2. Introducción
En su comunicación Pedro usa la estructura común
de la correspondencia en el mundo antiguo. A
diferencia de las cartas modernas, era la
costumbre poner primeramente el nombre del
autor, luego el nombre del destinatario, y
después un saludo. Al final el autor incluía una
despedida ( I P. 5.13-14).
Tenemos en primer lugar el nombre y título del
remitente en el sobre, por así decirlo. Luego
tenemos la dirección. Es decir, el escritor envía
su misiva a destinatarios que viven en diversas
partes de Asia Menor. Esta carta fue llevada de
lugar en lugar a sus diferentes destinatarios.
3. -Lo que dice el párrafo acerca del
tema
Pedro al iniciar su carta expresa unas palabras
de saludo donde afirma a sus destinatarios
en la elección de Dios.
Enseñanza Central
Pedro como autoridad apostólica expresa un
saludo de reafirmación a sus destinatarios con
la finalidad de animarlos en su peregrinaje en
el mundo.
4. BOSQUEJO: 1 de Pedro 1:1-2
-Pedro como apóstol de Jesucristo saluda a
los cristianos que viven exiliados de Israel.
• Remitente:
-El nombre:
Pedro es la traducción griega del nombre arameo del
apóstol, (Cefas), el sobrenombre que recibió del
Señor Jesús (Jn. 1.42). Su nombre de pila era Simeón
(Hch. 15.14; 2 P. 1.1) que es la transliteración de su
nombre hebreo. Los judíos nombrados «Simeón»
normalmente usaban el equivalente en griego,
«Simón».
5. -La autoridad:
El título «apóstol» se refiere a uno que es enviado
con la autoridad de la persona que lo envía. El
trasfondo de este oficio es la institución judía del
saliaj. El saliaj era una persona con la autoridad de
hablar y actuar en nombre de otra. «El saliaj de un
hombre es como el hombre mismo»
Por eso, el «apóstol» no es meramente un enviado o
un misionero sino uno que lleva a cabo una misión
con la autoridad de otro, y actúa bajo dicha
autoridad. En este caso el «otro» es Jesucristo. Lo
que Pedro enseña en la epístola no es mero
consejo humano sino palabra del Señor.
6. Destinatarios:
Ellos son extranjeros y esparcidos en las provincias
romanas del Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia.
• Los extranjeros eran un grupo definido en las
comunidades romanas que experimentaban la
discriminación social y que existían alejado de los
demás de la sociedad. La evidencia de la epístola
sugiere que ellos vinieron a ser «extranjeros» en su
propia sociedad a causa de su conversión.
• Antes seguían la religión de sus padres y participaban
completamente en la vida social de sus comunidades
(4.3, 4; 1.18). Pero ahora experimentan la
discriminación social de parte de sus
contemporáneos a causa de su nueva fe. Esta nueva
posición social es la raíz de sus problemas.
7. • Los esparcidos: Pedro dice que sus lectores
son de la dispersión. La «dispersión» era el conjunto
de los judíos que vivían fuera de Palestina (Jn. 7.35;
Sal. 147.2; 2 Mac. 1.27). Pedro usa el término para
denominar a los cristianos porque refuerza la
realidad de su separación de su verdadero hogar. La
palabra describe a los exilados judíos que estaban
dispersos entre las naciones; también tiene que ver
con los cristianos judíos que están “dispersos entre
los gentiles”
8. Ellos fueron elegidos según el previo conocimiento de
Dios Padre.
• -Elegidos: Ellos son los escogidos de Dios (Dt. 4.37; 7.6; 14.2; Is.
41.8-9; 45.4), Y como tal herederos del título originalmente dado a
los israelitas. En Deuteronomio 4.37 y 7.6-8 vemos que la elección
de Israel era la base de su redención y separación de Egipto y de
su peregrinación en el desierto. La idea de Pedro es igual: La
elección es la causa de su posición social de extranjeros
transeúntes. Dios los escogió para ser los «expatriados de la
dispersión».
• -La elección es según el previo conocimiento de Dios Padre:
Es mucho más que la capacidad de predecir hechos futuros.
Incluye la soberanía absoluta de Dios para determinar e
implementar su decisión de salvar al hombre pecador. La
palabra conocimiento aparece en el sermón de Pentecostés
de Pedro, en el cual declara a su auditorio judío que Jesús
“os fue entregado por el propósito determinado y
conocimiento previo de Dios” (Hch. 2:23). Pedro da a
entender que Dios obró según su plan y propósito soberano
que había determinado de antemano.
9. • En relación con su situación, los lectores pueden estar
confiados de que el rechazo humano no indica que Dios, su
Padre (1.17; 1.3,23) les rechace. El plan de Dios para ellos
es firme.
-la elección fue por medio de la santificación del
Espíritu.
• Debemos traducir la preposición en con la palabra
«por», indicando el medio por el cual se convirtieron en
los elegidos extranjeros. La palabra santificación señala
casi exclusivamente el elemento moral de la vida
cristiana. Pedro les recuerda a sus lectores que el
Espíritu los ha purificado. La santificación, que denota la
separación del pecado y la dedicación a Dios, comenzó
en su conversión (como Pablo dice en 1 Co. 1.30 y 2 Ts.
2.13), pero también es un proceso continuo.
10. -la elección fue para obedecer a Jesucristo y ser
rociados con su sangre.
• Lo más seguro que Pedro alude al establecimiento de la
antigua alianza descrita en Éxodo 24.1-8. Después que
Israel salió de Egipto, llegó al Monte Sinaí y ahí entró en
pacto con Jehová. Moisés esparció la sangre de los
sacrificios sobre el altar (v. 6) y luego le leyó al pueblo el
libro del pacto. Israel prometió obedecer la ley (v. 7), y
«Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y
dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con
vosotros sobre todas estas cosas» (v. 8).
• Este texto le era importante a la iglesia primitiva en su
explicación del significado del nuevo pacto (Mt. 26.28; 1
Co. 11.15; Heb. 9.15-20; 10.29; 12.24). Pedro, con base
en el mismo pasaje, les recuerda a sus lectores que
entraron al nuevo pacto con Dios por medio de su
compromiso de obediencia en su conversión ( 1.22; Ro.
1.5; 6.16; 15.18; 16.26) Y por la sangre de Cristo que
ratifica el pacto y sella a los cristianos en su relación con
Dios. La muerte de Cristo, simbolizada en su sangre.
11. Gracia y paz os sean multiplicadas
• Pedro concluye la introducción con una
bendición: Gracia y paz os sean multiplicadas.
Pedro les desea «jaris» (gracia) y «eirene» (paz).
«Paz» era el saludo normal entre los judíos
(salom). Pedro, como Pablo en sus epístolas,
convierte los saludos comunes de su medio
ambiente en una oración por la plenitud de las
bendiciones del evangelio. Les desea en
abundancia gracia y paz, que vienen de Dios, en
medio de sus aflicciones. Aunque las oraciones
eran comunes en las cartas de la antigüedad,
ésta es mucho más que una formalidad. Es una
bendición apostólica.
12. Principio que enseña el párrafo
• Los cristianos maduros deben siempre
procurar tener palabras que reafirmen la
identidad en Cristo de su hermano o
hermana, pues ellos están en un mundo
atiborrado de mensajes desorientador y una
iglesia que esta perdiendo su sazón