Villas y Pueblos de Canarias es una empresa familiar que crea maquetas a escala de lugares de las Islas Canarias. Comenzó recreando sitios de las Islas Canarias en un parque temático llamado Pueblo Chico. Luego expandió su negocio internacionalmente, ayudando a crear grandes maquetas en México, Turquía y otros países. Gracias a su enfoque en la investigación y colaboración internacional, la empresa ha tenido éxito exportando su idea de maquetas a escala a nivel global.
3. Cómo contactarnos Nuestro equipo
C/ Cruz de los Martillos, 62 Dirección
38300 La Orotava Iván Rodríguez de Azero
Santa Cruz de Tenerife Exportación
Tlf. 922 334 060 Iván Rodríguez de Azero
Fax. 922 320 669
www.pueblochico.com
Exportar Bienvenidos a Liliput, el país donde los hombres, los
animales e incluso los árboles son diminutos. Esta
en fábula popular bien podría inspirar la historia, real, de
Villas y Pueblos de Canarias, una empresa familiar que
miniatura descubrió en las miniaturas una idea exportable. En
Orotava, una pequeña villa al norte de Tenerife,
el joven Gulliver se hubiese encontrado con 10.000
minúsculos habitantes, 3.500 coches y cientos de pie-
zas de botánica exuberante que reproducen al milíme-
tro los lugares más emblemáticos del archipiélago.
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4. Qué hacemos
Villas y Pueblos de metros cuadrados a escala, Pertenece a la Asociación
Canarias es una empresa como Pueblo Chico, que Internacional de Parques
familiar que descubrió en reproduce la arquitectura en Miniatura.
las miniaturas una idea y paisajes más
exportable, realizando representativos del
maquetas de miles de archipiélago canario.
Una idea tan sugerente y atractiva que ya ha encontrado compañeros de viaje en
México, Turquía, Croacia, Estados Unidos, Sicilia y Rusia, entre otros pretendien-
tes de ambos lados del Atlántico.
La semilla de esta pyme sin fronteras –fundada en 1999– germinó después de una
visita al parque temático de Madurodam en La Haya, que alberga las maquetas
más antiguas del mundo. El promotor de la compañía, José Fernández Rodríguez
de Azero, regresa de aquel viaje con un deseo entre manos: recrear las Islas
Canarias en miniatura.
Los presupuestos que llegaban del extranjero eran prohibitivos, así que este
empresario tinerfeño optó por una alternativa Made in Spain. De esta forma nació
El Maquetal, la “hermana pequeña” de Villas y Pueblos de Canarias, una firma que
cinco años después sería capaz de reproducir cualquier edificio del mundo.
El éxito era sólo cuestión de tiempo.
La primera recompensa llegó en casa, con la inauguración de Pueblo Chico,
20.000 metros cuadrados de maquetas que reproducen a escala la arquitectura
y paisajes más representativos del archipiélago. Un parque temático que combina
tecnología y arte, presentados de forma cronológica. Creado con capital 100%
canario, es la primera ciudad en miniatura de España. Atrás quedaban los meses
de investigación para adaptar los materiales al particular clima isleño y otros tan-
tos para formar a una nueva generación de maquetistas. Al final, José pudo cum-
plir su sueño y hacerle un “pequeño gran homenaje” a las islas afortunadas.
Pero las nuevas generaciones se abrieron hueco y con ellas, la internacionaliza-
ción. Un sobrino del fundador, Iván Rodríguez de Azero, tomó las riendas de la
compañía y emprendió una nueva etapa para conquistar nuevos territorios inex-
plorados hasta entonces. Aprovechando el conocimiento adquirido y el interés
que suscitaba Pueblo Chico, apostó por dar vida a un departamento de desarro-
llo, que iba a multiplicar las posibilidades en el exterior. Un día recibió la visita de
una delegación mexicana y pensó que la idea podía funcionar muy bien en el país
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5. azteca. Ése fue su primer acierto. “Pusimos en contacto a los mexicanos con nuestro
proveedor –El Maquetal– y el resultado fueron maquetas impresionantes, de hasta
81.000 metros cuadrados, que no sólo recogen hermosas playas y zonas de selva
pobladas por animales, plantas y paisajes vírgenes, también la arquitectura maya
y otros resquicios de la historia de México”.
El segundo gran acierto de Iván fue meterse de lleno en el proyecto, tanto, que logró
hacer partícipes a gran parte de los empresarios canarios. Éstos se han subido a un
barco que ya consideran como suyo. Entre otras cosas, porque tienen razones para
pensarlo, ya que además su know how, Villas y Pueblos de Canarias, aportó una parte
del capital, convirtiéndose en accionista de Discover México, el nombre propio
de una convicción empresarial que traspasaba fronteras.
Una inversión de 5,4 millones de euros es dinero suficiente como para echarse atrás.
“No teníamos el capital necesario para internacionalizarnos al ritmo que nos gusta-
ría, pero buscamos alternativas”, recuerda Iván con cierta nostalgia de esa época de
incertidumbres que poco a poco iban despejándose. El resultado fue Pueblo Chico
Inversión, una empresa de tenencia de valores extranjeros que sería el vehículo per-
fecto para los proyectos internacionales.
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6. Discover México abrió sus puertas en febrero de 2007
en Cozumel, la mayor isla poblada en pleno Caribe
azteca, superando todas las expectativas y aventajando
con creces las 200.000 visitas anuales de su gemelo
canario. Los millones de cruceristas que hacen escala
en esta ínsula, conocida por sus extensos arrecifes de
coral, hacen que el éxito esté asegurado durante todo
el año. Pero eso es ahora. Hace unos años, nadie apos-
taba por la vocación de este destino, donde se ha con-
seguido que por fin el turista tenga una estancia más
prolongada y, por ende, un mayor gasto.
La iniciativa de Pueblo Chico en México triunfó por-
que sus promotores creyeron desde el principio en
un producto bien diferenciado, que complementa la
oferta turística de un país, una actividad económica
que, como muchas otras, tiene como factor clave la
colaboración organizada y decidida de autoridades,
empresarios y comunidad receptora, que en este caso
se volcó moral y económicamente con el proyecto.
Más meritoria es incluso la hazaña por el momento
en que se produce, justo después de la llegada del
huracán Wilma a la región. Fue entonces cuando se
iniciaron los trabajos de construcción de esta gran
obra, que ha permitido dar empleo a 200 familias
de Cozumel y levantar a este territorio devastado
por la fuerza de la naturaleza.
Discover México es un testimonio vigente y claro de
lo que se puede lograr con el esfuerzo coordinado
7. a ambos lados del océano. Desde entonces, empresas de otros países se han
interesado en ir de la mano de Pueblo Chico en nuevas alianzas internaciona-
les. Una de ellas es la holandesa Madurodam, la inspiradora de Villas y Pueblos
de Canarias que, paradójicamente, aún no ha dado el salto internacional.
Mientras, los entusiastas emprendedores tinerfeños ya han asesorado, con éxito,
a empresas que desean reproducir sus maquetas en Turquía, Estados Unidos,
Sicilia, Rusia y Croacia. “Nos llaman de tantos países porque hemos invertido
en investigación, ésa es nuestra diferencia”, asegura Iván.
Pueblo Chico no tiene miedo a la globalización. Al contrario. Hoy forma parte
de la IAMP, la Asociación Internacional de Parques en Miniatura. Más de 20 par-
ques asociados que actúan como una central de compras. “Por ejemplo si necesi-
tas farolas de China, envías un e-mail a todos los parques, aumenta el pedido
y en consecuencia, baja el coste”, explica Iván. Pero además, la IAMP convoca una
reunión anual para debatir sobre materiales, know how, proveedores o incluso
sobre la gestión de los parques. “Es una forma de poner en común las experien-
cias y el conocimiento” asegura. Incluso están pensando en crear un circuito inter-
nacional de parques en miniatura. Todo un ejemplo de colaboración a seguir.
Y en todo esto, ¿qué papel tuvo el Programa PIPE? Fue precisamente Pilar
Merino, delegada del ICEX en Tenerife y Ángel Parra, su estrecho colaborador,
quienes les introdujeron en el programa de iniciación, al que seguirían el PIPE
Seguimiento y el PIPEnet. El consultor les abrió nuevas puertas en aspectos
como la búsqueda de financiación o el conocimiento del mercado mexicano.
“Ya habíamos apostado por salir al exterior, pero el consultor nos marcaba los
tiempos”, recuerda Iván.
En menos de una década, Villas y Pueblos de Canarias ha alcanzado una factu-
ración de 1,8 millones de euros anuales y se mantiene firme y decidida en su
particular cruzada hacia la internacionalización, de la que ya ha recorrido la
parte más difícil del camino.
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8. Como toda fábula que se precie, Villas y Pueblos de Canarias tiene también su
moraleja: “exportar te hace sentir grande”. Al cruzar la frontera, el empresario
español descubre, como Gulliver en sus viajes, que todo es mucho más pequeño
de lo que había imaginado y, como en este caso, la realidad supera a la ficción.
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