Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
Jovenes 04: Gozosos y agradecidos
1. lección 4
21 al 27 de julio
Gozosos
y agradecidos
«Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando
los mencionamos en nuestras oraciones. Los recordamos
constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa
de la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor,
y la constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor
Jesucristo».1 Tesalonicenses 1: 2, 3
Edición facilitada por:
RECURSOS ESCUELA SABATICA ®
2. sábado
21 de abril
Introducción
1 Tesalonicenses 1: 1-5
Un nuevo enfoque
Estoy escribiendo presionada por una fecha de entrega y trato de cumplirla. Sin
embargo, me desconcentro en forma regular y mis ojos recorren la lista de aplica-
ciones que hay en la parte inferior de la pantalla de mi computadora. Me parecen
a una tentadora fila de caramelos que están colocados en una caja. Clic. Mensaje:
«¿Hola Ana, crees que podemos juntarnos a almorzar el jueves?»
Estoy ayudando escribir un libro acerca de la segunda venida. Espero que sea
de interés para una generación curiosa, incrédula y egoísta. Se supone que sea un
proyecto interesante. Sin embargo, está tomando demasiado tiempo y estoy per-
diendo el entusiasmo. Clic. «El terremoto ocurrido en el Japón ha sido uno de los más
violentos de toda la historia. El sistema de seguridad de un reactor nuclear no funcionó
apropiadamente. Más de 1,000 personas están desaparecidas».
El mundo no puedo durar mucho tiempo más.
Comencé a escribir de nuevo. El mundo no puedo durar mucho tiempo más. Es
imposible pasar por alto lo vulnerable que somos. Dios nos ama y tiene un plan para
nosotros.
Un mensaje electrónico parpadea en la casilla de entrada. Quizá el mismo
tiene que ver con alguna venta especial en mi tienda favorita. Clic. Oh, ¡es un men-
saje de Pablo! Hace mucho que no sé de él. Me pregunto si podrá ayudarme con
este libro. Clic.
«Mi querida hija, ¡no ceso de dar gracias y de alabar a Dios por ti! ¿Sabes que te
menciono a diario en mis oraciones? Me entusiasma saber que te has dedicado apasio-
nadamente a este proyecto y que continúas trabajando en el mismo. Creo que es una de
las tareas más difíciles que te han asignado. Sin embargo, tu labor está inspirada por el
amor que le tienes a Dios y a la gente que te rodea que aún no abriga la esperanza que
tú tienes: respecto a que Jesús regresará pronto. Quiero que sepas que tengo fe en ti, por-
que te amo. Te he visto crecer, y sé que nunca perderás tu fe en Dios.
»Te preocupas por la fecha de entrega. Bien, yo tampoco conozco la fecha. Es un
proyecto que está en marcha: es la obra de toda una vida. Confía que Dios te inspirará,
y que te preparará para esa fecha. Él nos está integrando en ese trascendental proyecto
de diferentes maneras».
El consejo de Pablo me ayuda a reenfocarme en aquello que es más importan-
te. Desconecto mi ordenador del Internet, oculto la barra de aplicaciones y regreso
con una energía renovada a la tarea más importante de mi vida.
Karen Holford, Auchtermuchty, Escocia 37
3. domingo
22 de julio Logos Daniel 12: 2;
1 Corintios 13;
Motivos de gratitud Gálatas 5: 19-23;
1 Tesalonicenses 1;
1 Timoteo 1: 15
¡Porque es lo correcto! (1 Tes. 1: 3; 1 Cor. 13: 13)
Pablo desea expresarles algunas cosas importantes a los tesalonicenses, sin embargo
sabe que primeramente necesita relacionarse con ellos al animarlos y estimularlos.
Conocer que él los aprecia les hará más fácil escuchar las palabras de reprensión que luego
aparecerán en la carta. Desea que sepan que a pesar de los problemas en que ellos se
hayan involucrado, seguirán siendo un motivo de gozo para él.
Pablo da un paso atrás, dejando de observar los errores de ellos, con el fin de adqui-
rir una mejor perspectiva. Es cierto: hay que rectificar algunas cosas; pero lo más impor-
tante es que están actuando correctamente. Su gozo surge al saber que los «recién naci-
dos» en Cristo están madurando para convertirse en fieles creyentes. Han recorrido una
larga trayectoria espiritual y Pablo sabe que es apropiado agradecer a Dios por el creci-
miento de ellos (2 Tes. 1: 3, 4). Pablo se siente específicamente agradecido por la fe, la
esperanza y el amor de ellos. Él considera que dichos conceptos constituyen el meollo de
la vida cristiana.
Cada creyente tesalonicense quizá podía imaginar un viso de satisfacción en el rostro
de Pablo, en el momento en que aquella carta era leída en voz alta. Además cada creyente
sabía que Pablo los amaba, sin importar sus palabras.
Porque es la forma en que Dios obra (Mat. 5: 3-12; Rom. 8: 28;
1 Tes. 5: 16-18)
La felicidad se manifiesta en el reino de Dios en lugares inesperados. La misma no
tiene que ver con lo que poseemos, con quiénes somos, con el lugar donde estamos, con
lo que hacemos, o incluso con lo que nos sucede. El don divino de la felicidad trascien-
de las circunstancias dolorosas o desafiantes que enfrentamos. La seguridad que surge del
infinito amor de Dios por nosotros constituye el meollo de la felicidad. Él obra para el
bien de todos los que lo aman, e incluso para el bien de aquellos que no lo hacen.
Saber que Dios se preocupa por cada aspecto de nuestras vidas le aporta un sólido
fundamento a nuestra felicidad. Su eterna compasión nos proporciona una diferente
perspectiva para enfocar la vida. La felicidad no tiene que ver con lo que nos esté suce-
diendo. Más bien, es la forma en que Dios utiliza dichos sucesos para ayudarnos a crecer
a su semejanza.
Porque el Espíritu de Dios obra cambios (Gál. 5: 19-23; 1 Tes. 1: 9)
Los creyentes de Tesalónica conocían muy bien lo que era vivir adorando ídolos
(1 Tes. 1: 9). Ellos sabían que no era algo agradable (Gál. 5: 19-21). La gente continúa bus-
cando la felicidad en experiencias las egoístas relacionadas a la inmoralidad sexual, a la
avaricia material y financiera, a las orgías, a las drogas y al alcohol. Cuando el Espíritu
Santo llene nuestras vidas, descubriremos que la genuina felicidad surge al utilizar en una
forma no egoísta nuestros dones espirituales con el fin de ayudar a otros para que expe-
rimenten la profundidad y la altura del amor de Dios. Experimentamos la felicidad al tra-
tar a la gente con bondad y respeto. Los conflictos se transforman mediante un proceso
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4. encaminado a lograr la paz. Las incomodidades y molestias serán transformadas utilizan-
do la paciencia. Las adicciones y la ira serán vencidas por el dominio propio, y el odio y
la violencia desbaratados gracias al amor.
Porque la fe lo cambia todo (1 Tes. 1: 4, 5; 1 Tim. 1: 15)
Probablemente no existe una mayor sensación de felicidad que la que surge cuando
nos damos cuenta de que Dios nos ama y nos acepta como somos, aunque seamos los
peores pecadores. Su perdón nos invita a responder, amándolo y creyendo en él. Los tesa-
lonicenses quizá se consideraban los peores pecadores ya que habían sido adoradores de
ídolos. Es importante tener fe en un Dios amante y perdonador que nos acepta y nos
libra en forma continua de nuestros errores pasados. La invariable fe de los tesalonicen-
ses en el amor y el perdón de Dios, además del poder del Espíritu Santo, los ayudaría a
adaptarse a los cambios que se hacían necesarios al Pablo revelarles la voluntad divina res-
pecto a ellos.
La felicidad se manifiesta en el reino de Dios
en lugares inesperados.
Porque la esperanza es algo vivo (Dan. 12: 2; 1 Tes. 1: 8-10)
La esperanza surge en forma natural cuando tenemos fe en Dios y creemos en sus
promesas. No tenemos nada que temer respecto al futuro porque sabemos que la muer-
te no es el fin de todo. De hecho, nuestra resurrección es tan solo el comienzo de una
experiencia vital que será completamente nueva. Los creyentes tesalonicenses tenían una
vibrante confianza en la segunda venida de Jesús. Esa confianza era reconocida entre los
demás creyentes. Sus vidas diarias estaban moldeadas por su esperanza en la promesa de
la resurrección y en una vida futura en el cielo.
Porque es amor en acción (1 Tes. 1: 3; 1 Cor. 13)
Pablo sabía que el amor de Dios era la fuerza que respaldaba el ministerio de la igle-
sia tesalonicense. Amar a Dios les ayudaba a amar a los demás. Cuando nuestros corazo-
nes estén llenos del gozo que implica amar a Dios, entonces su amor fluirá de nuestras
vidas a las vidas de los demás. En 1 Corintios 13 se describe el amor de Dios por noso-
tros, el amor que debemos experimentar con el fin de que se manifieste el «mayor de
todos los dones» (1 Cor. 4: 13), en nuestra relación con él y con los demás.
PARA COMENTAR
1. ¿Qué te proporciona más gozo; tu fe en Dios; tu esperanza en la segunda venida, o el
amor inspirado por Dios que sientes por quienes te rodean?
2. Pablo afirmó que la fe, la esperanza y el amor son importantes; pero, que el amor era
el más importante de los tres. ¿En qué sentido la fe, la esperanza y el amor interactúan
y se apoyan mutuamente en tu vida?
3. Si Pablo te escribiera una carta, ¿qué aspectos de tu fe, esperanza y amor podrían ins-
pirar su gozo y agradecimiento?
Bernie Holford, Auchtermuchty, Escocia 39
5. lunes
23 de julio Testimonio 1 Tesalonicenses 1: 8
Llenos e inspirados
«Cultivad la costumbre de hablar bien de otros. Espaciaos en las buenas cuali-
dades de aquellos con quienes os asociáis, y notad tan poco como sea posible sus
errores y faltas. Cuando estéis tentados a quejaros de lo que alguno dijo o hizo, ala-
bad algo en la vida o el carácter de esa persona. Cultivad el agradecimiento. Alabad
a Dios por su amor maravilloso al dar a Cristo para morir por nosotros. Nunca nos
vale de mucho pensar en nuestros pesares. Dios nos pide que pensemos en su mise-
ricordia y en su amor sin par, para que nos inspiren alabanzas».1
«La fe es lo que nos habilita para mirar más allá del presente, con sus cargas y
congojas, hacia el gran porvenir de la vida venidera, donde se aclarará todo lo que
ahora nos deja perplejos. La fe ve a Jesús de pie como Mediador nuestro a la dies-
tra de Dios. La fe contempla las mansiones que Cristo ha ido a preparar para aque-
llos que le aman. La fe ve el manto y la corona aparejados para el vencedor, y oye
el canto de los redimidos La fe es lo que nos habilita para mirar. […] La fe no es
sentimiento. “Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración
de las cosas que no se ven”».2
«La fe contempla las mansiones que Cristo ha ido a preparar
para aquellos que le aman».
«El Espíritu crea de nuevo, refina y santifica a los seres humanos, preparándo-
los para ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. […] El fruto del
Espíritu es “caridad”, no odio; “gozo”, no descontento y aflicción; “paz”, no irrita-
ción, ansiedad y pruebas fabricadas. Es “tolerancia, benignidad, bondad, fe, man-
sedumbre, templanza”».3
«Cuál fue el resultado del derramamiento del Espíritu en el día de Pentecostés?
Las alegres noticias de un Salvador resucitado fueron llevadas a los lugares más
remotos del mundo habitado. Mientras los discípulos proclamaban el mensaje de
la gracia redentora, los corazones se entregaban al poder de su mensaje. La iglesia
veía afluir a ella conversos de todas direcciones. Los apóstatas se reconvertían. Los
pecadores se unían con los creyentes en busca de la perla de gran precio. Algunos
de los que habían sido los más enconados oponentes del evangelio, llegaron a ser
sus campeones. Se cumplió la profecía: “el que entre ellos sea débil, […] será como
David, y la casa de David […] como el ángel de Jehová” (Zac. 12: 8). Cada cristiano
veía en su hermano una revelación del amor y la benevolencia divina. Un solo inte-
rés prevalecía, un solo objeto de emulación hacía olvidar todos los demás. La ambi-
ción de los creyentes era revelar la semejanza del carácter de Cristo, y trabajar para
el engrandecimiento de su reino».4
______________
1. Obreros evangélicos, p. 493.
2. Ibíd., p. 274.
3. Ibíd., p. 303, 304.
4. Los hechos de los apóstoles, cap. 5, p. 38.
Obinnaya Iheoma, Dumbarton, Escocia
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6. martes
24 de julio
Evidencia
1 Tesalonicenses 1: 1-10 Buenos resultados
Los maestros saben que una recompensa por una tarea bien realizada, o por un
buen comportamiento, es algo que motiva a un alumno. Me imagino que así se sin-
tieron los tesalonicenses cuando comenzaron a leer el mensaje proveniente de Pablo,
Silas y Timoteo.
Pablo y Silas eran en cierto sentido, los padres espirituales de los cristianos tesa-
lonicenses. En Hechos 17: 1-9 encontramos que ellos fueron a Tesalónica donde dis-
cutieron con los judíos por tres sábados seguidos. Muchos de ellos, incluyendo
muchos griegos, aceptaron el cristianismo (Hech. 17: 4).
Por lo tanto, Pablo, Silas y ahora Timoteo estaban agradecidos por la forma en
que la nueva iglesia de Tesalónica había crecido. Algo relevante es que Pablo le da gra-
cias a Dios por la fe, el amor y la esperanza que vibraban en el mundo cristiano de
aquel tiempo. Esto es importante. Los buenos frutos que llevamos son el resultado
de la obra de Dios y nosotros; no el resultado de nuestros propios esfuerzos, ni tam-
poco el de los esfuerzos del pastor.
¿De qué clase de fe, amor y esperanza está hablando Pablo?
¿De qué fe, amor y esperanza está hablando Pablo? Él los describe como parte «de
la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor, y la constancia sostenida
por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo» (1 Tes. 1: 3). ¿Acaso dijo Pablo «gracias
a la fe», cuando en muchos lugares estableció un contraste entre la salvación por la fe
y la salvación por las obras? León Morris afirma que «aunque Pablo insiste que la sal-
vación proviene totalmente de Dios, también afirma que la fe trabaja activamente».*
«Una obra de amor» significa algo más que unos pocos actos de bondad realiza-
dos aquí o allá. El término griego para «obra» (kopos) implica un esfuerzo constante
y una lucha motivada por el amor. El concepto griego que traducimos como amor es
ágape: un amor que únicamente viene de Dios y que intenta dar y tomar en cuenta
al recipiente. Esa clase de amor desafía a nuestra naturaleza humana. Finalmente, la
«paciencia de amor en nuestro señor Jesucristo» es una esperanza que apunta a la
segunda venida de Jesús. En 1 Tesalonicenses 1: 8, Pablo escribe que la fe de ellos fue
tan conocida en muchos lugares que tanto él como Silas y Timoteo, no necesitaban
añadir nada en absoluto. ¡Las acciones hablan más fuerte que las palabras!
PARA COMENTAR
1. ¿Se sentiría Pablo gozoso y agradecido si visitara tu iglesia? ¿Por qué? ¿Por qué no?
2. ¿Cuáles podrían ser algunos ejemplos modernos de una «obra de fe, trabajo de
amor y constancia»?
______________
*Leon Morris, 1 & 2 Thessalonians: An Introduction and Commentary (Nottingham: InterVarsity Press, 1984), p. 43.
Filip Bajic, Galston, East Ayrshire, Reino Unido 41
7. miércoles
25 de julio Cómo actuar Gálatas 5: 22, 23
Saludable y completo
Una naranja, no estará completa si le faltan algunos segmentos aunque tenga
toda su cáscara. Para que la naranja llegue a un estado de plenitud, tendría que con-
tar con los fragmentos faltantes, así como con toda su cáscara. Pablo estimuló a aque-
llos primitivos cristianos que vivían una vida de plenitud, señalándoles algunos seg-
mentos de los frutos del espíritu: el don del carácter de Jesús aportado mediante el
Espíritu Santo y envuelto en amor. Pablo también agradece rápidamente a Dios por
la entrega que se observa en los tesalonicenses cuando ponen en acción su fe, su amor
y su esperanza. El pecado ha distorsionado la idea de la perfección y la plenitud, al
hacernos creer que son objetivos que no pueden alcanzarse.
Desarrolla una actitud de agradecimiento.
Al considerar algunos frutos del Espíritu, podremos asegurarnos de que nuestra
jornada cristiana será una experiencia plena y gozosa:
Entrega. Alcanzar la plenitud en Cristo implica que debemos entregarnos y acep-
tar el don del Espíritu. Dios ha prometido conceder el Espíritu Santo a todo aquel
que lo pida (Luc. 11: 13).
Agradecimiento. Desarrolla una actitud de agradecimiento. En ocasiones pasa-
mos demasiado tiempo mencionando nuestras debilidades, así como nuestras caren-
cias. En lugar de ello, deberíamos enfocarnos en nuestras fortalezas y agradecer a Dios
por las destrezas y habilidades que nos ha concedido (1 Tes. 5: 18). Dediquemos tiem-
po a apreciar las destrezas y habilidades de los demás. Eso producirá una abundancia
de resultados positivos.
Amor. Nuestra motivación para servir a los demás debería estar fundada en nues-
tro amor por Cristo. Mientras él estuvo en la tierra expresó su amor por los demás al
satisfacer sus necesidades (Mat. 20: 28). También debemos expresar nuestro amor al
suplir las necesidades de quienes nos rodean.
Optimismo. Esto no significa que no debemos negar que existan problemas. Más
bien se debe enfrentar todo desafío, sabiendo que habrá un resultado positivo y cre-
yendo que todo saldrá bien (Rom. 8: 28). Debemos fundamentar nuestra esperanza
y optimismo en las promesas de Dios, creyendo que él hará lo que ha prometido
(2 Ped. 3: 9).
PARA COMENTAR
1. ¿Cuáles son algunas de las cosas que Dios ha prometido hacer por nosotros?
¿Cómo pueden esas promesas ayudarnos a ser cristianos íntegros?
2. ¿Qué provisión divina nos ha concedido Dios para vencer nuestras debilidades?
______________
Consultar: Jim Hartness y Neil Eskelin, The 24-Hour Turn-Around: Discovering the Power to Change (Grand Rapids:
Fleming H. Revell, 1993), pp. 48-50.
Elizabeth Iheoma, Dumbarton, Escocia
42
8. jueves
26 de julio
Gálatas 5: 19-23
Opinión
La libertad
equivale al gozo
Cristo nos enseñó a vivir de acuerdo con su ley y gracia mientras estuvo en la
tierra. Es inevitable que nos gocemos en sus promesas; sin embargo, no es fácil
hacerlo cada día. Por lo general, lamentamos lo que nos ha sucedido en el pasado
y nos preocupamos por nuestro futuro. Nos olvidamos de que la vida transcurre
ahora y que está llena de maravillosas sorpresas y bendiciones que Dios anhela com-
partir con nosotros. Debemos vivir en el presente. Es un don.
Cuando decidimos vivir de acuerdo con el fruto del Espíritu, estaremos vivien-
do en la forma que Dios espera: en paz y armonía con los demás. Nuestras vidas
son testigos que brillan y dicen lo que Cristo ha hecho en y por nosotros, ya que el
gozo genuino únicamente viene de él. Gozarnos es una opción. Ciertamente puede
ser algo difícil en el caso de una tragedia, de un gran dolor o estrés; pero si le pedi-
mos a Dios que nos llene de su gozo, él nos sorprenderá. Cuando tenemos gozo en
nuestros corazones, alimentado por el conocimiento de Cristo, estaremos más re-
ceptivos a que obre en nuestras vidas. Podremos apreciar mejor la vida por sus altas
y sus bajas. Correremos menos riesgo de perdernos las cosas hermosas y las ricas
oportunidades que se renuevan cada mañana. Enfocarnos en las cosas negativas
únicamente nos llevará a un pozo más profundo.
Es inevitable que nos gocemos en sus promesas.
La vida actual no es siempre justa, sin embargo podemos decidir que viviremos
en el presente, tomando las cosas según vengan con fe, amor y gratitud. Al hacer-
lo, determinaremos nuestra felicidad. Se necesita práctica, pero Dios está listo a ayu-
darnos. Él conoce exactamente lo que necesitamos. Max Lucado escribió en uno
de sus libros: «Me decido por el gozo. […] Invitaré a Dios para que sea el Dios de
mis circunstancias. Rechazaré la tentación para utilizar el cinismo, la herramienta
de los pensadores indolentes. Asimismo consideraré a la gente como seres huma-
nos creados por Dios y a cualquier problema como una oportunidad para verlo
a él».*
El gozo nos libera. Considérate libre.
PARA COMENTAR
1. ¿Qué razones te ha concedido Dios para que te sientas gozoso o gozosa?
2. ¿Qué cosas prácticas puedes hacer a diario con el fin de mantenerte enfocado
o enfocada en Dios y en los aspectos positivos de la vida?
______________
*Max Lucado, Grace for the Moment Journal (Nashville: J. Countryman, 2002), p. 9.
Taylor N. Bajic, Galston, East Ayrshire, Reino Unido 43
9. viernes
27 de julio Exploración Salmo 16: 11
Inclinándonos por el
gozo y la gratitud
PARA CONCLUIR
Cuando el autor Hal Urban asistía a la universidad, uno de sus compañeros
era Bruce Diaso. Bruce había quedado paralítico a causa del polio para el tiempo
en que asistía a la escuela secundaria. Lo único que podía mover era su cabeza y sus
manos. En lugar de sentir lástima por sí mismo, decidió dar gracias por lo que tenía:
Dios, su familia, su iglesia, sus amigos, la universidad, sus maestros, una mente clara
y una vida llena de oportunidades. Bruce se graduó con honores y luego se hizo
abogado, sin embargo murió cuando apenas tenía 31 años. Hal nunca olvidó a Bruce,
a quien consideraba la persona más positiva que jamás había conocido. Desde 1972
Hal ha estado presentando a sus oyentes lo que él llama «El desafío de Bruce Diaso»:
pasar todo un día sin quejarse de nada. Se calcula que unas ochenta mil personas
han escuchado dicho desafío; sin embargo, tan solo cinco lo han conquistado exi-
tosamente. Mantener una actitud positiva no es fácil. Sin embargo, como cristia-
nos podemos y debemos hacerlo. Debemos ser las personas más gozosas y positivas
del mundo. «Honrar a Cristo, ser semejantes a él, es la suprema ambición de la
vida, y su mayor gozo».* El apóstol Pablo aprendió el verdadero secreto de vivir una
vida gozosa. Nosotros también podemos.
CONSIDERA
• Crear un afiche para tu iglesia o dormitorio, respecto al agradecimiento.
• Redactar a diario una lista de diez cosas por las cuales debes sentirte agradeci-
do o agradecida. Intenta hacer esto durante una semana, sin mencionar lo
mismo dos veces.
• Investigar el tema del gozo, utilizando una concordancia.
• Cantar un himno del Himnario adventista que hable o mencione el gozo.
Utiliza la música del mismo para escribir una estrofa adicional.
• Compartir con tu grupo una situación difícil que atravesaste y que luego se
convirtió en una bendición.
• Hacer una caminata en medio de la naturaleza, tomando nota de algunos ele-
mentos o sucesos por los cuales te sientes agradecido o agradecida. ¿Por qué
razón agradeces esas cosas?
PARA CONECTAR
El camino a Cristo, cap. 9, «El gozo de la colaboración»; Hal Urban, Positive Words,
Powerful Results (New York: Simon and Schuster, 2004), pp. 57-65.
______________
*La educación, cap. 34, p. 267.
Edición facilitada por:
RECURSOS ESCUELA SABATICA ®
Renee Coffee, Gobles, Michigan, EE. UU.
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