2. El estiloautoritario Si se porta mal, usted péguele», : «la letra con sangre entra», Las normas de disciplina no necesitan otra justificación que el pasado, la religión o la autoridad paterna (del padre como cabeza de familia). Por eso las normas no necesitan ser razonadas a los hijos ni a los alumnos, simplemente se «dictan», se «imponen» sin más. Tampoco pueden ser discutidas, ni siquiera tiene sentido pedir aclaraciones: «obedece y punto», «haz lo que te digo y calla», «cuando seas mayor lo entenderás»,
6. Amenaza de abandono: «estoy harta, un día de estos me voy y os dejo plantados», «te voy a llevar a un internado»,
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8. ESTILO NEGLIGENTE Negligencia por falsas creencias Padres que quieren a sus hijos, que incluso los quieren incondicionalmente y les prestan todo tipo de consuelo y ayuda, pero padres pertenecientes a unas generaciones en las que errores de los profesionales de la psicología y de la educación, influencias del sistema de valores de la sociedad de consumo y otros factores que analizábamos en el apartado referido a los cambios de la familia, les han llevado a tener una reacción pendular que ha ido desde el autoritarismo hasta la negligencia educativa.
9. «La infancia es un período para gozar, no para hacer esfuerzos». «Los niños no deben sufrir nunca y, a ser posible, por nada». «Ya tuvimos nosotros demasiada disciplina y autoridad» «El castigo es malo, es mejor premiarles». «Ya aprenderán de mayores; la vida les obligará» «debe tener las mismas cosas que tienen los demás, no puede quedarse atrás ni parecer menos»
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11. A la influencia de las instrucciones educativas
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14. las normas se razonan cuando se exigen. La autoridad las explica de la forma más didáctica posible.
15. Las razones que se dan intentan poner de manifiesto el interés de la norma para el que tiene que obedecerla, no sólo ni principalmente para el que la impone (en esto se diferencia del chantaje emocional; que se caracteriza porque las razones se dan en función de quién pone la norma).
16. La autoridad está dispuesta a cambiar, la norma, si hay buenas razones para ello, o a cambiar su aplicación en una situación concreta.
17. Quien obedece tiene derecho a discutir la norma y las razones en que se: basa. Debe ser, escuchado y puede hacer cambiar de opinión a quien tiene autoridad.
18. Autoridad y persona que obedece pueden y deben apelar a la coherencia, de forma que las normas tengan cierto grado de estabilidad. Esto permite que sean conocidas y predecibles, de manera que no estén en continua discusión.
19. La autoridad y quien obedece reconocen que finalmente, en el caso de la relación entre padres-hijos menores, educador/alumno, hay una asimetría que debe ser respetada. La norma no es el resultado de una pura negociación, sino que los padres tienen la responsabilidad de proteger a los hijos y satisfacer sus necesidades. Si después de todo el proceso de disciplina inductiva no hay, consenso, los padres deben asumir la responsabilidad de exigir el cumplimiento de la norma que ellos consideran justa. La disciplina inductiva reconoce que finalmente la relación padres-hijos es necesariamente asimétrica y que los padres no deben perder el control, si desean cumplir su función protectora y educadora. En esto se distingue de las formas educativas que renuncian a :las exigencias y a la disciplina.El proceso de socialización en las normas debe hacer cada vez más autónomos a los niños, que van asimilando las razones de las normas y autocontrolando su conducta. A lo largo del proceso, los niños deben participar cada vez más en la elaboración de las normas y las razones que las justifican ' o las hacen criticables, e, incluso, en el cambio de las mismas.
20. Ideas importantes en la relación padres-hijos 1. Padres e hijos no son iguales. Los padres tienen responsabilidad sobre amplias áreas de la vida de un hijo. 2. Los padres tienen dos funciones fundamentales con respecto a los hijos: * Función Educativa. * Función Afectiva. Ambas funciones no son incompatibles. Las dos son necesarias para el desarrollo adecuado de los hijos y para el funcionamiento adecuado de las relaciones padres-hijos. 3. Los padres que castigan no son "malos padres". El castigo no es adecuado cuando: a) No sirve para cambiar el comportamiento de un/a niño/a. b) Acarrea consecuencias no deseadas para el niño/a (daño físico). 4. Un niño sólo puede desarrollar su sentido de la responsabilidad cuando se le considera responsable de sus actos. Cualquier sistema efectivo para inculcar responsabilidad debe ser coherente. 5. La responsabilidad puede y debe ser enseñada por los padres. El niño/a debe aprender a ser responsable de sus propios actos. Este aprendizaje se produce cuando el niño/a se enfrenta a unas normas claras y a sus consecuencias. 6. La autoridad corresponde a los padres. Pero ésta no tiene por qué ejercerse de manera abusiva, mezquina, dura o dañina para el niño/a. 7. La mayor parte de las dificultades entre padres e hijos surgen de la lucha por el poder y el control. Los padres deben saber cómo ganar esa batalla cuando sea necesario, de forma que puedan pasar ese control a sus hijos cuando sea más aconsejable (Esto significa "flexibilidad").