El documento discute la evolución de la historia imperial como disciplina académica. Explica que la historia imperial antigua se centraba en la cultura occidental y era impartida principalmente por hombres blancos, mientras que la historia imperial moderna es más interdisciplinaria e inclusiva de diversas perspectivas. También destaca la necesidad de adoptar un enfoque comparativo e interconectado al estudiar diferentes imperios a lo largo del tiempo y el mundo para comprender mejor sus similitudes y diferencias.
2.
La historia imperial parece tener poca
conexión entre sus contenidos y los otros
contenidos que se conocen sobre el
pasado, parecía paralela a las demás.
La historia imperial era impartida por
hombres, investigada por los mismos e
incluso se centraban en los que eran blancos.
3.
La historia imperial actual es mucho más
interdisciplinaria que la antigua, en cuanto a
contenidos y metodologías.
Al existir muchos tipos de escritos acerca del
imperio, la historia imperial se ha vuelto más
polémica y mucho más política, pero no
garantiza que estos sean comprensibles del
todo.
4.
La historia imperial, es el estudio el imperio
en el tiempo, y comprende más que la cultura
occidental, más de 500 años atrás o el
pasado; su atractivo y reto se encuentra en
que, mientras más se entiende correctamente
se está más cerca de ella.
5.
La historia imperial reconoce que los distintos
tipos de imperio y monarquía, han sido las
formas de poder más presentes en el tiempo
pasado y presente global.
Además cuenta con conexidad, entre los
distintos territorios y pueblos a través del
tiempo, y reconoce la diversidad de los
sistemas de poder y los individuos
implicados.
6.
Debido a su competencia masiva y a su
carácter discutible esencial, la historia
imperial es desafiante.
Para que el historiador proteja su visión
erudita debe cultivar una conciencia de las
distintas formas de Imperio a lo largo del
tiempo en las distintas partes del mundo.
7.
El conocimiento real y falso de los distintos
tipos de imperio puede ayudar a dar
autenticidad y confianza entre los mismos
imperialistas.
La historia imperial tiene que incluir una
perspectiva comparativa: porque los distintos
imperios surgieron, cambiaron y cayeron con
una íntima relación unos de otros.
8.
Los historiadores imperiales necesitan
enseñar la diversidad de opiniones entre los
distintos sistemas imperiales y no sólo
similitudes entre ellos.
Es erróneo hacer afirmaciones dramáticas
sobre las características y consecuencias de
un imperio particular, si no se ha verificado
antes con otros.
9.
Seguir la serie de interconexiones globales es
indispensable para cualquier historia
imperial.
Hay que ser sensibles no sólo a los modos en
que se tiene éxito al ejercer el poder
globalmente, sino también a los modos en
que sus dimensiones domésticas a la fuerza
disminuyeron su poder imperial en distintas
épocas y lugares.
10.
El interés en explorar las historias culturales
del imperio, hacer caso omiso de los factores
económicos es una tendencia sana.
Se necesita practicar la conexidad y examinar
una amplia diversidad de fuerzas y factores y
no concentrarnos sólo en uno.
11.
Una visión ecléctica (intermedia, que no se va
a los extremos) y amplia es indispensable en
este campo.
La historia imperial tiene un significado
universal, examina los innumerables modos
en que las distintas regiones del mundo y los
distintos pueblos se han unido a lo largo del
tiempo, han estado en conflicto y se han
confundido.