China en los últimos años se ha desarrollado rápidamente, y ha pasado de producir bienes con poco valor agregado como juguetes, ropa, zapatos, a productos más sofisticados como computadoras, autos o trenes de alta velocidad. Todo esto ha sido resultado de un proceso de aprendizaje e innovación, resultado de una gran inversión en educación, y en ciencia y tecnología.
Aprendizaje, innovación y desarrollo económico chino
1. Aprendizaje, innovación y desarrollo económico chino
Carlos Aquino Rodríguez*
China en los últimos años se ha desarrollado rápidamente, y ha pasado de producir bienes
con poco valor agregado como juguetes, ropa, zapatos, a productos más sofisticados como
computadoras, autos o trenes de alta velocidad. Todo esto ha sido resultado de un proceso
de aprendizaje e innovación, resultado de una gran inversión en educación, y en ciencia
y tecnología.
China invierte mucho en los diversos niveles de educación; en primaria secundaria y
educación terciaria. Eso da como resultado que destaca en las evaluaciones
internacionales de capacidades de sus estudiantes que por ejemplo realiza la Organización
de Cooperación y Desarrollo Económico, OECD. En las conocidas pruebas PISA (siglas
en ingles del Programa de evaluación internacional de estudiantes) que mide la capacidad
de estudiantes de 15 años de 65 países/regiones en tres áreas; ciencia, comprensión de
lectura, y matemáticas, China ha salido en las últimas pruebas en el primer lugar en las
tres áreas.
No solo eso, Hong Kong, Singapur y Taiwán, donde la población es mayoritariamente
china, también acompañan a China en los primeros lugares en esas tres áreas de esa
prueba. Es interesante notar que los países del Asia Oriental (incluyendo a Japón y Corea
del Sur) prácticamente monopolizan los primeros lugares en las pruebas PISA. Es una
pena pero hay que decirlo, que el Perú apareció en el último lugar en todas las áreas de
esa prueba en su última edición.
Por otro lado en China el 48% de los estudiantes en las Universidades estudian carreras
de ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas, y solo el 24% estudian carreras de
humanidades, ciencias sociales, leyes y educación. En Latinoamérica en cambio solo el
17% estudia carreras de ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas, mientras que el
63% estudia carreras de humanidades, ciencias sociales, leyes y educación (según datos
del estudio “Latin American Economic Outlook 2016: Toward a New Partnership with
China” publicado por la OECD/ECLAC/CAF en el 2015).
Por otro lado China gasta en Investigación y Desarrollo casi un 2% de su Producto Bruto
Interno (PBI), mientras que Latinoamérica no gasta ni el 0.5% (y el Perú no llega ni al
0.2% de su PBI).
2. Un ejemplo del énfasis que pone China en la educación y la investigación y desarrollo es
la inversión que hace en sus Universidades. El viernes 8 y jueves 9 de julio fui invitado a
dar una Conferencia en la Southwest University of Science and Technology (SWUST)
ubicada en la ciudad de Mianyang, en la provincia de Sichuan. Es una Universidad
relativamente joven, creada en 1952, tiene 30 mil estudiantes entre pregrado y posgrado,
con todas las facilidades, modernos edificios y laboratorios, en un terreno de 272
hectáreas. Tiene 2,200 profesores, de los cuales 1,700 son a tiempo completo, con oficinas
en la Universidad. Tiene residencia para estudiantes y profesores, que se dedican cien por
ciento al estudio y enseñanza, con profesores con sueldos muy buenos. Es una
Universidad pública. En junio pasado su Rector visito el Perú y firmo acuerdos de
cooperación con varias instituciones, entre ellos con la UNMSM.
Otra Universidad, la Universidad de Sichuan, en la que estoy dictando una serie de
conferencias sobre Relaciones China y Latinoamérica, es incluso más grande que la
SWUST, con 470 hectáreas. Una muestra del esfuerzo que realiza esta Universidad para
dar a sus estudiantes y profesores roce internacional, es el Programa que lleva a cabo
todos los años, de invitar a profesores extranjeros en un llamado Programa de Inmersión
Internacional, donde han invitado este año a más de 160 Profesores de casi 30 países y
regiones para que en dos semanas den Conferencias en casi todas las especialidades (yo
estoy justamente invitado en este Programa de la Universidad de Sichuan, que en este año
es del 3 al 16 de julio, y soy el único de una Universidad de América Latina, siendo la
mayoría de Universidades de Europa y América del Norte).
Ese esfuerzo de inversión en sus Universidades y Centros de Investigación se refleja en
el avance que sus empresas están haciendo últimamente. Hay varios sectores donde China
en los últimos años está destacando, como con su empresa Goldwind Science and
Technology, que en el año 2015 ocupo el primer lugar como productor de turbinas de
viento con un porcentaje de 12.8% del total mundial, ayudado por el hecho de que la
demanda en China por turbinas de viento constituye la mitad de la demanda mundial.
Otras empresas chinas en el top del ranking mundial son por ejemplo Lenovo Group en
computadoras personales, Trinasolar en paneles solares, Hikvision en cámaras de
seguridad, y Haier Group en lavadoras y refrigeradoras (según información de Nikkei
Asian Review).
Pero sin duda una empresa que tiene una participación de mercado apabullante, que está
presente en el Perú y quiere participar en la construcción del tren bioceánico que uniría
3. Brasil y el Perú, es la empresa más grande del mundo en construcción de vías férreas, la
China Railway Group Limited (CREC) y a cuya subsidiaria, China Railway Eryuan
Engineering Group Co. Ltd. (CREEC) tuve ocasión de visitar el pasado jueves 7 de julio
en su sede principal en la ciudad de Chengdu, provincia de Sichuan.
CREC es una de las empresas más grandes de China, y en el 2015 era la 11va más grande,
y estaba listada en el puesto 71 entre las Top 500 empresas del mundo de acuerdo al
ranking de la Revista Fortune (segun información de la página web de la Compañía).
Es interesante ver como esta empresa CREC, que ha construido las 2/3 partes de las vías
férreas de China, ha evolucionado hasta desarrollar tecnología que le ha permitido
construir en los lugares más inhóspitos de China, atravesando desiertos, bosques,
montañas. Por ejemplo en China se construyó hace 10 años el tren al Tíbet, que atraviesa
en su punto más alto una altitud de 5,072 metros sobre el nivel del mar, por encima de
200 metros del punto más alto que atraviesa el ferrocarril central andino en el Perú.
Otra empresa china, constructora de trenes, la China Railway Rolling Stock Corp (CRRC)
también ha evolucionado hasta convertirse en uno de los mayores competidores en el
mundo en la construcción de trenes de alta velocidad.
CRRC prácticamente monopoliza la construcción de trenes en China y tiene un 50% de
participación en la construcción de trenes subterráneos en el mundo. Compite con
empresas de Japón, Alemania y Francia en los mercados mundiales para construir trenes
de alta velocidad. Y justamente aprendió esa tecnología de ellos. Años atrás se había
asociado con la empresa Kawasaki Heavy Industries de Japón, constructora del tren bala
o “shinkansen”, con la alemana Siemens, y con la francesa Alstom. Justamente el año
pasado China le gano una licitación a Japón para construir un tren bala que unirá Yakarta
con la ciudad de Bandung, de un trayecto de 150 kilómetros, en un proyecto que costara
5.5 mil millones de dólares. Muchos esperaban de que Japón ganara el proyecto, pero al
final China lo hizo pues ofreció también financiar por su cuenta gran parte del proyecto
(un 75%) sin necesidad de garantía del gobierno de Indonesia.
China así muestra como la inversión en educación, en ciencia y tecnología se traduce en
un aprendizaje e innovación que le permite desarrollarse rápidamente, camino que países
como el Perú deberían seguir, para transformar las abundantes materias primas que
tenemos en productos con valor agregado.
4. * Profesor de la UNMSM, actualmente visitando China, invitado a dar Conferencias sobre
relaciones China Latinoamérica.