3. Descripción del cuadro
En el cuadro podemos observar que
Narciso está tumbado en el suelo a la
orilla del río, mirando su reflejo en el agua.
Eco está sentada en una piedra al lado de
un árbol, observando el comportamiento
de Narciso.
4. Descripción del mito
Había una ninfa llamada Eco que era muy
charlatana y juguetona, solía entretener con
sus cantos a la diosa Hera, mientras Zeus
aprovechaba para irse a hacer de la suyas.
Cuando Hera se enteró de las infidelidades
de Zeus, condenó a Eco a no poder hablar
por sí misma, sino solo podía repetir las
últimas palabras de lo que escuchara. Eco
abandonó los bosques y se recluyó en una
cueva cerca de un riachuelo.
5. Narciso era un joven de gran belleza que al nacer
el adivino Tiresias predijo que ver su propia
imagen en un reflejo causaría su perdición. Su
madre evitó poner espejos y objetos en los que
Narciso pudiera verse reflejado.
Narciso, un día, paseaba cerca de la cueva de
Eco, ella al verlo quedó fascinada por él. Narciso
repitió varias veces el paseo por la cueva, y ella
siempre le esperaba y le seguía de lejos. Un
día, Eco pisó una rama seca y el ruido hizo que
Narciso la descubriera. Le preguntó que hacía allí
y por qué lo seguía, pero ella solo pudo repetir las
últimas palabras.
6. Eco consiguió con ayuda de los animales del
bosque confesarle su amor a Narciso, pero Narciso
solo se rió y ella regresó a su cueva llorando. La
diosa Némesis, que había presenciado todo, en
uno de los paseos de Narciso aprovechó para
despertar en él una poderosa sed. El joven recordó
el riachuelo junto a la cueva de Eco. Al beber de
él, vio su imagen reflejada en el agua. Tal como
había predicho Tiresias, su propia imagen causó su
perdición, pues quedó tan admirado de ésta que
ahí mismo murió de inanición. Otras versiones
dicen que se ahogó al querer reunirse con su
amado reflejo en el agua. Allí donde él murió,
surgió una flor.
8. FEDERICO GARCIA
LORCA, Narciso, 1921 – 1924.
Narciso. Tú diminuto y yo grande.
Tu olor. Flor del amor.
Y el fondo del río. Narciso.
Quiero quedarme a tu vera. Las ranas, ¡qué listas son!
Flor del amor. Pero no dejan tranquilo
Narciso. el espejo en que se miran
tu delirio y mi delirio.
Por tus blancos ojos cruzan
ondas y peces dormidos. Narciso.
Pájaros y mariposas Mi dolor.
japonizan en los míos. Y mi dolor mismo.
9. Síndrome de Narciso o
Narcisismo
El narcisismo es una persona que se
considera a sí misma más bella que los
demás. Que se cree que es el más guapo
físicamente. Que adora su imagen
reflejada en un espejo.
10. EL NARCISO
Esta flor se llama
Narciso. La historia
cuenta que cuando se
ahoga Narciso en el
riachuelo, nace una flor, y
esta se refleja en el agua
y a la que se le pone su
nombre. Esta flor suele
nacer a las orillas de los
ríos o lagos.
11. El eco
El eco es un
fenómeno acústico
producido cuando
una onda se refleja y
regresa hacia su
emisor. Pueden ser
tanto ondas sonoras
como ondas
electomagnéticas.
12. Ópera de Eco y Narciso
Esta canción es del compositor y teórico
alemán: Christoph Willibald Gluck que nació en Viena en
1714. Se formó en Milán donde recibió lecciones de
composición de Givanni Battista Sammartini.
Escribió Eco y Narciso, en 1779; fue su última obra tras
la cual sufrió un ataque de apoplejía y pasó sus últimos
años de vida en Viena. Esta composición de Gluck no
tuvo mucho éxito en aquella época por lo que hoy en día
tampoco se le ofrece demasiada importancia
13. Canción del Eco – Christina
Rosenvinge.
Christina Rosenvige elige sacar un mito
de las Metamorfosis de OVIDIO, en
especial el de Eco Y Narciso, en el que
describe su historia.
14. Ópera Narciso
Otra pieza musical inspirada en el mito de Eco y Narciso es la
ópera del compositor italiano Domenico Scarlatti (1685 –
1757). Publicó Amor d’un ombra en Londres dándole el título
de Narciso. La obra fue compuesta durante la época en la
que estuvo al servicio de Maria Casimira, reina de Polonia. Es
una de las pocas que se conservan hoy en día. También se
llama Aria di Eco.
En su recorrido musical se pueden encontrar otras óperas de
tema mitológico como: Ifigenia in Aulide e Ifigenia in Taurie
(1713), etc. El título en concreto de la canción es: Non lo
credo, no lo spero.
15. Escultura de Narciso
En esta escultura
podemos observar a
Narciso mirando al
lago, y sentado en
una piedra.
16. CALDERON DE LA BARCA,
Eco y Narciso, Madrid 1672.
NARCISO.— Yo a la margen lisonjera forzoso es ser liberal.
de este arroyo esperaré. Oh, tú, que eres la primera
(Vase Bato, y descúbrese la fuente.) ninfa del agua, a quien yo
¿Atreveréme a beber
los cristales de su fuente,
sediento a pedir llegué
sin recelar ni temer alivio y consuelo, no
que segunda vez intente te ofendas ahora de que
mis sentidos suspender (Asómase a la fuente.)
quizá la ninfa que está a ti me atreva. ¿Quién vio
en ella? Pero no hará; jamás igual hermosura
que ofensa no puede ser de la que aquí a mirar llego,
llegar yo en ella a beber,
si ella brindándome está.
pues su ninfa (¡qué ventura!)
¡Oh, qué ignorante nací! flechando está vivo fuego
¡Oh, qué necio me crié!, dentro de la nieve pura?
pues nunca de alguno oí No sin espanto y recelo
si ofensa o lisonja fue a ver llegan mis temores
de las ninfas el que así en otro mundo de hielo
se atrevan a su cristal. otros árboles y flores,
Mas si es deidad lisonjera
para remediar mi mal,
otros montes y otro cielo.