parménides.
Hay una jerarquía en las ideas:
en la cúspide de la pirámide
está la Idea de Bien: el sol que
ilumina y da realidad a las
demás Ideas.
10. 9.-El ser humano está en el
mundo de lo sensible. ¿Cómo
puede llegar a conocer el
mundo de las Ideas —
conocimiento científico— si
vive en el mundo sensible?
Dualismo antropológico: la
unión accidental de cuerpo y
alma.
11. 10.-El conocimiento como
recuerdo: la «reminiscencia»:
el alma, inmaterial e inmortal,
vivió en el mundo de las Ideas
donde las conoció todas.
Debido a «una culpa», cayó al
mundo de lo sensible y se juntó
a la materia, olvidando lo
aprendido.
12. 11.-Conocer es recordar - «doxa»
y «episteme»: en contacto con las
realidades del mundo de lo sensible,
el alma va recordando las Ideas
(relación con la mayéutica
socrática). Los sentidos
proporcionan «opinión» (doxa); la
razón proporciona «ciencia»
(episteme): conocimiento cierto.
13. 12.-El destino del alma inmortal.
El destino del alma es purificarse
de la materia y regresar al mundo
de las Ideas (que nunca debería
haber abandonado): para ello tiene
que progresar en el conocimiento
—recuerdo— hasta llegar a la Idea
de Bien.
14. 13.-Teoría de la reencarnación:
el alma que vive apegada al
mundo de lo sensible no se
purifica —se vuelve pesada, no
puede elevarse al lugar celestial
de las Ideas—: al separarse del
cuerpo, se reencarna (¿a qué nos
recuerda esto?): metempsícosis o
transmigración de las almas.
15. 14.-Las «tres almas» y la ética: en el
ser humano hay tres almas: racional
(cabeza), irascible (pecho) y
concupiscible (bajo vientre). Sólo el
alma racional es inmortal (se identifica
con el ser humano). El «bien» consiste
en el equilibrio donde el alma racional
gobierna y somete a las otras dos (que
son mortales).
16. 15.-El ser humano: social por
naturaleza. La sociedad no es
convencional (como dicen los
Sofistas); no es fruto de un acuerdo
(nomos): es algo natural (fysis). El
«cuerpo social» refleja la estructura
del ser humano…
17. 16.-Las clases o
categorías sociales: en
correspondencia con las
tres almas, existen tres
clases en la sociedad:
gobernantes (razón -
justicia), guardianes
(fuerza - orden y defensa),
productores (templanza:
agricultores, ganaderos,
artesanos).
18. 17.-Individuo – Bien; Sociedad –
Justicia: La justicia depende del
equilibrio entre las clases,
respetando la función de cada una.
El gobernante ha de ser filósofo o
educado por filósofos: sólo quien
conoce la Justicia puede gobernar
justamente: la razón ha de gobernar
y somete a la fuerza-impulsos y a la
pasión-instinto.
19. 18.-Conclusión: frente a los
Sofistas —relativistas, responsables
de la decadencia de Atenas que
conduce a la muerte de Sócrates—,
el Rey ha de ser alguien que conoce
la Justicia y, así, gobierna
justamente (se cierra el círculo
respondiendo el interrogante de
partida).