Este poema es una interpretación del cuento de Barba Azul por parte de Margaret Atwood. Narra el dilema interno de una mujer que se encuentra frente a la puerta prohibida de la habitación de su esposo Barba Azul, sin saber qué hay detrás pero temiendo descubrir la verdad. La mujer desea entrar para resolver sus dudas, pero teme que si lo hace nunca podrá salir. Al final, comprende que tanto si entra como si no, perderá parte de sí misma, y que lo único que encontrará en la habitación será a su esposo.
1. UNA INTERPRETACIÓN DEL CUENTO
DE BARBA AZUL POR MARGARET
ATWOOD
Versión de Pilar Somacarrera Íñigo, en Margaret Atwood,
Juegos de poder, Hiperión, Madrid, 2000 [Power
Politics, 1971]
2. Dudas al otro lado de la puerta
1
Estoy diciendo mentiras impropias
ni siquiera son útiles.
Las mentiras adecuadas al menos
serían llaves, abrirían la puerta.
La puerta está cerrada; las sillas,
las mesas, el tazón de acero, yo misma
haciendo el pan en la cocina, espero
fuera.
2
Eso también era una mentira,
3. podría entrar si quisiera.
De quién es esta casa
en la que ambos vivimos
pero que no nos pertenece a ninguno
Cómo esperas que
me oriente
Podría entrar si quisiera,
esa no es la cuestión, no tengo tiempo,
debería ocuparme de otra cosa
que no fueras tú.
3
Qué es lo que quieres de mí
tú que caminas hacia mí por el largo suelo
con los brazos extendidos, tu corazón
4. luminoso a través de las costillas
alrededor de tu cabeza una corona
de sangre brillante
Este es tu castillo, esta es tu puerta de metal,
estas son tus escaleras, tus
huesos, tuerces todas las dimensiones
según tu voluntad
4
Versión alternativa: avanzas
a través de las calles grises de esta casa,
las paredes se desmoronan, los platos
se derriten, las vides crecen
en el frigorífico que se ablanda
Yo digo, déjame
5. sola, este es mi invierno,
me quedaré aquí si quiero
Tú no aceptas
negativas, me cubres
con banderas, una estación de color
rojo oscuro, borras de mí
todos los otros colores
5
No me dejes hacerte esto,
tú no eres esas otras personas,
tú eres tú mismo
Quítate las firmas, los cuerpos
falsos, este amor
que no te sienta bien
Esto no es una casa, no hay puertas,
6. sal mientras está
abierta, mientras todavía puedas
6
Si nos inventamos historias
sobre lo que hay en la habitación
nunca tendremos que entrar.
Tú dices: mis otras esposas
están ahí dentro, todas
son hermosas, están felices, me aman, por qué
molestarlas
Yo digo: es sólo
un armario, mi colección
de sobres, mis huevos
pintados, mis anillos
En tus bolsillos las mujeres delgadas
cuelgan de sus ganchos, desmembradas
7. Alrededor de mi cuello llevo
la cabeza del amado, aplastada
en la retina de metal como una flor.
7
Deberíamos entrar
juntos / si entro
contigo no saldré nunca
Si espero fuera todavía puedo salvar
esta casa o lo que queda
de ella, puedo conservar
mis velas, mis tíos muertos
mis restricciones
pero tú irás
solo, de cualquier
manera perderás
8. Dime para qué es
En la habitación no encontraremos nada
En la habitación nos encontraremos el uno al otro