2. El absceso apical se puede definirse
como una exacerbación aguda de
una lesión perirradicular , y crónica
asintomática de origen pulpar.
Como consecuencia de los cambios
patológicos en los tejido pulpar, el
sistema de conductos radiculares
puede albergar una gran cantidad
irritantes, gérmenes vivos y
muertos ,fragmentos y toxinas
bacterianas, productos de
degradación del tejido pulpar que
desencadenan una serie de cambios
inflamatorios defensivos.
3. Absceso dental
Los cambios tisulares van a depender del número de
microorganismos y su virulencia y de la capacidad de
defensa del organismo; sí los irritantes son
removidos, el proceso inflamatorio es
transitorio, breve y cede por sí solo, por el
contrario, sí tenemos una gran cantidad de
microorganismos con gran virulencia y una
capacidad defensiva baja o disminuida, se
desencadenará un proceso inflamatorio agudo; pero
sí la cantidad de microorganismos es reducida, su
virulencia atenuada y existe una buena capacidad de
defensa, el proceso inflamatorio dará lugar a un
cuadro crónico y no agudo.
4. CARACTERISTICAS CLINICAS
Los síntomas de las lesiones inflamatorias
periapicales varían, desde ser
asintomáticas, hasta un dolor dentario
ocasional, o un dolor severo, con o sin
hinchazón facial, fiebre y linfoadenopatías.
Un absceso periapical habitualmente se
manifiesta con dolor severo, movilidad y
ocasionalmente extrusión del diente
afectado, edema, y sensibilidad a la percusión.
A la palpación de la región periapical hay
dolor. El drenaje espontáneo dentro de la
cavidad oral a través de una fístula puede
aliviar el dolor agudo. La lesión aguda puede
evolucionar a una crónica, que puede ser
asintomática excepto en aquellos casos donde
se puede presentar una exacerbación aguda
del dolor en una lesión crónica. (absceso
crónico – agudizado).
5. CARACTERISTICAS RADIOGRAFICAS
Las características radiográficas varían
dependiendo de la evolución de la lesión. Las
lesiones iniciales (absceso periapical agudo)
pueden no mostrar cambios
radiográficos, siendo la sintomatología
clínica quien nos ayuda al diagnóstico de
estas lesiones. Las lesiones crónicas (absceso
periapical crónico) puede mostrar cambios
escleróticos o líticos en el tejido óseo, e
incluso ambos. Pero generalmente lo
observamos como una imagen radiolúcida de
bordes no definidos. La localización de la
mayoría de las lesiones periapicales
inflamatorias es el ápice del diente afectado
y menos frecuentemente, se localizan en la
porción lateral de la raíz.
Esto puede ocurrir debido a conductos
radiculares accesorios, perforaciones
radiculares tras la instrumentación
6. CARACTERISTICAS
RADIOGRAFICAS
Los bordes del absceso periapical crónico son
mal definidos, mostrando una transición gradual
del hueso trabecular normal, que lo rodea hacia
el patrón óseo anómalo de la lesión. En
ocasiones los márgenes pueden aparecer bien
definidos, con una zona de transición bien
delimitada y un aspecto que simula unos límites
corticales. Su estructura interna consiste en un
cambio detectable en la densidad ósea, la cual
se observa radiolúcida. Comienza con un
ensanchamiento del espacio del ligamento
periodontal en el ápice del diente y
posteriormente afecta una zona mayor del
hueso. En estos estadios iniciales puede no
existir evidencia de una reacción ósea
esclerótica. Posteriormente durante la evolución
de la enfermedad, ocurre una mezcla de
esclerosis y lisis en el hueso. A la zona de
esclerosis se le llama osteítis
condensante, mientras que a la imagen de
reabsorción ósea se le denomina osteítis
rarificante. El área con mayor destrucción ósea
está centra en el ápice del diente, mientras que
el patrón esclerótico se sitúa en la periferia.
7. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Se debe diferenciar el absceso periapical
crónico de la displasia cemento ósea
periapical en su primera etapa. El
diagnóstico diferencial recae principalmente
en el examen clínico, incluyendo la prueba
de vitalidad pulpar.
El diagnóstico diferencial del absceso
periapical crónico también lo hacemos con
un proceso de cicatrización periapical, y con
algún límite anatómico normal como el
agujero mentoniano o el agujero palatino
anterior. Si el paciente ha sufrido un
tratamiento endodóntico o una cirugía
apical, puede verse una radiolúcidez residual
que puede parecer una osteítis rarificante
(absceso periapical crónico). Para el
diagnóstico diferencial radiográfico cobra
gran importancia la sintomatología clínica.
8.
9.
10. Irritación severa en la encía afectada
está asociada con un absceso dental.
El pus formado en las encías da mal
olor.
A pesar de estar en contacto con
alimentos fríos o calientes o bebidas, el
dolor aumenta.
Dolor de dientes, persistente o dolor
de muelas es síntoma principal de un
absceso dental.
Movimiento de la mandíbula también
se vuelve muy dolorosa con un absceso
dental.
11. Inflamación en la raíz de las encías,
puede ser visto desde fuera y hace que
la zona de los alrededores de un
absceso dental que hace bulto.
Inflamación de los ganglios linfáticos
en la región del cuello es común.
Sensibilidad en la mandíbula con la
hinchazón.
Infección del diente continúa y el
dolor también no pueda soportar hasta
que el cuidado de los dientes se
administran para reducir la infección
dental y para tratar un absceso dental.
Si no se trata la infección del diente
también causa fiebre de leve a
temperatura moderada.
12. Estrategias para eliminar la infección, preservar el diente y
prevenir las complicaciones son las metas de tratamiento.
Para eliminar la infección, el absceso puede necesitar ser
drenado. El logro de drenaje se puede hacer a través de los
dientes mediante un procedimiento conocido como un
conducto radicular. La eliminación radicular cirugía también
puede ser recomendado para eliminar los tejidos enfermos
raíz después de la infección ha disminuido. A
continuación, una corona puede ser colocado sobre el diente.
El diente también puede ser extraído, lo que permite el
drenaje a través del socket.
Por último, una tercera vía para drenar el absceso sería
mediante una incisión en el tejido de las encías hinchadas.
13. En ocasiones los abscesos dentales se rompen, saliendo el pus hacia la boca
o la piel; si no es así el odontólogo o el cirujano maxilofacial deben hacer
una incisión (corte) para extraer el pus.
A continuación y si el tamaño del absceso lo precisa, se debe colocar un
drenaje (tubo o lámina de goma normalmente) que sirve para facilitar la
salida de pus que se forma, hasta la completa curación de la infección.
Realizaremos enjuagues con agua tibia y sal (una cucharadita colmada por
vaso) unas 15-20 veces al día, durante aproximadamente un minuto.
Si la pieza dental causante del absceso puede ser tratada por el
dentista, realizará una endodoncia (relleno de la cavidad pulpar del diente);
si persisten focos de infección en las cercanías del diente
(mandíbula, maxilar, seno maxilar, etc.), será el cirujano quien realice una
limpieza quirúrgica.
Si por el contrario la pieza dental no puede tratarse por estar demasiado
dañada, deberá extraerse cuanto antes, debido a que es el origen de la
infección. Esta extracción dental puede realizarse una vez que el paciente
esté tomando tratamiento antibiótico.
15. Los abscesos dentales son infecciones que se
encuentran localizadas en las cercanías de
piezas dentales en mal estado, pero en
ocasiones, y más a menudo de lo que
pensamos, pueden extenderse.
Pueden diseminarse hacia la mejilla, seno
maxilar (pudiendo provocar sinusitis), fosas
nasales, debajo de la lengua y el cuello entre
otras.
Una infección dental se puede transformar, al
diseminarse, en una enfermedad grave que
ponga en peligro nuestra vida. Por lo
tanto, debemos cuidar nuestra dentadura
acudiendo regularmente a nuestro odontólogo
para evitar llegar a estas situaciones.
16. La formación de quistes en el diente
Fracaso de la terapia de conducto
radicular
Las fracturas de la raíz del diente
Desarrollo de resistencia a los
medicamentos por los organismos que
causa abscesos dentales
La enfermedad periodontal asociada
con la infección de los dientes
La penetración de seno maxilar y la
infección del sino
17. Sabiendo que los abscesos dentales se
deben principalmente a caries y
pulpitis, la mejor manera de
prevenirlos es:
Mantener la dentadura y las encías
sanas; para conseguirlo intentaremos
limitar el consumo de alimentos y
líquidos dulces a las horas de las
comidas (evitar los dulces
pegajosos, porque se quedan
adheridos al diente).
Siempre cepillaremos la dentadura
después de las comidas, utilizando
una pasta dentífrica con flúor.
18. Utilizar seda dental para limpiar los
espacios que quedan entre los dientes, o
en su lugar cepillos interproximales
(siempre de acuerdo a las
recomendaciones de su dentista).
Si alguna pieza dental presenta caries
o duele, debemos acudir a consulta del
odontólogo para tratarla, y así evitar la
formación de abscesos dentales.
Acudir de manera regular a su
dentista para realizar revisiones
preventivas y, si fuese necesario, tratar
de forma precoz cualquier problema.
19. CASO CLINICO
Paciente: NN
Sexo M
Edad. 27
Motivo de la consulta:
Hinchazón de la cara
Enfermedad Actual:
Paciente con edema extra oral en zona
maxilar inferior izquierda con historia de
dolor moderado, donde se establece que
se encuentra sistémicamente estable.
Reporta no haber presentado alergia en el
pasado a ningún medicamento.
Ni familiares con enfermedades
importantes.
Edema extra oral por absceso localizado en
zona maxilar inferior izquierdo.
20. CASO CLINICO
Durante la anamnesis el paciente refirió haber
visitado un consultorio
privado de odontología general el día
anterior, donde le fue practicado
procedimiento de operatoria dental, para
cambio de obturación defectuosa
en la pieza 36 (primer molar inferior
izquierdo, la cual no
presentaba ningún tipo de molestia, sin
embargo, transcurridas 2 horas,
manifestó haber iniciado dolor agudo e
intolerable, el cual se irradiaba
hacia la zona retromolar, oído y maxilar
inferior. El Paciente manifestó
haberse automedicado con analgésicos
antinflamatorios, sin haber cedido la
sintomatología dolorosa .
Vista lateral de zona involucrada por el
proceso infeccioso.
21. CASO CLINICO
Transcurridas cuatro horas el paciente
informó que comenzó a desarrollar
edema intraoral, el cual progresó
abruptamente. Alarmado por dicha
situación, decidió recurrir al centro
hospitalario, donde fue atendido de
emergencia con tratamiento inicial de
clindamicina 600 mg, ciprofloxacina 200
mg, como antimicrobianos, adicionalmente
se administro ketorolac 30 mg, cada 8
horas, y referido al siguiente día al área del
servicio de odontología. Hora de
recibimiento, presentándose febril (38°
C), orientado, acompañado por familiar. Se
procede a realizársele examen clínico y
radiográfico e indicación de
tratamiento, observando pieza dental 36 con
obturación de resina composite reciente en
las superficies: oclusal, mesial y distal.
.
22. CASO CLINICO -TRATAMIENTO
Bajo aislamiento absoluto se prosiguió a realizar el
acceso cameral de la
pieza dental involucrada (36), con fresa de alta
velocidad, carburo redonda , liberando durante el
procedimiento productos de descomposición
pulpar característicos de los procesos infecciosos de
necrosis pulpar, se procedió a irrigar con hipoclorito
de sodio al 3%, neutralizando
progresivamente el contenido tóxico-necrótico de
los conductos radiculares, descendiendo con lima
manual de coronal hacia apical, el trabajo
biomecánico fue ejecutado con limas del sistema.
Como
medicación en la cámara pulpar se introdujo
algodón con formocresol, aunque genera
controversia científica, en dichos casos neutraliza la
acción de las bacterias anaerobias estrictas, que
están involucradas en el dolor y el edema. Para
realizar la técnica mediata de la neutralización del
contenido séptico del conducto necesitamos
medicarlo por un periodo de 72 horas y sellar el
acceso cavitario provisional.
23. CASO CLUINICO- TRATAMIENTO
En lo referente a la medicación sistémica, se
continuó con tratamiento
ambulatorio con terapia de
antimicrobianos, clindamicina vía oral 300mg
cada 6 horas por siete días, ciprofloxacina 500 mg
Cada 12 horas por siete días, acompañado por
diclofenaco potásico 50 mg. Cada ocho horas, para
el control del dolor y la inflamación.
Se indicaron adicionalmente enjuagues de agua
tibia con sal mezclados con
una pizca de sal para media taza de agua tibia
agitada por medio de una cucharadita como
terapia co-adyuvante, cuatro veces al día por dos
minutos en los primeros dos días.
El paciente fue citado a las 24 horas para observar
evolución del proceso
Infeccioso.
72 horas después de iniciada la
terapia, se observa fistulización del
proceso infeccioso.
24. CASO CLINICO
Nuevamente el paciente fue citado a las
48 horas, para continuar con la
preparación biomecánica del canal, y
fue medicado con hidróxido de calcio
químicamente puro, se observó proceso
de fistulización en zona vestibular de la
pieza dental.
El proceso infeccioso involuciono sin
necesidad de realizar drenaje quirúrgico
del mismo. La medicación fue
suspendida a los siete días, una vez
remitidos los síntomas y signos.
Control a los 5 días, obsérvese regresión del
proceso infeccioso.
Control a los 8 días, obsérvese la
recuperación del proceso infeccioso agudo
25. CASO
CLINICO
La medicación
intraconducto se mantuvo
por un periodo de 3
semanas, alcanzado ese
lapso de tiempo se
procedió a realizar el
sellado final de los
conductos radiculares.
Radiografía final de sellado de los conductos
radiculares 30 días después de la emergencia
por absceso, obsérvese área radiólucida
periapical disminuida.
26. RECOMENDACIONES
Para evitar en lo posible dichas situaciones, se sugiere, a
seguir, una serie de recomendaciones que ayudaran al
clínico a evitar complicaciones posteriores en los
tratamientos de rutina:
· Realizar diagnostico pulpar y periapical previamente antes
de cualquier intervención.
· Tomar radiografía de diagnóstico previo a los tratamientos
a realizar
· Conocimiento y manejo de las urgencias odontológicas
· Estudiar los diferentes tipos de abscesos dentó alveolares
agudos, así como disminuir su incidencia y tratarlos.
· Remitir al especialista todas aquellas situaciones clínicas
de difícil resolución.