Este documento argumenta que ser un buen patriota significa desear la salvación y bendición de Dios para la nación a través de Cristo. Citando varios versículos bíblicos, señala que Dios no hace distinción entre personas y desea que todas las naciones le teman y hagan justicia. Explica que la nación espiritual de Dios es la iglesia, donde todo el pueblo puede ser parte del pueblo de Dios. Concluye expresando el deseo de que más compatriotas sean parte del pueblo de Dios para recibir