La carta critica la hipocresía de las cartas de boda que anuncian matrimonios concertados por motivos económicos o sociales en lugar de la compatibilidad entre los novios. Propone que estas cartas deberían ser más honestas y simplemente indicar que la boda se debe a que una familia es rica y la otra pobre, o que se busca deshacerse de hijas solteras. También señala la falsedad del lenguaje grandilocuente que suele emplearse.