1. REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD YACAMBU
VICE-RECTORADO ACADEMICO
FACULTA DE HUMANIDADES
CABUDARE, ESTADO LARA
Sistema Cardiorrespiratorio:
Alex José Valera Villegas
C.I: 16.014.942
MARZO, 2018
2. Cada una de las miles y miles de
células que componen nuestro
cuerpo ha de alimentarse y
respirar para así poder no solo
vivir sino realizar cada una de las
funciones que le corresponden.
Esto solo es posible gracias al
aparato cardio-respiratorio. El
respiratorio se encarga de hacer
llegar el oxígeno a la sangre a
través de los pulmones, a la vez
que elimina el dióxido de carbono;
y el cardiaco distribuye los
alimentos y el oxígeno a todas y
cada una de nuestras células,
tomando de ellas los productos de
desecho y llevándolos a los
órganos encargados de
eliminarlos.
3. Los vasos sanguíneos constituyen
la vía de distribución mientras el
corazón aporta la energía
necesaria para que la sangre
pueda circular por todo el cuerpo.
Así mismo el sistema circulatorio
se encarga de hacer llegar a las
células hormonas y otras
sustancias que intervienen en la
regulación de sus funciones.
También la circulación hace que la
temperatura corporal sea casi
homogénea, aunque la producción
de calor sea mayor en unos sitios
que en otros
4. Anatomía general del sistema circulatorio
En el aparato circulatorio humano
intervienen los siguientes elementos:
Sangre: Líquido circulatorio compuesto
un 55% por plasma y un 45 por células
sanguíneas, de las cuales un 43% son
eritrocitos o glóbulos rojos (encargados
de transportar O2 y CO2) y un 2% son
leucocitos o glóbulos blancos (elementos
del sistema inmunitario). Se encuentra
siempre en movimiento y siempre viaja
por vasos sanguíneos. Si la sangre escapa
de un vaso sanguíneo se coagula para
evitar la pérdida de presión del sistema.
5. Vasos sanguíneos: La sangre
circula por dentro de los vasos
sanguíneos, que son tubos de
sección circular. Hay tres tipos:
arterias, venas y capilares. Las
arterias salen del corazón y debido
al latido tienen alta presión
sanguínea. Las venas son vasos
que regresan al corazón. Los
capilares son vasos con paredes
muy delgadas, por donde se
realiza el intercambio de
sustancias con el líquido tisular, es
decir, aporta nutrientes y oxígeno
a los tejidos y recoge dióxido de
carbono y sustancias de desecho
de los tejidos
6. Corazón: El corazón es el motor de todo el sistema circulatorio.
Aunque este órgano es el mayor responsable de la circulación
sanguínea, también ayuda la contracción de las arterias y las
válvulas de las venas.
8. Nuestro organismo tiene
unos requerimientos
prioritarios, y uno de ellos es
abastecer a todas las células
de oxígeno. Por ello, la
sangre tiene que pasar
siempre por los pulmones en
cada recorrido (circulación
menor). Una vez bien
oxigenada, la sangre recorre
el resto del cuerpo
(circulación mayor). Al llegar
a diferentes órganos, la
sangre:
Filtra los desechos
cuando pasa por el
riñón. Recoge los
nutrientes absorbidos
por el intestino cuando
pasa por este órgano.
Recoge diversas
hormonas cuando
pasa por glándulas
endocrinas. Cede
nutrientes y oxígeno y
recoge sustancias de
desecho y dióxido de
carbono en todos los
órganos y tejidos.
10. El corazón está rodeado de una
membrana que permite su fijación
con posible movimiento: el
pericardio. Posee cuatro cavidades
llamadas cámaras cardíacas. Las
superiores se denominan aurículas
y se encargan de recibir la sangre
de las venas. Las inferiores se
denominan ventrículos y su
función es impulsar la sangre por
las arterias. Entre ambas aurículas
y ambos ventrículos existe un
tabique de modo que ambos lados
del corazón nunca se comunican.
11. Entre las aurículas y los ventrículos y
entre los ventrículos y las arterias
existen válvulas, que impiden el
retroceso de la sangre para que se
produzca su circulación.
Válvula auricular derecha: tricúspide
Válvula auricular izquierda: bicúspide o
mitral
Válvula semilunar pulmonar Válvula
semilunar aórtica Además, el corazón
tiene su propio riego sanguíneo
mediante las arterias coronarias.
12. Movimientos del corazón La
sangre llega al corazón por
una serie de venas. En la
aurícula derecha
desembocan las venas cavas
y en la izquierda las venas
pulmonares. La sangre va
llenando las aurículas
impulsada por las propias
venas. Cuando se llenan,
ambas aurículas se contraen
a la vez (sístole auricular)
pasando la sangre cada una a
su ventrículo a través de las
respectivas válvulas.
13. A continuación se contraen
los ventrículos (sístole
ventricular). La sangre no
puede volver a la aurícula,
porque se lo impiden las
válvulas y no le queda más
remedio que salir por las
arterias. Del ventrículo
derecho sale la arteria
pulmonar y del izquierdo la
arteria aorta. A continuación
todo el corazón se relaja
(diástole general) y vuelve a
iniciarse el ciclo
14. Presión sanguínea En general, un fluido circula
desde una zona de alta presión a otra de presión
más baja. En el caso del sistema circulatorio, la
presión ha de ser lo suficientemente alta para que la
sangre llegue a todo el cuerpo, venciendo la
gravedad y la fricción en los capilares. Esta presión
la produce el corazón al bombear la sangre y se
regula por medio de la concentración de sales y de
la musculatura de los vasos sanguíneos. La presión
generada en la sístole se llama presión sistólica o
máxima. La presión que se genera tras la diástole se
llama presión diastólica o mínima. La diferencia
entre ambas es la tensión diferencial. Los valores
normales de ambas presiones son de 120/80.
15. Adaptación del sistema cardiovascular al ejercicio
físico Todo el sistema cardiovascular se adapta al
ejercicio que se realice. En individuos sedentarios se
vuelve más frágil y es más propenso a sufrir
enfermedades. Las principales adaptaciones son:
Mayor riego sanguíneo en órganos más activos. En
tejidos u órganos con más demanda energética se
desarrolla más el sistema de vasos sanguíneos:
Mayor luz de venas y arterias.
Mayor cantidad y densidad de capilares sanguíneos.
16. Disminución del ritmo cardiaco. En personas
entrenadas, el ritmo cardiaco es menor que las
no entrenadas, tanto en reposo como durante el
ejercicio.
Disminución de la tensión arterial. En personas
entrenadas, la tensión arterial es más baja en
reposo y aumenta más lentamente durante el
ejercicio que en personas sedentarias.
17. Vasos más robustos. Las venas y
arterias son más robustas en
sujetos activos físicamente. Se
refuerzan capas musculares y
conjuntivas.
Corazón más grande, con mayor
volumen y más potente. La
capacidad de las cavidades
cardiacas aumenta. La masa de
músculo cardiaco y el volumen
sistólico se incrementan, es decir,
se bombea más cantidad de sangre
en cada sístole.
18. SISTEMA RESPIRATORIO
Nuestras células oxidan la
materia orgánica para obtener
energía. Este proceso es la
respiración celular y se realiza en
las mitocondrias. Este sistema
consta de un epitelio, que tiene
una gran superficie, donde se
realiza el intercambio gaseoso:
se difunde el oxígeno del exterior
al interior del organismo y el
dióxido de carbono del interior al
exterior del organismo. El órgano
encargado del intercambio de
gases es el pulmón.
19. Para que el aire pueda aportarnos oxígeno hace falta
que se renueve. Sin embargo, dicha renovación nunca es
completa, debido a que los alveolos pulmonares son
sacos cerrados y por tanto, tienen un volumen limitado.
Al proceso de entrada de aire en nuestro sistema
respiratorio se conoce como inspiración; al proceso
inverso (salida de aire), como espiración. La intensidad y
el ritmo respiratorio van a depender de la demanda de
oxígeno de nuestro organismo.
20. Además, el sistema respiratorio tiene ciertos sistemas
que aseguran que el aire llega de forma adecuada a los
alveolos pulmonares. En primer lugar, en todo el
recorrido, pero sobre todo en la cavidad nasal, el aire se
calienta y humedece si la temperatura externa es fría. En
segundo lugar, dicho aire se limpia de impurezas. En la
cavidad nasal muchas partículas sólidas quedan
adheridas, otras serán atrapadas en diferentes partes del
árbol bronquial. En cualquier caso, existen mecanismos
para evacuar estas impurezas.
22. Laringe: Está formada por varios cartílagos articulados,
revestidos de mucosa y movidos por músculos.
Internamente se encuentra la glotis, limitada lateralmente
por unas cintillas membranosas, las cuerdas vocales. Los
músculos de la laringe movilizan los cartílagos en el acto de
la deglución, cerrando la abertura laríngea para evitar que
el bolo alimenticio penetre en las vías respiratorias
23. Bronquios y bronquiolos: Los bronquios son la
continuación de la parte conductora del aire que van
desde la tráquea hasta los alveolos. Por ello, la tráquea
se ramifica inicialmente en dos bronquios principales,
dirigidos a los pulmones. A continuación aparecen los
bronquios lobares primarios (3 en el pulmón derecho y 2
en el izquierdo). A continuación vienen los bronquiolos:
bronquios secundarios y terciarios, y finalmente, los
bronquios respiratorios, que acaban en los alveolos.
24. Alveolos:Son los sacos terminales del árbol bronquial,
en los que tiene lugar el intercambio gaseoso entre el
aire inspirado y la sangre. Hay unos 500 millones de
alveolos que aportan una superficie de unos 140 metros
cuadrados entre ambos pulmones. Los alveolos son
sacos recubiertos en su pared interna por líquido y un
surfactante con propiedades tensoactivas (reduce la
tensión superficial, favorece la difusión de gases y evita
el colapso de los alveolos). Llevan asociados capilares
sanguíneos en íntima relación.
25. Pulmones: El conjunto de bronquio, bronquiolos,
alveolos, venas, arterias, capilares sanguíneos y tejido
conjuntivo que los une se denomina pulmón.
Poseemos dos pulmones de diferente tamaño que
rodean en su parte inferior e interna al corazón,
situados dentro de la caja torácica, protegidos por las
costillas. Están cubiertos por una doble membrana
lubricada (serosa) llamada pleura. Entre ambas capas
existe una pequeña cantidad (unos 15 cc) de líquido
lubricante denominado líquido pleural.
26. El sistema respiratorio carece de musculatura propia para
su movimiento. Para captar aire, utilizamos los músculos
intercostales y el diafragma. Además, este sistema es
involuntario (no estamos pensando en inspirar y espirar
todo el rato) con cierto control voluntario (si queremos
aguantar la respiración en un momento determinado,
tenemos la capacidad de hacerlo). En la inspiración, el
diafragma desciende y las costillas se levantan,
aumentando así la cavidad torácica. En la espiración, el
diafragma y las costillas regresan a su posición relajada y
la caja torácica disminuye su volumen. Además, se puede
expulsar más aire durante la espiración, mediante los
músculos abdominales, que se contraen, empujan las
vísceras hacia arriba y hace que los pulmones se
contraigan.
27. Transporte gaseoso Cuando el aire penetra en los
pulmones y llega a los alvéolos pulmonares, el
oxígeno atraviesa sus delgadas paredes y pasa a los
capilares sanguíneos, que los rodean como una fina
red.
28. La hemoglobina, una proteína de los
glóbulos rojos de la sangre, recoge el
oxigeno del aire inspirado y lo transporta
al corazón, desde donde se distribuye, a
través de las arterias, a todas las células
del organismo. Los glóbulos rojos recogen
el dióxido de carbono de las células y lo
transportan por las venas hasta el
corazón, que lo impulsa ha El cambio de
oxígeno por dióxido de carbono se realiza
porque, como todos los gases, ambos se
trasladan desde las zonas de mayor
presión a las zonas donde la presión es
menor (proceso conocido como difusión,
como ya vimos en la unidad 1).
29. Entre los alvéolos y los capilares sanguíneos también se
produce esta diferencia de presión: al inspirar, la cantidad
de oxigeno en los alvéolos es muy superior a la que existe
en los capilares, por lo que pasa hacia estos. Con el
dióxido de carbono sucede lo mismo: existe una mayor
cantidad en los capilares venosos que rodean los alvéolos,
por lo que este gas pasa a los alvéolos pulmonares y se
elimina a través de la espiración hacia los capilares
sanguíneos de los alvéolos para su expulsión al exterior.
30. ASPECTOS CARDIOLÓGICOS BÁSICOS Redistribución
del flujo sanguíneo durante el ejercicio. Al realizar
ejercicio se producen una serie de cambios en el
corazón, en los pulmones, en las arterias y venas, así
como en el riego de los diferentes sistemas y aparatos
de nuestro organismo. Los cambios serán diferentes
dependiendo de su implicación en el ejercicio que se
realice.
31. En los músculos activos las arterias aumentan su
diámetro (vasodilatación), con lo que el flujo de sangre
aumenta ( del 15-20% en reposo al 80-90% en esfuerzo
intenso), de la misma forma aumenta el diámetro de las
venas, facilitando el retorno venoso, transportando
hacia el corazón y los pulmones sangre rica en CO2 y
pobre en oxigeno. Teniendo en cuenta la redistribución
de sangre en el organismo durante el ejercicio físico, no
se deberá realizar ejercicio tras las comidas, ya que
durante la digestión el flujo sanguíneo es mayor en el
aparato digestivo, y al realizar ejercicio los músculos
demandarán más riego “robándolo” del proceso de
digestión con las consiguientes complicaciones, como el
llamado “corte de digestión”.
32. Si el ejercicio es muy intenso o muy duradero se
producen adaptaciones como consecuencia del
calor generado durante el trabajo muscular.
Para perder calor se produce una vasodilatación
de los capilares de la piel, ya que cuanta más
sangre circule a este nivel más bajará la
temperatura del organismo. Por todo ello no se
utilizarán plásticos ni ropa excesiva con el fin de
adelgazar ( sobre todo si la temperatura
exterior es elevada), ya que disminuye la
evaporación de sudor y habrá dificultades para
enfriar el organismo, pudiendo llegar al “golpe
de calor”.