1. INTELIGENCIA EMOCIONAL en la Educación
CÓMO INFLUYEN MIS EMOCIONES EN EL ESTUDIO Y EL APRENDIZAJE
APRENDER TAMBIÉN ES EMOCIONANTE...
Las emociones juegan un papel muy importante en nuestros estudios y nuestro
aprendizaje, en todas las etapas de la vida -la escolar, la universitaria y la del
aprendizaje permanente a que hoy nos obligan las responsabilidades profesionales y
ejecutivas.
Como es natural, hay emociones que favorecerán nuestro aprendizaje, y hay otras que
lo perjudican o lo obstaculizan. A priori, podríamos decir que estados anímicos como
la alegría, el entusiasmo o el coraje nos impulsan con la energía emocional
adecuada para llevar adelante con eficiencia cualquier proceso de aprendizaje. Y
estados anímicos como la tristeza, el miedo o la cólera perturban, obstaculizan o incluso
pueden llegar a invalidar el proceso de aprendizaje.
En una segunda lectura, podemos advertir que la intensidad de una misma emoción
puede convertirla en positiva o negativa para distintas actividades.
Por ejemplo: un atleta puede tener un determinado nivel de ansiedad que puede
mejorar su perfomance. Pero si tiene mucha ansiedad, no alcanzará su máximo nivel.
Un actor puede ser estimulado por la ansiedad, y así mejorar su actuación, pero si esa
ansiedad se convierte en miedo, al salir al escenario saldrá disminuído. Lo mismo
puede ocurrir ante un examen, o ante una presentación en público, o ante la
elaboración un informe, etc.
2. Hay cuatro niveles en los que nuestros estados emocionales pueden afectar
nuestro aprendizaje:
1) En una etapa inicial (predisposición, motivación, interés)
2) En una etapa intermedia (perseverancia, persistencia,
regularidad del estudio)
3) En una etapa de obstáculos (manejo de, de las
dificultades, de la frustración o de la adversidad)
4) En una etapa final (equilibrio emocional en el examen
de nuestros conocimientos o en la aplicación de los mismos).
Elba L. Menecier
(tomado de http://www.inteligencia-emocional.org/)