Los niños necesitan jugar y moverse, pero también necesitan momentos para calmarse, descansar. Para ello existe el yoga que una alternativa eficaz que ayudará a fomentar la tranquilidad y disminuir el estrés en los niños
2. El yoga puede ser tan divertido como un juego para los niños. Esta
disciplina milenaria enseña a los pequeños a encontrar el equilibrio entre el
cuerpo y la mente.
¿Te parece difícil que tu hijo o hija consiga
mantenerse quieto, callado y concentrado en
una de las posiciones del yoga?
Seguro que a muchos padres les parecerán casi imposible, pero
la verdad es que la práctica del yoga demostrará que todo es
posible. Todo dependerá de la motivación, paciencia,
persistencia y trabajo conjunto entre los padres y el profesor
de yoga del niño.
3. El yoga es una disciplina psicofísica con la que se alcanzan
condiciones de gran bienestar para el cuerpo y la mente. Las
posturas del yoga se inspiran en los elementos de la
naturaleza, según explican los expertos.
Animales, plantas, formas, que permiten a quien las
practica entrar en sintonía con el propio cuerpo
y, también, como reflejo, con las manifestaciones
energéticas que estas posturas recuerdan.
Los niños, más receptivos y dúctiles que los adultos, reciben
muchos beneficios a través del yoga: una musculatura, en
general, y una columna vertebral, en particular, más
fuertes, una postura correcta que reduce las desviaciones y el
dolor de espalda, una elevación de las defensas inmunitarias y
un estado de ánimo más sereno y equilibrado.
4. A través del yoga, los niños
ejercitarán su respiración y
aprenderán a relajarse para hacer
frente al estrés, a las situaciones
conflictivas y a la falta de
concentración, problemas tan
evidentes en la sociedad actual. El
yoga les ayudará en su largo
camino hacia el dominio físico y
psíquico.
5. Lo que consiguen a nivel físico y mental los
niños que practican yoga:
1. Desarrollo y destreza de los
músculos motores.
2. Flexibilidad en las
articulaciones.
3. Mejora de los hábitos
posturales de la columna vertebral
4. Masaje de los órganos
internos.
5. Mejoría en los hábitos de la
respiración.
6. Estimulación de la circulación
sanguínea.
7. Mejoría de la autoestima.
8. Baja en el nivel de estrés
infantil.
9. Perfeccionamiento de los
sentidos.
10. Agilidad y entereza.
11. Calma y relajamiento.
12. Estiramiento.
13. Mejor desarrollo de la
atención,
concentración, memoria e
imaginación.
14. Armonización de la
personalidad y el carácter.
15. Oportuna canalización de la
energía física.
16. Mejor comprensión e
interacción con los demás.
6. A continuación, te mostramos unos ejercicios de yoga que tu hijo puede
realizar para obtener diferentes beneficios.
1. El gran árbol desafía la tempestad. Aunque el viento sople muy fuerte, el árbol no
se pliega a la tempestad y permanece anclado al suelo con sus raíces. Este ejercicio,
que imita la postura del árbol, refuerza en el niño el sentido del equilibrio tanto
emocional, si el niño es muy vivaz y nervioso, como físico, si es torpe de
movimientos, se tropieza o cae con frecuencia. De pie, en el suelo, con los brazos en
alto y las manos juntas, el niño se estira hacia arriba, como un árbol que extiende
sus ramas hacia el cielo.
7. 2. Como una ola que sube y baja por la noche, la marea se mueve bajo el influjo
de la luna, ascendiendo y descendiendo, como el lento movimiento de la
respiración abdominal, que calma, relaja y ayuda a conciliar el sueño. El niño
puede experimentarla también por sí solo, observando el pequeño cojín que está
apoyado sobre su barriga, que se eleva y desciende al ritmo de su respiración.
8. 3. El rey de la selva saluda al sol por la
mañana, apenas se despierta, el león anuncia a
sus súbditos que ya está listo para ir a cazar.
Así, los niños se preparan para el nuevo día con
ejercicios que refuerzan las vías respiratorias y
que protegen de los resfriados. Sentados sobre
los talones, los niños inspiran profundamente
y, soplando con fuerza con la boca abierta y la
lengua fuera imitan los rugidos del león.
9. 4. El gorila grita en la jungla cuando un
gorila quiere hacer alarde de toda su
fuerza, se golpea el pecho con los puños y
lanza un grito potente. Pidamos al niño
que lo imite con este ejercicio, que le
permitirá recargar muchas energías si, por
la mañana, le cuesta levantarse o si, al
final del día, está cansado y aburrido.
Golpeándose el pecho, activará el chacra
del corazón, el punto del que irradia la
energía vital del organismo.
10. 5. El gato que eriza el pelo a cuatro patas, con la cabeza hacia abajo, el
niño encorva la espalda y, después, la desencorva, imitando los
movimientos sinuosos del gato. Esta postura, que, como la anterior,
refuerza la columna vertebral ayuda a adquirir con el tiempo una
mayor agilidad de movimientos y de pensamientos, aumentando la
concentración.
11. El ejercicio de yoga no es un ejercicio de competición,
ya que lo que queremos es disminuir la agresividad
y favorecer la capacidad de concentración, lo que
es muy importante para su progreso escolar y su
integración social. Por otra parte, aún los niños
pequeños pueden carecer de agilidad y estar demasiado
rígidos, algo fácilmente superable mediante la práctica
regular de las posiciones recomendadas de Yoga.