Este fue el producto de una consultoría con los Ministerios de Minas y Energía y de Medio Ambiente, donde con la mirada de varios expertos en ambos sectores se construyó esta visión conjunta.

1. Visión Sector Minero Energético y Sector Ambiental1
Anamaria Aristizabal
Bogotá, 2010
Colombia tiene un enorme potencial en materia ambiental y en cuanto a sus recursos
minero-energéticos. En 15 años, para el 2025, el país aspira a que este potencial se haya
desarrollado de manera armónica. Desde la formulación de las agendas ambientales, se ha
construido un espacio de diálogo y negociación efectivo, donde cada actor entiende la
relevancia del otro y donde se llega a acuerdos beneficiosos para el país. Se ha llegado a un
alto grado de confianza mutua, donde los actores se cohesionan alrededor de esta visión de
largo plazo, que recoge las aspiraciones de ambos sectores. Se ha construido la capacidad
de diálogo a través de un lenguaje común y por ende, se han fortalecido todos los espacios
de concertación, gestión y planificación, que propenden al desarrollo sostenible de ambos
sectores.
Existe un entendimiento común del sector minero energético como eje fundamental del
desarrollo, y se han cumplido las metas que se han planteado para su crecimiento,
haciendo de Colombia uno de los tres países más competitivos de América Latina2. De
acuerdo al documento “Visión 2019” en el 2019 el MME consolidará las políticas para ser el
polo de inversión en la exploración ambiental sostenible de los recursos minero
energéticos en Colombia, alcanzar el abastecimiento eficiente para el país y exportar los
excedentes a mercados internacionales.3
En materia energética, el sector se ha posicionado a la vanguardia mundial, cuatriplicando
sus exportaciones y generando hacia el 2032 más de 35,000 millones de dólares de
ingresos y 15,000 empleos4. Se ha cumplido un mayor porcentaje del potencial en
generación eléctrica que tiene el país, de 93.000 MW (hídricos)5. En materia minera, a 2019
el país ha triplicado el área explorada de recursos mineros y ha atraído 10,000 millones de
dólares anuales en inversión extranjera, alcanzando el mayor PIB minero en América
Latina6. En materia de hidrocarburos, se plantea producir 4,000 millones de barriles
equivalentes de petróleo en 2020. Esto permite mantener el autoabastecimiento y el nivel
de exportaciones del país hasta esa fecha7. Entre minería e hidrocarburos, se espera recibir
más de 54,000 millones de dólares en exportaciones8.
1 Redactado por Anamaria Aristizabal, con base a una serie de entrevistas con actores del
sector minero energético y del sector ambiental, Julio 2010.
2 CONPES Competitividad
3 Visión Colombia 2019
4 Documento Sectores de Talla Mundial
5 Bases para el Plan Nacional de Desarrollo
6 Presentación en Congreso Colombia Minera-Colombia Ambiental
7 Mega de la ANH.
8 Rudas, tomando de cifras del Banco de la República

2. Para esto, se hará exploración de una parte mayor del territorio (más del 20% del área
sedimentaria), invirtiendo 100 millones de dólares al año para este fin, resultando en la
inversión de 30 nuevas empresas en el sector.
También existe un entendimiento sobre la importancia ambiental de Colombia en el
mundo. Como con mayor número de especies por kilómetro cuadrado, Colombia es un gran
repositorio de biodiversidad para el mundo. Igualmente, Colombia tiene una alta capacidad
de almacenamiento de gases de efecto invernadero a través de sus bosques, humedales y
páramos, cuyos servicios ecosistémicos son relevantes a nivel global. Colombia es también
rica en agua, recurso fundamental para la vida y el desarrollo. Además de su belleza
paisajística, estos recursos ambientales significan un gran potencial de ingresos a través de
los crecientes mercados de servicios ambientales, incluyendo los mercados de carbono, la
bioprospección, el ecoturismo, y otros.
Se espera que esta riqueza ambiental se traduzca en desarrollo para el país. En la industria
forestal, para el 2019 en Colombia habrá más de 1.2 millones de hectáreas cubiertas de
bosques de explotación sostenible9. En esa misma fecha, se habrá desarrollado el mercado
interno y de exportación de reducciones verificadas de emisión de gases efecto
invernadero.
Nuestro desarrollo será sostenible si logramos proteger nuestros recursos críticos, como el
agua. En agua, para el 2015 logramos que el 100% de las cuencas, páramos y ecosistemas
acuáticos que abastecen poblaciones de más de 50.000 habitantes tengan planes de manejo
implementados. Se ha implementado el componente ambiental en el 100% de los planes
departamentales de agua y saneamiento adoptados. Se conserva como mínimo el 80% del
área de los ecosistemas clave para la regulación de la oferta hídrica que han sido
priorizados en el Plan Hídrico Nacional. Se mantiene el caudal mínimo necesario para el
mantenimiento de las corrientes superficiales y de sus ecosistemas acuáticos asociados, en
el 100% de los cuerpos de agua priorizados en el Plan Hídrico Nacional. Se han formulado
y se encuentran en implementación los planes de uso eficiente y ahorro de agua en el 100%
de las empresas de producción hidroeléctrica y demás usuarios, priorizados en el Plan
Hídrico Nacional. Por último, se ha logrado mejorar la calidad y minimizar la
contaminación del recurso hídrico. Para todo esto, se dio un efectivo fortalecimiento
institucional y de gobernabilidad del sector hídrico.
Las metas minero energéticas se cumplen a la par que se logran las metas de producción y
consumo sostenible y de calidad de aire. Para el 2019, se ha reducido al 10% la intensidad
energética del país (consumo nacional de energía/PIB), como también el consumo de agua
total/PIB. Para esta misma fecha hubo un aumento del 30% de venta de bienes y servicios
con algún tipo de certificación de buen manejo ambiental. Hubo un aumento del 40% de
empresas certificadas con ISO 14,001 u otro esquema internacionalmente reconocido de
gestión ambiental. Hubo un aumento del 40% en el número de empresas y entidades que
con indicadores sociales y ambientales reportados en sistemas e índices verificables y
reconocidos internacionalmente. Se ha incrementado en un 30% el monto de compras
9 Visión 2019

3. verdes a nivel estatal. En cuanto a calidad del aire, para el 2019 el 100% de las estaciones
de calidad de aire reportan cumplimiento de los estándares. La calidad del diesel será
equivalente al Euro V y la calidad de la gasolina al Euro VI.10
Para el 2025 se ha probado que tanto la industria minero energética y el potencial
ambiental pueden florecer y convivir, bajo el marco del desarrollo sostenible. Como
sociedad, hemos aprendido a pensar a largo plazo y en la primacía del bienestar común,
sobre el bienestar individual.
Hay un énfasis en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio y en el
desarrollo real del país, y no solo del crecimiento económico. El tema de la salud ambiental
ha pasado a un primer plano, de forma que ha habido una transición tecnológica
significativa hacia modelos de sostenibilidad que salvaguarden la salud humana y de los
ecosistemas. Esto incluye la identificación, evaluación y mitigación efectiva de los riesgos
provenientes de la industria minero energética con énfasis en el tema del cambio climático,
buscando generar un desarrollo con bajo carbono.
Como sociedad y como individuos, nos hemos adherido a un modelo de producción y
consumo sostenible. La industria minero energética ha sabido adaptarse a este marco de
acción, teniendo un alto grado de eficiencia en uso de recursos e innovando en energías
alternativas. Se ha impulsado la reutilización y el reciclaje de todo tipo minerales y
materiales de manera a generar menos presión sobre el territorio y los recursos naturales.
La industria minero energética ha contribuido al avance hacia tecnologías y formas de
producción sostenible y en aumentar el conocimiento de industrias basadas en recursos
renovables. Esta innovación nos ha otorgado un reconocimiento importante por parte de la
comunidad internacional.
Para todas las industrias minero energéticas, se h a tomado la eco-eficiencia como principio
rector. Se ha adoptado un enfoque de ciclo de vida, de cadenas productivas y de simbiosis
industrial, se han incorporado innovaciones en materiales, procesos y sistemas de
producción que confluyen en productos y servicios más limpios y sostenibles. En paralelo,
se ha fomentado una cultura de consumo sostenible en general, incluyendo de productos y
servicios minero energéticos.
Se han incrementado las capacidades empresariales y los incentivos para esta
transformación hacia la sostenibilidad en todos los sectores minero energéticos. En el
proceso, se lograron romper las barreras que impidieron la emergencia de una minería
sostenible a escala regional y nacional. Se ha eliminado la minería ilegal e incrementado la
asociatividad y profesionalismo del sector minero. Para esto, se usaron pilotos exitosos y se
promovieron las mejores prácticas mineras a nivel nacional, en asocio con universidades.
En energía eléctrica, se aumentó significativamente la eficiencia energética, entre otros,
10 Política de Producción y Consumo Sostenible y Política de Prevención y Control de la
Contaminación de Aire, MAVDT.

4. mediante la reducción de pérdidas de transmisión, y el uso de energías alternativas hasta
alcanzar el 3.5% de la canasta energética en el 2015.11
La armonización del sector minero energético y ambiental se dio por una serie de
circunstancias. Primero, se crearon reglas claras para actores locales e inversionistas
extranjeros. Se logró una plena articulación entre la normatividad e institucionalidad de
ambos sectores, reduciendo las subjetividades y logrando acuerdos sólidos sobre las áreas
aptas para la industria minero energética y formas de aprovechamiento. Los procesos de
seguimiento y control ambiental son rigurosos y adecuados, logrando un alto nivel de
acatamiento de criterios, determinantes, estándares y normas ambientales a todo nivel de
la industria minero energética. Solo sobre la base del cumplimiento de las normas
ambientales, se ha otorgado derechos a aquellos en plena capacidad de explotar los
recursos minero-energéticos de manera responsable con el ambiente y con la sociedad.
Se hizo una planeación a largo plazo de la explotación de recursos minero energéticos,
cuyo objetivo fue el interés general y se realizó con visión integral (de región y de país) y
consultando las autoridades y comunidades locales, partiendo de la información obtenida
de estudios como las Evaluaciones Ambientales Estratégicas, estudios de riesgo, consultas e
investigaciones de autoridades del estado y no de la presión de los inversionistas o
promotores privados, en quienes prima lícitamente el interés particular. Esta planeación
se hizo incorporando los determinantes ambientales, generando una planeación rigurosa
sectorial basada en información sólida y por último se hizo una integración de los sectores,
de forma a maximizar la colaboración y no la competencia.
Hemos convertido el agua como un factor articulador y prioritario, que se constituye como
eje en la planeación territorial. Los POMCAS se han posicionado como el instrumento de
planificación alrededor del cual se articulan los demás, teniendo en cuenta criterios de
competitividad para las regiones y el país. Los POMCA se basan en una planeación
estratégica del recurso hídrico, mediante la Política de Gestión Integral del Recurso Hídrico
y el Plan Hídrico Nacional, el cual garantiza la optimización de las cuencas y busca sentar
las bases para una resolución efectiva de los conflictos de uso del agua y del suelo.
Para exploración y explotación de industrias minero energéticas, se establecieron
claramente las directrices sobre la exclusión o protección de ecosistemas sensibles. En el
caso de minería se llegó a un acuerdo sólido sobre la exclusión y los límites precisos de los
paramos, humedales de gran importancia, áreas que conforman el Sistema Nacional de
Áreas Protegidas, Reservas de Biosfera, entre otros. En las otras industrias minero
energéticas se ha hecho un ejercicio similar de definir las áreas aptas y no aptas para
exploración y explotación. Para este esfuerzo y para la planeación en general se vincularon
a institutos de investigación y a comunidades, especialmente para el caso de territorios
étnicos.
11 Plan Energético Nacional

5. Se logró consolidar el Sistema de Información Ambiental y los diversos sistemas de
información minero energéticos, de forma a facilitar la planificación y la toma de
decisiones. Se invirtieron recursos importantes en actualizar estos sistemas y tecnologías,
de manera a contar con información pertinente y reciente y a compatibilizar las
plataformas de la institucionalidad ambiental y minero energética.
En toda iniciativa y proyecto se considera el contexto integral, incluyendo lo económico,
lo social y lo ambiental, y se hace una priorización y planeación por regiones teniendo en
cuenta los verdaderos costos y beneficios de las posibles inversiones. Las metas que se
establecen en cada sector están enmarcadas en la capacidad ambiental del país y en su
diversidad cultural y étnica, establecidas en sus normas, estándares y criterios. A través de
esto, se busca maximizar el bienestar social, a través del mantenimiento de la capacidad
adaptativa de los sistemas socio-ecológicos a escalas locales, regionales y nacional. Para
este fin, se activaron de forma efectiva los mecanismos de participación y consulta previa
de manera a incorporar la perspectiva de comunidades vulnerables y étnicas en el
desarrollo de los proyectos.
La gobernabilidad de ambos sectores es fuerte, gracias a los efectivos mecanismos de
coordinación entre ambos ministerios y entidades adscritas y delegadas. Se invirtieron
recursos para el refuerzo institucional de las entidades ambientales y minero energéticas,
que desembocaron en responsabilidades claras, eliminación de duplicidades e ineficiencias,
esquemas de toma decisión definidos, instancias de coordinación visibles, y un alto grado
de adaptabilidad a las condiciones cambiantes del país y del mundo.
Se asigna suficiente presupuesto para gestionar los sectores y sus entidades con
profesionalismo, objetividad y conocimiento técnico. Existe en ambos sectores una planta
de personal técnico con un alto compromiso y motivación por el desempeño de los sectores
y del medio ambiente.
Este fortalecimiento hace que se logre hacer seguimiento a proyectos en todas sus fases,
con verificación en campo. Se emplean mecanismos de monitoreo, control, comunicación y
capacitación adaptado a las necesidades de los empresarios. Se hace uso efectivo de los
instrumentos de control ambiental, como los permisos de aprovechamiento, tasas de uso,
entre otros. Los recursos provenientes de las empresas se invierten efectivamente en la
protección de ecosistemas. Este es el caso de las transferencias de las empresas energéticas
y extractivas de recursos no renovables, cuyos recursos se invierten efectivamente en la
protección de las cuencas y en la investigación y desarrollo de alternativas más sostenibles
de producción.
El sistema de regalías y transferencias logra inversiones con impacto real sobre las
comunidades y los ecosistemas aledaños a los proyectos minero-energéticos. Se busca que
las instituciones del sector minero energético apoyen de manera efectiva al progreso de sus
empresas, de manera a que estas contribuyan al bienestar de sus empleados, sus
comunidades y del país.

6. Se ha establecido una cultura de responsabilidad compartida entre el gobierno, la
empresa privada y la sociedad civil para garantizar el bienestar de la sociedad, incluyendo
su integridad ambiental. Los distintos actores se auto-regulan en materia ambiental, de
forma a distribuir las cargas. Las entidades minero-energéticas promueven un
comportamiento ambientalmente responsable entre las empresas del sector.
Estas empresas internalizan sus costos ambientales y cumplen con una normatividad
que garantiza el bienestar humano y el buen funcionamiento de los servicios ecosistémicos.
Los daños ambientales son compensados adecuadamente, de acuerdo con una valoración
justa. Se ha creado un esquema de compensación ambiental ejemplar en el mundo.
Más y más empresas se adhieren a estándares altos de sostenibilidad, incorporando
mejores prácticas de manera voluntaria, gracias a estímulos de los mercados y del
gobierno. El MME se ha puesto la ambiciosa meta que todas las empresas reguladas
adopten dichos estándares y lo ha alcanzado con éxito. También han jugado un papel
importante la labor de capacitación por parte de entidades gubernamentales en temáticas
de sostenibilidad, las Guías y difusión de buenas prácticas, en frecuente asocio con
universidades y organizaciones sociales. La mayoría de empresas participan en gremios y
organizaciones que requieren los más avanzados estándares internacionales. Como
beneficio, estas empresas reciben amplio reconocimiento del mercado y de la sociedad.
Estos estándares incluyen un alto nivel de transparencia en sus comunicaciones e
informes. Se cuenta con un sistema de registro para la información ambiental de los
sectores, el cual es abierto al público. La amplia disponibilidad de información sobre el
sector, con indicadores precisos e información documentada sobre el comportamiento de
las compañías, permite un alto grado de participación ciudadana en la veeduría del
bienestar comunitario y ambiental. Con los circuitos de comunicación abiertos y fluidos
entre el gobierno, la empresa privada y la sociedad civil, se han minimizado los conflictos y
se ha mejorado la imagen de todos los sectores minero energéticos dando paso a una
cultura del diálogo, la negociación y la conciliación de intereses, logrando así un desarrollo
pacífico de nuestro país con base en nuestros abundantes recursos.