El Salar de Uyuni en Bolivia es el salar más grande del mundo, cubriendo 40,582 km2. Se formó como resultado de la transformación de antiguos lagos prehistóricos durante la elevación de los Andes. Contiene grandes reservas de litio, un componente vital para las baterías, lo que es importante para la economía local. El salar también sirve como una importante ruta de transporte a través del altiplano boliviano y es el hábitat de flamencos rosados.