Diego Cornejo Menacho CRONICA DE UN DELITO DE BLANCOS
COORDINADORA PLURINACIONAL: Manifiesto por la democracia, la equidad y el Buen Vivir
1. COORDINADORA Manifiesto por
PLURINACIONAL la democracia,
Por la unidad de las izquierdas
la equidad y el
PACHAKUTIK
PARTICIPACION
Buen Vivir
MONTECRISTI VIVE
MOVIMIENTO POPULAR DEMOCRATICO
Hoy la globalización está
CORRIENTE SOCIALISTA REVOLUCIONARIA subordinada a la crisis
económica. El dominio del
capital financiero impone una
civilización de la desigualdad, de la explotación de los seres humanos y la
naturaleza, que produce efectos devastadores para la vida en toda la Tierra.
Las respuestas al actual caos mundial intensifican la explotación social,
profundizan la opresión nacional y aumentan las desigualdades. El inmenso
poder de las transnacionales y de las corporaciones financieras les permite
someter a sus intereses a gobiernos y a organismos supranacionales. Su
codicia ilimitada promueve la extensión de la guerra del petróleo y del agua
en diversos continentes, a la vez que aplica las terapias fondomonetaristas
incluso en Europa y Estados Unidos, con el único fin de financiar las
pérdidas del capital financiero. De este modo se estimulan y sacralizan los
intercambios ilegales y delictivos en el orbe.
No solo la energía, sino también la alimentación, están en la mira del
capital transnacional. La conversión de los alimentos en combustibles, así
como la especulación y la introducción de los transgénicos para consolidar
el control por parte de unas pocas empresas sobre el comercio agrícola
internacional, ocasionan un sostenido y alarmante incremento de los
precios de los alimentos, con consecuencias devastadoras para amplios
segmentos de la población mundial.
En este contexto de crisis generalizadas, multifacéticas y simultáneas, se ha
generado una insurgencia social que se extiende por todos los continentes.
Esta rebelión, cada vez más intensiva e interconectada, expresa un conjunto
de denominadores comunes. En todos lados se clama por el aseguramiento
de la vida de los seres humanos y de la naturaleza, por una democracia real
que garantice un régimen político participativo y sin excluidos, y por una
economía que ponga fin a la hegemonía cada día más concentrada del
capital financiero internacional. La prioridad debe centrarse en el ser
humano y la naturaleza.
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2. América Latina asiste a un complejo proceso de descolonización integral,
no exento de contradicciones. En Ecuador vivimos una cadena de luchas
sociales y movilizaciones masivas. Desde hace más de tres décadas, la
protesta se ha manifestado a través de las huelgas generales de los
trabajadores, la vigorosa insurgencia de las nacionalidades y pueblos, y una
renovada lucha por los derechos humanos y de la Naturaleza que
involucran a amplios grupos humanos en el campo y la ciudad.
La formación del actual gobierno es fruto directo del acumulado histórico
de estas múltiples batallas del pueblo ecuatoriano. Pero el presidente Rafael
Correa, luego de traicionar a las fuerzas sociales populares y al proyecto
que lo eligió, en un ejercicio de poder cada vez más personalizado y
caudillesco, lejos de cumplir con las expectativas y mandatos populares,
apenas alienta una modernización económica y estatal sin reformas
estructurales. El Estado continúa al servicio de viejos y renovados intereses
oligárquicos, se profundiza la dependencia del capital transnacional
especulativo y extractivista y se sepulta el proyecto originario de la
“revolución ciudadana”.
El accionar de este gobierno decepciona cada vez a más sectores. A diario
se constata su oposición para generar los cambios que nuestra Patria
necesita. Preocupa su creciente impronta autoritaria, alejada de los
principios democráticos promulgados en la Constitución de Montecristi, en
la cual se sintetizaron aspiraciones fundamentales de las luchas
emancipadoras del pueblo ecuatoriano.
Frente a la larga sumatoria de contradicciones y traiciones de Correa,
expuestas en la contrarrevolución jurídica de la última consulta popular,
cuyo propósito principal busca destruir derechos y libertades
fundamentales, convocamos a constituir la Coordinadora Plurinacional,
para ratificar nuestro compromiso con la defensa de los derechos esenciales
individuales, colectivos y de la Naturaleza, y sobre todo para hacer realidad
los cambios estructurales que requiere la sociedad ecuatoriana.
Denunciamos a la oligarquía y sus herramientas de poder, a su ligazón al
capital transnacional y financiero, como responsables de la tragedia
nacional.
Nos comprometemos a continuar la lucha por la emancipación y la
soberanía plena de nuestra nación, por un régimen político auténticamente
democrático y participativo.
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3. Desde la riqueza de nuestra diversidad entendemos que estamos ante un
desafío histórico: construir democráticamente una sociedad democrática,
que en base a la equidad forje el Buen Vivir. Esto demanda el ejercicio de
la soberanía de la nación en todos los órdenes, el establecimiento real de
un Estado plurinacional y la socialización del poder. Para ello son
indispensables propuestas programáticas sólidas, así como la participación
unitaria del conjunto de la ciudadanía, de movimientos sociales y políticos
fortalecidos. Esta tarea exige un esfuerzo coordinado que excluye
sectarismos, dogmatismos y nefastos hegemonismos.
Para lograrlo nos comprometemos a luchar por la cristalización de los
siguientes 12 puntos programáticos:
1. Por una democracia realmente participativa
La democracia es el ejercicio participativo y soberano del poder por el
pueblo. Invitamos a construir un cogobierno de los pueblos,
nacionalidades, ciudadanos y ciudadanas, que desconcentre, descentralice y
socialice la toma de decisiones políticas en todos los niveles.
2. Por un Estado Plurinacional
Ecuador es una nación de naciones. Es inaplazable asumir la extraordinaria
riqueza de la diversidad de nuestra Patria, y reivindicar con equidad los
derechos soberanos de todas y cada una de las nacionalidades, en la
construcción real de un Estado Plurinacional, libre de toda forma de
colonialismo externo e interno.
3. Por una Patria y una sociedad soberanas
El Ecuador es de los ecuatorianos y ecuatorianas. Su territorio continental,
marítimo y espacial, incluidos sus derechos en la órbita geoestacionaria,
son irreductibles. Su patrimonio natural y sus conocimientos ancestrales
pertenecen a la sociedad. Construiremos la soberanía alimentaria dirigida a
garantizar la alimentación a todo ciudadano y ciudadana, como el más
básico y primer derecho humano y social, para lo cual proponemos una
revolución agraria que redistribuya la tierra con equidad, que promueva la
agroecología fomentando el cultivo ético de la tierra, que desprivatice el
agua garantizando su acceso equitativo a todos y todas.
4. Por la vigencia de los Derechos de la Naturaleza
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4. Proclamamos la plena vigencia y garantía de los Derechos de la Naturaleza
con el fin de reproducir y realizar la vida, respetando integralmente su
existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales,
estructura, funciones y procesos evolutivos. Nos proponemos proteger la
diversidad genética; el Yasuní es sagrado. Convocamos a trabajar
mancomunadamente en revertir la erosión de la tierra y la desertificación y
superar el extractivismo.
5. Por la vigencia y ampliación de los derechos ciudadanos
Proclamamos la plena vigencia y garantía de los derechos de los
ciudadanos, individuales y colectivos, de los trabajadores y campesinos, de
los pueblos y nacionalidades. No a la criminalización del pensamiento, de
la libertad de expresión y de la protesta social. En cumplimiento cabal de
nuestros deberes y responsabilidades, lucharemos y venceremos por la
afirmación y el ejercicio de los derechos constitucionales de organización,
reclamo, huelga y resistencia. La libertad es siempre libertad de los que
piensan diferente, es derecho inalienable de todos los habitantes del país.
6. Por la multiplicación de la producción y el empleo
Proponemos reconstruir el aparato productivo del país devastado por el
neoliberalismo, superando las limitaciones de su sometimiento colonial
extractivista. Para lograrlo reivindicamos el ejercicio soberano sobre la
economía, la desprimarización de su estructura, el fomento de la
innovación científico-tecnológica y la inclusión social, la generación de
empleo abundante y de calidad, el imaginar y crear una nueva matriz
energética no contaminante, limpia y barata. Nos proponemos superar el
déficit habitacional garantizando el derecho a una vivienda digna; vencer el
doloroso drama de la emigración masiva, asegurando el derecho de los
ecuatorianos y ecuatorianas a vivir en el Ecuador; superar toda forma de
discriminación, garantizando el derecho al Buen Vivir para todas y todos.
7. Por la socialización de la salud
Proponemos superar las deficiencias de un sistema basado en la
comercialización de la salud curativa con un sistema socializado de
medicina integral y preventiva, que revalorice las medicinas ancestrales y
alternativas y asuma como obligación primordial del Estado el derecho de
la ciudadanía a la salud.
8. Por una revolución educativa y cultural
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5. Proponemos una revolución educativa y cultural que construya una
sociedad intercultural, rescate las identidades de nuestras naciones, sus
lenguas, conocimientos y saberes; que promueva un diálogo permanente
con la evolución mundial del conocimiento y establezca el derecho al arte y
la diversidad cultural. Este esfuerzo debe estar en correspondencia con las
necesidades objetivas y subjetivas de la transformación de la sociedad, para
así garantizar el derecho de todos y todas a la educación en todos los
niveles, a la autonomía y cogobierno universitarios, al acceso universal a
las telecomunicaciones, a las tecnologías de la información y el
conocimiento y a los descubrimientos científicos.
9. Por una efectiva justicia social y seguridad ciudadana
Una justicia interna y externamente independiente que garantice el derecho
a una vida ética, a un Estado garantista de derechos y libertades, que
reconozca y promueva la justicia ancestral y elimine la impunidad, es hoy
más que nunca una tarea pendiente y urgente. La construcción de una
sociedad inclusiva, equitativa y justa, capaz de superar el hambre, la
marginalidad, el desempleo y la pobreza, y garantizar la seguridad social
universal, es la base de la seguridad ciudadana. La ciudadanización de la
fuerza pública superará definitivamente su operación como un órgano de
represión social, y se transformará en un órgano social de protección de la
ciudadanía. Solo así se garantizará que su funcionamiento sirva para la
prevención del delito y el desmantelamiento del crimen organizado local y
transnacional.
10. Por la unidad latinoamericana y la paz mundial
La unidad de la Patria Grande es el desafío actual de todos los países de
América Latina, pendiente desde la independencia y el nacimiento de las
repúblicas. El pleno ejercicio de su soberanía, y el posicionamiento de
nuestra nación de naciones en el lugar que le corresponde en el mundo, está
indisolublemente ligado a la integración más resuelta, a la abolición de las
fronteras fratricidas que nos separan, a la formación de una comunidad o
federación de repúblicas democráticas latinoamericanas. Promovemos la
descolonización y el pleno ejercicio a los derechos a la autodeterminación
de todos los pueblos del mundo, la solución pacífica de los conflictos, el
mantenimiento de relaciones diplomáticas con todos los países en términos
de equidad y reciprocidad; en suma, la paz mundial. Por lo tanto
rechazamos todo convenio internacional que lesione la soberanía
irreductible de los pueblos del Ecuador, América Latina y el mundo.
11. Por una sociedad ética
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6. Combatiremos la corrupción causante de la descomposición social y la
opresión de nuestra sociedad. Es imperativo construir una sociedad ética
basada en el poder ciudadano, en el ejercicio pleno del control social y en
la independencia de los poderes del Estado.
12. Por la construcción del Buen Vivir
Nuestro objetivo es la construcción democrática del Buen Vivir. Buscamos
una vida armónica que destierre la explotación inmisericorde del talento y
trabajo humano y de la naturaleza, causas fundamentales de la miseria
social, de la discriminación nacional y del deterioro ambiental, así como de
la hipoteca de nuestra economía a los intereses transnacionales. La tarea es
construir una sociedad sustentada en la convivencia del ser humano en
diversidad y armonía con la naturaleza a partir del reconocimiento de la
diversidad cultural del país. Esta perspectiva nos convoca a la unidad
militante en la lucha por una revolución democrática participativa, a la
formación de un Estado Plurinacional.
Estamos convencidos de que el cambio verdadero será obra de los
movimientos de los pueblos y nacionalidades, de los trabajadores, artesanos
y campesinos, de los pobladores urbanos, de los afroecuatorianos,
montubios y mestizos; de hombres, mujeres, ecologistas, humanistas,
estudiantes, maestros, profesores universitarios, de la intelectualidad
patriótica, de la juventud, de los empresarios comprometidos con la
sociedad y la nación, de las organizaciones y partidos políticos
democráticos y de izquierda. Juntos constituimos una fuerza revolucionaria
invencible. Todos y todas seremos los protagonistas colectivos de la
construcción de un gobierno auténticamente democrático y de un nuevo
Ecuador, libre y soberano.
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