Carta a una niña que ha hecho hoy la primera comunión
1. Carta a una niña que ha hecho la comunión
Querida amiga:
¡Ya se pasó todo! ¡Ya hiciste la primera comunión! ¡Qué bien!
Es el final del día. Has cumplido el pacto. Es hora de leer esta
carta con lo íntimos. Tendrás el corazón lleno de caras, sonrisas,
besos, palabras bonitas. Seguro que te lo has pasado bien.
Esta carta es un regalo. Bueno, no es una cosa. Sólo una carta.
Pero en la carta se dicen cosas también importantes y bonitas.
Yo no te he comprado nada. Yo te regalo una carta. Y no te la
regalo para hoy; te la dejo de regalo para no sé qué fecha... para
un día, sobre todo un día que sea gris, o blanco, o rebosante de
luz. Un día que vendrá no sé cuándo. ¿Sabes? Llegará un día que
recuerdes cosas bonitas de cuando eras niña... Y ¡quién sabe! A
lo mejor te acuerdes de este carta...
No sé lo que será de ti en la vida. No sé qué caminos andarás. No
sé qué compañeros elegirás. No sé dónde irás a parar...
¡Cuánto misterio de futuro que nadie sabe todavía! Pero sé una
cosa y te la suelto ya: Estés donde estés; hagas lo que hagas; sea
de ti lo que sea: siempre tienes un Padre Dios que no se olvidará
de ti y que no puede dejar de quererte nunca, nunca. Sí que sé lo
que será de ti: serás siempre amada por Dios.
Si se te olvida, no pasa nada. A Dios no se le va a olvidar ni que
existes ni tu nombre.
No quería que pasara este día sin decirte esto que ya lo sabías,
pero escrito parece que queda más atado.
Un beso grande y nada más. Hiciste la comunión y este es el
regalo del cura que te dio la comunión. No te conozco mucho.
Pero lo de hoy es para recordarlo siempre, mujer. Da a tus papás
un beso de mi parte.
¡Buenas noches! ¡A dormir mucho!.