San Francisco de Asís tenía una profunda conexión con la naturaleza y los animales, a quienes consideraba sus hermanos. Vivió en armonía con el medio ambiente y promovió el respeto por todos los seres vivos. Su poema "Cántico de las Criaturas" expresa su visión cósmica de Dios como creador de la naturaleza. Su legado inspiró la conciencia ecológica moderna y fue nombrado patrón de los animales y los ecologistas.
1. Tutoría IV
SESIÓN 09: SAN FRANCISCO DE ASÍS Y LA CONCIENCIA
ECOLÓGICA
2011
Tutor: Alfredo Olaya Cotero
Alumna: Elizabeth María, Mejía Custodio.
Educación Inicial – IV ciclo
Turno: Sábados 11:30 am – 12:30 pm
29/10/2011
2. SAN FRANCISCO DE ASÍS
SAN FRANCISCO Y LA ECOLOGÍA:
San Francisco, el santo italiano nacido en Asís en 1182, renunció a todas sus riquezas materiales para dedicar
su vida a ayudar, acompañar y a guiar a todos los seres vivos, en especial, a los animales, a quienes consideraba
sus “hermanos menores”. En él se da una verdadera voluntad de escucha a la naturaleza entera y a sus seres más
diversos, donde percibía la voz callada y el silencio sonoro del Dios creador, Padre de todos los seres y causa de
la gran hermandad universal.
Francisco, antes de acercarse fraternalmente a todos los seres, se liberó
del peso del propio egoísmo. Amó lo que no tenía; y lo que no tenía no lo
ambicionaba. Únicamente el hombre libre es capaz de descubrir,
participar y cantar la vitalidad irresistible de la naturaleza.
Son muchas las anécdotas que dan cuenta de la conexión especial y el
poder que Francisco tenía con los animales. Según cuenta la historia,
todas las especies le escuchaban y obedecían sus órdenes, entre ellas las
golondrinas, quienes lo seguían en bandadas y formaban una cruz por
encima de donde él predicaba. Hasta un lobo salvaje que devoraba las
ovejas de los pastores y atacaba a los hombres, dejó de agredir tras ser
amansado por este ecologista italiano.
Con el paso del tiempo, estas anécdotas que demuestran el amor de San
Francisco por la naturaleza fueron las que motivaron a la Organización
Mundial de Protección Animal a instaurar el 4 de octubre (fecha en la que falleció el santo) como Día Mundial
de los Animales. Asimismo, el Papa Juan Pablo II también valoró el accionar ecológico de este gran hombre
italiano y, en 1980, lo proclamó Patrono de los Animales y de los Ecologistas.
SAN FRANCISCO Y LOS ELEMENTOS NATURALES:
El franciscanismo está caracterizado cual inspiración sensible y armónica con el cosmos y la humanidad, por ver
y disfrutar en ellos seres buenos, cuyo origen y cuyo destino común sabe que es la glorificación divina. Francisco
se siente en medio del universo y la vida, navegando en un mar de omnipotencia y cuidado. Esto se expresa muy
especialmente en su "Cántico de las Criaturas" y últimamente en su nominación por parte de Juan Pablo II, como
"Patrono de los Ecologistas". Manifiesta una visión de la naturaleza y del hombre en proceso de desarrollo hacia
la serena armonía de la reconciliación universal.
Su inspiración sin duda reporta criterio pedagógico para orientar, corregir y dinamizar en esta materia nuestra
cultura y colectividad. Esta corresponde al anhelo común por una organización de la creación, en que cada ser
tenga un ámbito de libertad y atención apropiado para desarrollarse y crecer; antes que una acción adversa y
destructora. Ecología es para el franciscano realizar la hermosa vocación cristiana de "edificar el Reino de Dios
en las realidades de este mundo, ordenándolas según Dios".
El movimiento inspirado por San Francisco de Asís no se funda en el objetivo ecologista; no es lícito confundir
el franciscanismo con el fundamentalismo de un grupo contra la polución del aire, la contaminación visual, por
ruidos, desperdicios o promiscuidad y sobrepoblación habitacional. Francisco es ante todo y a través de todo un
"religioso"; primordialmente orientado al objetivo absoluto o teológico de la existencia. Pero su inspiración
religiosa contiene un poderoso concepto y dinamismo ecológico-ambientalista, de sensibilidad, armonía y respeto
por los demás seres.
3. SAN FRANCISCO DE ASÍS Y LA ECO-SOFÍA:
Francisco logró ser uno de esos raros personajes que supo vivir la armonía cósmica, preanunciada por el profeta
Isaías. Sus biógrafos resaltan la relación personal y fraterna que Francisco tenía y demostraba espontáneamente
con todos los seres de la naturaleza. Su sentimiento vivido de fraternidad no es sólo en relación a las personas,
sino también a los seres naturales.
Este sentimiento fraterno y delicado del santo por los animales lo percibían ellos mismos, y le respondían con
gestos de aceptación y de simpatía. Hasta tal modo que las criaturas irracionales eran capaces de reconocer su
afecto hacia ellas y de presentir su cariño. Todos los seres, cosas y fenómenos naturales de la creación son el eco
de la voz callada de Dios. San Francisco era la voz resonante del eco de la palabra pronunciada por Dios en los
días de la creación. La voz viva y sonora del trovador de Asís, hecha poesía y canto, religión y celebración,
resuena como el eco cósmico de un grito en favor de la eco-logia.
EL CÁNTICO DEL HERMANO SOL:
Francisco era profundo creyente, pero era también fino poeta. Se sincronizan en él la vivencia religiosa y la
expresión poética, como se manifiesta en el Cántico de las criaturas, canto exponencial y sapiencial de su visión
cósmica y de su relación ecológica y religiosa con Dios creador y con los seres creados. Nos demuestra que un
sincero encuentro con la naturaleza presupone un clarificador encuentro con uno mismo. Y que el dinamismo de
la propia intimidad exige la presencia del mundo real.
El "Loado seas mi Señor con todas las criaturas" es un grito festivo y
celebrativo. El Creador y los seres creados se armonizan en el reconocimiento
de alabanza. Ese reconocimiento agradecido se encuentra de forma clara y
expresa en su Alabanzas al Dios altísimo, en el apasionado capítulo XXIII de
la Regla no bulada, que es la expresión sublime y poética de su inspiración
para ser declamado o cantado. El grito festivo de Francisco parte del Dios
Altísimo, ya que Él es el origen y la fuente de todos los seres creados. No parte
de abajo, sino de arriba. No parte de la evolución, sino de la creación.
Es muy interesante el observar que San Francisco no mira ni contempla en
abstracto los seres cantados y admirados. No. Les da una calificación y
significación. Es una persona que sabe descubrir lo específico de cada realidad
natural. Por ello no podría ser un panteísta. Se llena de admiración y expresa
su pasmo con adjetivos muy significativos para él. El universo entero es realidad y es lenguaje, es presencia y es
símbolo, es materialidad y es significación. La primera realidad de esta secuencia de seres y de imágenes es la del
señor hermano sol. De hecho, el Cántico de las criaturas se le suele llamar también el Cántico del hermano sol por
la importancia que da a este astro.
LA NECESIDAD DE UNA CONCIENCIA ECOLÓGICA:
Frente a la concepción materialista del mundo actual, la visión franciscana ayudaría a crear una conciencia
ecológica, donde lo útil y la interpretación científica no se opongan a la dimensión de la naturaleza. En esta
perspectiva, nuestra sociedad necesita de una educación que oriente hacia el respeto y armónica convivencia con
el medio ambiente. Ésta formación debe cultivarse desde la casa, con la participación activa de la familia y por
supuesto se desarrollará en la escuela con la guía de los docentes. Es muy aleccionadora y significativa la visión
ecológica franciscana, pues nos abre a ese misterio, que se puede descubrir por medio de la contemplación y
valoración de la naturaleza. De esta forma se crearía una conciencia que podría servir de criterio para ofrecer
nuevas perspectivas ambientales a los científicos, técnicos y a los poderes fácticos de la economía y política
mundial en su concepción de la naturaleza y en sus relaciones mercantiles con los recursos naturales