Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
Las energías renovables y no renovables
1.
2. Se denomina fuentes renovables de energía aquellas
cuyas reservas se consumen a un ritmo mayor del que
se renuevan por naturaleza. Es el caso de los
combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural)
y de los minerales de Uranio.
Se denomina fuentes renovables de energía aquellas
cuyas reservas se consumen a un ritmo menos del que
se renuevan por naturaleza.
3. Fuentes no renovables:
1. Combustibles fósiles
A. El carbón
B. El gas natural
C. El petróleo
2. Los minerales de uranio.
4. Fuentes renovables:
A. La energía hidráulica
B. La energía geométrica
C. La energía eólica
D. La energía mareomotriz
5. Energías renovables Energías no renovables.
Sus reservas son prácticamente
inagotables. En general, la energía
Su impacto sobre el ambiente es procedentes de las fuentes
más reducido que el de las no no renovables es
renovables.
Tienen carácter autóctono, es decir,
relativamente barata y fácil
se producen cerca de donde se de extraer, ya que la
consumen , por lo que disminuyen tecnología requerida está
la dependencia energética de unos
países respecto a otros. muy desarrollada.
Su uso favorece el desarrollo de la
tecnología necesaria para su
aprovechamiento, lo que, a su vez,
sirve de motor para el desarrollo
tecnológico n otras áreas.
6. Energías renovables Energías no renovables
Su desventaja principal es El problema es que las
que los conocimientos y la reservas de combustibles
tecnología necesarios para fósiles son limitadas.
su uso están poco Además el carbón y el
desarrollados, por lo que
su contribución al petróleo son combustibles
consumo total de energía muy contaminantes, y los
es aún reducida. No reactores nucleares
obstante, se ha avanzado producen residuos
mucho en las tecnologías radiactivos de larga
solar y eólica. duración que hay que
almacenar.
7. Lluvia ácida:
La combustión del carbón y del petróleo no solo genera dióxido de
carbono, si no también otros gases, óxidos de azufre y nitrógeno,
que el viento transporta a grandes distancias.
La radiación solar hace reaccionar estos gases con el vapor de agua
atmosférico y forma ácidos muy corrosivos. Las precipitaciones
arrastran los ácidos, que descienden a la superficie terrestre en
forma de lo que se denomina lluvia ácida.
La lluvia ácida altera la composición del agua de lagos y ríos, hace
improductivos los suelos y destruye la vegetación de los bosques.
8. La disminución de la capa de ozono.
El ozono ( O3) forma una capa en la estratosfera que protege a los seres
vivos frente a las radiaciones ultravioletas (UV) del sol. En la
segunda mitad del siglo XX se detectó una disminución del espesor
de la capa, sobre todo en la Antártida, denominada agujero de la
capa de ozono.
La estricta prohibición del uso de los clorofluorocarbonos (CFC),
principales responsables de la destrucción del ozono , esta
permitiendo la lenta, aunque esperanzadora recuperación de la
capa de ozono.
9. El efecto invernadero.
Algunos gases atmosféricos actúan de modo similar al vidrio
de un invernadero: dejan pasar las radiaciones solares pero
no dejan salir el calor que este desprende. Son
principalmente el dióxido de carbono (CO2) y el vapor de
agua, aunque también el metano y los óxidos de
nitrógeno, y se denominan gases de (efecto) invernadero.
Este efecto es muy beneficioso ya que mantiene en nuestro
planeta una temperatura compatible con la vida.
10. El cambio climático.
La consecuencia de este aumento de los gases de invernadero es el
denominado cambio climático*.Sus efectos ya son visibles y si no se
toman medidas frásticas se agravarán a lo largo de este siglo con:
Subida de la temperatura media de la Tierra.
Subida del nivel del mar (como consecuencia del deshielo de los polos)
Períodos de sequía más largos e intensos ,seguidos de lluvias torrenciales.
Extensión de las enfermedades tropicales (a zonas que en la actualidad
disfrutan de un clima templado)
Incremento de la pérdida de biodiversidad biológica, con una aceleración
en la extinción de especies.
* Cambio climático: cambio en el clima, atribuible directamente o
indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la
atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad climática natural
observada durante períodos de tiempo comparables.