1. LA CONVERSIÓN,
FUNDAMENTO DE NUESTRA FE.
Queridos amigos: Hoy, el Señor, nos invita a la conversión, que es un elemento
esencial de la fe, y que sin ella no podremos hacer realidad el amor de Dios ni
sus planes de salvación
 El profeta Baruc, con bellas metáforas y comparaciones, nos dice: “Jerusalén,
despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la
gloria que Dios te da”. (Baruc. 5, 1 -9).
 San Pablo nos recuerda: “manteneos limpios e irreprochables para el día de
Cristo”. (Filp. 4, 10 -11).
 Juan Bautista lo proclama: “predicando un bautismo de conversión para
perdón de los pecados”. (Lc. 3, 3 -6).
La conversión es el verdadero camino para testimonio de la fe.
La conversión implica un cambio de conducta y un arrepentimiento, un
abandono de los ídolos para volverse al Dios vivo.
Y puesto que somos más dados a obstaculizar que a posibilitar; a enjuiciar
más que a reconocer; a destruir más que a construir; a poner pegas más que a dar
facilidades, necesitamos convertirnos; es decir, allanar caminos y ofrecer
posibilidades.
La conversión puede ser realizada desde cuatro dimensiones distintas:
a). Conversión = a dar vuelta a algo o cambiarlo.
¿A qué debemos dar la vuelta o cambiar a nivel personal y social?
b). Ver “con – versión nueva” la realidad.
¿Qué hechos, acontecimientos y personas tenemos que ver con- versión” nueva?
c). Transformar la realidad.
¿En qué hemos de transformar la realidad?
d). “Verter – con. “Versar – con otros la fe”
¿Qué puedo yo verter o versar con los demás para que nuestra conversión sea un
verdadero testimonio de fe?
Amigos: Nuestro testimonio de fe será creíble, si está corroborado por una
caridad sincera y efectiva.
 Caridad que proclama,”que el Señor ha estado grande con nosotros y estamos
alegres”. (Sal. 25).
 Caridad, que transforma las lágrimas en risas, y los llantos en gozos.
 Caridad, que busca por todos los medios ,que todos seamos valorados y
reconocidos y que todos seamos respetados por igual
 Caridad, que se ejercita por la conversión, por hacer el bien y ofreciendo frutos
de justicia y de paz.
 Así veremos la salvación que nos trae el Señor.
Gabriel.
2º. Domingo de Adviento. Ciclo. C. Madrid. 9 de Diciembre de 2012.