1. Franciscanos TOR El Espíritu Santo, hará en ti habitación y morada.
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Vigilia de
Pentecostés
"Francisco quería que la religión fuera lo
mismo para pobres e iletrados que para ricos
y sabios. Solía decir: en Dios no hay acepción
de personas, y el ministro general de la
religión que es el Espíritu Santo se posa igual
sobre el pobre y sobre el rico" (2ª Celano
193).
Canto Inicial.
Ven ahora Santo Espíritu,
ven y toma tu lugar (bis).
Somos Sión tú eres Rey,
ven y úngenos, Señor.
Ven ahora, ven a mí (bis).
Ven ahora Santo Espíritu,
ven y toma tu lugar (bis).
Ven y descansa en Él,
ven y descansa en Dios, en Dios (bis).
Y deja que Dios sea Dios,
deja que Dios sea Dios.
Tú, sólo adórale (bis).
Inicio
Presidente: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
El Señor....
Monitor: Hoy es fiesta. La fiesta del Espíritu Santo en la que cada uno recibe los dones que
necesita la comunidad parroquial. Dones que recibimos para poner al servicio de los hermanos
y que dan lugar a los frutos. Frutos de buenas obras y obras santas, como solía decir Francisco
de Asís. En esta noche vamos a pedirlos al Espíritu, que es el responsable de que la vida de Dios
sea nuestra vida. Nos sentamos y abrimos el oído.
1ª Lectura.
De la Segunda Carta de San Francisco a todos los fieles (2CtaF 48-53).
Y sobre todos ellos y ellas, mientras hagan tales cosas y perseveren hasta el fin,
descansará el espíritu del Señor y hará en ellos habitación y morada. Y serán hijos del
Padre celestial, cuyas obras hacen. Y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor
Jesucristo. Somos esposos cuando, por el Espíritu Santo, el alma fiel se une a Jesucristo.
2. Franciscanos TOR El Espíritu Santo, hará en ti habitación y morada.
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Somos ciertamente hermanos cuando hacemos la voluntad de su Padre, que está en el
cielo; madres, cuando lo llevamos en nuestro corazón y en nuestro cuerpo, por el amor
y por una conciencia pura y sincera; y lo damos a luz por medio de obras santas, que
deben iluminar a los otros como ejemplo.
EL SEÑOR OS DARÁ SU ESPÍRITU SANTO,
YA NO TEMÁIS, ABRID EL CORAZÓN.
DERRAMARÁ TODO SU AMOR (Bis).
2ª Lectura.
De los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 1-11).
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente,
un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se
encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían,
posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a
hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.
Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra.
Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía
hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban: - ¿No son
galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos
hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros
vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en
Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros
de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los
oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.
Palabra de Dios.
EL SEÑOR OS DARÁ SU ESPÍRITU SANTO,
YA NO TEMÁIS, ABRID EL CORAZÓN.
DERRAMARÁ TODO SU AMOR (Bis).
Invocación al Espíritu Santo.
Monitor: El Espíritu bajó sobre los discípulos y los envió por el mundo. Nosotros fuimos ungidos
por el Espíritu el día de nuestro bautismo, pero necesitamos de su impulso cada año. Ahora
vamos a invocarle, a pedirle que venga y nos llene, que venga y haga en cada uno habitación y
morada y nos haga templos suyos.
El coro canta y nosotros vamos recitando.
Canto. Veni sante Spiritus.
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Canto. Veni sante Spiritus.
3. Franciscanos TOR El Espíritu Santo, hará en ti habitación y morada.
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Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Canto. Veni sante Spiritus.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Canto. Veni sante Spiritus.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Canto. Veni sante Spiritus.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Canto. Veni sante Spiritus.
Se enciende el fuego.
Canto. Veni sante Spiritus.
Música de fondo y meditación.
La Reflexión.
Presidente:
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios (1ª Cor 12, 3b-7. 12-13).
Hermanos: Nadie puede decir: “Jesús es Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay
diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo
Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno
se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene
muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo
cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido
bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo
Espíritu.
Palabra de Dios.
Reflexión.
4. Franciscanos TOR El Espíritu Santo, hará en ti habitación y morada.
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Petición de los dones.
Presidente: Cristo, nos envía el Espíritu Santo para que nos ayude en nuestras necesidades.
Vamos a presentar al Padre nuestras peticiones con la seguridad que da el sabernos amados
por Él. Vamos a ir nombrando los dones y aquellos que los necesiten, se pondrán de pie
durante esa petición.
Canto. ENVÍA SEÑOR TU ESPÍRITU QUE RENUEVE NUESTROS CORAZONES.
Lector 1: Se ponen en pie los que necesiten el don de Sabiduría.
(Se espera a que la gente se ponga en pie).
1 - Envía, Señor, tu Espíritu de Sabiduría sobre la iglesia. Es el don que nos permite juzgar la vida
con ojos sencillos. Nos permite dar importancia a lo que verdaderamente importa y quitársela a
lo que es pasajero. ¡OH Espíritu Santo! Haz que yo tenga, con el don de Sabiduría, este gusto
por las cosas de Dios y comprender lo que quieres de mí.
Canto. ENVÍA SEÑOR TU ESPÍRITU QUE RENUEVE NUESTROS CORAZONES.
Lector 1: Se ponen en pie los que necesiten el don de Fortaleza.
(Se espera a que la gente se ponga en pie).
2. - Envía, Señor, tu Espíritu de Fortaleza. Es el don que nos permite afrontar las dificultades y
tener solturas en los problemas. ¡OH Espíritu Santo! Que el don de Fortaleza me haga vencer
todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación.
Canto. ENVÍA SEÑOR TU ESPÍRITU QUE RENUEVE NUESTROS CORAZONES.
Lector 1: Se ponen en pie los que necesiten el don de Inteligencia.
(Se espera a que la gente se ponga en pie).
3. - Envía, Señor, tu Espíritu de Inteligencia. Es el don que nos hace comprender las razones de
Dios. Comprender con el corazón el amor que nos tiene y cómo ha sido capaz de entregarnos a
su Hijo. ¡OH Espíritu Santo! Haz que sepa, con el don del Inteligencia, la importancia y la belleza
de la verdad cristiana.
Canto. ENVÍA SEÑOR TU ESPÍRITU QUE RENUEVE NUESTROS CORAZONES.
Lector 1: Se ponen en pie los que necesiten el don de Ciencia.
(Se espera a que la gente se ponga en pie).
4. - Envía, Señor, tu Espíritu de Ciencia. Es el don que nos permite conocer la razón de lo creado.
Descubrir las leyes que hay en la naturaleza y ponerlas a disposición de la vida. Nos hace
colaborar con el Padre Creador. ¡OH Espíritu Santo! Que, con el don del Ciencia, descubra cosas
de nuevas de mi fe y pueda comunicarlas a los demás.
Canto. ENVÍA SEÑOR TU ESPÍRITU QUE RENUEVE NUESTROS CORAZONES.
Lector 1: Se ponen en pie los que necesiten el don de Piedad.
(Se espera a que la gente se ponga en pie).
5. - Envía, Señor, tu Espíritu de Piedad. Este don se regala a nuestro corazón. Nos hace
comprobar el dolor que Dios sufre por nosotros y verlo en el rostro sencillo de la Virgen. ¡OH
Espíritu Santo! Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con devoción y sea
misericordioso con el prójimo.
Canto. ENVÍA SEÑOR TU ESPÍRITU QUE RENUEVE NUESTROS CORAZONES.
5. Franciscanos TOR El Espíritu Santo, hará en ti habitación y morada.
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Lector 1: Se ponen en pie los que necesiten el don de Consejo.
(Se espera a que la gente se ponga en pie).
6. - Envía, Señor, tu Espíritu de Consejo. Es el don de la escucha. La capacidad para ponernos en
la piel del hermano y orientarle a buscar la voluntad de Dios. ¡OH Espíritu Santo! Que, con el
don del Consejo, ponga los medios adecuados para perseverar.
Canto. ENVÍA SEÑOR TU ESPÍRITU QUE RENUEVE NUESTROS CORAZONES.
Lector 1: Se ponen en pie los que necesiten el don de Temor de Dios
(Se espera a que la gente se ponga en pie).
7. - Envía, Señor, tu Espíritu de Temor. Es el don de la fidelidad. Supone tener reservado un
lugar y un tiempo para el único Dios. “Siempre y en todo momento” –como dice la Regla de
San Francisco a la TOR. ¡OH Espíritu Santo! Que, con el don de Temor de Dios, respete y venere
los mandamientos de Dios y viva las bienaventuranzas.
Canto. ENVÍA SEÑOR TU ESPÍRITU QUE RENUEVE NUESTROS CORAZONES.
Monitor: Todos en pie.
Sacerdote: Señor, siempre atento a nuestras necesidades, deseamos que estas súplicas sean
bien recibidas Ti, Dios Padre Nuestro, con la seguridad de que Tú siempre escuchas a tus hijos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor con las manos abiertas pidiéndote la fuerza del Espíritu.
Canto.
Levanto mis manos, aunque no tenga fuerzas.
levanto mis manos, aunque tenga mil problemas.
Cuando levanto mis manos comienzo a sentir una unción que me hace cantar.
Cuanto levanto mis manos comienzo a sentir el fuego.
Cuando levanto mis manos mis cargas se van, nuevas fuerzas tú me das,
todo eso es posible, todo eso es posible cuando levanto mis manos.
María, la llena de Espíritu.
Monitor: Nos sentamos. Si hay alguien que recibió la plenitud del Espíritu y fue llena de Gracia,
esa fue María. Ella dio carne a la Palabra por obra del Espíritu Santo. Es nuestro ejemplo para
recibir el Espíritu. Así lo describió Francisco de Asís a todos los penitentes.
Se pone una imagen de la virgen en la mesa del altar.
Lector 2. De la Segunda Carta de San Francisco a todos los fieles (2CtaF 4-5).
El altísimo Padre anunció desde el cielo, por medio de su santo ángel Gabriel, esta
Palabra del Padre, tan digna, tan santa y gloriosa, en el seno de la santa y gloriosa
Virgen María, de cuyo seno recibió la verdadera carne de nuestra humanidad y
fragilidad. Él, siendo rico, quiso sobre todas las cosas elegir, con la beatísima Virgen, su
Madre, la pobreza en el mundo.
Presiente: Ahora, todos juntos saludamos a María con las palabras de San Francisco.
Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María,
que eres virgen hecha iglesia y elegida por el santísimo Padre del cielo,
a la cual consagró Él con su santísimo amado Hijo
y el Espíritu Santo Paráclito, en la cual estuvo y está
toda la plenitud de la gracia y todo bien.
6. Franciscanos TOR El Espíritu Santo, hará en ti habitación y morada.
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Salve, palacio de Dios;
salve, tabernáculo de Dios;
salve, casa de Dios.
Salve, vestidura de Dios;
salve, esclava de Dios;
salve, Madre de Dios
y salva a todas vosotras, santas virtudes, que sois infundidas por la gracia e iluminación del
Espíritu Santo en los corazones de los fieles,
para que de infieles hagáis fieles a Dios.
Saludo a la bienaventurada Virgen María [SalVM]
Invitación a rezar la Salve.
Despedida y bendición.
Monitor: Hemos llegado al final de esta vigilia. El Espíritu nos ha regalado la Palabra, el entendimiento
de la misma y el poder hacerla carne como María. La misma experiencia que tuvo Francisco de Asís y
comunicó a los penitentes en 1221. Damos gracias a Dios por el Espíritu que nos hace sentir y gustar aquí
y ahora su Salvación. Por hacer en nosotros "habitación y morada". Tras la bendición, se nos van a
repartir unas tarjetas con los dones del Espíritu.
Presidente:
Oremos. Oh Dios que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia, extendida por todas
las naciones; derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra y no dejes de
realizar hoy, en el corazón de los fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los
comienzos de la predicación evangélica. Por Nuestro Señor Jesucristo....
Y la bendición.....
Reparto de tarjetas.
Canto.
Bendigamos al Señor, Dios de toda la creación,
por habernos revelado su amor.
Su bondad y su perdón y su gran fidelidad,
por los siglos de los siglos durarán.
EL ESPÍRITU DE DIOS HOY ESTÁ SOBRE MÍ,
Y ÉL ES QUIEN ME HA UNGIDO A PROCLAMAR,
LA BUENA NUEVA A LOS MÁS POBRES,
LA GRACIA DE SU SALVACIÓN. (Bis)
Enviados con poder y en el nombre de Jesús,
a sanar a los enfermos del dolor;
a los ciegos dar visión, a los pobres la verdad
y a los presos y oprimidos libertad.
Con la fuerza de su amor y de la resurrección
anunciamos llega ya la salvación.
Que ni el miedo ni el dolor, ni la duda o la opresión,
borrarán la paz de nuestro corazón.
Pastoral Juvenil Vocacional TOR.
Fr. Manuel Romero Jiménez TOR.