Este documento discute cómo las escuelas católicas pueden integrar mejor la evangelización en su currículum y proyectos educativos. Señala que la matriz de aprendizaje institucional, que incluye la cultura, espacios, tiempo y normas de una escuela, debe reflejar los valores cristianos. También propone resignificar los contenidos académicos para vincularlos con las vidas de los estudiantes y desafíos sociales, y crear experiencias que integren la fe y la cultura. El objetivo final es que las esc
1. CURRÍCULUM EVANGELIZADO Y EVANGELIZADOR
1. Hoy a la mañana vimos que nuestra tarea evangelizadora pasa por anunciar y
testimoniar el Evangelio a través de lo que decimos, hacemos y somos. Que esto
requiere de una permanente conversión continua, que nuestra catequesis claretiana es
evangelizadora, misionera y educadora de la fe. Por lo tanto, forma parte del currículum
y eso es lo que vamos a tratar ahora…
2. Vamos a enfocar la tarea del catequista realizando una mirada hacia nuestras escuelas,
hacia nuestras prácticas. Y lo primero que nos vamos a preguntar es ¿Para qué sirve
una escuela? ¿Qué tiene de cristiana una escuela cristiana? (breve lluvia de ideas).
3. Claro está que la escuela, es el lugar de transmisión crítica y sistemática de la cultura.
Es el espacio donde ésta se recrea y se negocia. Donde se rescatan aquellos saberes
socialmente significativos para un pueblo, una sociedad.¿Qué es lo inherente a una
escuela y que tiene que conformar una Pastoral Educativa? Lo cristiano, el anuncio de
la fe tiene que atravesar la cultura aunque en muchas escuelas, lo religioso no está
definido por el hecho educativo sino por agregados: damos catequesis, tenemos grupos
misioneros, infancia misionera, pastoral juvenil…
4. Cada escuela, para definirse a sí misma y trazar líneas de acción y de mejora
pedagógica y pastoral, posee un Ideario, un Proyecto Educativo, Un Proyecto Curricular.
5. El Ideario, que en nuestro caso como colegios claretianos fue elaborado a través de un
proceso de construcción y discernimiento que se llevó a cabo en todas las comunidades
y que sus frutos se fueron recogiendo y sistematizando en un documento final que
compartimos, nos brinda el marco ideológico, axiológico, es el conjunto de ideas,
valores, concepciones fundamentales, fines últimos e intenciones fundacionales de la
institución. En nuestro caso, expresa la razón de ser y de tener escuelas claretianas.
El Proyecto Educativo abarca todos los aspectos de la institución: lo pedagógico, lo
organizacional, lo económico, lo administrativo, lo relacional-convivencial, lo
pastoral... Es la hoja de ruta que nos marca hacia dónde ir y con qué estilo, cuáles son
nuestras prioridades y compromisos de acción.
6. El Proyecto Curricular “Es un proceso de toma de decisiones por el cual la escuela
establece, a partir del análisis del contexto en que se inserta, una serie de acuerdos
acerca de las distintas variables que integran el proceso de enseñanza y de aprendizaje,
constituye el encuadre didáctico pedagógico del accionar institucional”. Consiste
entonces, en la planificación y desarrollo de los componentes de la enseñanza y el
aprendizaje; sus intenciones (objetivos, contenidos que hay que enseñar), su el plan de
acción (metodología, secuencia, selección de materiales, criterios de evaluación, etc). El
proyecto curricular entonces es la suma de la especificación de intenciones educativas y
el desarrollo de sus prácticas.
7. El currículum se organiza en tres niveles de concreción: parte y se encuadra en los
diseños jurisdiccionales, a partir de allí se formula el PCI y de él surgen los proyectos
áulicos.
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2. 8. En él se concreta el Diseño Curricular Jurisdiccional en relación a las características de
una escuela determinada (congregación, diócesis, parroquia). Es en el proyecto donde
la escuela se juega su identidad en la vida cotidiana.
9. Según Adriana Puigross, Currículum “Es el conjunto de enseñanzas y aprendizajes que
se realizan en el espacio de la institución, previstos o no en los programas, conscientes
o inconscientes, dentro y fuera del aula. El currículum abarca todo lo que ocurre en los
pasillos y en las veredas de las calles laterales a la escuela donde se agrupan los
adolescentes, en los susurros y en las discusiones públicas”.
10. Esta dimensión nos ayuda a ubicarnos y a descubrir que currículum, va más allá de lo
que enseñamos desde el proyecto curricular. Tiene que ver no solamente que aquello
que la provincia prescribe (currículum prescriptivo), sino también con lo que en realidad
sucede (currículum en acción), con aquellas prácticas que la escuela ejerce pero que no
están explicitadas ni son reconocidas (currículum oculto).
Como vemos, el currículum atraviesa absolutamente todo lo que sucede en la
escuela, hasta los detalles más mínimos y por eso, la escuela tiene que ser para
nuestros alumnos un lugar dador de sentido, un lugar donde se recree la cultura y
para ello, debe poder desarrollar un pensamiento crítico para que todos los que pasen por
ella tengan deseos de transformar el mundo, de dejar su propia huella en la
construcción de una sociedad mejor.
11. Por lo tanto vemos que el PCI también se convierte en proyecto pastoral porque a través
de él llevamos adelante nuestra tarea educativa y también evangelizadora. La Escuela
Católica tiene una Misión, confrontada con la realidad en la que se inserta, debiendo
garantizar las intenciones del Diseño Curricular Jurisdiccional, los lineamientos
congregacionales y de la Catequesis.
12. En una Escuela Católica lo escolar es el saber en toda su amplitud. Dice Parra: “Si la
Pastoral no está en el Currículum, en las asignaturas, si no está ahí, sencillamente no
está”. No pasa entonces por hacer actividades pastorales, celebraciones sino más bien
por teñir el Evangelio en todo lo que hacemos.
13. Esta dimensión evangelizadora propia de nuestra tarea, se desarrolla en cuatro frentes:
La matriz de aprendizaje institucional.
La red de sentido trascendente presente en las disciplinas y actividades: los
contenidos curriculares propiamente dichos.
La marca ética de la inspiración cristiana en los ejes, contenidos y temas
transversales: las transversalidades que recorren la escuela.
Los espacios de explicitación del Evangelio (Catequesis escolar, grupos juveniles,
Pastoral de Educadores, espacios interdisciplinarios...).
14. ¿Qué es la matriz de aprendizaje institucional?
Castagnola dice “Es un molde virtual que tienen las instituciones y nos van
moldeando a todos los que estamos dentro”. Es el sello de una escuela, aquello que le da
color y una manera de ser.
“Es el modo en que se vivifica, se construye, se moldea y habita la institución”.
Frigerio.
No es la suma de las partes. Está en las partes y en el todo. Está en las relaciones.
Lo individual, lo grupal, lo colectivo.
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3. 15.
¿Dónde se refleja esta matriz de aprendizaje institucional?
En la Cultura Institucional. En los modos de...
Relacionarnos.
Saludar.
Sancionar.
Recibir, despedir.
Hablar... ¿Cómo son nuestras relaciones con los chicos y con nuestros compañeros?
En los lugares. Los espacios responden a políticas, son dadores de sentido. Un lugar es
aquél que da sentido. Nos subjetiva, nos deja marcas… ¿Cómo son nuestros lugares?
¿Qué dicen? ¿De qué hablan? La escuela como lugar ¿es un lugar que significa? ¿O es
un no lugar?
El tiempo. Decimos que nunca hay tiempo en una escuela, el problema es que no
sabemos administrarlo. ¿En qué ocupamos nuestro tiempo en la escuela? ¿A qué le
destinamos más tiempo? ¿Para qué cosas nunca tenemos tiempo?
La Norma, la Ley, la Convivencia. La escuela es lugar donde se aprende la norma.
Necesitamos de la norma para no caer en demagogia. La convivencia es un espejo para
nuestras prácticas.
16. Y en esta línea, necesitamos leer la historia que nos permite descubrir cuáles son
nuestros mitos y ritos. Mitos son los fantasmas que habitan en nuestras instituciones.
Un rito es la repetición de algo que nos da seguridad. Ilustrar con ejemplos entre
todos…
17. También forma parte de la matriz de aprendizaje institucional el Poder. Está diseminado
por todo el colegio, cada uno de nosotros ejerce un poder desde el rol que tenemos.
Hay una organización jerárquica por eso la escuela no es democrática y nuestras
relaciones con los chicos no son simétricas. Pero sí con nuestra palabra, nuestros
gestos y nuestras acciones, le damos poder al otro. ¿Cómo empoderamos? ¿Qué poder
le damos a nuestros alumnos? ¿A quiénes? ¿Por qué? ¿Qué pensamos ahora?.
¿Cómo se establecen nuestras comunicaciones? ¿A quiénes comunicamos? ¿A
quiénes no?
18. Otro de los componentes de esta matriz es nuestra respuesta frente a los imprevistos
que se nos presentan en nuestras instituciones. Poner ejemplos… ¿Cómo actuamos
frente a lo no esperado? ¿Cómo reaccionamos? ¿Lo asumimos con una palabra
evangelizadora? La respuesta es discernir con otros, comunitariamente, pensar juntos
cómo asumir aquello que en nos descoloca, que nos deja sin palabras…
19. Podemos desprender algunas condiciones para abordar esta matriz de aprendizaje
institucional. La primera es que realmente exista una decisión política de meternos en
este tema. Como escuela estamos decididos a mirarnos en estos aspectos que nos
preocupan y que queremos revisar… La segunda es que podamos hacerlo no solos sino
en equipos de trabajo. Juntos nos sentamos a mirar cómo marcha la catequesis en
nuestras aulas, cómo son nuestros lugares, cómo generamos la circulación de la
palabra, a quién empoderamos, etc. La última: A partir de nuestro análisis y estudio,
elaborar una planificación clara de mejora. ¿Cómo vamos a encarar este tema? ¿De
qué manera lo vamos a hacer? ¿Cuándo chequearemos los avances? ¿Qué vamos a
monitorear?
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4. 20. Nuestras escuelas están llamadas a ser liberadoras, formadoras de pensamiento crítico.
Debemos superar y desplegar todas nuestras energías para que nuestros alumnos no se
queden en un pensamiento mítico, mágico ni ingenuo, sino que puedan posicionarse de
manera crítica y responsable frente al mundo que viven.
21. Educar para la ciudadanía a través de los contenidos. Los contenidos desarrollan,
explicitan una transmisión crítica de la cultura. Durante mucho tiempo a la escuela se la
pensó fundamentalmente como un lazo hacia el pasado, como un vínculo con la
herencia cultural, como la acción de inscribir a los sujetos en una tradición: sólo se
enseñaba sobre los muertos, mirando hacia atrás. En un momento, la vida salió de las
escuelas y los contenidos comenzaron a explicarse con láminas e ilustraciones. La
escuela y la vida se separaron. Pero debemos darnos cuenta que tienen presencia en el
mundo y se explican en la vida. Debemos animarnos a un proceso de resignificación
curricular, crear conocimiento no sólo para la escuela sino para la vida. Repensar qué
entendemos por escuela: si es un lazo hacia el pasado o una construcción que enlaza
pasado, presente y futuro de maneras más abiertas e impredecibles.
22. Animarnos a resignificar contenidos mediante caminos de diálogo. En mi vida ¿dónde
está este contenido de fe? En la vida de mis alumnos ¿dónde está este contenido de fe?
En la vida y problemática de las familias ¿dónde está este contenido de fe? Este
contenido fue respuesta ¿a qué problemática de origen? ¿A qué problemática lo puedo
vincular? ¿Qué preguntas sobre el sentido de la vida están ahí? Y lo relaciono con la
transformación de un mundo social. Una vez resignificado , lo traemos a la escuela, al
encuentro de catequesis.
Otra propuesta es la asociación libre de ideas. Realizar un globo de ideas, abrir,
desarmar el contenido para volverlo a armar y enseñarlo de manera crítica y sistemática.
Para el nivel secundario Castagnola propone al docente/catequista la realización de un
prólogo narrado: Atreverse a escribir ¿Por qué elegí ser el que soy? ¿Qué quiero que
aprendan este año en catequesis? ¿Qué pretendo de los chicos? Y entregar entonces el
programa y el prólogo a los alumnos para abrirlo y dialogarlo con ellos…
En vez de consignar contenidos, consignar preguntas que serán resueltas al finalizar la
unidad. La escuela siempre fue un lugar de “respuestas”…Hay que generar este
cambio.
Dios está presente en todos los saberes: en la verdad, el bien y la belleza está Dios.
Estamos llamados a educar en la contemplación, en el misterio del mundo y del hombre.
23. Nuestras escuelas, para que verdaderamente sean escuelas en clave pastoral, deben
integrar el Evangelio y la Cultura, promover una síntesis entre fe, cultura y vida mediante
un proceso que suscite permanentes preguntas que buscan respuesta.
24. Debemos suscitar experiencias que permitan que se realice esta síntesis de la que
hablamos y hacerlo desde el lugar del Pobre. El saber tiene una dimensión cristológica:
Cristo está presente en la vida, en nuestras relaciones, en lo que sabemos y
aprendemos, en lo que nos duele…Lo que no se asume no se redime.
25. Por eso, para ir terminando, cabe que nos preguntemos acerca de nuestros espacios
explícito de evangelización. ¿Cuáles son? ¿Cómo son? ¿Qué hay que revisar? ¿Qué
hay que potenciar?
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5. 26. Como expresa nuestro Itinerario Catequístico, la Escuela tiene que educar para ser la
Fiesta del Reino. Utopía del Reino. Parábola del Reino. Esa es nuestra misión. Así
eran las parábolas de Jesús. Así deben ser las parábolas del Espíritu hoy. .
“Cuando todo indica que no va más, hay que hacerse hacia delante, si no como
locos… por lo menos como soñadores” dice Derrida. Supone tomar riesgos,
hacerse preguntas, ubicarse más del lado de los sueños. Pensar menos en la escuela
del pasado y más en el futuro, volver a embanderarnos con algo del por – venir,
animarnos a realizarnos de nuevo algunas preguntas y también a soñar.
Para terminar, se me ocurre cerrar con esta idea de Gustavo Magdalena en su libro
“Levadura en el mundo”:
“Para este modelo se necesitan pescadores que salgan a buscar, echar sus redes a diestra
y siniestra y se internen “mar adentro”. No tendrán asegurado su éxito, no sabrán a qué se
enfrentarán. Las condiciones donde operen son inestables porque a la calma de las aguas
le puede suceder una tormenta imprevista. Intérnense en lo desconocido confiando en la
promesa de Jesús: Estaré con ustedes hasta el fin del mundo.
Contarán con el instrumento del pescador, la red. Usando la red, la evangelización cobija,
une, reúne, contiene: acciones que el mundo necesita urgentemente. Las acciones de la
pastoral del siglo XXI deberán estar marcadas por los siguientes verbos:
Ir y acudir, no esperar que vengan sino ir al encuentro, visitar, acompañar el camino, captar
las necesidades espirituales más profundas de cada persona.
Mostrar a Jesucristo y su Evangelio con sencillez, dialogando con el mundo y aceptando la
diversidad, presentando el proyecto plenificador que Dios tiene para el ser humano.
Anunciar y ofrecer el encuentro con Jesús y el reino de Dios: Reino de la Vida, oferta de una
vida plena para todos en el respeto y defensa de la dignidad humana”.
El desafío no es menor, pero al mismo tiempo puede resultar revitalizador, entusiasmante y
orientador para nuestras escuelas. Aunque parezca difícil, aunque los resultados no lleguen
pronto o no sean abundantes, debemos aportar nuestros talentos y esfuerzos para que el
sueño de Jesús se haga realidad entre nosotros.
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