3. BIOGRAFÍA PIO BAROJA
Pío Baroja perteneció a familias muy distinguidas y
conocidas en San Sebastián, relacionadas con el
periodismo y los negocios de imprenta. Su
bisabuelo paterno, Rafael, fue en Oyarzun impresor
del periódico La Papeleta de Oyarzun y de otros
textos durante la guerra contra Napoleón. Su abuelo
del mismo nombre, Pío Baroja, editó en San
Sebastián el periódico El Liberal
Guipuzcoano (1820–1823) durante el Trienio
Liberal e imprimió la Historia de la Revolución
francesa de Thiers en doce tomos, con traducción
de Sebastián de Miñano y Bedoya. Los hijos de
Rafael Baroja, Ignacio Ramón y Pío, continuaron con
el negocio de imprenta y un hijo de este último,
Ricardo, tío del novelista, será, con el tiempo, editor
y factótum del periódico donostiarra El U rumea.
Entre los ascendientes de la madre había una
rama italiana lombarda, los Nessi, a la que el escritor
debe su segundo apellido.
4. ESCUELA LITERARIA
La Escuela Literaria es la Generación del 98.
1. Distinguieron entre una España real miserable y otra España oficial falsa y
aparente. Su preocupación por la identidad de lo español está en el origen del
llamado debate sobre el Ser de España, que continuó aún en las siguientes
generaciones.
2. Sienten un gran interés y amor por la Castilla miserable de los pueblos
abandonados y polvorientos; revalorizan su paisaje y sus tradiciones, su
lenguaje castizo y espontáneo. Recorren las dos mesetas escribiendo libros de
viajes, resucitan y estudian los mitos literarios españoles y el Romancero.
3. Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando
nuevas formas en todos ellos.
4. Rechazan la estética del Realismo y su estilo de frase amplia, de elaboración
retórica y de carácter menudo y detallista, prefiriendo un lenguaje más cercano a
la lengua de la calle, de sintaxis más corta y carácter impresionista; recuperaron
las palabras tradicionales y castizas campesinas.
5. Intentaron aclimatar en España las corrientes filosóficas
del Irracionalismo europeo, en particular de Friedrich Nietzsche (Azorín, Maeztu,
Baroja, Unamuno), Arthur Schopenhauer (especialmente en Baroja), Sören
Kierkegaard (en Unamuno) y Henri Bergson (Antonio Machado).
5. PERSONAJES.
La Baronesa posterior Coronel: cubana de
nacimiento, emigrada a España y casada con un barón holandés y
luego su viuda, con una sola hija a cargo.
La Justa: hija del trapero Sr Custodio, quien dejara a Manuel
por el Carnicerín, Pasado el tiempo, Manuel la ve aparecer en la
casa de la Calle del Barquillo "en donde se encontrarían mozas
guapas.
Esther: Ella ha seguido hasta el momento casada con
Bernardo quien "le inspira lástima y repulsión", a quien no ha
querido nunca, pero que se casó con él "siguiendo el consejo
pérfido de una amiga".
la Salvadora: Una mujer que no se detiene ante nada, que
cuida a su hermanito y se hace cargo de él, que aprovecha
cada oportunidad que le ofrece la vida para salir adelante.
6. Manuel: Es el personaje principal a través del cual el escritor
teje toda la Trilogía, o mejor dicho, es el hilo conductor que
aglutina esta descarnada y ácida -a veces, incluso con humor-
crítica social en este universo barojiano.
Leandro: Es el hijo mayor de el tío de Manuel, Ignacio,
el zapatero, casado con La Leandra, el menor es Vidal.
Vidal: Desde siempre ha mostrado una conducta de vago
antisocial, juntos con su amigo El Bizco, amante de la vida
fácil, sin trabajar y con dinero, se va a dedicar a robar
primero en las afueras de Madrid y luego, se establece
como golfo más sofisticado e intenta arrastrar a Manuel a
esa vida.
Juan:"tenía un carácter entre humanitario y artístico, casi
nunca leía libros anarquistas, sino que sus obras favoritas
eran las de Tolstói e Ibsen".
7. TIEMPO Y ESPACIO
Porque ésta es la cuestión. Numerosos
comentaristas se han referido a La lucha
por la vida como si se tratara de un gran
fresco colectivo, de una radiografía del
Madrid suburbial en el tránsito del siglo XIX
al XX Los múltiples personajes que
pueblan estas páginas y que a veces
aparecen sólo fugazmente ayudan, en
efecto, a producir la sensación de un
mundo hormiguearte y bullicioso era el que
la muchedumbre predomina sobre el
individuo.
8. ARGUMENTOS
Autor: Pío Baroja, novelista; 1872-1956.
Otras obras: Tierra vasca, La vida fantástica, La
raza, La lucha por la vida El pasado, Las ciudades,
Las inquietudes de Shanti Andia, Memorias de un
hombre de acción [serie novelesca formada por
veintidós títulos] (novelas); artículos (crítica);
ensayos, y biografías.
Género y corriente: Novela realista.
Estructura: Está dividida en tres partes, y éstas en
capítulos (cuatro, nueve y ocho, respectivamente).
9. Sinopsis: En la sórdida casa de huéspedes
de doña Casiana trabaja Petra como
criada, "mujer flaca, macilenta, de pecho
hundido, manos grandes y rojas, y pelo
gris". Ésta es viuda y tiene cuatro hijos:
dos mujeres, sirvientas como ella, y dos
varones, que viven en un pueblecito de
Soria con unos tíos maternos. El mayor de
ellos, Manuel, "revoltoso y díscolo", es
enviado a Madrid por su tío "porque en el
pueblo pierde el tiempo", y su madre lo
coloca en la pensión de doña Casiana
como mensajero y para servir la mesa.
Pero a causa de un violento altercado con
uno de los huéspedes que lo insulta y
golpea sin razón, a lo cual el muchacho
reacciona enfurecido, Manuel se queda sin
trabajo. Su madre le consigue otro empleo
con un zapatero remendón, el señor
Ignacio, y por un tiempo Manuel lo ayuda
en su singular tarea de "regenerar el
calzado".
10. Mientras, en compañía de Leandro, hijo mayor de don Ignacio,
va conociendo los barrios bajos y su gente: el Bizco y su
cuadrilla, la Corrala del tío Rilo, la Muerte, la taberna de la
Blasa, el Tabuenca, el Lechuguino, el Valencia...
Como Milagros, la novia de Leandro, prefirió al Lechuguino, el
amante despechado la mata y luego se suicida. Por este
escándalo, don Ignacio se ve obligado a cerrar su taller.
11. Como Manuel otra vez queda sin
trabajo, emprende una serie de
andanzas sucesivas desempeñando
variadas ocupaciones: se coloca como
mozo en la panadería del tío Patas,
como ayudante de hornero en una
tahona y luego hace vida de golfo
durante un tiempo. Esto da oportunidad
para que, de nuevo, el autor nos
presente la vida del submundo
madrileño —sórdida, corrupta, amoral—
donde se ve la promiscuidad del
cincuentón tío Patas, casado en
segundas nupcias con una joven de 20
años, y que consiente en las relaciones
de su hijo con la madrastra, y luego se
aviene a amancebarse con su cuñada,
oportunidad propiciada por su misma
mujer. Desde entonces, y gracias a esto,
los cuatro "se entendían
admirablemente".
12. Se describe una vida lastimosa donde
pululan borrachos, hampones,
busconas, mendigos —personajes
como Karl, el alemán; la Salomé, el
Expósito, el Cojo y su cueva, Dolores la
Escandalosa, las cuatro "vestales del
arroyo"—, y el hilo conductor de todos
es la figura de Manuel, y la pintura de
ellos está hecha a gracias a la
observación, el detallismo y las
pinceladas curiosas de Pío Baroja.
Más adelante, Manuel entra como
criado de un trapero, el señor Custodio,
de cuya hija Justa se enamora. Pero
ella lo provoca con la intención de reírse
de él, pues al mismo tiempo mantiene
relaciones con el chulo y petulante
Carnicería, "demasiado estirado y
señorito para casarse con la hija, de un
trapero".
13. Torturado por los celos y luego de cierta violencia suscitada entre él
y la gente del Carnicería, Manuel abandona a su nuevo patrón
"aunque se muriera de hambre", y una vez más se encuentra en la
calle. Deambula en medio de la noche entre busconas, chulos y
celestinas, hasta que amanece y "el Madrid trabajador y honrado
se prepara para su ruda faena diaria". Esto lo hace pensar
largamente. "Comprendía que la existencia de noctámbulos y
trabajadores son vidas paralelas que no llegaban ni un momento a
encontrarse. Para los unos, el placer, el vicio, la noche; para los
otros, el trabajo, la fatiga, el sol. Y pensaba también que él debía
ser de éstos, de los que trabajan al sol, no de los que buscan el
placer en la sombra."
14. Junto con Mala hierba y Aurora roja, esta novela publicada en
1904 constituye la primera parte de la trilogía La lucha por la
vida, la cual señala el momento cumbre de la narrativa de este
autor. Los personajes se continúan de una a otra novela
subrayando la unidad temática de las tres, así como el
suburbio madrileño y los seres singulares que lo habitan,
descritos en toda su crudeza
15. La busca es un admirable estudio sociológico
en torno de Manuel, especie de moderno
pícaro; joven de muchos amos, a quien, contra
su voluntad, la vida lleva a mezclarse con el
lumpen de la gran ciudad, y el análisis de una
serie de inolvidables personajes de los bajos
fondos madrileños. También es ocasión para
ofrecernos cuadros costumbristas del hampa,
con formidable vigor.
La visión del autor es fría, descarnada,
sintética, realista y objetiva. La estructura del
relato es sencilla; trama y acción son lineales y
captan de inmediato el interés del lector. Así,
en La busca, con un-lenguaje natural y un
estilo directo, Pío Baroja logra describirnos un
mundo sin caridad y la crueldad de una vida
hostil.