La iglesia de Santi Vicenzo e Anastasio fue utilizada por los papas mientras vivían en la colina Quirinal y fue encargada por el cardenal Raimondo Mazzarino en 1650. Es una iglesia barroca de una sola nave con vistas a la Fontana di Trevi y en su cripta se guardan los corazones y órganos internos de casi todos los papas de los siglos XVII al XIX.