4. Ruta de las especias
El centro del continente asiático fue cruzado por rutas comerciales muy
importantes durante la Edad Media. Una de las más conocidas fue la ruta de
la seda, cuyas ciudades han quedado como muestra de la riqueza de aquellos
intercambios. Otra ruta importante fue la de las especias. Los mercaderes
siguieron la ruta de tierra cruzando parte del continente asiático. A partir del
siglo XIV ese recorrido no era muy seguro, en parte por la presencia de
bandidos que asaltaban las caravanas, pero también por la falta de forraje
para los ganados como consecuencia de los cambios climáticos que
introdujeron una mayor sequía en la zona.
Para el siglo XV la ruta de las especias se había convertido en un camino
compartido por mercaderes de diversos países. En la parte más oriental de la
ruta los chinos recogían el clavo y la nuez moscada de las Indias Orientales, y
la entregaban en el puerto malayo de Malaca. Desde allí mercaderes árabes
de la India o de Arabia lo transportaban por la bahía de Bengala a la India. En
la India la canela de Ceilán y la pimienta de la India se añadían al cargamento
anterior, siendo vendido en los puertos del Oeste de la India, donde
mercaderes árabes se encargaban de hacerlo llegar a la cuenca del
Mediterráneo.
5. La llegada al Mediterráneo seguía dos rutas. Una
tomaba el Mar Rojo para llegar a Egipto y
navegar por el Nilo. Otra por el golfo Pérsico
llegaba a Alepo, Damasco o Constantinopla.
Desde estos puertos del este del Mediterráneo
mercaderes italianos transportaban la mercancía
a los puertos de Venecia y Génova. Desde allí
eran distribuidos al resto de Europa
6. Ruta de la seda
Una de las rutas comerciales más importantes durante la Edad Media fue la ruta de la
seda. Durante muchos años, comerciantes chinos principalmente transportaban por
ella no solo sedas, sino también pieles, te y especias, a cambio de oro y plata, piedras
preciosas y lana. La ruta recorría aproximadamente 4.000 kilómetros desde China al
Este de Europa, cruzando por el Sur de Asia y el Próximo Oriente. Desde la ciudad
china de Xian, pasaba por otras ciudades chinas como Lanzhou y Turphan, recorría
algunas de las ciudades de Kazastan, al Norte de Afganistán, como Tashkent,
Samarkanda y Bukhara, para llegar a Teheran, Tabriz y Ankara, como antesala de su
destino final, Constantinopla. La belleza de las ciudades que se construyeron con el
flujo de dinero que a ellas llegaba, ha dejado importantes monumentos que se
proponen como patrimonio de la humanidad.
las viejas rutas de la sedaPoca gente hacía la ruta de la seda completa. Los productos
pasaban de un mercader a otro por segmentos. El comercio se hacía, pues, en cadena,
con enlaces de mercaderes en determinados puntos de la ruta. Era un camino
peligroso, con bandidos dispuestos a asaltar las caravanas en los lugares más
inesperados.
7. La ruta de la seda fue también fue importante ruta de
intercambio de información e ideas. El budismo viajó
desde la India a China a través de la ruta de la seda. No
fue solo vía comercial, sino camino de encuentro e
intercambios de las civilizaciones de Oriente y Occidente.
Muchos viajeros se aventuraban a hacer esta ruta no solo
por el comercio, sino también por la aventura y el
conocimiento. No faltaron quienes la utilizaron como un
medio excelente para expandir su poder: los mongoles en
el siglo XIII la aprovecharon para crear el gran Imperio
Mongol