1. LA HISTORIA DEL LEON
DE NEMEA.
Los griegos al contar sus mitologías,
escondían en ellas una serie de
conocimientos que solo pocos pueden
comprender.
Los 12 trabajos de Hércules son un ejemplo claro.
Estas 12 tareas o trabajos eran un castigo que Hércules debía cumplirle
a Euristeo (Rey de Micenas) quien decidió que el primer trabajo sería
traerle la piel de un león invulnerable el cual aterrorizaba en los
alrededores de Nemea, devora personas, extermina rebaños y destruía
plantaciones. En ese entonces Hércules solo tenía 18 años.
Sin temor, el héroe parte hacia Nemea. Llegado a su destino, empieza a
buscar al león por todas partes. Hasta que por fin, un día, da con una
caverna y allí encuentra escondido al león. Se coloca detrás de un
arbusto, ve como el león sale de su gruta, llevando en el hocico un
cadáver humano, aún sangrando.
Hércules se aproxima por detrás del animal. Espera a que se acerque y
dispara una flecha, pero no consigue herirlo: la piel del león es
invulnerable.
El león huye y se refugia en una cueva que tenía dos salidas, Hércules
astutamente, cierra una de ellas.
Luego embiste contra el león, empuñando una maza. El león retrocede,
hasta quedar arrinconado contra la pared. Agitando la maza, Hércules se
aproxima cada vez más. Sujeta al animal con sus manos poderosas y se
entabla una feroz lucha cuerpo a cuerpo. Finalmente, lo estrangula y lo
arroja al suelo. Otros autores mencionan que le mete la mano en la
garganta y lo ahoga.
Ya muerto el león, Hércules trata de cortarle la piel pero esta es
impenetrable, entonces la Diosa Atenea disfrazada de bruja le da el
secreto de usar las garras del mismo león para despellejarlo.
Cuando se convence que el león ya no respira, usa las garras de la fiera
para arrancarle piel y la cabeza, y se hace una armadura y casco.
2. Zeus transforma al león en una constelación para marcar en el cielo, la
gloria de Hércules a perpetuidad, conformándose lo que actualmente es
la constelación de Leo, que fácilmente se reconoce en el cielo: un león
agazapado mirando hacia el oeste, cuya cabeza y melena resultan muy
visibles. Sus estrellas principales son: Regulus (Régulo) o Cor Leonis,
que significan, respectivamente, «pequeño rey» y «corazón del león».
Esta tarea de Hércules simboliza la lucha tenaz y fiera que debemos de
sostener contra nuestra parte animal interna, contra los defectos,
pasiones y deseos que son parte constituyente de nuestra siquis y por
tanto nos devoran interiormente y no nos permiten progresar
espiritualmente.
La tarea es muy difícil, la parte animal es aparentemente tan invencible
como el León de Nemea, pero al igual que Hércules hay que vencerlo y
destruirlo, y finalmente tomar la parte buena para recubrirnos de ella y
andar mejor protegidos para las tareas restantes.