1. Apenas le llegaba a la rodilla,
constituyendo esta prenda su único
vestido.
Cierto día que salió a cazar ratones
silvestres como de costumbre, tropezó
Seetelané
de pronto con un huevo de avestruz.
Lo llevó rápidamente a su hogar y
reanudó seguidamente la caza.
Cuando regresó, fatigado por la dura
jornada y hambriento, ya que sólo
había conseguido cazar dos miserables
ratones, se encontró la mesa puesta y
sobre ella un apetitoso voala de harina
de mijo y carne de cordero lechal.
Asombrado, exclamó:
- ¿Me habré casado, sin saberlo?... Esta
comida es obra de una mujer, sin duda
alguna... ¿Eh, dónde está la mujer que
ha hecho esto?
En aquel momento se abrió el huevo de
avestruz que recogiera y salió de él
una doncella hermosísima.
Autor: Ed. Molino
Origen: Barcelona
2. -Me llamo Seetetelané - dijo con dulce
voz -. Permaneceré a tu lado hasta
que, en un momento de
embriaguez, me llames hija de huevo
de avestruz. Si lo
Seetelané
hicieras, desapareceré y no volverás
jamás a verme.
El cazador de ratones salvajes
prometió solemnemente no
embriagarse en su vida y durante
varios días gozó de una existencia
paradisíaca en compañía de su bella
esposa, que le narraba cuentos
maravillosos y le confeccionaba
platos exquisitos.
Un día, viendo que se aburría, le dijo: -
¿Te gustaría convertirte en jefe de tribu
y tener esclavos, animales y
servidores?
- ¿Serías tú capaz de
proporcionármelos? - preguntó él
incrédulo.
Seetetelané sonrió. 6
3. -Acto seguido dio una patada en el
suelo y la tierra se abrió, surgiendo de
ella una caravana de esclavos con
camellos, caballos, mulos, bueyes, car
neros y cabras, así como gran número
Seetelané
de hombres y mujeres que
inmediatamente empezaron a
aclamar al cazador de
ratones, gritando con todas sus
fuerzas:
Autor: Bruce Devoer
- ¡Viva nuestro jefe! ¡Viva nuestro jefe!
El hombre se pellizcaba las mejillas
para convencerse de que no soñaba.
Seetetelané, sonriendo, le hizo mirarse
en las aguas de un riachuelo y se dio
cuenta de que estaba joven y
apuesto, y que su tseha de pieles, de
ratones se había transformado en
riquísimos vestidos de pieles de
chacal, de pelo largo y de mucho
abrigo.
de beber. 7
4. Cuando volvieron a la choza, ésta se
había convertido en una casa de
piedra y madera con cuatro recintos y
su habitación estaba llena de pieles
de pantera, cebra, chacal y león.
Estuvo a punto de desmayarse al ver
tanta riqueza.
Seetelané
Durante dos semanas se condujo
como un verdadero jefe, haciendo
equitativa justicia entre los suyos y
dando ejemplo de
sabiduría, enseñándoles a trabajar la
tierra y a cazar o a erigir cabañas de
troncos y hojas.
Pero una noche celebraron una fiesta
para conmemorar el nacimiento de un
niño, y el antiguo cazador de ratones
no supo resistir a la tentación
- ¡Viva nuestro jefe! ¡Viva nuestro jefe!
El hombre se pellizcaba las mejillas
para convencerse de que no soñaba.
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5. Seetetelané, sonriendo, le hizo mirarse
en las aguas de un riachuelo y se dio
cuenta de que estaba joven y
apuesto, y que su tseha de pieles, de
ratones se había transformado en
riquísimos vestidos de pieles de
chacal, de pelo largo y de mucho
Seetelané
abrigo.
Cuando volvieron a la choza, ésta se
había convertido en una casa de
piedra y madera con cuatro recintos y
su habitación estaba llena de pieles
de pantera, cebra, chacal y león.
Estuvo a punto de desmayarse al ver
tanta riqueza.
Durante dos semanas se condujo
como un verdadero jefe, haciendo
equitativa justicia entre los suyos y
dando ejemplo de
sabiduría, enseñándoles a trabajar la
tierra y a cazar o a erigir cabañas de
troncos y hojas.
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6. Pero una noche celebraron una fiesta
para conmemorar el nacimiento de un
niño, y el antiguo cazador de ratones
no supo resistir a la tentación de
beber.
Cuando hubo trasegado a su vientre
Seetelané
cuatro vasos de maíz fermentado se le
enturbiaron los ojos, se le soltó la
lengua y empezó a insultar a los
padres de familia que asistían a la
reunión.
Seetetelané, disgustada, quiso hacerle
entrar en razón, pero él, furioso por la
intervención de su esposa, le dio un
empujón terrible y exclamó con voz
pastosa de borracho:
- ¡Quítate de mi presencia, miserable
hija de un huevo de avestruz!
1
7. Seetetelané lo miró dolorosamente y
no dijo nada.
Aquella noche, el borracho sintió frío.
Levantóse para buscar una piel de
chacal y no encontró ninguna. Salió a
la puerta para llamar a un esclavo y
se dio cuenta de que se hallaba en su
Seetelané
antigua cabaña y de que estaba
completamente solo, vestido con su
tseha de pieles de ratones salvajes.
El bienestar que había gozado
durante aquellas semanas lo había
vuelto más sensible a los rigores de la
temperatura, haciéndole infinitamente
perezoso.
El resultado fue que a los pocos días
murió de hambre y de frío, más solo
que un leproso, reprochándose hasta
su último momento su falta de
voluntad para resistir a la tentación de
la embriaguez que había causado su
desgracia.
"Cuentos Populares Africanos." Hadaluna. Bruce
1
Deboer, 2000. Web.
8. Reflexión
El cuento es muy interesante porque
habla sobre estos tres valores que
son importantes saber, la
responsabilidad, el respeto y el amor.
La reflexión de este cuento es que
debes de ser obediente, hay que
escuchar a tus papas porque ellos
solo quieren lo mejor para ti y
también representan
autoridad, gracias a ellos tomas las
decisiones correctas, hay que pensar
en todos y el daño que tus acciones
pueden causar a los demás.
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