2. La fisiología del sueño
Dormir es indispensable para descansar y es la posibilidad
que tiene el ser humano para recuperarse de las actividades
diarias.
Durante las horas de sueño el ser humano pasa por
diferentes niveles de profundidad. Las etapas del sueño se
dividen en dos grandes momentos: la etapa de movimientos
oculares rápidos (MOR) y la etapa sin movimientos oculares
rápidos (NO-MOR).
El período No MOR es el más superficial y puede
representar el 75 por ciento del tiempo del sueño, mientras
que la etapa MOR es la de mayor descanso y profundidad y
representa únicamente del 20 al 25 por ciento.
3. El proceso es progresivo y se inicia por niveles de descanso muy
superficiales. Luego, poco a poco el soñador va entrando en niveles de
mayor profundidad y descanso.
Se considera que durante un período de ocho horas se pueden
presentar cuatro o cinco ciclos con diferentes niveles de profundidad.
Aunque el tiempo de los niveles más profundos son los que se
consideran más reparadores, son los menos duraderos. Es esta
conclusión se basan muchas de las técnicas para poder dormir menos y
descansar más.
Con ciertas técnicas de relajación se puede inducir el sueño llegando a
las etapas más profundas de una manera más rápida, con lo cual se
puede disminuir el tiempo total de sueño requerido para descansar.
4. Si la costumbre del primer y segundo sueño
son ciertas, el cuerpo debería acostumbrarse
a llegar mas rápido a las etapas profundas del
sueño y de esta forma lograr el descanso
necesario.
La necesidad de tiempo para dormir está en
constante cambio durante la vida. Es diferente
en niños, jóvenes y adultos y depende de la
actividad que se ejerza. Por ejemplo, durante
el embarazo o períodos de mucha actividad
intelectual o física aumenta la necesidad de
dormir y el tiempo destinado para ello.