3. NORMAN BOTTRILL: DIÁLOGO CON UN VIRTUOSO
Visitar a Norman Bottrill, conocer su casa y su taller después de haber admirado su obra intentando
penetrar el mundo interior del artista, no es una sorpresa. Todo allí concuerda con aquella fantasía orgánica
hecha de líneas, formas, colores, que se despliegan con refinada perfección. El misterio de las escenas
en las que la figura humana se inserta en una estilización de formas, resultado del dibujo, de la mancha y
del color cuidadosamente organizados, queda develado tan sencillamente como cuando se dice la verdad.
Conversar con Norman Bottrill es adentrarse por el camino de las mismas líneas hacia la claridad del
sentimiento que las impulsó y comprender el por qué de su persistente seducción para el contemplador
que las ha recorrido, dócil a la invitación del artista, perplejo ante la nueva realidad que se ofrece como
una aventura espiritual. Una realidad imaginada, desprendida e independiente, donde no hay gestos que
sorprendan sino conscientes intervenciones del artista, creando una figuración abstracta que es victoria
de la imaginación sobre la realidad natural.
- En anteriores críticas se destaca esta frase suya: “Mis imágenes surgen con algo de ese misterio
que pretende mostrar a los hombres algo más de su ser en el mundo”. ¿Qué podría ser ese “algo
más”? Y Bottrill responde: “Algo místico, casi un anhelo... de felicidad. Justamente no le pongo pupilas
a los ojos para que el observador tenga que meterse dentro de la obra y después en sí mismo; son
también mis fantasías”....
Las líneas de Bottrill recorren dóciles el espacio, guiadas por su imaginación que es de una naturaleza tal
que no fuerza al contemplador, porque el movimiento suave, ondulante e intrincado cubre el espacio donde
se vuelven expresivas como por arte de magia, cuando aquellos caminos de colores integran planos que
refieren a formas de la realidad. Lo que había comenzado en el recuerdo de los cuentos orientales, de las
mil y una noches y las miles de historias alguna vez relatadas, se va transformando en formas que se
asocian y se disocian, conformando la realidad distinta creada por el artista. Formas sostenidas por el
color en el color. Formas reconocibles que se comportan como si se movieran, sorprendiendo, flotando en
el color como el recuerdo de un sueño que dura y se concreta en la vigilia. Fuertemente expresionista, mas
entregada con seductora suavidad, la pintura del medio natural que rodea las figuras y las envuelve, exalta
la vida orgánica que el artista pareciera inyectar dentro de esas formas; su violencia contrasta con la
placidez de los personajes, estáticos dentro de una selva conmovida e inquietante de colores. Los fondos
también pueden ser monocromos y servir de telón para el baile formal que parece escapar de las reglas
del juego que el propio artista se impone y que han ganado el espacio con la fuerza de su libertad.
Norman Bottrill debe su sólida formación, entre otras cosas, a los meses que pasó en el taller de Jorge
Damiani, a los viajes que le permitieron conocer los museos de Europa, Estados Unidos y el “intermi-
nable” (así lo califica él) Hermitage en Rusia. En 1974 realizó su primera exposición.. En 1977 tenia 37
años y debió optar entre un trabajo de oficina o la pintura, ya que no podía continuar dividiendo su tiempo.
Se decidió por la pintura y le fue muy bien.
MIREMOS LOS DIBUJOS
Primero dibuja un boceto general que se va modificando sobre la marcha, pero que en general empieza
como un dibujo. El juego de las formas que van cerrando y van abriendo espacios atrapa al contemplador
para llevarlo fuera de sí y permitirle misteriosamente una suerte de introspección que sobreviene por los
recuerdos que personajes, imágenes y escenas suscitan, al tiempo que seducen con la mirada vacía
pintada en rostros intemporales, o con algunas pupilas que miran, o miraron en otro tiempo.
3
4. Ningún elemento prima sobre los demás. Línea, color y forma se mueven por el plano con armonía y
equilibrio. Corren las líneas largas buscando la forma, rodeándola; y se multiplican las líneas de diferentes
colores que cubren los planos con precisos y controlados movimientos. Y así se suceden las formas, de
cada una surge otra. El contemplador se pierde con gusto en el laberíntico espacio, descubriendo imágenes
que suscitan historias: son las de su propia imaginación, estimulada por la del artista.
Los personajes son impasibles, pero las manos están crispadas. A veces esas manos se repiten en
espacio separado, destacadas, dentro de la misma obra. “Se hace todo con las manos, bueno y malo,
pero las manos son las que funcionan para todo”, explica Bottrill.
A veces el artista encuentra un color, que puede estar destacado en la redondez de un sol o una luna sobre
la escena pintada y que es síntesis de tonos y colores de la escena inventada, de tal manera que ese
círculo liga en la obra toda sensación de color percibida en su contemplación. Los detalles de las obras
permiten apreciar el trabajo minucioso de las líneas de colores que el pastel o el rapidograf realizan en los
planos que otras líneas envuelven, recreando así aquel mismo plano en una mezcla de colores que funciona
como una veladura unificadora. Utiliza mucho las tintas acrílicas o las acuarelas. Las superficies son lisas,
el sutil oficio del pintor cubre con un manto entonador calidades y colores en los diferentes materiales,
hasta volverlos irreconocibles a la mirada del lego.
Puede manchar con acrílico antes de dibujar con sanguina y carbonilla: el resultado es simplemente
deslumbrante. Estas idealizaciones no se parecen a nada. Y en el acto de bucear dentro de sí para
comprender a qué recuerdo personal remiten tales o cuales imágenes, el observador vuelve a detenerse
en la contemplación, renunciando a encontrar una respuesta, porque alcanza con mirar y volver a imaginar
en ese preciso instante, bajo la tutela espiritual del artista.
“Hay que meterse dentro de los dibujos, esa es mi intención”, comenta el artista. Y así se cumple, cuando
el observador sigue una línea, otra línea y termina descubriendo que todo está armonizado y sincronizado
en una totalidad simbiótica que es el mundo imaginado que Bottrill representa cada vez. Lo material se
funde en el dibujo, materia humana, naturaleza viva, aún en aquellas naturalezas que pretenden figurar una
naturaleza muerta. Elegancia de los resultados de esta amalgama de formas y colores; sutileza, originalidad,
verdad en fin, por medio de la fabulación y gracias a ella.
Hay obras particularmente originales, distintas, por lo mismo que auténticamente reflejan la interioridad
rica del artista. Con humildad propia de la grandeza, Norman Bottrill confiesa el recorrido de sus recuerdos
reflejados en esas líneas que cubren el espacio para dejar la impronta de una imaginación nutrida de
lecturas y viajes, fundada en el sentimiento y la romántica poesía de un soñador.
ELISA ROUBAUD
2010
4
5. Por disposición natural, dos seres humanos son suficientemente similares y suficientemente distintos como
para que cada uno de ellos evidencie que es un ejemplar del mismo género y que cada uno es una individualidad
definida y diferente.
Sin embargo los hay que en forma impostada se fuerzan en similarse a un standard promedio impuesto por una
moda gris o los que se fuerzon por destacarse con singularidades rebuscadas y artificialmente construidas.
Son aquellos que, carentes de un yo elaborado, por las herramientas de la meditación y de la sensibilidad,
aspiran a simular su vacío, injertándole elementos ajenos.
El interés que ofrece Bottrill radica en que su personalidad fluye de sus vivencias interiores del modo más auténtico
y menos forzado: de manera que, al traducirse a figuras, comportan casi subconscientemente los procedimientos
técnicos, las formas y las cromatrías que requiere su expresión y entonces ésta surge con suficiente intensidad
de valores humanos como para hacer resonar ecos en cada uno de nosotros y con sufiente singularidad como
para que se sienta lo individual de su versión.
Versión de un yo que, en latente evolución, hace de cada muestra suya un capítulo de una historia a medio narrar,
provocando que la complete el murmullado diálogo que suscita entre las imágenes y el espectador.
FLORIO PARPAGNOLI
Hombre joven, de trabajar reconcentrado, sus dibujos -tinta color- asumen la finura de líneas de un Beardsley y
acceden a un color, una tonalidad pálida, que con rapidez define una búsqueda y un estilo. Este último, asimismo,
se afinca desde ciertos objetivos que se reiteran de un trabajo a otro (sillas, plantas) hasta que la totalidad de
elmentos confluyen en una imagen donde ofrece la idea de alguien que intenta pintar el silencio, o al menos, que
pinta desde un silencio que funciona como isla en una comunidad deteriorada por el consumismo y el ruido, el
apuro (no la rapidez) y el exabrupto.
... Los resultados son, en este caso, unos dibujos bellos y asordinados, comunicativos desde una superficie de
engañosa calma, una puerta trampa que el mismo Bottrill expone para dejar que escurran sus angustias, las
preguntas que generalmente no se contestan.
ALFREDO TORRES
La Opinión, 1977
La muestra de Norman Bottrill revela a un auténtico creador de refinada sensibilidad. Sus figuras lánguidas y
tiesas, generalmente en grupos familiares, nos retrotraen a un mundo pasado, armonioso y perimido. Puede
ubicarse su producción en la linea del “art-d’après” pero no de los que rescatan el pasado, a través de imágenes
acuñadas por los grandes pintores precedentes, sino que lo hace recurriendo a figuras alimentadas por la me-
moria.
Es un mundo por momentos pleno de ausencias, que se ha ido despoblando pausadamente, al paso indeclinable
del tiempo, y testimoniado por alguna mujer atrapada en medio de sillas vacías, aunque tan potenciadas por
presencias queridas que adquieren una particular vivacidad. Se trata de una “raza ciega”, sin pupilas, como la
que pintaba el maestro Barradas, anclada en un momento de paz y quietud, que nos llega como un levísimo
perfume. Las propias tonalidades que emplea, de azules desleídos y rosas (en una gama muy emotiva) aluden a
un clima fantasmal.
Bottrill es un dibujante prodigioso que ha elaborado con naturalidad una cosmovisión. Se evade de la corriente
“visceralista”, puesta en boga entre los jóvenes dibujantes uruguayos, y restituye su integridad a la figura humana,
en esa unidad que concibe, radica parte de su encantamiento. Hace gala de una notable plasticidad cuando
contrapone el blanco purísimo de las sillas, con el negro profundo de los ropajes.
No es común que un creador surja ya con un lenguaje elaborado y de acentos profundamente personales. Con la
excelente exposición de la Biblioteca Nacional, Norman Bottrill queda instaladao definitivamente a la historia del
arte uruguayo contemporáneo.
MARÍA LUISA TORRENS
El País, 1975
5
6. Tinta china s/papel, 1975 Tinta china s/papel, 1976
65 x 46.5 cm. 69 x 47 cm.
Colección de Cecilia Brugnini Colección particular
Tinta china s/papel, 1975
32 x 24.5 cm.
Colección de la familia del artista
6
9. Acuarela y tinta s/papel, 1977 Acrílico, tinta acrílica s/papel, 1979
42 x 42 cm. 41 x 43 cm.
Colección de la familia del artista Colección de la familia Loustau
Acuarela y tinta s/papel, 1977
45 x 45 cm.
Colección del Dr. Enrique Cadenas
9
12. Acrílico y tinta acrílica s/papel, 1990
56 x 78 cm.
Colección de la familia del artista
Página anterior:
Lápiz y tinta acrílica s/cartón, 1996
75 x 104 cm.
Colección de la familia del artista
Acrílico, carbonilla y
sanguina s/papel, 1985-86
40 x 51 cm.
Colección particular
12
13. Acrílico y pastel s/papel, 1990
104 x 74 cm.
Colección de la familia del artista
13
14. Acrílico, tinta acrílica s/papel, 1979
40 x 41 cm.
Colección de Marcel Loustau
Acrílico y tinta china s/papel, 1979
48 x 58 cm.
Colección de la familia del artista
14
15. Lápiz y tinta china s/papel, 1988
70 x 65 cm.
Colección de la familia del artista
15
16. Grabado, hand-coloured 1/1 Acrílico, tinta acrílica y lápiz s/cartón, 1984
20 x 20 cm. 27 x 16 cm.
Colección particular Colección de la familia del artista
Acrílico y tinta acrílica s/papel, 1993 - 1975
47 x 58 cm.
Colección de la familia del artista
16
17. Acuarela y lápiz s/papel, 1999 Acuarela y lápiz s/papel, 1999
22.5 x 32 cm. 22.5 x 32 cm.
Colección particular Colección de la familia Loustau
Acuarela y lápiz s/papel, 2000
22.5 x 32 cm.
Colección de la familia del artista
17
18. CURRICULUM VITAE
URRICULUM ITAE
Norman Bottrill nace en Montevideo, Uruguay en 1940. Cursa estudios en la Escuela Nacional de Bellas
Artes entre los años 1959 y 1963. Participa en Talleres de grabado, escultura, pintura y restauración.
Realiza varios viajes a Europa y Estados Unidos entre los años 1964 y 1973.
En 1974 se vincula al Taller de Jorge Damiani.
En 1975 es elegido la figura del año en Plástica por el diario “El País”.
Desde el año 1997 hasta el presente se desempeña como maestro, dictando clases en su Taller.
Norman Bottrill obtuvo premios y reconocimientos tanto en nuestro país como en el exterior. Sus obras se
encuentran en colecciones de Argentina, Australia, Alemania, Brasil, Estados Unidos, España, Inglaterra,
entre otros.
EXPOSICIONES
1962 Salón Nacional de Artes Plásticas, Montevideo, Uruguay.
1963 Salón Municipal y Salón Nacional de Artes Plásticas, Montevideo, Uruguay.
1964 Galería “U” del Palacio Salvo, Montevideo, Uruguay.
1965 “Dibujantes Uruguayos”, muestra colectiva en la A.C.J., Montevideo, Uruguay
1966 Galería “El Rescate”, Punta del Este, Uruguay.
1967 Biblioteca Nacional, Sala Vaz Ferreira de Montevideo, Uruguay.
1968 Galería “MTB” Club de Golf, Montevideo, Uruguay.
1969 Muestra “Norman Bottrill y Manuel Pailós” en Gordon Gallery, Buenos Aires, Argentina.
1978 Galería “Club de Arte” y Galería Bruzzone, Montevideo, Uruguay.
1979 Instituto Paraguayo de Cultura Hispánica, Asunción, Paraguay.
1980 Galería “Bruzzone”, Montevideo, Uruguay.
Galería “Moretti”, Montevideo, Uruguay.
“Espacio Amalfi”, Punta del Este, Uruguay.
1980 “14 Pintores Contemporáneos del Uruguay”. Exposición colectiva en Porto Alegre, Brasil.
1983 Bienal Internacional de Valparaíso, Chile.
1984 “Muestra por las Libertades”. Exposición colectiva en AEBU, Montevideo, Uruguay.
1980-86 “La literatura en el arte”, “La música en el arte” en Galería “Bruzzone”, Montevideo, Uruguay.
Galería “Calicanto”, Punta del Este, Uruguay.
1986 Funda junto con Ana Salcovsky e Inés Olmedo el taller "Casa de la Cultura Zelmar Michelini".
1989-90 Exposición y Docencia en “Galería del Cardal”, Montevideo, Uruguay.
1990/92 Es invitado a hacer grabado en el Taller de Luis Solari.
Dicta cursos de grabado en el Museo Nacional de Artes Visuales.
Expone en Hamburgo, Alemania.
1997 Es invitado a participar en la exposición itinerante “Iberoamérica Pinta” organizada por UNESCO. La
misma recorre 27 ciudades de Iberoamérica, Europa e Israel. Participan 63 cuadros de artistas de
Latinoamérica. Asimismo se publican “Periolibros”, proyecto propiciado por UNESCO, el Fondo de
Cultura Económica y una cadena de importantes y prestigiosos diarios iberoamericanos durante cinco
años. Se distribuyen más de 120 millones de libros en forma de suplemento. La muestra se cierra en
octubre de 1997 con una exposición de las obras en Casa de las Américas en Madrid, España
2009 Muestra colectiva “El Dibujo de los años 60´ y 70´ en el Uruguay”, MTOP, Montevideo, Uruguay.
PREMIOS
1970 Premio Internacional de Dibujo Joan Miró, Barcelona.
1971 1er Premio “Ford”, Museo de Arte Americano de Maldonado, Uruguay
1972 1er Premio de la 1ª Bienal Internacional de Dibujo de Maldonado, Uruguay
1981 Premio Especial 3ª Bienal de Maldonado, Uruguay
18
19. ALUMNOS
Qué honor para mí cuando se me pidió escribir unas líneas sobre Norman; y qué difícil también. ¿Cómo
describir con palabras justamente a alguien que se comunica plenamente casi sin necesidad de éstas?
Siempre con una claridad y precisión admirables.
Un maestro seguro, agudo, pero que supo dosificar sus intervenciones en la medida justa, ayudando al
alumno a encontrar su camino, nunca señalándoselo. Sin una palabra de más ni de menos. Muchas
veces hasta en silencio, con la mirada, capaz de transmitir perfectamente lo que falta o sobra en una obra.
JANCIO CHOUHY
Norman: Has sido el susurro constante y pacientemente pausado que me alienta a hacer mi mejor
camino; aquel que soy yo y en el que soy feliz. Siempre tierno con mis impulsos y desganos, luz de tantos
claros y oscuros, generoso de tí y de tu saber. Sin recelo me haces volar. Observador amoroso y gentil,
me enseñaste a estar sin miedo en mi vida y en mi pintura; sin pedir nada a cambio convertiste otro
cordero en león. Amigo, padre, maestro…sos recalada.
MARÍA FRUGONI
Norman Bottrill, un Maestro con todas las letras que se entregó al arte e hizo de sus alumnos artistas y/o
sacó lo más artístico de cada uno de nosotros. Gracias por formarnos,
JORGE CASSARINO
Tengo el más cálido recuerdo de mi pasaje de 4 años (1993-1997) por el taller de Norman……Con gran
humildad y sabiduría sabía guiar a sus alumnos por el camino que más personalizaba a cada uno en
particular, tratando de que brotara del interior de ellos un lenguaje propio, e incentivándolos con gran
generosidad a que fueran pintores con mucha libertad e imaginación. Nos dio alas y nos soltó a recorrer
nuestro propio desafío.
¡Mil gracias Norman por todo lo que supiste transmitirme!
ODILE CAUBARRÈRE
Norman Bottrill fue mi mejor profesor de pintura. El maestro zen que me enseñó a amar el oficio, a valorar
a los grandes maestros. El me animó a abrirme, a desafiar mis prejuicios, me animó a cuestionarme y a
dejarme llevar por la obra. Me orientó casi sin palabras y me ayudó a encontrar mi propia expresión
pictórica.
Todavía resuenan dentro de mí sus enseñanzas cuando trabajo en mi taller, el claro oscuro, los acentos y
su risita cálida, cuando me decía:...”¿y por qué no?”
Muchas gracias Norman. Tu alumna,
TERESITA CRESPI
19
20. EXPOSICION
Coordinación General
Dominique Loustau
Curaduría
Marcel Jean Loustau
Colaboración
Joanna Bottrill
Allen Bottrill
Enmarcados
La Marquería
Carlos Quijano 1288 bis
Tel: 901 84 01
CATÁLOGO
Coordinación General
Dominique Loustau
Marcel Jean Loustau
Diseño Gráfico y Fotografía
Marcel Jean Loustau
AGRADECIMIENTOS
A Sara Pacheco, sin cuya tenacidad y diligencia esta exposición no habría sido posible.
A Elisa Roubaud, por su cálida crítica y a mis alumnos por los afectuosos comentarios.
A todas las personas que amablemente han prestado sus obras para exponer en esta muestra
retrospectiva.
Al personal del Espacio Cultural Banco República y a Diana Saravia de La Marquería por su
colaboración.
A mi familia y amigos, por su apoyo incondicional.
20