2. • Sólo si conseguimos cambiar est a
percepción pobre y limit ada de la
escrit ura, podremos mot ivar a los
alumnos. Sólo si ést os experiment an por
sí mismos el provecho, las f unciones y el
placer derivados de la let ra, est arán
realment e int eresados en escribir y en
desarrollar los procesos necesarios para
hacerlo. A mi ent ender, sólo hay un
camino posible para conseguirlo: buscar
experiencias que impliquen
emocionalment e a las personas de los
alumnos; usar lo escrit o para explorar su
3. Cuadernos de reflexión y aprendizaje
Expresar sensaciones,
ideas, intereses.
Desarrollar intereses
Crear confianza Consolidar hábitos
Formar opiniones
4. La motivación
• una palabra
• una frase
• un texto:
– literario (en sus
géneros)
– periodístico
– publicitario
– lingüístico
5. La motivación
• Por un estímulo visual:
– Foto
– Cómic
– Anuncio en prensa y en
TV
– Cortometraje, escena o
película
– Entrevista en TV
6.
7. La motivación
• Por un estímulo
auditivo:
– Sonido
– Música
– Canción
– Material extraído de la
radio: anuncio, entrevista,
informativo…
– Grabación de voz
8. ¿Miedo a la página en blanco?
Pági na en bl anco
aquí t e dej o t odo
haz l o que qui eras
es pabí l at e
o por l o menos
organí zat e
MarioBenedetti, Página en blanco.
10. La tarea
Hay quepresentar deformaclaralosinstrumentos
quepermiten llevar acabo latarea:
•lasestructurasgramaticales,
•el vocabulario,
•exponentesfuncionales;
•etc.
11. Para escribir un cuento folclórico:
Ordenar un discurso sobre acciones temporales
• Érase una vez…
• Antes
• En un primer momento
• Después
• Más tarde
• A continuación
• Luego
• Finalmente
• Y colorín, colorado, este cuento se ha
acabado.
12. Escribir es planificar
• Fase A: Reflexiona en casa y contesta a estas preguntas .
Cuestionario:
• Propósito: ¿Qué quiero conseguir con este texto?, ¿qué reacción
pretendo de mis lectores?, ¿cómo puedo escribir con pocas
palabras mi propósito?
• Audiencia: ¿Qué quieren saber mis lectores? ¿Qué información
quiero transmitirles? ¿Cómo la tengo que transmitir: texto
especializado, semidivulgativo o divulgativo?
• Autor: ¿Qué tono quiero adoptar? ¿Quiero transmitir ideas
personales/ transmitir información/ convencer de las ventajas de
una idea/producto? (Sí/No; porcentajes)
• Escrito: Tipo de texto: informativo, literario, subjetivo, publicitario.
Lenguaje del texto: especializado, semidivulgativo, divulgativo.
Extensión del texto. Partes del texto.
13. Con tu primer borrador, trabaja con tus
compañeros y tu profesor en sala de aula.
• Contando con los
borradores, se crea un
texto en colaboración con
los compañeros. Discute
tus propuestas, y no
destruyas los borradores
que se vayan creando. El
texto definitivo lo escribís
en un cartel que se
coloca en una pared de la
clase.
14. Recomendaciones para escribir el primer borrador
• Nunca olvides que estás escribiendo para un fin, céntrate en el carácter
funcional, expositivo, creativo y persuasivo de ese discurso. Es aconsejable
que consultes textos parecidos al que quieres crear reales.
• Utiliza tu conocimiento del mundo, lo que sabes del género en el que está
inscrito el tipo de texto que quieres producir, de su organización interna y
externa.
• Ten en cuenta que el texto puede contener palabras, fotografías,
esquemas, estadísticas, planos, iconos, mapas; etc. Ayúdate de ellos como
recurso de tu discurso.
• Las frases se conectan entre sí a través de una densa red de relaciones.
Busca palabras-clave, nexos, conectores que te ayuden a avanzar en tu
discurso.
• Encuentra la información relevante. Piensa en lo que el lector necesita
saber.
• Esa información relevante debe organizarse de una manera determinada
para que ayude a entender el significado del texto. Ten en cuenta estas
partes: Introducción / Apartados / Conclusiones.
• Usa el diccionario y tu conocimiento de otras lenguas.
• Tu texto debe estar escrito en español de registro culto, es importante que
el registro sea adecuado. Ten en cuenta también qué tipo de género y
lector estás buscando para adecuar el registro y el estilo.
17. Algunas estrategias de activación
1. Expansión:
– Añade ampliando
la extensión
2. Reducción:
– Resume el texto
3. Reconstrucción:
– Añade lo que falta
en el texto original.
4. Simulación:
– Intenta copiar el
estilo del autor en
otro texto
5. Dramatización:
– Escenifica la historia
6. Transformación:
– Cambia el formato
(prosa a verso…)
18. 1. A partir de la lectura del
cuento, extraemos sus ideas
principales.
- Después escribimos de
nuevo el argumento con nuestras
propias palabras.
La Cenicienta
[Cuento folclórico. Texto
completo] (Anónimo)
19. Hubo una vez una joven muy bella que no tenía padres, sino madrastra, una viuda
impertinente con dos hijas a cual más fea. Era ella quien hacía los trabajos más duro
de la casa y como sus vestidos estaban siempre tan manchados de ceniza, todos la
llamaban Cenicienta.
Un día el rey de aquel país anunció que iba a dar una gran fiesta a la que invitaba a
todas las jóvenes casaderas del reino.
Tú, Cenicienta, no irás -dijo la madrastra-. Te quedarás en casa fregando el suelo y
preparando la cena para cuando volvamos.
Llegó el día del baile y Cenicienta, apesadumbrada, vio partir a sus hermanastras hacia
el Palacio Real. Cuando se encontró sola en la cocina no pudo reprimir sus sollozos.-¿Por
qué seré tan desgraciada? -exclamó. De pronto se le apareció su Hada Madrina. -No te
preocupes -exclamó el Hada-. Tú también podrás ir al baile, pero con una condición: que
cuando el reloj de Palacio dé las doce campanadas tendrás que regresar sin falta. Y
tocándola con su varita mágica la transformó en una maravillosa joven. La llegada de
Cenicienta al Palacio causó honda admiración. Al entrar en la sala de baile, el Príncipe
quedó tan prendado de su belleza que bailó con ella toda la noche. Sus hermanastras no
la reconocieron y se preguntaban quién sería aquella joven.
En medio de tanta felicidad, Cenicienta oyó sonar en el reloj de Palacio las doce.
Oh, Dios mío! ¡Tengo que irme! -exclamó. Como una exhalación atravesó el salón y bajó la
escalinata, perdiendo en su huida un zapato, que el Príncipe recogió asombrado.
Para encontrar a la bella joven, el Príncipe ideó un plan. Se casaría con aquella que
pudiera calzarse el zapato. Envió a sus heraldos a recorrer todo el Reino. Las doncellas
se lo probaban en vano, pues no había ni una a quien le fuera bien el zapatito.
Al fin llegaron a casa de Cenicienta, y claro está que sus hermanastras no pudieron
calzar el zapato, pero cuando se lo puso Cenicienta vieron con estupor que le quedaba
perfecto. Y así sucedió que el Príncipe se casó con la joven y vivieron muy felices.
20. 2. A partir de un resumen,
desarrollamos el cuento.
- Si hay partes que no recordamos bien del
cuento, usaremos nuestra creatividad.
En el cuento de “Blancanieves”, la
madrastra perversa, que siente celos y
envidia por la juventud y belleza de su
hijastra, ordena a uno de sus súbditos
quitarle la vida. Pero éste, en lugar de
consumar el crimen, la abandona en el
bosque, donde Blancanieves se refugia
en la cabaña de los siete enanitos, hasta
el día en que su madrastra, disfrazada
de bruja, le da de comer una manzana
envenenada. Cuando Blancanieves yace
en el féretro de cristal, lista para ser
sepultada por los siete enanitos, aparece
el príncipe que la resucita con un beso y
se la lleva a vivir en su castillo.
21. 3. A partir del cuento,
realizamos transformaciones .
• Por ejemplo, porque
queremos :
–dar otro énfasis al papel
de la mujer,
–queremos evitar algunos
elementos de crueldad de
22. La sustitución
Suprimir unos
elementos por otros:
• La Cenicienta y
Caperucita Roja,
nuevas heroínas
femeninas
• Las versiones
modernas de los
cuentos tradicionales
reflejan valores como
• Una Cenicienta moderna.
23. Caperucita Roja
[Cuento folclórico] (Anónimo)
- ¿A dónde vas,
niña?- le
preguntó el
lobo con su voz
ronca.
- A casa de mi
Abuelita, - le
dijo
24. Había una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la muchachita la llevaba
tan a menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
Un día, su madre le pidió que llevase unos pasteles a su abuela que vivía al otro lado del bosque,
recomendándole que no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que
siempre andaba acechando por allí el lobo.
Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el
bosque para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con
muchos amigos: los pajaritos, las ardillas...
De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.
-¿A dónde vas, niña? -le preguntó el lobo con su voz ronca.
-A casa de mi Abuelita -le dijo Caperucita.
"No está lejos", pensó el lobo para sí, dándose media vuelta.
Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: "El lobo se ha ido, pensó, no
tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores
además de los pasteles".
Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le
abrió pensando que era Caperucita. Un cazador que pasaba por allí había observado la llegada del lobo.
El lobo devoró a la Abuelita y se puso el gorro rosa de la desdichada, se metió en la cama y cerró los
ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.
La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.
-Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!
-Son para verte mejor -dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.
-Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!
-Son para oírte mejor -siguió diciendo el lobo.
-Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!
-Son para... ¡comerte mejoooor! -y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la
devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita
Mientras tanto, el cazador se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del
lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la Abuelita. Pidió ayuda a un
segador y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la
cama, dormido de tan harto que estaba.
El cazador sacó su cuchillo y rajó el vientre del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!
Para castigar al lobo malo, el cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando
el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para
beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.
En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había
aprendido la lección. Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el
camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su Abuelita y de su Mamá.
25. La deconstrucción
• A partir de un cuento
popular, añade elementos
insólitos:
– A Blancanieves la
mató su madre
– Los hermanos
Grimm modificaron
la trama para no
herir la sensibilidad
de sus lectores
26. argumentativos sobre
algunos asuntos polémicos
del género del cuento
popular o folclórico.
- Elegimos las ideas que
nos convencen más y las
desarrollamos. Tenemos en
cuenta el género del
discurso (argumentativo,
expositivo)
TRABAJAMOS EN DISTINTOS
GÉNEROS DEL DISCURSO
27. ESQUEMA DEL TEXTO
ARGUMENTATIVO
1. Presentación del tema
2. Argumentos a favor y en contra
3. Exposición de la tesis
4. Potencial conclusión
28. ARGUMENTO 1
1. Las escenas de violencia en los cuentos
populares confirman la regla de que nadie está
libre de esta conducta negativa que forma
parte de la personalidad humana, y que, por
mucho que los censores tiendan a eliminar la
violencia en los cuentos infantiles, los niños
seguirán exigiendo que se los lean, una y otra
vez, las escenas “crueles” en Cenicienta,
Blancanieves o Caperucita Roja; esos cuentos
que tienen la magia de despertarles su
fantasía y ayudarles a resolver sus conflictos
emocionales.
29. ARGUMENTO 2
2. No cabe duda que los cuentos populares, tanto por la trama como por el
desenlace, sean excelentes recursos terapéuticos que ayudan al niño a
resolver sus ataduras emocionales y forjar una personalidad más
equilibrada. Según Bruno Bettelheim: “Los cuentos de hadas tienen un
valor inestimable, puesto que ofrecen a la imaginación del niño nuevas
dimensiones a las que le sería imposible llegar por sí solo. Todavía hay
algo más importante, la forma y la estructura de los cuentos de hadas
sugieren al niño imágenes que le servirán para estructurar sus propios
ensueños y canalizar mejor su vida (...) Los cuentos de hadas transmiten
a los niños, de diversas maneras: que la lucha contra las serias
dificultades de la vida es inevitable, es parte intrínseca de la existencia
humana; pero si uno no huye, sino que se enfrenta a las privaciones
inesperadas y a menudo injustas, llega a dominar todos los obstáculos
alzándose, al fin, victorioso (...) Las historias modernas que se escriben
para los niños evitan, generalmente, estos problemas existenciales,
aunque sean cruciales para todos nosotros. El niño necesita más que
nadie que se le den sugerencias, en forma simbólica, de cómo debe
tratar con dichas historias y avanzar sin peligro hacia la madurez. Las
historias ‘seguras’ no mencionan ni la muerte ni el envejecimiento, límites
de nuestra existencia, ni el deseo de la vida eterna. Mientras que, por el
contrario, los cuentos de hadas enfrentan debidamente al niño con los
conflictos humanos básicos“ (Bettelheim, B., 1986, p. 14-16).2
30. ARGUMENTO 3
3. Los instintos primarios y reprimidos, como es el caso
de la agresión, pueden aflorar en cualquier momento y
hasta dominar sobre la parte racional y consciente del
niño, pues todos los individuos cargan genéticamente
un instinto de agresión en la parte más irracional e
inconsciente de su ser. No obstante, como bien apunta
el psicoanalista Bruno Bettelheim: “La creencia común
de los padres es que el niño debe ser apartado de lo
que más le preocupa: sus ansiedades desconocidas y
sin forma, y sus caóticas, airadas e incluso violentas
fantasías. Muchos padres están convencidos de que
los niños deberían presenciar tan sólo la realidad
consciente o las imágenes agradables y que colman
sus deseos, es decir, deberían conocer únicamente el
lado bueno de las cosas.
31. ARGUMENTO 4
4. Se ha dicho muchas veces que los cuentos
populares encierran una serie de “crueldades”,
que no son aptas para el desarrollo emocional
del niño y cuyas lecturas pueden estimular su
agresividad. Los críticos consideran que varios
de los cuentos populares, rescatados de la
tradición oral por los hermanos Grimm y
Charles Perrault, al menos en sus versiones
originales, deben ser leídos sólo por los
adultos, aun sabiendo que los niños, como
todos los humanos, no están al margen de los
actos de violencia y las “crueldades”, que a
diario experimentan a través de las pantallas
de la televisión o en la vida cotidiana.
32. PASO DE UNA DESTREZA A OTRA
Llevamos nuestro trabajo a
una expresión oral
LOS CUENTACUENTOS
33. ¿Corregir? ¿ Y cómo?
1. Corrige sólo lo que el alumno pueda aprender.
2. Corrige cuando el alumno t enga f resco lo que ha
escrit o.
3. Corrige las versiones ant eriores (borradores).
4. No hagas t odo el t rabaj o de la corrección.
5. Da inst rucciones concret as y práct icas.
6. Dej a t iempo en la clase para que los alumnos.
7. Si puedes, habla individualment e con cada alumno.
8. Da inst rument os para que los alumnos puedan
aut ocorregirse: diccionarios, gramát icas…
9. Asegura la calidad de la corrección, aunque la
cant idad se resient a de ello.
10. Ut iliza la corrección como un recurso didáct ico.
Cassany, D., Didácticadelacorrección delo escrito
35. Bibliografía
• Alvarado, Maité y otros. El nuevo escriturón. Curiosas y extravagantes actividades para escribir.
México. Libros del Rincón SEP, 1995.
• Badia, Dolores. Juegos de expresión oral y escrita. Barcelona. Graó, 1998.
• Björk, Lennart, Ingegerd Blomstand. La escritura en la enseñanza secundaria. Barcelona, Graó,
2000.
• Carozzi de Rojo, Mónica y Patricia Somoza. Para escribirte mejor. Textos, pretextos y
contextos.Buenos Aires. Paidós, 1994.
• Cassany, Daniel. La cocina de la escritura. Barcelona. Anagrama, 1994.
• Cassany, Daniel. Reparar la escritura: didáctica de la corrección de lo escrito. Barcelona. Graó,
1997.
• Cassany, Daniel. Marta Luna y Gloria Sanz. Enseñar lengua. Barcelona. Graó, 1997.
• Cassany, Daniel. Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir. Barcelona, Paidós, 1998.
• Cohen, Sandro. Redacción sin dolor. México. Planeta, 1998.
• Diez de Ulzurrun, Ascen. El aprendizaje de la lecto escritura desde una perspectiva
constructivista en el aula. Barcelona. Graó, 1999.
• Ferreiro, Emilia y otros. Haceres, quehaceres y deshaceres con la lengua escrita en la escuela
primaria. México. SEP, Libros del Rincón (Col. Cuadernos de aula), 1991.
• Gómez Palacio, Margarita. La producción de textos en la escuela. México. SEP, 1995 (Biblioteca
para la actualización del maestro).
• González Darder Javier y otros. Expresión escrita o estrategias de escritura. México. Alhambra,
1996.
• Goodman Keneth. El lenguaje integral. Buenos Aires. Aiqué, 1986.
• Lavín, Mónica. Leo, luego escribo. Ideas para disfrutar la lectura. México. Lectorum, 2001.
• Lerner de Zunino. El aprendizaje de la lengua escrita en la escuela. Buenos Aires. Aiqué, 1996.
• Palacios de Pizani, Alicia y otros. Comprensión lectora y expresión escrita: experiencia
pedagógica. Buenos Aires. Aiqué, 1997.
• Serafini, Ma. Teresa. Cómo redactar un tema. México. Paidós, 1994.
• Serafini, Ma. Teresa. Cómo se escribe. México. Paidós, 1997