1. Historia
de
España
Ana
Galván
Romarate-‐Zabala
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LA II REPÚBLICA ANTE LOS PRINCIPALES PROBLEMAS DE ESPAÑA: LAS REFORMAS
POLÍTICAS, SOCIALES Y ECONÓMICAS
1. INTRODUCCIÓN
En un clima de crisis y de cada vez mayor oposición a la monarquía, el 12 de
abril de 1931 el gobierno en el poder -dirigido por el Almirante Aznar que
sustituía al general Berenguer- tras la etapa de la dictadura de Primo de Rivera,
convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. En número de
concejales las elecciones las ganaron los partidos monárquicos, pero en las
ciudades, la victoria fue para los republicanos. En realidad, estas elecciones,
que eran simplemente municipales, fueron interpretadas por los partidos de
izquierda como una especie de plebiscito entre monarquía y república. El
Almirante Aznar ante esta situación exclamó: España se acostó monárquica y
amaneció republicana. El pueblo de Eibar (Guipúzcoa) fue el primero en
proclamar el día 14 de abril la II República (a las 6 de la mañana). El rey
Alfonso XIII, haciendo en cierto sentido dejación de sus funciones, y bajo el argumento de que así
deseaba evitar una guerra civil, abandonó España dirigiéndose al exilio en Francia.
La II República fue recibida en un ambiente de euforia y de esperanza. Esta etapa se extiende desde el
año 1931 hasta el año 1936. Pero acabó en un fracaso: el choque de las dos Españas desembocaría en
una terrible guerra civil (1936-39).
2. LAS REFORMAS POLÍTICAS DE LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA
El nuevo régimen político nacía con una clara voluntad
reformadora, con el sueño de cambiar muchas cosas a la vez y en
pocos años.
El objetivo último era transformar el Estado en un sentido moderno,
laico y democrático. Pero este afán reformista chocaría con la
oposición de una parte del ejército; de la oligarquía económica, que
veía peligrar así sus intereses; de la Iglesia, por el carácter
anticlerical de muchas medidas; y de los movimientos obreros
anarquistas (FAI, CNT) que consideraron estas medidas
insuficientes y burguesas. El panorama político era
extraordinariamente complejo con una gran diversidad de ideologías y partidos políticos que van a dar
una gran inestabilidad gubernamental a este periodo histórico, restándolo eficacia: había republicanos de
derecha; republicanos de izquierda; organizaciones obreras; regionalistas; partidos monárquicos; partidos
carlistas; partidos de derechas contrarios a la República como la Ceda; grupos de extrema derecha como
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la Falange de José Antonio Primo de Rivera, etc.
Podemos dividir la II República en varias etapas:
a) Una vez proclamada la II República, se creó un Gobierno Provisional que convocó elecciones a
Cortes el 28 de junio de 1931, en las que pudieron votar los hombres mayores de 23 años (sufragio
universal masculino). Estas elecciones fueron ganadas por los republicanos-socialistas que formaron un
gobierno presidido por Manuel Azaña, siendo el Presidente de la República Niceto Alcalá Zamora. Se
inició así el llamado Bienio Republicano-socialista (1931-1933), una etapa en la que los partidos de
izquierda llevaron a cabo toda una serie de reformas cuyo propósito era afrontar los graves problemas de
España. El marco legal de estas reformas fue la importantísima Constitución de 1931, que podemos
definir como “de izquierdas”. En ella se recogían aspectos esenciales de este sistema político: Cortes
unicamerales o Congreso de los Diputados; sufragio universal masculino y femenino para mayores de 23
años; el presidente de la República era elegido por las Cortes por un periodo de seis años y podía nombrar
o destituir al jefe de gobierno, promulgar las leyes y disolver las Cortes, aunque su actuación estaba
subordinada al poder legislativo; se reconocieron las libertades individuales y los derechos sociales y
políticos tanto para hombres como para mujeres. Se estableció la libertad religiosa, la libertad de
expresión, asociación, reunión; se permitió el matrimonio civil y el divorcio… La estructura del Estado era
unitaria, pero se reconocía el derecho de autonomía a los municipios y regiones. Los nacionalistas
reclamaron una nueva organización territorial que recogiese las aspiraciones de autogobierno pendientes
desde el siglo XIX. Hubo, así, proyectos autonomistas en el País Vasco, Galicia, Valencia, Baleares,
Andalucía… que se vieron frenadas por el advenimiento de la guerra civil.
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Clara Campoamor, representante de la “tercera España”, fue la diputada que luchó por el voto femenino en nuestro país
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b) La segunda etapa de la II República fue el Bienio derechista o conservador (1933-36), dominado por
una coalición de partidos de derecha. En las elecciones de noviembre-diciembre de 1933 ganó la CEDA
(Confederación Española de Derechas Autónomas) liderada por Gil Robles y el centrista Partido Radical.
Revisaron toda la obra reformista del bienio republicano-socialista y en gran parte intentaron detener las
reformas de la etapa anterior.
En esta etapa hubo momentos críticos como la revolución de octubre de 1934 en Asturias, llevada a
cabo por parte de comunistas, anarquistas y socialistas. La gravedad de los enfrentamientos y la
brutalidad de la represión fueron un antecedente de la guerra civil. Fue duramente reprimida.
c) Finalmente, la última etapa de la II República coincide con el triunfo electoral de febrero de 1936 de una
nueva coalición de izquierdas llamada el Frente Popular (PSOE, PCE, UGT…). Fue una etapa de gran
inestabilidad en la que se produjo un levantamiento militar –con la participación del general Franco en julio
de 1936- con el resultado de una tremenda guerra civil (1936-1939).
3. LAS REFORMAS ECONÓMICAS DE LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA
Durante la II República la economía no vivió su mejor momento: se produjo una gran crisis económica a
nivel mundial, que surgió en gran parte con el crack de Nueva York de 1929 y que afectaría a España,
desestabilizando la economía y la sociedad, lo que incrementó los problemas del nuevo régimen. El
desempleo va a ser en esta etapa uno de los problemas más graves, como la situación agraria que se
pretende solucionar mediante reformas. La España de los años treinta fue, más que nunca, la de un gran
“hambre” de tierra y trabajo.
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Reforma agraria
Durante el bienio republicano-socialista se intentó realizar una profunda reforma agraria. En 1932 se
aprobó en el parlamento la Ley de Reforma Agraria, con la oposición de los partidos de derechas.
Los objetivos de esta reforma fueron tres:
a) Objetivo social: entregar tierras a los campesinos a fin de obtener su apoyo para afianzar el recién
nacido régimen republicano y al mismo tiempo evitar conflictos y revueltas sociales en las zonas rurales.
Terminar con los latifundios.
b) Objetivo político: eliminar el poder económico de los grandes terratenientes en su inmensa mayoría
monárquicos.
c) Objetivo económico: incrementar la producción total del sector agrario y elevar el nivel de renta del
campesinado que aumentaría sus niveles de consumo y estimularía así el desarrollo de las actividades
industriales y comerciales españolas.
La Ley de la reforma agraria establecía la expropiación, sin indemnización de las tierras de los Grandes
de España, y con indemnización, de las grandes fincas no cultivadas directamente por los propietarios, las
tierras deficientemente cultivadas y las no regadas en zonas de regadíos. Pero la división de opiniones
sobre este tema por parte de los partidos, la oposición de los propietarios afectados, la complejidad de la
ley, la falta de presupuesto para pagar las indemnizaciones, las carencias técnicas y organizativas se
tradujeron en la ineficaz aplicación de la reforma, lo que provocó el descontento del campesinado.
Además, en la etapa del bienio derechista (1934-1936), se paralizó esta reforma agraria y se devolvió a los
Grandes de España las propiedades que les confiscara el gobierno republicano-socialista.
4. LAS REFORMAS SOCIALES DE LA II REPÚBLICA
Reforma educativa
Durante el bienio republicano-socialista se intentó reformar profundamente el sistema educativo español.
Más del 33% de la población española por aquel entonces era analfabeta. Así, se incrementó en un 50%
el dinero destinado a gastos educativos, construyéndose 13.500 escuelas para luchar contra el
analfabetismo. Se centraron mucho en las escuelas primarias, impulsándose proyectos pedagógicos
innovadores. Surgieron Misiones Pedagógicas para llevar la instrucción y cultura a los pueblos. Se
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mejoró la enseñanza secundaria y se potenció la investigación universitaria. Hay que recordar que en la
Constitución de 1931 se declaró la escuela primaria obligatoria, gratuita y mixta. Pero, una vez más, la
falta de fondos hizo difícil llevar a buen término una reforma educativa en condiciones.
Reforma religiosa (anticlerical)
Durante el bienio republicano-socialista (1931-33), el gobierno pretendió eliminar el poder y la influencia
social de la Iglesia, lo cual enfureció a los católicos. Según la Constitución de 1931: el Estado se declaró
no confesional, estableciéndose la separación Iglesia-Estado, instaurándose un régimen laico. Se prohibió
además a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza. Sólo se permitía el culto privado, por lo tanto para
llevar a cabo ceremonias religiosas públicas se exigía autorización gubernamental. Se suprimió la
obligatoriedad de la enseñanza religiosa en los colegios, la eliminación de los crucifijos en las escuelas e
incluso obligaron a la orden de la Compañía de Jesús (jesuitas) a disolverse y se confiscaron todos sus
bienes. La cuestión religiosa se convirtió así en un grave problema que acentuó el enfrentamiento entre los
españoles. El anticlericalismo está en la base de todas estas medidas.
Reforma militar
La necesaria transformación de las fuerzas armadas fue impulsada durante el bienio republicano-socialista
por Manuel Azaña. Fue una tarea muy espinosa. El objetivo era doble: someter al ejército al poder civil
gubernamental y en segundo lugar reducir el número de oficiales (de 21.000 a 8.000) para ajustarlo a las
necesidades reales y a la capacidad presupuestaria del país. Hay que recordar que el ejército era
sospechoso de devoción a la monarquía. Pretendían así asegurar la lealtad del ejército a la República y
racionalizar su estructura organizativa para hacerla más eficaz. Se acusó a Azaña de querer “triturar al
ejército” y muchos verán en este político el origen de sus males y desprestigio. Así, los militares fueron
arrinconados social e ideológicamente.
5. CONCLUSIÓN
La II República española se instauró en 1931 y se prolongó hasta el año 1936. Durante esta etapa se
emprendió toda una serie de reformas necesarias para democratizar y modernizar España, a pesar de la
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desfavorable coyuntura internacional, dominada por la crisis económica y la ascensión de regímenes
políticos totalitarios: comunismo, fascismos y desde 1933 el nazismo alemán. En conclusión, diríamos en
palabras de F. García de Cortázar que la Dictadura de Primo de Rivera había gobernado sin reformar
mientras que los republicanos quisieron reformar e innovar pero gobernaron dificultosamente.
CRÉDITOS
FOTOGRÁFICOS
http://webs.ono.com/pedabagon/pedro/
http://www.slideshare.net/frayjulian/repaso-‐selectividad
www.mundohistoria.org