Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Homilía del 2º Domingo del TO. Ciclo A. la señal del Espíritu
1. LA SEÑAL DEL ESPÍRITU.
Queridos amigos: Para reconocer a las personas, misiones o instituciones nos
fijamos y atenemos “al Espíritu que les mueve”.
Puede que les muevan intereses de poder, de influencia, de riqueza, de
propaganda o de consumo.
Puede que les mueva el Espíritu del Señor, “que es el amor de Dios derramado
en nuestros corazones”.
La señal que le dio Dios a Juan para conocer al Mesías no fue otra que “el
Espíritu, que como paloma se posaba sobre Él”. (Jn. 1, 32).
¿Cuándo llevamos “la marca del Espíritu”?
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Cuando somos viento que limpia, que purifica y transporta semillas de bien.
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Cuando somos fuego que purifica y que acrisola nuestro amor.
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Cuando somos tiernos, sencillos y transparentes con los demás.
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Cuando somos óleo de alegría, de alivio, de consuelo, de fortaleza y de salud.
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Cuando somos aceite que suaviza roces, enfrentamientos o durezas.
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Cuando somos fuente de agua viva, que sacia la sed y engendra vida nueva.
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Cuando somos “mediadores” de posibilidades y libertades.
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Cuando, con nuestra humildad y mansedumbre, nos ayudamos unos a otros a
conseguir nuestros anhelos.
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Cuando, con nuestra paciencia y nuestra capacidad de servicio, ayudamos a que
los demás puedan reconocer “al Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo”.
Ese cordero regalado para que sea nuestra salvación y nuestra luz.
El Cordero de Dios que se hizo hombre para que los hombres podamos ser
amigos y vivamos “como auténticos hijos de Dios”, cuya señal es el Espíritu,
que nos mueve a expresar y difundir el amor de Dios entre nosotros.
Gabriel.
2º. Domingo Ordinario. Ciclo. A. Madrid. 19 de Enero de 2014.