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MINISTERIO DE GOBERNACIN, POLICIA Y SEGURIDAD PÚBLICA
Doctrina del Modelo de
Policía Comunitaria
Costarricense.
Alberto Li
27/10/2008
Seguridad Ciudadana / Orden público, Seguridad Ciudadana o Seguridad de los Habitantes / Policía al
servicio del Estado y Policía al servicio de la comunidad/ El sentimiento subjetivo de seguridad /Origen,
desarrollo y consolidación de la Policía Comunitaria Costarricense / /Programas de Capacitación Policial
Comunitario / Programa de Seguridad Comunitaria / Conceptos Doctrinarios sobre la Seguridad de Costa
Rica /
2
Un concepto de seguridad ciudadana.
1. Introducción.
La falta de seguridad ciudadana ha pasado a ser en los últimos tiempos uno de los
temas centrales de preocupación de los ciudadanos y, por lo tanto, una de las
cuestiones a resolver por los responsables políticos de principios de este siglo. De este
modo, Kris Bonner1
dice:
…”El interés de la población que hace referencia a la delincuencia ha aumentado enormemente
en los últimos años. (...). La seguridad es una condición necesaria para el funcionamiento de la
sociedad y uno de los principales criterios para asegurar la calidad de vida”…
La crisis de la seguridad y su correlativa necesidad de reforma (a pesar de su
importancia y de la necesidad de un debate en profundidad) han conducido a que, en
ocasiones, desde los ámbitos de gobierno se formulen planes para actuar sobre los
síntomas y no sobre las causas, de la misma manera que no podemos resolver el
problema de la diversidad con soluciones sencillas, por la propia naturaleza del
problema, hemos de asumir que por mucho que nos suponga problemas, el hecho de la
seguridad, es un problema complejo, que afecta a la sensación de las personas, de
influencia fundamentalmente urbana, que por lo tanto, exige una participación de los
ciudadanos de donde se deriven soluciones, también, complejas.
2. Seguridad ciudadana comunitaria: cuestiones terminológicas.
a) Orden público, seguridad ciudadana o seguridad de los habitantes.-
El concepto de orden público ha ido modificándose a lo largo del tiempo,
originariamente2
, este es el concepto liberal que emana del artículo 9 que regula esta
cuestión en la Declaración de los Derechos del hombre y del Ciudadano de 1789 que
dice:
“Nadie puede ser inquietado por sus opiniones, incluso las religiosas, siempre y cuando su
manifestación no altere el orden público establecido por la ley”.
Este artículo, tiene que ser interpretado sistemáticamente y puesto en relación con el 4
de la misma declaración:
“La libertad consiste en poder hacer todo lo que no sea perjudicial al otro. Así, el ejercicio de los
derechos naturales de cada hombre no tienen otro límite que aquellos que aseguren a los otros
miembros de la sociedad el disfrute de estos mismos derechos; estos límites sólo pueden estar
determinados por la ley”.
1
, Citado por Ricard Brotati Jubert en Diferents autors. Programa Sistema Penal y Derechos Humanos de ILANUD
y Comisión Europea. Delito y Seguridad de los Habitantes. Siglo XXI, México, D.F., 1997.
2
Ricard Brotat i Jubert Diferents autors. Programa Sistema Penal y Derechos Humanos de ILANUD
y Comisión Europea. Delito y Seguridad de los Habitantes. Siglo XXI, México, D.F., 1997.
3
Por lo tanto, si mudamos el concepto de orden público del ámbito estricto de la libertad
ideológica del artículo noveno a uno más genérico del artículo cuarto, Richard Brotati
formula la siguiente definición de orden público:
El orden público se establece como garantía y límite de la libertad y, como ésta,
consiste en que nadie puede hacer nada que sea perjudicial a los demás.
Desde esta perspectiva, no perdemos de vista que, libertad y seguridad son dos caras
de la misma moneda: Sin seguridad no hay libertad (ya que la falta de ésta, afecta el
libre ejercicio de los derechos y libertades del ciudadano) y sin libertad no puede haber
una autentica seguridad. Con el tiempo, este concepto de orden público, evoluciona
hacia el de Seguridad Ciudadana (originado en la doctrina de la nouvelle prevencion),
mucho más amplio, y que incorpora los valores del Estado social y democrático de
Derecho. En Europa no se ha producido un cambio de denominación, sino de contenido
del concepto hoy por hoy, la expresión orden público (ordre public, public order o ordine
pubblico) sigue utilizándose como garantía de la seguridad pública, lo que ha cambiado
es el contenido del concepto que paulatinamente ha ido pasando desde el forzar a los
ciudadanos a la obediencia de la norma, lo más primario, a la garantía de la calidad de
vida de los mismos.
El término seguridad ciudadana tiene como antecedentes en nuestros países, su
utilización por las fuerzas armadas del cono sur a finales de los años setenta como un
renovado vocablo de similar contenido a la doctrina de seguridad nacional impartida por
los EUA desde la conocida Escuela de las Américas, según Elias Carranza, en países
como Argentina, Chile, Uruguay y otros tantos Estados el término preferido es el de
seguridad de los habitantes, que estiman omnicomprensivo y no exclusivo. Amadeu
Recasens, distingue entre el concepto liberal de orden público del siglo XIX y el
concepto social y democrático de orden público que se impone en las democracias
occidentales a partir de la finalización de la segunda Guerra Mundial, al que también
podemos denominar seguridad ciudadana, según vemos en la siguiente tabla3
3
El diseño de la tabla es nuestro, la información es de Amadeu Recasens, tomada de Recasens, Amadeu. Elements
emergents d’inseguretat ciutadana. Revista Catalana de Seguretat Pública, nº 6-7. Barcelona, 2001.
Modelo Opuesto Objetivos Misión
Orden público
(Código Napoleónico)
S. XIX hasta 1ª ½ S. XX.
Des – orden. Mantener la autoridad.
Perpetuar la norma.
Forzar la obediencia
de los ciudadanos a la
norma.
Orden público
(Seguridad Ciudadana)
2ª ½ S. XX en adelante
In seguridad
ciudadana
Preservar derechos y
libertades.
Ofrecer un servicio
público.
Proteger la seguridad
(objetiva y subjetiva)
de los ciudadanos.
4
b) Seguridad comunitaria.-
Cuando hablamos de seguridad comunitaria, nos estamos refiriendo a un modelo
concreto de seguridad, lo que tiene en cuenta al ciudadano en la formulación y
verificación de las políticas de seguridad. Los orígenes del término seguridad
comunitaria los tenemos que encontrar en la idea de oposición (desarrollada por los
historiadores de la policía inglesa) entre el modelo inglés de policía (o policía
comunitaria) y el modelo francés o continental (o policía del prínceps). Para el primero,
la actividad de la policía sería una consecuencia de las demandas sociales, de forma
que habría una clase de self – policing, de la comunidad con un mínimo uso de la
fuerza. Por el contrario, la policía continental, estaría mucho más ligada al proceso de
construcción de Estado contemporáneo y, por lo tanto, de defensa del mismo ante los
procesos revolucionarios que ha padecido.
c) Policía al servicio del Estado y policía al servicio de la comunidad.-
La evolución histórica del concepto de policía se justifica al evitar los comportamientos
violentos mediante la utilización por parte del Estado del monopolio de la violencia
legítima (de acuerdo a las palabras de Max Weber) y, paralelamente, el abandono de
usos sociales “privados” de justicia (el duelo, la vendetta o el linchamiento). De hecho,
son muchas las teorías que caracterizan el fenómeno policial justamente por el uso
eventual de la coacción legal y de la coerción. Ahora bien, no es menos cierto que, en
la actualidad, las actividades policiales traspasan en mucho a la exclusiva represión del
delito, se trabaja ahora en conceptos como el de servicio al público y de asistencia a la
ciudadanía; así, se habla de la función policial como una función genérica de solución
de problemas (problem solving politing). En el sistema comunitario o anglosajón, la
policía es un producto de las demandas sociales, de suerte que la sociedad se
autorregula (self-policing) con un mínimo uso de la fuerza. De acuerdo a esta pauta, la
necesidad social de seguridad de personas y bienes justifica, per se, la existencia de la
policía. De esta manera, los ciudadanos son los primeros interesados en colaborar con
la actuación policial, de tal suerte que se evite el recurso a la fuerza. Para concluir,
podríamos decir que el modelo de policía comunitaria tiene su última justificación
en el mantenimiento de la seguridad púbica.
3. Antecedentes del concepto de seguridad.
El concepto tradicional de seguridad es el que lo asociaba con la represión del delito y
el mantenimiento del orden, se trataba, pues, de un concepto de seguridad situada en
el entorno del control de la criminalidad y eminentemente reactiva.
La evolución natural, en comparación con la medicina (asimilando el delito con una
enfermedad del cuerpo social), hizo que se sopesara la seguridad de la represión a la
prevención, intentando actuar, también, sobre las causas y no solamente sobre los
5
síntomas. A esta concepción preventiva y, por lo tanto, pro– activa, de la seguridad,
hace falta la incorporación de elementos nuevos, como las políticas sociales, o aun,
urbanísticas y, además la incorporación, también, de profesionales de diferentes
disciplinas. En este sentido expresaba el art. 12 de la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre y del ciudadano:
“La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano, necesita de una fuerza pública: esta
fuerza es, pues, instituida en beneficio de todo el mundo, y no para la utilidad particular de
aquellos a quién ha estado confiada”.
La inseguridad, como problema complejo, no se puede abordar, simplemente, con el
recurso de penas más duras y más policía en la calle. Entonces, cuáles son los
elementos que hay que tener en cuenta en el abordaje de la inseguridad? Un buen
punto de partida es la definición de seguridad contenida en la declaración final del
“Seminario de reflexión científica sobre el Delito y la Seguridad de los habitantes”,
realizada en Costa Rica los días 9 a 13 de octubre de 1995. El punto tercero de esta
declaración afirma:
(...) Un concepto verdaderamente amplio y comprensivo de seguridad de los habitantes tiene que
comprender no solamente la tranquilidad de no ser víctima de hechos delictivos sino, también, la
de vivir en un Estado constitucional de Derecho y la de participar de los beneficios del desarrollo
en materia de salud, educación, vivienda, ocio y todos los ámbitos del bienestar social. El
concepto es el del desarrollo humano sostenible, que tiene la equidad como principio.
Esta definición, pues, se aparta de la tradicional que vincula seguridad con la ausencia
de delito y la amplía a una forma concreta de Estado: el social o del bienestar; puesto
que, ¿qué otro tipo de Estado proporciona los bienes públicos salud, educación,
vivienda, ocio y todos los ámbitos del bienestar social?; En este sentido también se
expresa el Manifiesto y las Resoluciones de los temas abordados por las ciudades
europeas sobre Prevención y Seguridad en la conferencia de Nápoles los días 7, 8
y 9 de diciembre de 2000 en su punto 14:
“La seguridad es un bien común esencial para el desarrollo sostenible. Es a la vez signo y
condición de inclusión social, del acceso justo a otros bienes comunes como son la educación,
la justicia, la salud y la calidad del medio ambiente. Promover la seguridad es desarrollar un
bien común y no consiste, sobre todo, en hacer de policía o en recurrir al sistema penal”.
Doctrinalmente, pues, lo que estamos diciendo es que la falta de seguridad en los
aspectos sociales, laborales o económicos, implica ineludiblemente una carencia de
inseguridad ciudadana o lo que es el mismo: si predicamos la necesidad de la
existencia de seguridad ciudadana para el normal desarrollo de las personas en la
sociedad, tenemos que proveer a los ciudadanos de los bienes suficientes que los
doten de seguridad en todos el ámbitos de su vida.
6
La declaración final del ―Seminario de reflexión científica sobre el Delito y la
Seguridad de los Habitantes‖, realizado en Costa Rica los días 9 a 13 de octubre de
1995 se expresa en el sentido siguiente en sus puntos séptimo y octavo:
“Se considera necesario promover políticas más efectivas e integrales delante del delito, y no
continuar reaccionando solamente “a posteriori” por la vía de los sistemas de justicia penal. Se
imponen diagnósticos globales del problema y programas que integren la acción de las diferentes
agencias responsables en cada caso.
Las políticas tendrían que comprender una amplia prevención primaria, con acciones en todos los
ámbitos del bienestar social, y procurar que los beneficios del desarrollo lleguen a todos los
sectores de la población y promuevan la integración, y la no exclusión, de los sectores pobres y
marginales, al considerar que a la problemática social la acompañan los fenómenos de la
corrupción, el paro, la subocupación (...), violencia, así como pérdida y sustitución de valores.”
a) El sentimiento subjetivo de seguridad:
La inseguridad no es simplemente el temor al robo o a la agresión. Puede nacer
también del peligro provocado por un automóvil, por un entorno nocivo, precario y,
sobre todo, por el temor a no disponer de una ayuda o de un servicio que aporte
protección o reparación en caso de emergencia. La seguridad engloba, por lo tanto, dos
conceptos: de una parte, el objetivo, que estaría representado por el incremento del
delito y, por el otro, el subjetivo que vendría determinado por la sensación de
incertidumbre, de riesgo o de miedo (si es que aceptamos esta calificación de menos a
más) que tiene el ciudadano por el desarrollo de lo que se denomina delincuencia
ordinaria (en contraposición a la gran delincuencia del tráfico de drogas, de armas y del
blanqueo de dinero) y los actos diversos y no agrupables bajo una sola categoría pero
que, no obstante, no entran dentro de la categoría de delitos, Esta concepción queda
reflejada también en las conclusiones de la declaración final del “Seminario de
reflexión científica sobre el Delito y la Seguridad de los Habitantes‖, (ya
Mencionado) dónde resulta evidente que una parte de inseguridad viene producida por
la realización de delitos, pero no por todos los delitos, solamente por algunos. Si bien el
seminario desembocó en el análisis de la seguridad de los habitantes, en la medida en
la que esta es afectada por los delitos contra la propiedad, contra la vida y la integridad
personal, esto no significa desconocer la gravedad de otros delitos con frecuencia
impunes, como los de corrupción, delincuencia económica internacional y tráfico de
armas.
Finalmente, en las conclusiones del seminario de Costa Rica (ya mencionado) también
aparece mencionada, de manera indirecta esta concepción subjetiva de la seguridad
cuando afirma:
“Es de gran importancia que los medios de comunicación colectivos encaren la noticia sobre el
delito de manera responsable, racional y objetiva, para que los habitantes puedan formarse un
adecuado juicio de opinión que contribuya a la apropiada prevención y control que se requiera”.
7
En efecto, la maximización de las noticias sobre aquellos comportamientos que crean
sensación de inseguridad sobre los ciudadanos (con independencia de que se trate o
no de delitos, como afirma la declaración) trae a una espiral de inseguridad que no se
ajusta a la realidad y, por lo tanto, a la búsqueda, por parte de los ciudadanos y de las
administraciones impulsadas por éstos, de respuestas desproporcionadas a los
problemas.
Concretamente, Elias Carranza, nos explica que:
(...) se ha comprobado que situaciones de alarma social infundadas, creadas por una información
equivocada sobre el aumento de delitos, cuya tasa era estable
.
El caso a que se refiere es el de Costa Rica en 1994, que duplicó de 25 a 50 años la
pena máxima de su ordenamiento jurídico Penal, argumentando, el aumento de la
delincuencia. Lo irónico del caso, nos dice el autor, es que en el año siguiente, aumentó
la tasa de homicidios, lo cual pone de manifiesto, concluye, que las amenazas de una
mayor pena no tienen efecto directo sobre la criminalidad.
En resumen una Policía Comunitaria debe estar al servicio del ciudadano , garantizando
sus derechos y libertades, orientada a la resolución de conflictos (y no exclusivamente a
la represión del delito), generadora de seguridad como bien público. Por otra parte, la
política de seguridad que se postula es una política que hace falta construir con la
comunidad, no sobre la comunidad (la cual sería autoritaria), ni para la comunidad (que
acaba con la policía en una esquina y con la sociedad en la otra), como muy bien dice
Martín Gras4
:
Desde el punto de vista policial, se insiste en esta idea a lo largo del reciente
Código Europeo de ética de la policía. Encontramos afirmaciones que se
refieren a las necesidades de colaboración con la comunidad, la sociedad o el
ciudadano, por ejemplo, en sus puntos:
12. La policía se tiene que organizar de manera que se gane el respeto del ciudadano como
profesión encargada de hacer cumplir la ley y como proveedora de servicios públicos. (...)
18. La organización de la policía tiene que fomentar las buenas relaciones entre la policía y el
ciudadano y, si conviene, favorecer la cooperación con otros organismos, comunidades locales,
organizaciones no gubernamentales y otras entidades representativas de los ciudadanos, que
incluyan los grupos étnicos minoritarios.
Finalmente, este cuerpo legal expresa, en referencia a la policía, una razón que ya hemos
adelantado, y con respecto a las políticas de seguridad, en este punto del
escrito, el imprescindible control de la policía por parte de los ciudadanos:
59. La policía tiene que responder delante del Estado, los ciudadanos y sus representantes. Tiene
que estar sujeta a un control externo de eficiencia.
4
Gras, Martín. Curso de Seguridad Pública Comunitaria. Universidad Nacional
Tres de Febrero, Buenos Aires, 2002.
8
Origen, desarrollo y consolidación de la Policía
Comunitaria Costarricense.
1. La Policía de Proximidad o Comunitaria y la interacción comunidad-policía.
En Costa Rica, así como en muchas otras partes del mundo, la puesta en práctica de
los modelos de Policía de Proximidad o Policía Comunitaria responden a tres
constataciones básicas: primero, la insatisfacción de la ciudadanía con el servicio
policial que reciben y la creciente desconfianza hacia la policía. En segundo, mucha de
la investigación experimental realizada durante los años 70, particularmente en Estados
Unidos, cuestiona los resultados que se obtienen con el método tradicional de
respuesta policial: el patrullaje reactivo; los estudios han comprobado como los índices
delictivos no se reducen a pesar de los múltiples esfuerzos por reducir los tiempos de
respuesta policial y de incrementar el número de policías en las calles. Por último, la
urgente necesidad de abordar el problema de la inseguridad desde la prevención,
obliga a los cuerpos policiales a trabajar en forma conjunta con otros sectores de la
sociedad.
Las características de estos modelos de trabajo policial, policía de proximidad o policía
comunitaria, se sustentan en cuatro elementos esenciales:
a) La atención preventiva para que sea efectiva se tiene que desarrollar en
áreas territoriales pequeñas, a nivel de barrios o urbanizaciones.
b) El establecimiento de una relación estrecha con las comunidades, permite
que el trabajo policial realmente responda a las necesidades de éstas, y así,
las comunidades pueden evaluar adecuadamente la actuación policial.
c) Integrar y movilizar a las comunidades y al resto de la sociedad civil en las
tareas preventivas.
d) Un mayor interés por atacar los factores de riesgo que se asocian a la
comisión de delitos o de actos violentos.
La relación de la policía con la comunidad cumple una variedad de funciones
necesarias para prevenir la violencia y la delincuencia, que incluyen:
Informar a la policía sobre los intereses y necesidades locales en materia de
seguridad, que no siempre coinciden con los intereses institucionales o
nacionales.
Establecer un canal para que la policía capacite a las comunidades con respecto
a conductas y valores preventivos.
Permitir a la ciudadanía expresar sus críticas y demandas a la policía local en
forma directa.
Informar sobre los esfuerzos y logros que la policía realiza, y así promover una
evaluación inmediata y directa de su funcionamiento.
9
Generar acciones de prevención en cada comunidad, considerando su
problemática delincuencial particular.
Fomentar las actuaciones policiales de carácter pro-activo.
Incorporar la información que proporcionan las comunidades en el planteamiento
de las operaciones policiales.
Generar mayor autonomía y poder de decisión en la policía local, acorde con las
políticas de descentralización de la gestión.
Generar un compromiso de todas las instituciones presentes a nivel local, para
mejorar las condiciones de vida de las personas en sus barrios y comunidades.
Promover la realización de actividades que permitan contrarrestar los factores de
riesgo asociados a la violencia o delincuencia.
Construir un sentido de comunidad en aquellos barrios o urbanizaciones que han
visto reducido su capital social.
-
Como todo proceso social, estos niveles no constituyen una línea evolutiva, existen
momentos que entremezclan o se retrocede en el desarrollo de una política de
seguridad, el caso de Costa Rica es un claro ejemplo de esto, ya que el inicio de un
modelo de trabajo policial de carácter comunitario comienza con la capacitación a
comunidades en materia de seguridad y hasta en segundo momento se logra integrar a
la policía local, mediante un modelo de proximidad, con las comunidades capacitadas.
1.2. La participación ciudadana y la Seguridad Comunitaria.
El desarrollo del Programa de Seguridad Comunitaria ha sido un esfuerzo institucional
del Ministerio de Seguridad Pública, que desde finales de la década de los noventa
busca crear una cultura preventiva en materia de seguridad en las comunidades,
mediante un proceso de capacitación ciudadana impartido por la policía. Este proceso
parte del reconocimiento de que la solución a los problemas de seguridad requieren de
un trabajo conjunto a nivel local con la participación de amplios sectores de la sociedad
civil, donde cada uno tiene responsabilidades acordes al ámbito de acción donde se
desenvuelva, sea a nivel institucional, comunal o familiar.
La importancia de la participación ciudadana en el desarrollo de programas
preventivos en materia de seguridad es múltiple: en primer lugar, busca romper con el
monopolio tradicional que los actores estatales desarrollan sobre el sector y constituirla
como sujeto de una acción pública de la que debe ser corresponsable, permite la
incorporación de opiniones y posiciones de diversos sectores sociales con relación al
tema y procura mejorar la gestión en seguridad con recursos provenientes de otros
sectores sociales.
En este sentido, una verdadera participación ciudadana significa que las personas
intervienen activamente en la toma de decisiones sobre la planificación y desarrollo de
los procesos, programas y proyectos en que se involucran. Cuando la participación de
10
la comunidad asegura que las personas asumen en forma igualitaria y activa el proceso
de toma de decisiones, los y las participantes comprenden de mejor forma los
problemas y dificultades asociados a sus problemas o necesidades en particular.
También comparten la responsabilidad de buscar soluciones prácticas ante los
problemas planteados. La participación comunitaria es materia de seguridad es una
herramienta importante y valiosa que ayuda a cambiar percepciones, empoderar a las
personas y crear consensos a partir de construcciones comunes.
Además, al trabajar con un concepto de seguridad amplio e integral el ámbito de acción
no se reduce a lo estrictamente delincuencial, sino que incluye otros factores de riesgo
que inciden en la percepción de seguridad de una persona o una comunidad, tales
como contar con espacios públicos en buenas condiciones, tener definidas medidas de
actuación ante situaciones de emergencia, contar con espacios y actividades
recreativas para los jóvenes, con un medio ambiente saludable, con condiciones
básicas de salud pública, entre otros muchos aspectos que inciden en la (in) seguridad
de una comunidad.
Consiste entonces, en involucrar a la población en el problema de la inseguridad,
asumiendo roles más protagónicos en la búsqueda de soluciones prácticas y efectivas.
Este trabajo que realizan las comunidades organizadas constituye un complemento al
trabajo policial, sin que esto signifique que la organización comunal pueda llegar a
reemplazar los esfuerzos que entidades de gobierno o municipios deben hacer para
enfrentar la delincuencia o la violencia, ni suple los recursos que se deben destinar a
ello. Al contrario, la Seguridad Comunitaria promueve que las personas velen por el
trabajo que realizan las instituciones gubernamentales y sus funcionarios(as).
Los resultados del Programa se observan en el desarrollo a nivel local de muy diversas
actividades orientadas a desarrollar normas de convivencia social, a la recuperación de
espacios públicos, al ejercicio de un control social por parte de la ciudadanía sobre las
instituciones públicas y al desarrollo de estrategias de integración social mediante la
promoción del arte, la cultura, la recreación y el deporte. Esto implica la creación de
redes de relaciones comunitarias que contribuyen a fortalecer el tejido social, a generar
capital social y a reducir los factores de riesgo asociados a la violencia y la delincuencia
En síntesis, la Seguridad Comunitaria se sustentan en cuatro aspectos fundamentales:
la solidaridad que implica compartir un sentimiento de comunidad, la participación de
las personas como miembros activos y con capacidad de decisión, la organización
autogestionaria en relación a su propia definición de prioridades o necesidades y
soluciones, y la adopción de una cultura preventiva como el resultado final del proceso.
Esto es el resultado de un proceso de capacitación y organización comunal orientada a
mejorar las normas de convivencia a lo interno de las familias y del vecindario,
solucionar o gestionar de forma organizada problemas comunales con las instituciones
correspondientes, a desarrollar la capacidad para hacer un uso correcto y más efectivo
de los mecanismos legales y adoptar medidas de seguridad que reducen las
oportunidades para la comisión de actos delictivos
11
1.3. La evolución de las políticas de seguridad pública en Costa Rica en las
últimas décadas.
Lograr avanzar al desarrollo de un enfoque de seguridad desde la lógica de los
derechos humanos, no es tarea de un día. En nuestro país esto ha sido posible por la
evolución histórica del aparato institucional basada en un principio de racionalidad de la
acción gubernativa y de solución institucionalizada de conflictos, donde la policía misma
presentó a lo largo del tiempo gérmenes de un enfoque que en la década de los 90 se
traduce claramente en una modalidad explícitamente civilista.
La premisa de arranque es que los elementos que dan como resultado el Programa de
Seguridad Comunitaria son ubicables entendiendo la transformación histórica de la
policía en su relación con las comunidades.
Por ello, se visualizan los principales rasgos de la acción policial en otros períodos
históricos, buscando elementos que nos permitan entender la evolución de la relación
policía –ciudadanía.
Un hecho fundamental en la historia costarricense es la abolición oficial del Ejército en
1949, acto que recogió la “Constitución del 49”, de actual vigencia. Con este hecho, el
Ministerio de Gobernación y Guerra pasó a dar campo a cuerpos policiales cuya función
fuera velar por el orden público.
A pesar de la abolición del ejército, la permanencia de algunos elementos que
corresponden a estructuras militares en los cuerpos policiales costarricense y a las
condiciones de la Guerra Fría en Centroamérica, impactan la formación y las funciones
de algunos cuerpos policiales. La personificación de este momento y este ideario a lo
interno del Ministerio de Seguridad Pública lo personificó la llamada Policía Militar
(PM), la creación, en los años setentas, de la Dirección de Inteligencia y Seguridad
(DIS), que en un inicio tiene labores de Seguridad Presidencial y posteriormente se le
asignan labores de Seguridad Nacional e Inteligencia, y la creación de los Comandos
Sur y Norte, en las fronteras del país, que partían también de concepciones militares
que se operacionalizaban y funcionaban de acuerdo a nomenclaturas típicas de los
ejércitos.
Sin embargo, un hecho importante a destacar es que con la creación de la Guardia de
Asistencia Rural de Costa Rica (G.A.R.), el 15 de setiembre de 1970 bajo la Ley Nº
4639, se estable un cuerpo policial con funciones que no se limitan a un concepto de
seguridad represivo y centrado en la delincuencia. En este sentido, es importante
destacar la cercanía y el espíritu de servicio hacia la comunidad que caracterizaba a la
Guardia de Asistencia Rural, que según su reglamento, consideraba entre sus
funciones las siguientes:
“…
f) Alfabetizar adultos en las zonas a las que no ha llegado la acción del
Ministerio de Educación Pública”
12
g) Colaborar en las campañas de higiene y salubridad.
h) Asesorar a los campesinos en el cuidado de ganado.
i) Promover actividades de desarrollo comunal.
j) Evitar atentados contra la riqueza forestal y arqueológica.
k) Cooperar en la conservación de la fauna silvestre”.
A pesar de un contexto, tanto a lo externo del país como a lo interno, que favorecían
una estructura policial de carácter marcadamente reactivo y con características
militares, la Guardia de Asistencia Rural (GAR) presenta algunas particularidades que
podrían considerarse como un primer referente histórico de una policía al servicio de la
comunidad, una policía que es parte activa de la comunidad y que trabaja en labores
pro-activas. Tomando en cuenta las competencias desarrolladas por este tipo de
policía, queda claro, la existencia de una importante interrelación con las esferas de
organización comunitarias en los contextos rurales.
Durante los noventas se comienza a dar un cambio medular en la naturaleza de la
policía nacional, se comienza a involucrar a la policía en labores que promueven una
labor más preventiva y de servicio a la comunidad. La Ley General de Policía Nº 7410,
promulgada el 20 de Mayo de 1994, en el artículo 4, establece que la función de la
policía es:
“Las fuerzas de policía estarán al servicio de la comunidad; se encargarán de
vigilar, conservar el orden público, prevenir las manifestaciones de delincuencia y
cooperar para reprimirlas en la forma en que se determina en el ordenamiento
jurídico”
Con la reforma a la Ley General de Policía, aprobada el 19 de marzo del 2001,
denominada la “Ley de Fortalecimiento de la Policía Civilista”, se eliminan rasgos
militares que aún permanecían en la estructura policial. Los dos cambios fundamentales
se orientan a regular de la escala de ascensos dentro de la función policial y a eliminar
la nomenclatura de rango militar para los grados jerárquicos. Además se crea el
Estatuto Policial que viene a resolver la inestabilidad laboral y de nombramientos de
personal policial, se definen requisitos para el ingreso a la Fuerza Pública y se crea la
Dirección de Apoyo Legal Policial, un grupo de abogados (as) cuya función es asesorar
a los cuerpos policiales y velar para que su actuación se enmarque dentro de las
facultades que las leyes le otorga.
Esta ley es el complemento necesario para que realmente se inicie una
profesionalización de los cuerpos policiales: con estabilidad laboral, requisitos de
ingreso de ascenso en la carrera policial, con una mejora sustancial de su situación
salarial. Este es el primer paso necesario, aunque no suficiente, para lograr
implementar modelos de policía de carácter comunitario.
Con la implementación de la Policía de Proximidad en el año 2001, se eliminan las
diferencias entre la Guardia Rural y la Guardia Civil, y a partir de ese momento toda la
Fuerza Pública tiene las siguientes funciones:
13
Reducir los índices de inseguridad objetiva y subjetiva.
Ofrecer respuestas personalizadas a las comunidades
Descentralizar los servicios.
Lograr eficacia y calidad en la gestión.
Satisfacer las demandas en materia de asistencia y protección.
Dar un enfoque preventivo a la información aportada por el ciudadano en
aquellos aspectos que puedan afectar a su seguridad.
El modelo de Policía de Proximidad, siguiendo la experiencia desarrollada por la Policía
Nacional de España, responde a un concepto de policía que conoce su entorno,
planifica de acuerdo a las necesidades locales en materia de seguridad y entre sus
resultados considera la evaluación positiva de la población. Este modelo de Policía de
Proximidad, viene a complementar y a integrar definitivamente a la policía local en el
trabajo que viene realizando Seguridad Comunitaria desde finales de la década de los
noventa.
1.4. Antecedentes de Seguridad Comunitaria
Mediante el Decreto No. 23.881-SP de Diciembre 12 de 1994, aparece por primera vez,
en el panorama policial del país, una entidad que busca establecer un vínculo directo
con las comunidades a través de la organización y capacitación en materia de
seguridad. Se encuentra originalmente vinculada con la Escuela Nacional de Policía,
con el nombre de Unidad de Investigación y Extensión Comunitaria. Entre las funciones
encomendadas en este momento, se encuentran:
Conducir investigaciones sobre seguridad y policía que sirvan de base para la
formulación de políticas en dichos temas.
Realizar diagnósticos sobre las necesidades de capacitación y adiestramiento al
personal policial y recomendar ajustes a los programas de instrucción.
Asesorar a los comandantes en la ejecución de programas de apoyo y relaciones
con la comunidad.
Elaborar recomendaciones para la conformación y adecuado funcionamiento de
redes de apoyo comunitario a las tareas de protección ciudadana.
Coordinar con las distintas instituciones gubernamentales la intervención
comunitaria en materia de seguridad ciudadana y policía.
A partir de esta instancia, es posible establecer un recorrido de lo que ha sido la
experiencia, tomando como referente tres períodos específicos. Se analizarán los
cambios de enfoque, la visión de comunidad que se ha tenido según el período,
algunos retos planteados y las lecciones aprendidas que se tuvieron.
14
1.5. Primer Período – Inicios de la Seguridad Comunitaria (1996-1997).
La primera experiencia sobre el modelo de actuación policial conocido en Costa Rica
como Seguridad Comunitaria se remonta al año 1996. En ese año, desde la Unidad de
Investigación y Extensión Comunitaria de la Escuela Nacional de Policía, se desarrolla
un primer proyecto piloto en el distrito de Hatillo5
. El proyecto piloto consistió en asignar
120 oficiales de policía, graduados del Curso Básico Policial, en ocho subestaciones en
todo el distrito, que adoptan nuevas formas de patrullaje, a pie o en motocicleta, que
permiten un mayor acercamiento con la comunidad. Además se establece un Consejo
de Vigilancia y Seguridad Comunitaria conformado por diferentes representantes de la
comunidad (representantes de la Iglesia Católica, Salud, Educación, deporte,
asociaciones de desarrollo) y presidido por el Jefe Policial de la zona.
Este proyecto piloto buscaba fortalecer la organización comunal en materia de
seguridad, que los ciudadanos conocieran sus derechos y deberes, se ampliara la
relación policía-comunidad y se adoptaran algunas técnicas que permitieran a las
personas actuar cuando se encontraban en una situación de riesgo o emergencia.
En ese momento, en el país se comienza a cuestionar fuertemente el accionar de la
Policía y del Poder Judicial frente al aumento de la delincuencia y al acelerado
sentimiento de inseguridad que se apodera de la población costarricense, que lleva
incluso a muchos ciudadanos “a tomar la justicia en sus manos”. En la encuesta
realizada por la firma Unimer para un estudio del PNUD, un 50% de la población
entrevistada habría indicado como principal preocupación vital la seguridad ciudadana,
por encima de su inquietud por la problemática del consumo de drogas, el costo de la
vida, el desempleo y la pobreza. Otro problema era que los niveles de confianza en la
institución policial habían bajado, un 55% de la población entrevistada no consideraba
la función policial fuera honesta; un 49% dijo sentirse tratado incorrectamente, al
momento de requerir distintos servicios policiales; un 66% calificó su respuesta al
llamado ciudadano para la prestación de algún servicio, como lenta; un 58% se quejó
de la poca presencia policial en las calles y un 60% juzgó que la autoridad no era
sinónimo de protección6
. Respecto a algunas acciones que el Estado debía realizar
para disminuir la delincuencia, la misma encuesta señala que un 32% recomendó el
aumento de la severidad de las penas; un 18% el aumento del número de policías, un
13% la profesionalización policial, un 10% la organización comunal y un 5% la
instalación de la pena de muerte.
Poco honestos, lentos e ineficaces, en esto podría resumirse el sentir de la población.
Por ello, se hacía necesaria una transformación importante que permitiera en el corto
plazo, poder cambiar la percepción de la población en su conjunto. Fue en este
momento que Seguridad Comunitaria nace como un programa de capacitación a las
comunidades que les permite organizarse y actuar dentro de los márgenes de la ley, a
5
El distrito de Hatillo, tiene una extensión de 4,27 kilómetros cuadrados, para la fecha contaba con una población de
aproximadamente 80.000 habitantes y una de las tasas de densidad poblacional más altas del país: 16.031 habitantes por Km 2 .
6
Los datos que a continuación se presentan son tomados del Estudio: PNUD _UNIMER. Estudio sobre sentimiento de
inseguridad en la población costarricense para el año de 1998. San José, Costa Rica, 1999. Informe de Consultoría.
15
la vez que busca mejorar la credibilidad y la coordinación de la policía local con los
habitantes.
Los objetivos que orientan el Programa de Seguridad Comunitaria en este período son
los siguientes:
Mejorar la calidad de vida de los barrios.
Aumentar el grado de responsabilidad ciudadana.
Cambiar la actitud hacia la policía.
Disminuir el sentimiento de inseguridad.
Este proceso de capacitación, en el que participan criminólogos, abogados,
trabajadores sociales y policías, se plasma en un programa que incluye los siguientes
módulos7
:
Módulo de Contacto Ciudadano:
Consistía en una primera reunión entre los funcionarios de seguridad comunitaria y los
vecinos. Estos últimos eran los que se ponían en contacto con la oficina y se
programaba una sesión, que era fundamentalmente de motivación y explicación sobre
los alcances y limitaciones del Programa. Se explicaba además el proceso de
capacitación que seguía en adelante y se programaban algunas tareas que los vecinos
debían cumplir (elaboración de un croquis de la comunidad, lista de vecinos y la
conformación de un comité).
Módulo de Desarrollo Técnico Comunitario.
En este módulo se resalta la necesidad e importancia de la organización comunal como
una forma de prevenir la delincuencia. Se elabora un Sistema Comunal de Seguridad
que mediante la elaboración de mecanismos de alerta temprana permite a las
comunidades reaccionar frente a una situación de riesgo o emergencia; para ello se
elabora una red telefónica, la instalación de sistemas de alarma sonoros y la
configuración de horarios de observación sobre el entorno comunal, que le permite a los
vecinos tener una comunicación ágil entre ellos y activar alarmas en caso de la
presencia de un acto delincuencial. Además se complementa con una serie de
recomendaciones o consejos prácticos para evitar ser víctimas fáciles de la
delincuencia. Como una forma de identificación entre los miembros del grupo que
recibían la capacitación se les incentivaba a que elaboraran una indumentaria que los
identificara como un grupo organizado, para ello, generalmente, utilizaban una camiseta
y una gorra con algún diseño que hacía alusión a la pertenencia de un comité de
vecinos (as) organizados contra la delincuencia.
7
Esta información tiene como fuente informes de labores y entrevistas con instructores de Seguridad Comunitaria que
laboraban en ese periodo.
16
Módulo Criminología y Derecho.
En este módulo, en la primera parte, se ofrecía información que permita a la ciudadanía
comprender la complejidad del fenómeno delincuencial y la importancia de la
prevención, además algunos elementos prácticos de la criminología para describir
personas y proteger sitios de suceso, con el objetivo de que la población colaborara con
la policía mejorando la calidad de información que brindan en una denuncia y tomando
las precauciones necesarias para no alterar evidencias que quedan el sitio donde
ocurre un delito. En el área legal se explican las disposiciones que la ley costarricense
establece sobre situaciones de legítima defensa, la aprehensión por parte de civiles y
la forma correcta de interponer denuncias.
Módulo Técnico-Policial.
En el tercer módulo, a cargo de personal policial, consistía en varias sesiones que
abarcan:
primero, una reunión de contacto policial con la participación de algún funcionario de
la delegación policial de la zona, donde se abordaba la problemática delincuencial
del barrio;
segundo, una charla sobre violencia intrafamiliar, que hace conciencia sobre la
problemática que este fenómeno tiene en la sociedad y plantea algunas acciones
que el comité puede realizar si se presentaba una situación así en la comunidad;
tercero, una sesión práctica en la que se mostraba la forma correcta de realizar la
aprehensión de un delincuente por parte del comité, esto en concordancia con la ley
que permite que cualquier ciudadano pueda aprehender a un delincuente cuando lo
sorprenda cometiendo un delito, para esto se recomendaba que las comunidades
adquirieran varas policiales y un par de esposas. Se hacía una valoración del riesgo
que presentaba la situación y dependiendo del nivel de peligrosidad, actuaran en
forma conjunta si la situación no tenía mayor riesgo y previa comunicación con la
policía local;
cuarto, consejos prácticos para la defensa personal en caso de ser víctima de un
asalto o una agresión, se impartían una serie de recomendaciones para evitar un
riesgo físico mayor si se estaba siendo víctima de un asalto o de una agresión;
Módulo de Orden de Acción Comunitaria y Simulacro:
Al finalizar la capacitación, la comunidad escribía una Orden de Acción Comunitaria,
donde quedaba por escrito, los procedimientos a seguir en caso de una emergencia o
17
una situación delictiva. Este se ponía a prueba en un simulacro, donde se evaluaba el
trabajo realizado por los vecinos y se trabajaba sobre las debilidades encontradas.
En su primera etapa el Programa de Seguridad Comunitaria combinaba medidas de
prevención situacional (alarmas, sistemas de comunicación, etc.) para dificultar la
actuación de la delincuencia en las comunidades con algunas acciones reactivas ante
la presencia de un hecho delictivo. En este primer momento, los líderes comunitarios
tienen fundamentalmente, un papel de “ojos y oídos de la policía” con el objetivo de
mejorar el accionar y los tiempos de respuesta policial. Aunque no era una indicación
explícita del Programa, en esa época era frecuente que los comités realizaran rondas
de vigilancia en sus barrios.
Desde la visión policial, consiste en una primera experiencia de acercamiento de la
policía a las comunidades, aunque la relación con la policía era muy débil. Todavía se
tiene un enfoque muy cercano al modelo tradicional reactivo, sólo que no se actúa
sobre las llamadas o denuncias recibidas, sino que se consulta a las personas sobre
sus problemas de seguridad, y con base en esa información se planifican las acciones y
se rinden cuentas. En este período el concepto de seguridad está aún limitado a lo
estrictamente delincuencial.
A pesar de sus limitaciones, de las experiencias desarrolladas en este período se
desprenden un conjunto de logros muy importantes, entre ellos:
Se desarrolla una estrategia de trabajo policial que no parte del “acuartelamiento”
y la respuesta a una llamada o denuncia: por primera vez, la policía sale a
buscar a la comunidad, interactúa con ella y en esta interacción el oficial de
policía se ve obligado a rendir cuentas.
Se logra un primer contacto entre la policía local y los líderes comunales, que
permite incrementar la legitimidad y credibilidad de la policía en la comunidad.
Se varían los modelos de patrullaje, lo que permite un mayor acercamiento con
la comunidad y una mejor respuesta policial, que aunque no logra disminuir
significativamente los índices de delincuencia, si logra mejorar sustancialmente
la sensación de inseguridad que tienen los habitantes.
1.5. Segundo Período - El proceso de consolidación (1998-2001).
A raíz de los logros obtenidos con estas primeras experiencias, se comienza a replicar
este modelo en otras comunidades. Sin embargo, la necesidad de tener un mayor
acercamiento con la policía y de capacitación en materia de seguridad que tienen las
comunidades, se comienzan a sentir en todo el país.
Por lo tanto, en este segundo período se establecen los siguientes retos:
18
Trascender las experiencias pilotos y desarrollar un programa que tuviera
alcance nacional;
Desarrollar procesos de organización y capacitación con mayor permanencia y
sostenibilidad en el tiempo; y finalmente
Convertir la experiencia en una estrategia de trabajo policial.
En el año de 1998, mediante el Decreto Nº 26839, publicado en la Gaceta Nº 89 del
Lunes 11 de Mayo, se crea la Unidad de Seguridad Comunitaria como una reforma al
“Reglamento de Organización de los Cuerpos Policiales adscritos al Ministerio de
Seguridad Pública” con las siguientes funciones:
“Propiciar la incorporación activa de las comunidades a las tareas de prevención
del delito, promoviendo una cultura y acción cívica que mejore los niveles de
protección ciudadana, aminore el sentimiento de inseguridad y promueva la
acción solidaria y pacífica de los ciudadanos (Inciso a),
Estimular el enfoque proactivo, más que represivo en el accionar de las Fuerzas
Policiales” (Inciso b);
Velar por la adecuación de los servicios policiales a las necesidades de la
ciudadanía… (Inciso c);
Aumentar la eficiencia policial mediante la integración horizontal y vertical de
esfuerzos provenientes de instituciones públicas y privadas involucradas en la
prevención del delito” (inciso d).
En este período la visión del programa se orienta a que las comunidades sean agentes
preventivos que cuentan con los conocimientos necesarios para reconocer situaciones
de alerta y de acuerdo con ellas, establecer niveles de respuesta según el grado de
peligrosidad.
Esto, en la práctica, provocó que las comunidades tuvieran altos niveles de
empoderamiento, en el tanto se sentían más seguras, no tanto por la presencia policial,
sino porque se habían desarrollado y maximizado sus capacidades de respuesta
individual y comunitaria ante la posibilidad de ser víctimas de la delincuencia.
Para darle un alcance de tipo nacional, se realizó una campaña publicitaria que permitió
la divulgación del programa, donde se promovía la necesidad de que las personas
construyeran el binomio de trabajo preventivo policía–comunidad.
El nivel de respuesta de las comunidades es bastante alto y esto permite que el
Programa de Seguridad Comunitaria se extienda en todo el país, lo que a su vez,
19
consolida a la Unidad de Seguridad Comunitaria en la estructura del Ministerio de
Seguridad Pública. Se cuenta en este momento con más del doble del personal con que
se inició y con los recursos necesarios para poder capacitar hasta las comunidades
más alejadas de la capital.
Los logros que se obtuvieron se relacionan directamente con la posibilidad de repeler la
delincuencia y reducir sustancialmente el sentimiento de inseguridad ciudadana. En el
año 2001 se realizó una encuesta a nivel nacional, realizada por la firma CID-GALLUP,
entre personas que integraban los Comités de Seguridad Comunitaria.8
Los resultados
obtenidos en este estudio nos permiten señalar que existe una importante mejora en la
percepción de seguridad, el 62% de las personas entrevistadas considera que la
seguridad de su familia es mayor después de participar en el Programa de Seguridad
Comunitaria, y de aquellos que manifiestan que la delincuencia ha disminuido en sus
barrios, el 70% consideran que se debe a la organización de los vecinos y un 46%
considera que ahora, con el funcionamiento del Programa de Seguridad en sus
comunidades, existe mayor cercanía y trato por parte de los oficiales de policía con los
vecinos.
A pesar de estos logros, la capacitación que se imparte tiene serias limitaciones y
ocasiona algunos problemas tales como:
En el proceso de capacitación y organización de las comunidades la
participación de la policía local es mínima. Esto da pie a una serie de
distorsiones del modelo, que llega incluso a que algunas comunidades asuman
funciones que son competencia exclusiva de policía y que la policía local
desconozca los alcances reales que un grupo organizado en seguridad
comunitaria puede realizar. No se logra consolidar el binomio policía-comunidad.
La labor de prevención que realizan los comités de seguridad comunitaria
continúa siendo muy reactiva, en el sentido de que se capacita para actuar en
casos de emergencia e interponer denuncias, pero no se fomenta el que las
comunidades desarrollen acciones de prevención social que logren a largo plazo
controlar o minimizar los factores de riesgo que originan la delincuencia.
Las acciones desarrolladas en este segundo momento, dan importantes
insumos para mejorar el programa. La primera lección que se aprende es que el
enfoque de prevención situacional se agota ante la complejidad de la
problemática de seguridad ciudadana. Como se pudo detectar en el proceso de
expansión del programa a nivel nacional, en no pocas ocasiones, la comunidad
se interesaba en el programa partiendo del principio equivocado de que con
participación policial se acabarían en su barrio “TODOS” los problemas de
seguridad.
8
El estudio se llevó a cabo entre 404 personas, residentes en 40 comunidades participantes del Programa. Este tamaño de
muestra tiene un margen de error del 4.9 puntos en sus resultados totales, con un nivel de confianza del 95%.
20
El Programa de capacitación se desarrolla de forma centralizada, desconociendo
en muchas ocasiones las particularidades de cada comunidad y cada región del
país.
La gran cantidad de comités de seguridad comunitaria que se forman en todo el
país, reduce significativamente las posibilidades de llevar un control y
seguimiento sobre su accionar.
A partir de la constatación de estas limitaciones se plantean los siguientes retos:
La necesidad de que el trabajo que se desarrolla en seguridad comunitaria se
establezca como una estrategia de trabajo policial, para que efectivamente se
pueda dar seguimiento y una mayor adecuación a los problemas particulares que
tienen las distintas regiones del país. Para esto es indispensable capacitar e
involucrar a la totalidad de efectivos de la Fuerza Pública en las actividades que
se desarrollan desde la Unidad de Seguridad Comunitaria.
Promover que los comités de seguridad comunitaria desarrollen proyectos que
tengan un impacto en los factores que generan conductas delictivas. Esto
significa pasar de un concepto de prevención situacional a un concepto de
prevención integral; las comunidades organizadas en seguridad comunitaria no
solamente pueden evitar ser víctimas de la delincuencia sino también pueden
desarrollar actividades o proyectos que mejoren la calidad de vida y fomenten
valores en un barrio o comunidad, contribuyen así a la disminución de los
factores de riesgo que originan la delincuencia.
Promover la incorporación de otras instituciones gubernamentales o no
gubernamentales, tales como el Poder Judicial o las Municipalidades, entre
otros, en los procesos de organización y capacitación de los comités de
seguridad comunitaria. La participación de autoridades como las
municipalidades y otras instituciones a nivel local, facilita la resolución de las
problemáticas de seguridad y contribuye a que los comités tengan mayores
niveles de legitimidad.
1.6. Tercer Período - La Estrategia de Seguridad Comunitaria y la Policía de
proximidad (2002 – 2006)
En este período se presentan tres situaciones que dan un cambio fundamental en el
trabajo que se venía realizando:
Primero, se replantea el Programa de Seguridad Comunitaria, cambiando no solamente
algunos contenidos, sino fundamentalmente cambiando su enfoque.
21
Segundo, se logra definitivamente involucrar de forma activa, con funciones y
responsabilidades específicas, a la recién formada Policía de Proximidad. Esta
vinculación es lo que se da en llamar La Estrategia de Seguridad Comunitaria.
Tercero, la Unidad de Seguridad Comunitaria pasa a ser la Dirección de Seguridad
Comunitaria y Comercial (contemplando las demandas específicas de organización y
capacitación del sector empresarial), y ampliando sus responsabilidades y recursos.
Las acciones que se desarrollan en este último período van orientadas a consolidar la
Estrategia de Seguridad Comunitaria y Comercial, como un modelo de trabajo policial,
que realmente promueva la coordinación y realización de proyectos que permitan
trabajar en la prevención integral de la violencia y la delincuencia desde el ámbito local,
ya que resultaba obvio tanto para las comunidades así como para la misma policía, que
existen una serie de problemas en los barrios, que si bien no pertenecen directamente
al campo policial, si estos no se atienden terminan generando consecuencias en
términos de violencia y delitos. Esto hizo que se diera como un norte técnico la
generación de estrategias comunitarias de prevención social.
1.7. Reestructuración del Programa de Seguridad Comunitaria
En este momento se replantean los objetivos del Programa y se definen de manera
explícita los fundamentos organizativos que lo deben guiar. Los objetivos que en
adelante orientan el accionar de Seguridad Comunitaria son:
Mejorar la calidad de vida mediante la participación y la organización
comunitaria.
Prevenir la incidencia delincuencial en las comunidades.
Fomentar lazos de Solidaridad entre los vecinos (as).
Fortalecer el Binomio Policía-Comunidad.
Aumentar el sentimiento de seguridad ciudadana.
Promover una Cultura Preventiva Comunal.
Los valores y conceptos que más se orientan al logro de los objetivos estratégicos son
los siguientes: Seguridad y Prevención Integral, Participación, Liderazgo Democrático,
Complementariedad con la labor policial, Solidaridad, Autogestión, Control Social
Ciudadano. Los conceptos planteados no son solamente un conjunto de buenas
intenciones sino que realmente se traducen en diferentes actividades a lo largo del
proceso, se promueve en cada uno de los módulos y en el Plan de Acción se
implementan.
22
El eje conceptual es la Seguridad Integral. Esto implica entender la seguridad desde
una perspectiva amplia, ya que además de abordar rubros de índole delincuencial, los
diversifica y trasciende incorporando al análisis temas de prevención situacional
(infraestructura urbana, prevención de emergencias y otros) con aspectos de
prevención social (tales como recreación, medio ambiente, salud pública) que inciden
en la seguridad comunal. Es aquí donde se encuentra un primer acercamiento al
concepto de Seguridad Humana, en el tanto no puede existir seguridad integral sin la
tutela de otros derechos.
De ahí que el otro concepto medular sea el de la prevención. Si se entiende que
prevenir no está solamente orientado a evitar que hechos de naturaleza delincuencial
se presenten, sino que también la prevención incluye mecanismos específicos de
desarrollo humano, es aquí que adquiere su verdadero contexto el nuevo enfoque que
desde Seguridad Comunitaria se utiliza.
Esto solamente es posible dentro de un marco de participación activa y comprometida
de las personas; a partir de este momento, se hace explicito el hecho de que los
problemas de la comunidad no se pueden solventar desde una respuesta policial, se
requiere el esfuerzo y las habilidades de cada persona en la comunidad para encontrar
y trabajar en las soluciones. Además, la participación adquiere un marcado acento en la
autogestión, es la comunidad quien debe ser el actor principal de la estrategia. Esta es
quien debe realizar la búsqueda de soluciones a sus problemas de maneja
autogestionaria, donde la policía y las otras instituciones son un apoyo, por ello se
establece que su trabajo es complementario con la labor policial.
Se busca orientar el trabajo hacia la construcción de lazos de solidaridad entre los
vecinos, las comunidades y éstos con la policía. Esto es tener claro que la seguridad es
una responsabilidad compartida en la comunidad, donde el problema de uno (a) es el
problema de todos (as) Es así como se fomenta una participación democrática,
respetuosa de las diferencias, que no establece diferencias atareas, de sexo, ni de
nacionalidad.
Finalmente, estos elementos se enmarcan dentro de la posibilidad ciudadana de control
y de solicitar rendición de cuentas. Seguridad Comunitaria promueve que los
ciudadanos (as) velen por el trabajo que realizan las instituciones gubernamentales y
sus funcionarios (as). Esto es finalmente, la construcción de un espacio de diálogo,
ciudadanía - institucionalidad, que en términos de la Seguridad Humana constituye el
punto alto de toda la estrategia, en el tanto, permite y facilita que los asuntos de gestión
policial dejen de ser solamente “asuntos de Estado” para convertirse en una
preocupación donde la ciudadanía tiene muchas cosas que decir, pero donde sobre
todo, tiene muchas posibilidades para la actuación.
Para operacionalizar estos valores y conceptos se requirió el desarrollo de dos acciones
fundamentales que cambiaron radicalmente el enfoque del programa: primero, que el
proceso de capacitación a las comunidades sea más participativo y pro-activo; y
segundo, que realmente la policía local se convierta en un “agente de promoción de la
seguridad”.
23
A partir de la elaboración de un diagnóstico participativo realizado por la policía local
que incluye tanto las percepciones de miembros de la comunidad como una guía de
observación de campo que realiza la misma policía local, se identifican los principales
problemas de seguridad integral que tienen las comunidades y se orienta el proceso de
capacitación en función de éstos.
En esta reestructuración del Programa se eliminan los módulos de defensa personal,
aprehensión por parte de civiles y los simulacros (eliminando la capacitación que podía
de alguna manera influenciar a las personas a actuar de manera reactiva); y por otra
parte, se refuerzan los módulos de organización comunal, y el de cultura preventiva
(incorporando la distinción entre prevención situacional y social, y destacando la
necesidad de trabajar en ambos sentidos), además, se incluye otro que abarcan la
prevención del consumo de drogas, con los módulos diseñados por Instituto
Costarricense sobre Drogas “Trazando el Camino en Comunidades”.
El considerar los problemas de seguridad desde una visión más amplia, que trasciende
lo estrictamente delincuencial, permite que se analicen otros problemas muy comunes
en los barrios que, aunque no son responsabilidad directa de la policía, también causan
inseguridad, tales como: problemas de contaminación en zonas públicas,
contaminación sónica (bares y karaokes), problemas de señalización vial, lugares
abandonados (casas o lotes), etc. Por esta razón, se amplía el área de asesoría legal,
para que las comunidades conozcan las posibilidades que la ley brinda para resolver
estos problemas y las gestiones que deben realizar al respecto.
La capacitación finaliza con la elaboración, por parte de las comunidades, de un Plan
de Acción y Seguimiento que contempla no sólo sistemas de comunicación y alerta
para actuar en situaciones de emergencia, sino que lo más importante es la
incorporación de una matriz de resolución de problemas que permite a las
comunidades, de una manera muy simple, organizarse para realizar pequeños
proyectos que les permitan desarrollar acciones de prevención, desde el punto de vista
integral, y comenzar a gestionar, ante diversas instituciones, soluciones a problemas
que afectan su seguridad.
Es así como se establece un proceso de capacitación más dinámico y participativo, con
una visión más integral de la seguridad, que busca comprometer a los participantes en
el desarrollo de actividades que mejoren la calidad de vida de la población y la
infraestructura urbana, mediante actividades recreativas, culturales, deportivas, entre
otras, que fortalecen el tejido social comunal y ofrecen un espacio de alternativo de
socialización y diversión para toda la comunidad. La capacitación deja de ser un fin en
sí mismo y se convierte en el medio para generar acciones preventivas en las que los
comités de seguridad comunitaria y policía local trabajan conjuntamente para crear
entornos más seguros.
Este nuevo enfoque del Programa de Seguridad Comunitaria, obliga a las comunidades
y a la policía local a establecer un vínculo definitivo que les permita, cada cual desde su
ámbito, trabajar en la construcción de comunidades más seguras. En este esfuerzo
24
conjunto, la participación de otras instancias a nivel local esencial para la solución de
los problemas de las comunidades, particularmente los gobiernos locales que tienen
una serie de competencias que permiten mejorar las condiciones de seguridad en sus
cantones.
Al finalizar el proceso de seguimiento, la policía local queda con la responsabilidad de
dar respuesta a nivel policial de las denuncias planteadas por las comunidades de
aquellos problemas que competen estrictamente a la policía (por ejemplo ventas de
drogas) y de fomentar reuniones con los comités organizados por distrito o cantón para
identificar problemas comunes y plantear soluciones conjuntas. Estas reuniones
constituyen el primer esfuerzo por constituir redes distritales o cantonales de comités de
seguridad comunitaria, que pueden, en forma conjunta, demandar servicios o coordinar
acciones con municipios, ministerios e instituciones estatales que les permitan ir
resolviendo los problemas identificados de seguridad integral.
2. La Estrategia de Seguridad Comunitaria y Policía de Proximidad.
El cambio realizado en el Programa de Seguridad Comunitaria se complementa con la
desconcentración que realiza la Fuerza Pública a través del Modelo de Policía de
Proximidad, lo que permite una vinculación directa de la policía local con el trabajo que
se viene realizando desde Seguridad Comunitaria con las comunidades. Se lleva a
cabo un proceso de regionalización mediante la conformación de Equipos Regionales
de Seguridad Comunitaria en las once regiones que conforman la Fuerza Pública.
Estos equipos regionales, conformados por policías locales, son los que asumen las
labores de promoción, organización, capacitación y seguimiento de los Comités de
Seguridad Comunitaria. El proceso de regionalización que se realiza con la Policía de
Proximidad permite desconcentrar las labores que realiza la Dirección de Seguridad
Comunitaria y Comercial, generando mayor autonomía y compromiso por parte de la
policía local con los Comités de Seguridad y un trabajo de mayor coordinación con el
resto de las instituciones presentes en las comunidades.
Además este proceso permite dar un mejor seguimiento a la gran cantidad de Comités
de Seguridad Comunitaria establecidos en todo el país, ya que posibilita el comenzar a
organizarlos en redes distritales y/o cantonales para mejorar la coordinación con la
Policía de Proximidad y con el resto de las autoridades locales. La participación de
autoridades locales como las Municipalidades y otras instituciones, facilita la resolución
local de las problemáticas de inseguridad y a la vez contribuye a que los comités tengan
mayores niveles de legitimidad. En varias de las experiencias, los comités organizados
en redes fueron alcanzando una mayor fuerza y desarrollando mayores capacidades
para incidir en este conjunto de problemas de orden social. Es decir, es en este
momento donde se comienza un trabajo de promoción de la prevención social, y donde
la participación interinstitucional es un elemento clave para el éxito.
Se establece por primera vez, una verdadera Estrategia de Seguridad Comunitaria,
que articula a la policía local y que se convierte en un eje transversal de la Fuerza
Pública.
25
La Estrategia de Seguridad Comunitaria desarrollada por el Ministerio de Seguridad
Pública está estructurada de la siguiente manera:
Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial: es la entidad encargada de
establecer lineamientos, planificar y evaluar el trabajo que realizan los Equipos
Regionales de Seguridad Comunitaria. Está conformado por un equipo
interdisciplinario de funcionarios que incluyen instructores policiales y técnicos en
materia legal, criminológica y sociológica.
Equipos Regionales de Seguridad Comunitaria: son los equipos de
funcionarios policiales asignados y capacitados en las regionales en que se
divide la Fuerza Pública, encargados de ejecutar el Programa de Seguridad
Comunitaria y Comercial en las comunidades9
. Cada Equipo Regional cuenta
con al menos un funcionario por Delegación Policial que se encarga de
organizar, capacitar, coordinar y dar seguimiento al trabajo realizado por los
Comités de Seguridad Comunitaria y Comercial, es el Encargado de Asuntos
Comunitarios. El trabajo realizado en toda la región es coordinado por un
Coordinador Regional, subalterno directo del Director Regional de la Policía de
Proximidad, que a la vez es el responsable y el enlace con la Dirección de
Seguridad Comunitaria. Aunque los Equipos Regionales son los que tienen la
responsabilidad directa por el desarrollo del Programa de Seguridad Comunitaria
y Comercial, al resto de los oficiales de policía se le asignan labores específicas
de acuerdo la función que cumplen dentro de la estructura de la Delegación
Policial.10
Comités de Seguridad Comunitaria: son grupos de vecinos (as) que reciben
asesoría y capacitación a través del Programa de Seguridad Comunitaria,
haciendo énfasis en la labor complementaria de la comunidad con la policía en
materia de prevención para: mejorar la calidad de vida mediante la participación
y la organización comunitaria, prevenir la incidencia delincuencial en las
comunidades, fomentar lazos de solidaridad entre los vecinos (as), fortalecer el
binomio Policía-Comunidad, aumentar el sentimiento de seguridad ciudadana y
promover una cultura preventiva comunal.
9
La regionalización del Programa de Seguridad Comunitaria se realiza en todas las regiones en que se divide la
Fuerza Pública, con la excepción de la Región Uno, San José, donde el proceso de capacitación lo continúa
desarrollando la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial, aunque desde la policía local el Encargado de
Asuntos Comunitarios, desarrolla los procesos de promoción y seguimiento de los comités constituidos.
10
La propuesta de regionalización del Programa de Seguridad Comunitaria incluye que los Asesores Legales
(abogados que trabajan con la policía local), los Analistas Policiales (criminólogos que trabajan con la policía local),
los Agentes contra la Violencia Intrafamiliar (Oficiales de Policía que tienen la responsabilidad de dar seguimiento a
los casos de violencia intrafamiliar en su Delegaciones) y los Agentes Pinta Seguro (Oficiales de Policía que
capacitan a niños(as) en las escuelas) son parte del Equipo Regional en Seguridad Comunitaria , colaboran en la
capacitación y seguimiento de acuerdo a su especialidad profesional. El resto de Oficiales de Policía realizan labores
de promoción del Programa en sus labores.
26
El desarrollo que logran los Programas de Policía de Proximidad y Seguridad
Comunitaria en los últimos dos años de este periodo, consolidan estos programas como
parte de la estructura policial, según consta en el Decreto Ejecutivo Nº32177-SP
publicado en la Gaceta el 10 de enero del 2005, en el artículo 57, el cual indica que se
entenderá por Seguridad Comunitaria y Comercial la estrategia de prevención del
delito desarrollada por la Fuerza Pública, en coordinación con los grupos de la sociedad
civil, organizados y capacitados para este propósito.
En este mismo decreto en el artículo siguiente, artículo 58, se define lo que significa el
modelo de Policía de Proximidad, en los siguientes términos: “La actividad policial se
desarrollará, en el ámbito nacional, en forma descentralizada y bajo el concepto de
proximidad, que implica el conocimiento del entorno por parte del funcionario policial y
su labor debe estar dirigida a lograr la interacción policía-habitantes, con la finalidad de
brindar respuesta oportuna, conveniente y eficaz y el servicio personalizado; teniendo la
obligación de rendir cuentas de su gestión, cuando así sea requerido”.
A partir de estos artículos se reconoce formalmente que las comunidades son la razón y
la esencia del quehacer policial. Es en el trabajo conjunto de la Policía y las
comunidades como se logra cumplir con el deber policial de prevenir el delito de una
manera más eficiente y sostenible en el tiempo.
Más adelante, en el artículo 62, donde se definen las funciones de la policía, se señalan
entre otras que, se considera elementos propios de la función policial:
Ejecutar acciones en coordinación con los diferentes sectores del Estado y de la
sociedad civil, para la prevención de las manifestaciones de delincuencia.
La actividad de formación y capacitación a los diferentes sectores de la sociedad
civil en materia de seguridad ciudadana, que permitan fortalecer la prevención
de manifestaciones de delincuencia.
Es así como queda establecido que la labor de capacitación y coordinación con la
sociedad civil, para prevenir manifestaciones de delincuencia, es parte de las tareas
policiales, y que la Estrategia de Seguridad Comunitaria y Comercial es una de las
principales herramientas de trabajo con que cuenta la Policía de Proximidad para
cumplir esta tarea. Se observa en los planes institucionales tanto del 2003, 2004 y 2005
los siguientes objetivos estratégicos:
Promover intensamente la prevención del delito, para contribuir a disminuir el
índice de criminalidad.
Ampliar y fortalecer las Estrategias Policiales de Proximidad, Seguridad
Comunitaria y Comercial en el accionar de la Fuerza Pública para brindar una
mejor atención a los habitantes en materia de seguridad.
Evaluar la labor de los funcionarios de las Delegaciones Policiales en relación
con la promoción, constitución, funcionamiento y seguimiento de los Comités de
27
Seguridad Comunitaria, con el propósito de mejorar la Estrategia de Seguridad
Comunitaria.
Medir el índice de satisfacción en las comunidades donde operan los Comités de
Seguridad Comunitaria.
Como puede observarse el reconocimiento formal a la labor policial preventiva que se
desarrolla desde la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial es muy reciente; a
pesar que desde hace bastantes años este trabajo se viene realizando.
En forma paralela a la creación de los Equipos Regionales de Seguridad Comunitaria y
debido a la urgencia de atención que tiene la problemática de la venta de drogas en las
comunidades, se plantea la necesidad de generar estrategias que agilicen la respuesta
policial a las denuncias que formulan los Comités de Seguridad Comunitaria, para tal
efecto se crea el Programa Regional Antidrogas. Este programa permite que desde la
Policía local se realice un primer abordaje para la aprehensión de los vendedores de
droga.
Además se logran acuerdos y convenios de cooperación con distintas organizaciones
gubernamentales o no gubernamentales: Universidad Nacional, Sistema Nacional de
Emergencia 9-1-1, Poder Judicial, Municipalidades, Ministerio de Salud, Ministerio de
Justicia, Instituto Costarricense de Turismo, Universidad de Costa Rica, Cámara de
Comercio, Cámara de Transporte, etc. Estos convenios permiten fortalecer las
capacidades técnicas y organizativas, y refuerzan los conocimientos necesarios para
fortalecer la Estrategia de Seguridad Comunitaria y Comercial. Es así como, se
realizan diversos programas y actividades de capacitación (talleres, seminarios,
simposios) con instituciones gubernamentales y no gubernamentales que permiten una
mejor coordinación y definir estrategias de prevención interinstitucionales.
Ante tal visión integral se hace posible la incorporación a la estrategia de nuevos y
diferentes actores tanto públicos como privados. Por ejemplo, los comercios se han ido
integrando mediante el Programa de Seguridad Comercial, que ha logrado incorporar
dentro del sector de comerciantes una perspectiva de responsabilidad social corporativa
y de apoyo a los procesos de organización que se viven en el nivel local.
Otro de los sectores que ha venido incorporándose a la estrategia son los sectores
dedicados al turismo. Esto porque han entendido que el manejo de la prevención que
seguridad comunitaria tiene guarda relación estrecha con una de las principales
ventajas competitivas para el país, como lo es la tranquilidad y la paz de la que Costa
Rica hace gala.
En este momento además, se logran introducir contenidos temáticos de Policía de
Proximidad y Seguridad Comunitaria en todos los cursos que ofrece la Escuela
Nacional de Policía: en el Curso Básico Policial, en el Curso de Oficiales Ejecutivos y en
el Curso para Comisionados. Es decir, por primera vez en la historia del país, los
efectivos policiales que reciban capacitación tendrían la posibilidad de conocer algunos
elementos básicos del programa y estar en condición de poder visualizar algunos
28
insumos desde el campo, que favorezcan y promuevan una relación de alianza policía –
comunidad.
Evidentemente, la proporción de policías que abordan la temática comunitaria a nivel
nacional es todavía insuficiente en relación con la cantidad total de policías existentes
en la Fuerza Pública y especialmente con la cantidad de Comités de Seguridad
Comunitaria establecidos a lo largo de todos estos años en todo el país.
Pese a que en este momento los avances cuantitativos y cualitativos de la experiencia
han provocado a lo interno del Ministerio de Seguridad Pública que Seguridad
Comunitaria sea una política institucional, esta aún no tiene el grado de prioridad
estratégica para cambiar las prácticas tradicionales de la Fuerza Pública. En otras
palabras, en este momento, Seguridad Comunitaria a lo interno de la institución policial
aunque es reconocida como estrategia porque ya se vincula a la policía local con
responsabilidades y funciones definidas, no ha logrado trascender a una visión más
estructural, donde las autoridades policiales puedan ver el potencial que estos modelos
tienen para generar cambios estratégicos en beneficio del conjunto del cuerpo policial.
En este momento, los retos a futuro se encuentran en:
Convertir en una estrategia de trabajo de toda la policía de proximidad, el
Programa de Seguridad Comunitaria: Como se ha visto, en este proceso se ha
incorporado a la Policía Local en el desarrollo del programa, sin que esto
signifique necesariamente cambios en las estrategias operacionales del
quehacer policial en su conjunto. Se tiene el marco general para hacerlo, lo que
se constituye como un reto fundamental es hacer que realmente Seguridad
Comunitaria y Policía de Proximidad sea incorporado en las labores cotidianas
de todos los oficiales de policía, incluyendo por supuesto a los mandos medios,
Jefes de Puesto y Directores Regionales11
.
Capacitar a la totalidad de efectivos de la Fuerza Pública en Seguridad
Comunitaria: Aunque ya los efectivos de la policía en el marco de la Escuela de
Nacional de Policía reciben capacitaciones puntuales sobre el tema, lo cierto del
caso es que todavía una buena parte de la población policial que existe hasta el
momento, nunca ha estado ahí. Aunque se inicia un proceso de sensibilización
en las Delegaciones Policiales de la Región Uno, este esfuerzo es claramente
insuficiente para lograr que todos los oficiales de policía puedan comprender y
sobretodo aplicar la Estrategia de Seguridad Comunitaria y de Policía de
Proximidad.
Un mayor relacionamiento entre las instituciones públicas en materia de
Seguridad Integral: En este momento específico y por el rumbo que comienza a
11
Esto podría sonar contradictorio, sin embargo, la práctica muestra que lo que se asumía en algunas regiones como
“policía de proximidad” en la práctica estaba lejano hacerlo y que el trabajo de seguridad comunitaria es asumido
exclusivamente por los integrantes de los Equipos Regionales, sin la participación del resto de los oficiales de
policía.
29
tomar la iniciativa en las regiones, se hace evidente que existen una serie de
problemas en las comunidades que tienen como consecuencia un impacto en la
seguridad, pero que para atacarlos, se hace necesaria la competencia preventiva
de otros entes institucionales. Es por ello, que se comienza a potenciar y
promover la incorporación de otras instancias tales como el Poder Judicial y las
Municipalidades en los procesos de organización, formación y capacitación de
los Comités de Seguridad Comunitaria.
La necesidad de un nuevo perfil de policía. La amplitud de funciones y
responsabilidades que se espera de un oficial de policía crea la necesidad de
transformar las prácticas policiales desde los procesos de formación básica de
los efectivos. Esto es, si la realidad social y el desarrollo en campo del Programa
de Seguridad Comunitaria están indicando que se necesita un policía distinto, es
necesario construir un nuevo perfil policial que dé cuenta entre otras cosas, de
una serie de habilidades sociales que le permitieran la interacción efectiva con la
comunidad. En este sentido, es fundamental que estos puedan tener formación a
nivel de estrategias de diagnóstico e intervención comunitaria desde una
perspectiva participativa.
En síntesis, la tarea pendiente es lograr que todos los policías tengan el perfil de un
policía pro-activo al servicio de la comunidad, que actúe profesionalmente, tanto en el
ámbito reactivo como en el área de la prevención, y lograr con el resto de instituciones
públicas y privadas coordinar esfuerzos en favor de la prevención.
2.1. Logros y enseñanzas del Programa de Seguridad Comunitaria.
Tomando en cuenta los insumos que a lo largo de la historia de Seguridad Comunitaria
se han planteado, es lógico pensar en la necesidad de una reafirmación tanto de
aquellos aspectos positivos así como un replanteamiento que permita superar las
limitaciones existentes.
3. Un nuevo enfoque de seguridad.
Lo que constituye un hito dentro del Ministerio de Seguridad Pública es el cambio
profundo en cómo se aborda la prevención. Hoy el concepto de Seguridad Integral
(entendiendo esta como la correlación necesaria entre prevención situacional y social)
se ha tratado de operacionalizar de maneras particulares dependiendo del contexto
socio cultural en el que incide la policía.
El enfoque de Seguridad Integral llevado claramente a los procesos de capacitación, no
solamente apela a la necesidad de prevenir el delito, sino de incidir en las condiciones
sociales que favorecen la aparición de la criminalidad. Es por ello que se parte de un
30
ser humano integral, que requiere del cumplimiento de todos sus derechos humanos
para no llegar a condiciones de vulnerabilidad social que lo hagan delinquir.
Es entonces desde esta perspectiva que el trabajo preventivo tiene que ver con
múltiples temáticas, como salud, educación, cultura, deporte, derechos laborales, etc.,
pero también con diferentes intereses y costumbres de cada sector de la población.
Abordar el programa de capacitación desde un enfoque de seguridad integral, no
excluye una serie de preocupaciones sociales fundamentales que si bien es cierto se
tocan tangencialmente, no tienen aún dentro del sistema de capacitación su lugar
específico. Estos temas incluyen, el de violencia social, armas de fuego e incidencia
ciudadana en construcción de políticas locales de seguridad integral. A medida que la
realidad se complejiza, el proceso de capacitación a las comunidades debería irse
diversificando, para ir incluyendo nuevas demandas de información y capacitación. La
pregunta a resolver es cómo hacerlo sin que esto signifique prolongar el programa y
seguir incluyendo nuevos módulos
4. El proceso de regionalización.
Un primer logro importante es que hoy en el Ministerio de Seguridad Pública no se
cuestiona ni la importancia ni la pertinencia del programa. Esta ha podido evidenciar el
potencial que tiene la Estrategia de Seguridad Comunitaria tanto a nivel de relaciones
con las comunidades como a lo interno de cada una de las delegaciones policiales que
tiene el país.
En los planes institucionales del Ministerio de Seguridad Pública, el abordaje al modelo
de Policía de Proximidad mediante la Estrategia de Seguridad Comunitaria, ha sido el
primer objetivo estratégico de la institución, lo cual evidencia un profundo acercamiento
con la iniciativa y sobre todo, una valoración favorable de ella.
Este elemento se encuentra relacionado además, con una serie de cambios que la
ciudadanía ha ido propiciando en su relación con la policía. La existencia de una figura
organizativa legitimada, para promover la participación del actor ciudadanía dentro de la
institucionalidad del Ministerio de Seguridad Pública, logra un cambio importante en la
percepción sobre el policía, posesionándolo como un actor de desarrollo comunitario
que promueve organización integral en materia de seguridad.
Como se expuso anteriormente la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial,
tiene funciones de planificación, asesoría y evaluación de los Equipos Regionales. La
gran pregunta que queda en el ambiente encuentra relación con las posibilidades y
capacidades de la Dirección de Seguridad Comunitaria para poder realizar esta
competencia de la mejor forma posible. Esto por cuanto, el grueso de su personal se ha
encargado, de forma exclusiva, a realizar los procesos de capacitación de las
comunidades y comercios de la Región Uno. Las labores propias de la Dirección, se
han venido realizando de manera marginal. Lo anterior responde en gran medida, a que
todavía no se ha logrado consolidar la Dirección de Seguridad Comunitaria como un
31
ente rector y supervisor de la Estrategia, en estos momentos, se podría considerar que
se encuentra aún en una fase de transición.
4.1 ¿Qué sigue después de la capacitación?
Una de las principales dificultades que todavía se mantienen se encuentra en la etapa
de seguimiento que la policía local debe dar a los comités de Seguridad Comunitaria. El
que exista solamente un oficial de policía asignado por cada delegación y la gran
cantidad de comités constituidos a la fecha, limitan las posibilidades de un seguimiento
individualizado a cada comité constituido. La mayor parte de su tiempo se consume en
las labores de promoción y capacitación, además es necesario considerar que el
asumir las responsabilidades de Seguridad Comunitaria no exime a los funcionarios
policiales del cumplimiento del resto de las funciones que como todo policía debe
cumplir. Además, es en la etapa de seguimiento donde deben crearse las
coordinaciones interinstitucionales que permitan ir dando respuesta a los problemas de
inseguridad que plantean las comunidades, sin embargo en muchos gobiernos locales y
en algunas instituciones las posibilidades de coordinación son muy difíciles de lograr o
no existe un verdadero compromiso o capacidad de respuesta por parte de las
instituciones.
A pesar de todas estas limitaciones es importante resaltar que, en la mayoría de los
casos, la comunidad logra trascender su visión tanto para mejorar la capacidad de
respuesta ante la situación de delincuencia, pero lo más importante; para determinar
que el desarrollo local y nacional es competencia también de las comunidades y el
estar organizado significa invertir a corto, mediano y largo plazo en calidad de vida de
toda la población. El trabajo de seguimiento con los comités de seguridad comunitaria
se ha concretado en la realización de múltiples actividades y acciones, que incluyen: la
realización de festivales culturales o deportivos, el mejoramiento de la infraestructura
urbana o campañas de protección al medio ambiente, la implementación de cursos que
refuerzan la capacitación en seguridad comunitaria, como primeros auxilios o
prevención de incendios; actividades de promoción de la salud o la participación en
campañas en contra de la violencia intrafamiliar o el consumo de drogas.
Los datos existentes dentro de la Dirección de Seguridad Comunitaria del Ministerio de
Seguridad Pública hablan de la existencia de al menos 65.000 personas capacitadas
en la estrategia y de 4.000 comités a lo largo del territorio nacional. La importancia de
este dato no solamente reviste en la cantidad, sino que se acompaña de una visión más
madurada e integral de la comunidad. Hoy se entiende ésta como un actor protagónico
que ha logrado trascender en la práctica la visión de la prevención situacional. Esto sin
embargo, responde a una lógica de proceso.
32
Situación Actual (2007- 2008)
A partir del año 2007 se inicia lo que se puede identificar como el cuarto periodo
caracterizado por la resolución adoptada por la señora Ministra de Gobernación, Policía
y Seguridad Pública y de la Dirección General de la Fuerza Pública; de que en adelante
toda la policía costarricense implemente y desarrolle un Modelo de Policía Comunitaria
Costarricense; como su herramienta de trabajo a nivel nacional.
Como mencionamos en el Título primero del presente análisis, Herman Goldstein,
establece estadios de actuación policial que caracterizan un modelo de Policía
Comunitaria, el nivel más básico consiste en promover y realizar acciones tendientes a
incrementar el contacto y el diálogo con la comunidad(Policía de Proximidad); un
segundo nivel, es cuando se asignan oficiales de policía a barrios y generan algún
grado de trabajo conjunto con la comunidad; el nivel más alto es cuando se logra que la
comunidad tenga la capacidad de realizar acciones preventivas (define problemas y
busca soluciones en materia de seguridad) y la policía cumple una función de apoyo.
En nuestro país la totalidad de la policía12
bajo el modelo de Policía de Proximidad ha
venido realizando labores de Policía Comunitaria de Primer Nivel, y 125 policías
(Coordinadores Locales de Seguridad Comunitaria y Comercial) ubicados al menos 01
en cada Delegación Policial hemos realizado acciones de Policía Comunitaria de
Segundo y Tercer Nivel.
La implementación de este Modelo de Policía Comunitaria, requiere definir un policía
con características que le permitan no solamente conocer su entorno sino además
relacionarse con las comunidades; transformar las prácticas policiales desde los
procesos de formación básica de los efectivos, introduce un nuevo perfil policial, en el
cual se visualiza la necesidad de que este nuevo oficial tenga formación a nivel de
estrategias de diagnóstico e intervención comunitaria desde una perspectiva
participativa debe convertirse en un Policía Proactivo. Un enfoque con tales
características contribuye a una labor de pedagogía ciudadana en la que todos los
sectores independientemente de la edad, zona geográfica, sexo, o ingreso económico,
debemos formarnos no solamente para evitar la delincuencia, sino porque de esta
forma estamos invirtiendo en la capacidad propositiva, de respuesta y diálogo de todos
los ciudadanos de este país. Hoy la policía enfrenta un proceso de transición
sumamente importante, en relación con las formas de acción y los procesos de
involucramiento comunitarios. La transición tiene dos extremos, como lo son seguir
actuando desde la perspectiva situacional, o dar el salto y visualizar las implicaciones
desde la prevención social. Hoy en cada Delegación Policial funcionan los Equipos de
Dirección Operativa, que no son más que una estrategia para administrar y hacer
gestión con la información que proveen distintos profesionales, para asignar los
recursos policiales de acuerdo con las necesidades y desde una perspectiva científica.
12
Aproximadamente 8000 policías.
33
Igualmente en la Academia Nacional de Policía vivimos un proceso de transición, ya
que si bien el Ministro de Seguridad Pública ha dado la directriz de que todos los
oficiales deben desarrollar acciones de carácter comunitario, lo cierto del caso es que
no todos se encuentran preparados para ello. No obstante, hay pasos profundos en
este sentido. Quizá el más importante es que se ha logrado un nivel de
profesionalización en las jefaturas, lo cual esperamos tenga un impacto favorable para
aterrizar con la calidad que queremos este enfoque innovador y de construcción
nacional, como lo ha sido la Policía Comunitaria.
El principal reto que tenemos hoy es que toda la policía logre tener el perfil de los
Coordinadores de Seguridad Comunitaria. Esto pasa por mejorar los procesos de
formación básicos y especializados de los efectivos policiales y profundizar con la
ciudadanía en lo que refiere a exigibilidad de un enfoque de trabajo, con una
perspectiva comunal por parte de la policía de su localidad. Dentro del propio Ministerio,
hemos incidido en el enfoque que se le venía dando desde la Academia a Seguridad
Comunitaria, pero aún tenemos cosas pendientes ya que:
No todos los efectivos policiales tienen el perfil del policía comunitario, por lo que
en algunos momentos el trabajo en los niveles locales se les recarga a los pocos
Coordinadores de Seguridad Comunitarios en vista de sus mayores niveles de
formación y capacitación.
La policía no ha logrado ver el panorama completo de las implicaciones que tiene
para el país la seguridad integral, esto plantea una reformulación tanto de la
acción policial como de la institucionalidad.
Pese a que las regiones se encuentran realizando seguimiento es necesario
mejorar el instrumental, para que la información que se genera sea vinculante y
determinante en el proceso de toma de decisiones.
No se ha logrado que los Jefes Policiales Regionales lleven, utilicen y potencien
a la comunidad organizada para una articulación mayor en sus estrategias de
operaciones.
Los canales de comunicación policía – comunidad deben mejorarse; para ello, es
necesaria la capacitación en materia de construcción de estrategias de
comunicación.
1. Capacitación Policial con orientación Comunitaria.
Desde la Academia Nacional de Policía, instructores certificados de la Dirección de
Policía Comunitaria, imparten los temas relacionados con La Estrategia de Policía
Comunitaria Costarricense, del Programa de Seguridad Comunitaria (dirigido a la
Organización y Capacitación de Comunidades), sobre la Conceptualización de la
Seguridad y la Prevención, y de distintos Modelos Policiales. (ver cuadros adjuntos).
Además se realizan procesos de sensibilización y capacitación directamente en las
distintas Delegaciones Policiales del país sobre la implementación de la Estrategia de
Policía Comunitaria dirigida a agentes policiales que no han ingresado a la Academia
Nacional de Policía, para que así todos los y las policías estén en capacidad de
conocer y aplicar los elementos básicos del modelo de Policía Comunitaria
34
Costarricense, y puedan implementar esta estrategia de trabajo de la Fuerza Pública a
nivel nacional.
Nombre de Curso Contenidos Temáticos Duración
Curso Básico Policial:
Principios básicos de la
función policial de
orientación comunitaria en
Costa Rica
1. Las causas y los componentes de la inseguridad
ciudadana: inseguridad objetiva e inseguridad subjetiva
2. El concepto de prevención en la función policial y los tres
niveles de prevención del delito.
3. El origen de los modelos de policía comunitaria y policía de
proximidad
4. Desarrollo de la Estrategia de Policía Comunitaria y Policía
de Proximidad en Costa Rica.
5. Objetivos y contenidos de los programas
de Seguridad Comunitaria y seguridad
Comercial
24 horas
Curso de Oficiales
Ejecutivos:
Modelos de Policía
Comunitaria y Estrategias
policiales para la
Prevención.
1. Conceptos de Seguridad.
2. Componentes de la Inseguridad.
3. Causas de la inseguridad.
3. L 4. La prevención.
4.
5. Or 5. Origen de los modelos de Policía de Proximidad
6. y y Policía Comunitaria.
7.
6. La Estrategia de Seguridad Comunitaria
en Costa Rica y la Policía de Proximidad.
7. Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010
8. Manual Organizativo y Funcional de
la Estrategia de Seguridad Comunitaria.
40 horas
35
Nombre de Curso Contenidos Temáticos Duración
Curso de Seguridad
Comunitaria y Comercial
para Jefes de
Delegaciones Policiales:
Proporcionar a los Jefes
de Delegaciones Policiales
los conocimientos,
habilidades y destrezas
necesarios para la
implementación de la
Estrategia Regional de
Seguridad Comunitaria y
Comercial.
1. Evolución histórica del concepto de seguridad desde la
Doctrina de Seguridad Nacional hasta el concepto de
Seguridad Humana.
2. Estrategias de los modelos de Policía de Proximidad y
Policía Comunitaria.
3. Conceptos, componentes y causas de la inseguridad
ciudadana.
4. Estrategias organizativas para la conformación de Comités
de Seguridad Comunitaria y Comercial.
5. Estrategias policiales para la implementación de procesos
de seguimiento a Comités de Seguridad Comunitaria y
Comercial.
6. Ejercer liderazgo democrático sobre el personal
subalterno.
7. Desarrollo de metodologías de facilitación para la
realización de reuniones, diagnósticos de seguridad y
elaboración y control de proyectos.
24 horas
Taller Implementación
del Modelo de Policía
Comunitaria:
Para efectivos de las
Delegaciones Policiales.
1. Marco legal de la Estrategia de Policía Comunitaria.
2. Estrategia Policía Comunitaria herramienta de trabajo de la
Fuerza Pública.
3. El Programa de Seguridad Comunitaria: Fundamentos
Organizativos, Curso Básico de Seguridad Comunitaria.
4. Los Comités de Seguridad Comunitaria: organización,
capacitación y clasificación.
5. Seguimiento policial a los Comités de Seguridad
Comunitaria.
6. Sectorización policial.
7. Elementos básicos de un modelo de Policía Comunitaria.
8. Modelo de trabajo SARA o BASE.
04 horas
36
Nombre de Curso Contenidos Temáticos Duración
Curso Formación de
Instructores de
Seguridad Comunitaria:
Al completar este curso el participante será capaz
de:
Redactar objetivos de capacitación.
Manejar el ambiente de aprendizaje en una sala
de clase.
Preparar Planes de lecciones.
Comunicarse efectivamente utilizando diferentes
métodos de enseñanza.
Preparar y utilizar ayudas visuales.
Operar equipo de ayudas visuales .
Hacer presentaciones individuales o como
miembro de un equipo.
Medir la efectividad de la capacitación.
Describir los objetivos y contenidos temáticos del
Curso Básico de Seguridad Comunitaria.
Comprender el fundamento y conformación de la
Seguridad Comunitaria como programa
preventivo y su importancia para la seguridad en
su conjunto.
Ubicar y reconocer los componentes y
características que vinculan el modelo de
Seguridad Comunitaria y Policía de Proximidad
enfatizando en la relación policía / comunidad.
Definir las características y actitudes esenciales
que requieren los policías con visión comunitaria,
para lograr mediante el trabajo en equipo y el
ejercicio de un liderazgo positivo, conformar el
binomio Policía / Comunidad.
Definir e implementar las funciones del
Encargado de Asuntos Comunitarios
relacionadas con el modelo de Vinculación de
Seguridad Comunitaria y Policía de Proximidad.
Aprobar una práctica supervisada, donde deberá
aplicar los conocimientos adquiridos durante el
curso.
96 horas
37
Programa de Seguridad Comunitaria.
1. Fundamentos legales para la operación del Programa de Seguridad
Comunitaria13
Es en el Capítulo VIII del Título II del Reglamento de Organización del Ministerio de
Seguridad Pública, donde en la actualidad se regulan las funciones de la Dirección de
Seguridad Comunitaria y Comercial, que está adscrita al Despacho del Ministro.
Adicionalmente, el tercer capítulo del Título II de dicho Reglamento, establece dentro de
las funciones de las direcciones generales y direcciones regionales de la Fuerza
Pública “implementar las acciones pertinentes para fortalecer las actuaciones de la
policía, dentro del concepto de Proximidad y Seguridad Comunitaria”.
Es importante recordar que el Reglamento citado se encuentra normado por el Decreto
Ejecutivo No 32177 del 10 de enero del año 2005, que se deriva de la Ley General de
13
Resumen de Informe Final, Evaluación Participativa del Programa de Seguridad Comunitaria del Ministerio de
Seguridad Pública, CUDECA, septiembre 2007.
Nombre de Curso Contenidos Temáticos Duración
Taller Gestión Gerencial
para Jefes de Puesto:
Dirigido a Oficiales
Policiales que asumirán
funciones como Jefes de
Puesto.
1. Implementación de la Estrategia de Policía de
Proximidad.
2. Seguimiento policial a los Comités de Seguridad
Comunitaria y Grupos de Comerciantes organizados
del Programa de Seguridad Comercial.
3. Comisiones Cantonales de Seguridad Ciudadana
(Gobiernos Locales).
4. Operacionalización de la Información.
5. Rendición de cuentas.
6. Sectorización.
7. Directrices de la Dirección de la Fuerza Pública para la
Implementación de la Estrategia de Policía
Comunitaria, y Supervisión de su implementación.
8. Presentación y análisis de videos de la Policía
Comunitaria.
04 horas
Doctina del modelo de policía comunitaria costarricense. (sin indice)
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Doctina del modelo de policía comunitaria costarricense. (sin indice)

  • 1. MINISTERIO DE GOBERNACIN, POLICIA Y SEGURIDAD PÚBLICA Doctrina del Modelo de Policía Comunitaria Costarricense. Alberto Li 27/10/2008 Seguridad Ciudadana / Orden público, Seguridad Ciudadana o Seguridad de los Habitantes / Policía al servicio del Estado y Policía al servicio de la comunidad/ El sentimiento subjetivo de seguridad /Origen, desarrollo y consolidación de la Policía Comunitaria Costarricense / /Programas de Capacitación Policial Comunitario / Programa de Seguridad Comunitaria / Conceptos Doctrinarios sobre la Seguridad de Costa Rica /
  • 2. 2 Un concepto de seguridad ciudadana. 1. Introducción. La falta de seguridad ciudadana ha pasado a ser en los últimos tiempos uno de los temas centrales de preocupación de los ciudadanos y, por lo tanto, una de las cuestiones a resolver por los responsables políticos de principios de este siglo. De este modo, Kris Bonner1 dice: …”El interés de la población que hace referencia a la delincuencia ha aumentado enormemente en los últimos años. (...). La seguridad es una condición necesaria para el funcionamiento de la sociedad y uno de los principales criterios para asegurar la calidad de vida”… La crisis de la seguridad y su correlativa necesidad de reforma (a pesar de su importancia y de la necesidad de un debate en profundidad) han conducido a que, en ocasiones, desde los ámbitos de gobierno se formulen planes para actuar sobre los síntomas y no sobre las causas, de la misma manera que no podemos resolver el problema de la diversidad con soluciones sencillas, por la propia naturaleza del problema, hemos de asumir que por mucho que nos suponga problemas, el hecho de la seguridad, es un problema complejo, que afecta a la sensación de las personas, de influencia fundamentalmente urbana, que por lo tanto, exige una participación de los ciudadanos de donde se deriven soluciones, también, complejas. 2. Seguridad ciudadana comunitaria: cuestiones terminológicas. a) Orden público, seguridad ciudadana o seguridad de los habitantes.- El concepto de orden público ha ido modificándose a lo largo del tiempo, originariamente2 , este es el concepto liberal que emana del artículo 9 que regula esta cuestión en la Declaración de los Derechos del hombre y del Ciudadano de 1789 que dice: “Nadie puede ser inquietado por sus opiniones, incluso las religiosas, siempre y cuando su manifestación no altere el orden público establecido por la ley”. Este artículo, tiene que ser interpretado sistemáticamente y puesto en relación con el 4 de la misma declaración: “La libertad consiste en poder hacer todo lo que no sea perjudicial al otro. Así, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tienen otro límite que aquellos que aseguren a los otros miembros de la sociedad el disfrute de estos mismos derechos; estos límites sólo pueden estar determinados por la ley”. 1 , Citado por Ricard Brotati Jubert en Diferents autors. Programa Sistema Penal y Derechos Humanos de ILANUD y Comisión Europea. Delito y Seguridad de los Habitantes. Siglo XXI, México, D.F., 1997. 2 Ricard Brotat i Jubert Diferents autors. Programa Sistema Penal y Derechos Humanos de ILANUD y Comisión Europea. Delito y Seguridad de los Habitantes. Siglo XXI, México, D.F., 1997.
  • 3. 3 Por lo tanto, si mudamos el concepto de orden público del ámbito estricto de la libertad ideológica del artículo noveno a uno más genérico del artículo cuarto, Richard Brotati formula la siguiente definición de orden público: El orden público se establece como garantía y límite de la libertad y, como ésta, consiste en que nadie puede hacer nada que sea perjudicial a los demás. Desde esta perspectiva, no perdemos de vista que, libertad y seguridad son dos caras de la misma moneda: Sin seguridad no hay libertad (ya que la falta de ésta, afecta el libre ejercicio de los derechos y libertades del ciudadano) y sin libertad no puede haber una autentica seguridad. Con el tiempo, este concepto de orden público, evoluciona hacia el de Seguridad Ciudadana (originado en la doctrina de la nouvelle prevencion), mucho más amplio, y que incorpora los valores del Estado social y democrático de Derecho. En Europa no se ha producido un cambio de denominación, sino de contenido del concepto hoy por hoy, la expresión orden público (ordre public, public order o ordine pubblico) sigue utilizándose como garantía de la seguridad pública, lo que ha cambiado es el contenido del concepto que paulatinamente ha ido pasando desde el forzar a los ciudadanos a la obediencia de la norma, lo más primario, a la garantía de la calidad de vida de los mismos. El término seguridad ciudadana tiene como antecedentes en nuestros países, su utilización por las fuerzas armadas del cono sur a finales de los años setenta como un renovado vocablo de similar contenido a la doctrina de seguridad nacional impartida por los EUA desde la conocida Escuela de las Américas, según Elias Carranza, en países como Argentina, Chile, Uruguay y otros tantos Estados el término preferido es el de seguridad de los habitantes, que estiman omnicomprensivo y no exclusivo. Amadeu Recasens, distingue entre el concepto liberal de orden público del siglo XIX y el concepto social y democrático de orden público que se impone en las democracias occidentales a partir de la finalización de la segunda Guerra Mundial, al que también podemos denominar seguridad ciudadana, según vemos en la siguiente tabla3 3 El diseño de la tabla es nuestro, la información es de Amadeu Recasens, tomada de Recasens, Amadeu. Elements emergents d’inseguretat ciutadana. Revista Catalana de Seguretat Pública, nº 6-7. Barcelona, 2001. Modelo Opuesto Objetivos Misión Orden público (Código Napoleónico) S. XIX hasta 1ª ½ S. XX. Des – orden. Mantener la autoridad. Perpetuar la norma. Forzar la obediencia de los ciudadanos a la norma. Orden público (Seguridad Ciudadana) 2ª ½ S. XX en adelante In seguridad ciudadana Preservar derechos y libertades. Ofrecer un servicio público. Proteger la seguridad (objetiva y subjetiva) de los ciudadanos.
  • 4. 4 b) Seguridad comunitaria.- Cuando hablamos de seguridad comunitaria, nos estamos refiriendo a un modelo concreto de seguridad, lo que tiene en cuenta al ciudadano en la formulación y verificación de las políticas de seguridad. Los orígenes del término seguridad comunitaria los tenemos que encontrar en la idea de oposición (desarrollada por los historiadores de la policía inglesa) entre el modelo inglés de policía (o policía comunitaria) y el modelo francés o continental (o policía del prínceps). Para el primero, la actividad de la policía sería una consecuencia de las demandas sociales, de forma que habría una clase de self – policing, de la comunidad con un mínimo uso de la fuerza. Por el contrario, la policía continental, estaría mucho más ligada al proceso de construcción de Estado contemporáneo y, por lo tanto, de defensa del mismo ante los procesos revolucionarios que ha padecido. c) Policía al servicio del Estado y policía al servicio de la comunidad.- La evolución histórica del concepto de policía se justifica al evitar los comportamientos violentos mediante la utilización por parte del Estado del monopolio de la violencia legítima (de acuerdo a las palabras de Max Weber) y, paralelamente, el abandono de usos sociales “privados” de justicia (el duelo, la vendetta o el linchamiento). De hecho, son muchas las teorías que caracterizan el fenómeno policial justamente por el uso eventual de la coacción legal y de la coerción. Ahora bien, no es menos cierto que, en la actualidad, las actividades policiales traspasan en mucho a la exclusiva represión del delito, se trabaja ahora en conceptos como el de servicio al público y de asistencia a la ciudadanía; así, se habla de la función policial como una función genérica de solución de problemas (problem solving politing). En el sistema comunitario o anglosajón, la policía es un producto de las demandas sociales, de suerte que la sociedad se autorregula (self-policing) con un mínimo uso de la fuerza. De acuerdo a esta pauta, la necesidad social de seguridad de personas y bienes justifica, per se, la existencia de la policía. De esta manera, los ciudadanos son los primeros interesados en colaborar con la actuación policial, de tal suerte que se evite el recurso a la fuerza. Para concluir, podríamos decir que el modelo de policía comunitaria tiene su última justificación en el mantenimiento de la seguridad púbica. 3. Antecedentes del concepto de seguridad. El concepto tradicional de seguridad es el que lo asociaba con la represión del delito y el mantenimiento del orden, se trataba, pues, de un concepto de seguridad situada en el entorno del control de la criminalidad y eminentemente reactiva. La evolución natural, en comparación con la medicina (asimilando el delito con una enfermedad del cuerpo social), hizo que se sopesara la seguridad de la represión a la prevención, intentando actuar, también, sobre las causas y no solamente sobre los
  • 5. 5 síntomas. A esta concepción preventiva y, por lo tanto, pro– activa, de la seguridad, hace falta la incorporación de elementos nuevos, como las políticas sociales, o aun, urbanísticas y, además la incorporación, también, de profesionales de diferentes disciplinas. En este sentido expresaba el art. 12 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del ciudadano: “La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano, necesita de una fuerza pública: esta fuerza es, pues, instituida en beneficio de todo el mundo, y no para la utilidad particular de aquellos a quién ha estado confiada”. La inseguridad, como problema complejo, no se puede abordar, simplemente, con el recurso de penas más duras y más policía en la calle. Entonces, cuáles son los elementos que hay que tener en cuenta en el abordaje de la inseguridad? Un buen punto de partida es la definición de seguridad contenida en la declaración final del “Seminario de reflexión científica sobre el Delito y la Seguridad de los habitantes”, realizada en Costa Rica los días 9 a 13 de octubre de 1995. El punto tercero de esta declaración afirma: (...) Un concepto verdaderamente amplio y comprensivo de seguridad de los habitantes tiene que comprender no solamente la tranquilidad de no ser víctima de hechos delictivos sino, también, la de vivir en un Estado constitucional de Derecho y la de participar de los beneficios del desarrollo en materia de salud, educación, vivienda, ocio y todos los ámbitos del bienestar social. El concepto es el del desarrollo humano sostenible, que tiene la equidad como principio. Esta definición, pues, se aparta de la tradicional que vincula seguridad con la ausencia de delito y la amplía a una forma concreta de Estado: el social o del bienestar; puesto que, ¿qué otro tipo de Estado proporciona los bienes públicos salud, educación, vivienda, ocio y todos los ámbitos del bienestar social?; En este sentido también se expresa el Manifiesto y las Resoluciones de los temas abordados por las ciudades europeas sobre Prevención y Seguridad en la conferencia de Nápoles los días 7, 8 y 9 de diciembre de 2000 en su punto 14: “La seguridad es un bien común esencial para el desarrollo sostenible. Es a la vez signo y condición de inclusión social, del acceso justo a otros bienes comunes como son la educación, la justicia, la salud y la calidad del medio ambiente. Promover la seguridad es desarrollar un bien común y no consiste, sobre todo, en hacer de policía o en recurrir al sistema penal”. Doctrinalmente, pues, lo que estamos diciendo es que la falta de seguridad en los aspectos sociales, laborales o económicos, implica ineludiblemente una carencia de inseguridad ciudadana o lo que es el mismo: si predicamos la necesidad de la existencia de seguridad ciudadana para el normal desarrollo de las personas en la sociedad, tenemos que proveer a los ciudadanos de los bienes suficientes que los doten de seguridad en todos el ámbitos de su vida.
  • 6. 6 La declaración final del ―Seminario de reflexión científica sobre el Delito y la Seguridad de los Habitantes‖, realizado en Costa Rica los días 9 a 13 de octubre de 1995 se expresa en el sentido siguiente en sus puntos séptimo y octavo: “Se considera necesario promover políticas más efectivas e integrales delante del delito, y no continuar reaccionando solamente “a posteriori” por la vía de los sistemas de justicia penal. Se imponen diagnósticos globales del problema y programas que integren la acción de las diferentes agencias responsables en cada caso. Las políticas tendrían que comprender una amplia prevención primaria, con acciones en todos los ámbitos del bienestar social, y procurar que los beneficios del desarrollo lleguen a todos los sectores de la población y promuevan la integración, y la no exclusión, de los sectores pobres y marginales, al considerar que a la problemática social la acompañan los fenómenos de la corrupción, el paro, la subocupación (...), violencia, así como pérdida y sustitución de valores.” a) El sentimiento subjetivo de seguridad: La inseguridad no es simplemente el temor al robo o a la agresión. Puede nacer también del peligro provocado por un automóvil, por un entorno nocivo, precario y, sobre todo, por el temor a no disponer de una ayuda o de un servicio que aporte protección o reparación en caso de emergencia. La seguridad engloba, por lo tanto, dos conceptos: de una parte, el objetivo, que estaría representado por el incremento del delito y, por el otro, el subjetivo que vendría determinado por la sensación de incertidumbre, de riesgo o de miedo (si es que aceptamos esta calificación de menos a más) que tiene el ciudadano por el desarrollo de lo que se denomina delincuencia ordinaria (en contraposición a la gran delincuencia del tráfico de drogas, de armas y del blanqueo de dinero) y los actos diversos y no agrupables bajo una sola categoría pero que, no obstante, no entran dentro de la categoría de delitos, Esta concepción queda reflejada también en las conclusiones de la declaración final del “Seminario de reflexión científica sobre el Delito y la Seguridad de los Habitantes‖, (ya Mencionado) dónde resulta evidente que una parte de inseguridad viene producida por la realización de delitos, pero no por todos los delitos, solamente por algunos. Si bien el seminario desembocó en el análisis de la seguridad de los habitantes, en la medida en la que esta es afectada por los delitos contra la propiedad, contra la vida y la integridad personal, esto no significa desconocer la gravedad de otros delitos con frecuencia impunes, como los de corrupción, delincuencia económica internacional y tráfico de armas. Finalmente, en las conclusiones del seminario de Costa Rica (ya mencionado) también aparece mencionada, de manera indirecta esta concepción subjetiva de la seguridad cuando afirma: “Es de gran importancia que los medios de comunicación colectivos encaren la noticia sobre el delito de manera responsable, racional y objetiva, para que los habitantes puedan formarse un adecuado juicio de opinión que contribuya a la apropiada prevención y control que se requiera”.
  • 7. 7 En efecto, la maximización de las noticias sobre aquellos comportamientos que crean sensación de inseguridad sobre los ciudadanos (con independencia de que se trate o no de delitos, como afirma la declaración) trae a una espiral de inseguridad que no se ajusta a la realidad y, por lo tanto, a la búsqueda, por parte de los ciudadanos y de las administraciones impulsadas por éstos, de respuestas desproporcionadas a los problemas. Concretamente, Elias Carranza, nos explica que: (...) se ha comprobado que situaciones de alarma social infundadas, creadas por una información equivocada sobre el aumento de delitos, cuya tasa era estable . El caso a que se refiere es el de Costa Rica en 1994, que duplicó de 25 a 50 años la pena máxima de su ordenamiento jurídico Penal, argumentando, el aumento de la delincuencia. Lo irónico del caso, nos dice el autor, es que en el año siguiente, aumentó la tasa de homicidios, lo cual pone de manifiesto, concluye, que las amenazas de una mayor pena no tienen efecto directo sobre la criminalidad. En resumen una Policía Comunitaria debe estar al servicio del ciudadano , garantizando sus derechos y libertades, orientada a la resolución de conflictos (y no exclusivamente a la represión del delito), generadora de seguridad como bien público. Por otra parte, la política de seguridad que se postula es una política que hace falta construir con la comunidad, no sobre la comunidad (la cual sería autoritaria), ni para la comunidad (que acaba con la policía en una esquina y con la sociedad en la otra), como muy bien dice Martín Gras4 : Desde el punto de vista policial, se insiste en esta idea a lo largo del reciente Código Europeo de ética de la policía. Encontramos afirmaciones que se refieren a las necesidades de colaboración con la comunidad, la sociedad o el ciudadano, por ejemplo, en sus puntos: 12. La policía se tiene que organizar de manera que se gane el respeto del ciudadano como profesión encargada de hacer cumplir la ley y como proveedora de servicios públicos. (...) 18. La organización de la policía tiene que fomentar las buenas relaciones entre la policía y el ciudadano y, si conviene, favorecer la cooperación con otros organismos, comunidades locales, organizaciones no gubernamentales y otras entidades representativas de los ciudadanos, que incluyan los grupos étnicos minoritarios. Finalmente, este cuerpo legal expresa, en referencia a la policía, una razón que ya hemos adelantado, y con respecto a las políticas de seguridad, en este punto del escrito, el imprescindible control de la policía por parte de los ciudadanos: 59. La policía tiene que responder delante del Estado, los ciudadanos y sus representantes. Tiene que estar sujeta a un control externo de eficiencia. 4 Gras, Martín. Curso de Seguridad Pública Comunitaria. Universidad Nacional Tres de Febrero, Buenos Aires, 2002.
  • 8. 8 Origen, desarrollo y consolidación de la Policía Comunitaria Costarricense. 1. La Policía de Proximidad o Comunitaria y la interacción comunidad-policía. En Costa Rica, así como en muchas otras partes del mundo, la puesta en práctica de los modelos de Policía de Proximidad o Policía Comunitaria responden a tres constataciones básicas: primero, la insatisfacción de la ciudadanía con el servicio policial que reciben y la creciente desconfianza hacia la policía. En segundo, mucha de la investigación experimental realizada durante los años 70, particularmente en Estados Unidos, cuestiona los resultados que se obtienen con el método tradicional de respuesta policial: el patrullaje reactivo; los estudios han comprobado como los índices delictivos no se reducen a pesar de los múltiples esfuerzos por reducir los tiempos de respuesta policial y de incrementar el número de policías en las calles. Por último, la urgente necesidad de abordar el problema de la inseguridad desde la prevención, obliga a los cuerpos policiales a trabajar en forma conjunta con otros sectores de la sociedad. Las características de estos modelos de trabajo policial, policía de proximidad o policía comunitaria, se sustentan en cuatro elementos esenciales: a) La atención preventiva para que sea efectiva se tiene que desarrollar en áreas territoriales pequeñas, a nivel de barrios o urbanizaciones. b) El establecimiento de una relación estrecha con las comunidades, permite que el trabajo policial realmente responda a las necesidades de éstas, y así, las comunidades pueden evaluar adecuadamente la actuación policial. c) Integrar y movilizar a las comunidades y al resto de la sociedad civil en las tareas preventivas. d) Un mayor interés por atacar los factores de riesgo que se asocian a la comisión de delitos o de actos violentos. La relación de la policía con la comunidad cumple una variedad de funciones necesarias para prevenir la violencia y la delincuencia, que incluyen: Informar a la policía sobre los intereses y necesidades locales en materia de seguridad, que no siempre coinciden con los intereses institucionales o nacionales. Establecer un canal para que la policía capacite a las comunidades con respecto a conductas y valores preventivos. Permitir a la ciudadanía expresar sus críticas y demandas a la policía local en forma directa. Informar sobre los esfuerzos y logros que la policía realiza, y así promover una evaluación inmediata y directa de su funcionamiento.
  • 9. 9 Generar acciones de prevención en cada comunidad, considerando su problemática delincuencial particular. Fomentar las actuaciones policiales de carácter pro-activo. Incorporar la información que proporcionan las comunidades en el planteamiento de las operaciones policiales. Generar mayor autonomía y poder de decisión en la policía local, acorde con las políticas de descentralización de la gestión. Generar un compromiso de todas las instituciones presentes a nivel local, para mejorar las condiciones de vida de las personas en sus barrios y comunidades. Promover la realización de actividades que permitan contrarrestar los factores de riesgo asociados a la violencia o delincuencia. Construir un sentido de comunidad en aquellos barrios o urbanizaciones que han visto reducido su capital social. - Como todo proceso social, estos niveles no constituyen una línea evolutiva, existen momentos que entremezclan o se retrocede en el desarrollo de una política de seguridad, el caso de Costa Rica es un claro ejemplo de esto, ya que el inicio de un modelo de trabajo policial de carácter comunitario comienza con la capacitación a comunidades en materia de seguridad y hasta en segundo momento se logra integrar a la policía local, mediante un modelo de proximidad, con las comunidades capacitadas. 1.2. La participación ciudadana y la Seguridad Comunitaria. El desarrollo del Programa de Seguridad Comunitaria ha sido un esfuerzo institucional del Ministerio de Seguridad Pública, que desde finales de la década de los noventa busca crear una cultura preventiva en materia de seguridad en las comunidades, mediante un proceso de capacitación ciudadana impartido por la policía. Este proceso parte del reconocimiento de que la solución a los problemas de seguridad requieren de un trabajo conjunto a nivel local con la participación de amplios sectores de la sociedad civil, donde cada uno tiene responsabilidades acordes al ámbito de acción donde se desenvuelva, sea a nivel institucional, comunal o familiar. La importancia de la participación ciudadana en el desarrollo de programas preventivos en materia de seguridad es múltiple: en primer lugar, busca romper con el monopolio tradicional que los actores estatales desarrollan sobre el sector y constituirla como sujeto de una acción pública de la que debe ser corresponsable, permite la incorporación de opiniones y posiciones de diversos sectores sociales con relación al tema y procura mejorar la gestión en seguridad con recursos provenientes de otros sectores sociales. En este sentido, una verdadera participación ciudadana significa que las personas intervienen activamente en la toma de decisiones sobre la planificación y desarrollo de los procesos, programas y proyectos en que se involucran. Cuando la participación de
  • 10. 10 la comunidad asegura que las personas asumen en forma igualitaria y activa el proceso de toma de decisiones, los y las participantes comprenden de mejor forma los problemas y dificultades asociados a sus problemas o necesidades en particular. También comparten la responsabilidad de buscar soluciones prácticas ante los problemas planteados. La participación comunitaria es materia de seguridad es una herramienta importante y valiosa que ayuda a cambiar percepciones, empoderar a las personas y crear consensos a partir de construcciones comunes. Además, al trabajar con un concepto de seguridad amplio e integral el ámbito de acción no se reduce a lo estrictamente delincuencial, sino que incluye otros factores de riesgo que inciden en la percepción de seguridad de una persona o una comunidad, tales como contar con espacios públicos en buenas condiciones, tener definidas medidas de actuación ante situaciones de emergencia, contar con espacios y actividades recreativas para los jóvenes, con un medio ambiente saludable, con condiciones básicas de salud pública, entre otros muchos aspectos que inciden en la (in) seguridad de una comunidad. Consiste entonces, en involucrar a la población en el problema de la inseguridad, asumiendo roles más protagónicos en la búsqueda de soluciones prácticas y efectivas. Este trabajo que realizan las comunidades organizadas constituye un complemento al trabajo policial, sin que esto signifique que la organización comunal pueda llegar a reemplazar los esfuerzos que entidades de gobierno o municipios deben hacer para enfrentar la delincuencia o la violencia, ni suple los recursos que se deben destinar a ello. Al contrario, la Seguridad Comunitaria promueve que las personas velen por el trabajo que realizan las instituciones gubernamentales y sus funcionarios(as). Los resultados del Programa se observan en el desarrollo a nivel local de muy diversas actividades orientadas a desarrollar normas de convivencia social, a la recuperación de espacios públicos, al ejercicio de un control social por parte de la ciudadanía sobre las instituciones públicas y al desarrollo de estrategias de integración social mediante la promoción del arte, la cultura, la recreación y el deporte. Esto implica la creación de redes de relaciones comunitarias que contribuyen a fortalecer el tejido social, a generar capital social y a reducir los factores de riesgo asociados a la violencia y la delincuencia En síntesis, la Seguridad Comunitaria se sustentan en cuatro aspectos fundamentales: la solidaridad que implica compartir un sentimiento de comunidad, la participación de las personas como miembros activos y con capacidad de decisión, la organización autogestionaria en relación a su propia definición de prioridades o necesidades y soluciones, y la adopción de una cultura preventiva como el resultado final del proceso. Esto es el resultado de un proceso de capacitación y organización comunal orientada a mejorar las normas de convivencia a lo interno de las familias y del vecindario, solucionar o gestionar de forma organizada problemas comunales con las instituciones correspondientes, a desarrollar la capacidad para hacer un uso correcto y más efectivo de los mecanismos legales y adoptar medidas de seguridad que reducen las oportunidades para la comisión de actos delictivos
  • 11. 11 1.3. La evolución de las políticas de seguridad pública en Costa Rica en las últimas décadas. Lograr avanzar al desarrollo de un enfoque de seguridad desde la lógica de los derechos humanos, no es tarea de un día. En nuestro país esto ha sido posible por la evolución histórica del aparato institucional basada en un principio de racionalidad de la acción gubernativa y de solución institucionalizada de conflictos, donde la policía misma presentó a lo largo del tiempo gérmenes de un enfoque que en la década de los 90 se traduce claramente en una modalidad explícitamente civilista. La premisa de arranque es que los elementos que dan como resultado el Programa de Seguridad Comunitaria son ubicables entendiendo la transformación histórica de la policía en su relación con las comunidades. Por ello, se visualizan los principales rasgos de la acción policial en otros períodos históricos, buscando elementos que nos permitan entender la evolución de la relación policía –ciudadanía. Un hecho fundamental en la historia costarricense es la abolición oficial del Ejército en 1949, acto que recogió la “Constitución del 49”, de actual vigencia. Con este hecho, el Ministerio de Gobernación y Guerra pasó a dar campo a cuerpos policiales cuya función fuera velar por el orden público. A pesar de la abolición del ejército, la permanencia de algunos elementos que corresponden a estructuras militares en los cuerpos policiales costarricense y a las condiciones de la Guerra Fría en Centroamérica, impactan la formación y las funciones de algunos cuerpos policiales. La personificación de este momento y este ideario a lo interno del Ministerio de Seguridad Pública lo personificó la llamada Policía Militar (PM), la creación, en los años setentas, de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), que en un inicio tiene labores de Seguridad Presidencial y posteriormente se le asignan labores de Seguridad Nacional e Inteligencia, y la creación de los Comandos Sur y Norte, en las fronteras del país, que partían también de concepciones militares que se operacionalizaban y funcionaban de acuerdo a nomenclaturas típicas de los ejércitos. Sin embargo, un hecho importante a destacar es que con la creación de la Guardia de Asistencia Rural de Costa Rica (G.A.R.), el 15 de setiembre de 1970 bajo la Ley Nº 4639, se estable un cuerpo policial con funciones que no se limitan a un concepto de seguridad represivo y centrado en la delincuencia. En este sentido, es importante destacar la cercanía y el espíritu de servicio hacia la comunidad que caracterizaba a la Guardia de Asistencia Rural, que según su reglamento, consideraba entre sus funciones las siguientes: “… f) Alfabetizar adultos en las zonas a las que no ha llegado la acción del Ministerio de Educación Pública”
  • 12. 12 g) Colaborar en las campañas de higiene y salubridad. h) Asesorar a los campesinos en el cuidado de ganado. i) Promover actividades de desarrollo comunal. j) Evitar atentados contra la riqueza forestal y arqueológica. k) Cooperar en la conservación de la fauna silvestre”. A pesar de un contexto, tanto a lo externo del país como a lo interno, que favorecían una estructura policial de carácter marcadamente reactivo y con características militares, la Guardia de Asistencia Rural (GAR) presenta algunas particularidades que podrían considerarse como un primer referente histórico de una policía al servicio de la comunidad, una policía que es parte activa de la comunidad y que trabaja en labores pro-activas. Tomando en cuenta las competencias desarrolladas por este tipo de policía, queda claro, la existencia de una importante interrelación con las esferas de organización comunitarias en los contextos rurales. Durante los noventas se comienza a dar un cambio medular en la naturaleza de la policía nacional, se comienza a involucrar a la policía en labores que promueven una labor más preventiva y de servicio a la comunidad. La Ley General de Policía Nº 7410, promulgada el 20 de Mayo de 1994, en el artículo 4, establece que la función de la policía es: “Las fuerzas de policía estarán al servicio de la comunidad; se encargarán de vigilar, conservar el orden público, prevenir las manifestaciones de delincuencia y cooperar para reprimirlas en la forma en que se determina en el ordenamiento jurídico” Con la reforma a la Ley General de Policía, aprobada el 19 de marzo del 2001, denominada la “Ley de Fortalecimiento de la Policía Civilista”, se eliminan rasgos militares que aún permanecían en la estructura policial. Los dos cambios fundamentales se orientan a regular de la escala de ascensos dentro de la función policial y a eliminar la nomenclatura de rango militar para los grados jerárquicos. Además se crea el Estatuto Policial que viene a resolver la inestabilidad laboral y de nombramientos de personal policial, se definen requisitos para el ingreso a la Fuerza Pública y se crea la Dirección de Apoyo Legal Policial, un grupo de abogados (as) cuya función es asesorar a los cuerpos policiales y velar para que su actuación se enmarque dentro de las facultades que las leyes le otorga. Esta ley es el complemento necesario para que realmente se inicie una profesionalización de los cuerpos policiales: con estabilidad laboral, requisitos de ingreso de ascenso en la carrera policial, con una mejora sustancial de su situación salarial. Este es el primer paso necesario, aunque no suficiente, para lograr implementar modelos de policía de carácter comunitario. Con la implementación de la Policía de Proximidad en el año 2001, se eliminan las diferencias entre la Guardia Rural y la Guardia Civil, y a partir de ese momento toda la Fuerza Pública tiene las siguientes funciones:
  • 13. 13 Reducir los índices de inseguridad objetiva y subjetiva. Ofrecer respuestas personalizadas a las comunidades Descentralizar los servicios. Lograr eficacia y calidad en la gestión. Satisfacer las demandas en materia de asistencia y protección. Dar un enfoque preventivo a la información aportada por el ciudadano en aquellos aspectos que puedan afectar a su seguridad. El modelo de Policía de Proximidad, siguiendo la experiencia desarrollada por la Policía Nacional de España, responde a un concepto de policía que conoce su entorno, planifica de acuerdo a las necesidades locales en materia de seguridad y entre sus resultados considera la evaluación positiva de la población. Este modelo de Policía de Proximidad, viene a complementar y a integrar definitivamente a la policía local en el trabajo que viene realizando Seguridad Comunitaria desde finales de la década de los noventa. 1.4. Antecedentes de Seguridad Comunitaria Mediante el Decreto No. 23.881-SP de Diciembre 12 de 1994, aparece por primera vez, en el panorama policial del país, una entidad que busca establecer un vínculo directo con las comunidades a través de la organización y capacitación en materia de seguridad. Se encuentra originalmente vinculada con la Escuela Nacional de Policía, con el nombre de Unidad de Investigación y Extensión Comunitaria. Entre las funciones encomendadas en este momento, se encuentran: Conducir investigaciones sobre seguridad y policía que sirvan de base para la formulación de políticas en dichos temas. Realizar diagnósticos sobre las necesidades de capacitación y adiestramiento al personal policial y recomendar ajustes a los programas de instrucción. Asesorar a los comandantes en la ejecución de programas de apoyo y relaciones con la comunidad. Elaborar recomendaciones para la conformación y adecuado funcionamiento de redes de apoyo comunitario a las tareas de protección ciudadana. Coordinar con las distintas instituciones gubernamentales la intervención comunitaria en materia de seguridad ciudadana y policía. A partir de esta instancia, es posible establecer un recorrido de lo que ha sido la experiencia, tomando como referente tres períodos específicos. Se analizarán los cambios de enfoque, la visión de comunidad que se ha tenido según el período, algunos retos planteados y las lecciones aprendidas que se tuvieron.
  • 14. 14 1.5. Primer Período – Inicios de la Seguridad Comunitaria (1996-1997). La primera experiencia sobre el modelo de actuación policial conocido en Costa Rica como Seguridad Comunitaria se remonta al año 1996. En ese año, desde la Unidad de Investigación y Extensión Comunitaria de la Escuela Nacional de Policía, se desarrolla un primer proyecto piloto en el distrito de Hatillo5 . El proyecto piloto consistió en asignar 120 oficiales de policía, graduados del Curso Básico Policial, en ocho subestaciones en todo el distrito, que adoptan nuevas formas de patrullaje, a pie o en motocicleta, que permiten un mayor acercamiento con la comunidad. Además se establece un Consejo de Vigilancia y Seguridad Comunitaria conformado por diferentes representantes de la comunidad (representantes de la Iglesia Católica, Salud, Educación, deporte, asociaciones de desarrollo) y presidido por el Jefe Policial de la zona. Este proyecto piloto buscaba fortalecer la organización comunal en materia de seguridad, que los ciudadanos conocieran sus derechos y deberes, se ampliara la relación policía-comunidad y se adoptaran algunas técnicas que permitieran a las personas actuar cuando se encontraban en una situación de riesgo o emergencia. En ese momento, en el país se comienza a cuestionar fuertemente el accionar de la Policía y del Poder Judicial frente al aumento de la delincuencia y al acelerado sentimiento de inseguridad que se apodera de la población costarricense, que lleva incluso a muchos ciudadanos “a tomar la justicia en sus manos”. En la encuesta realizada por la firma Unimer para un estudio del PNUD, un 50% de la población entrevistada habría indicado como principal preocupación vital la seguridad ciudadana, por encima de su inquietud por la problemática del consumo de drogas, el costo de la vida, el desempleo y la pobreza. Otro problema era que los niveles de confianza en la institución policial habían bajado, un 55% de la población entrevistada no consideraba la función policial fuera honesta; un 49% dijo sentirse tratado incorrectamente, al momento de requerir distintos servicios policiales; un 66% calificó su respuesta al llamado ciudadano para la prestación de algún servicio, como lenta; un 58% se quejó de la poca presencia policial en las calles y un 60% juzgó que la autoridad no era sinónimo de protección6 . Respecto a algunas acciones que el Estado debía realizar para disminuir la delincuencia, la misma encuesta señala que un 32% recomendó el aumento de la severidad de las penas; un 18% el aumento del número de policías, un 13% la profesionalización policial, un 10% la organización comunal y un 5% la instalación de la pena de muerte. Poco honestos, lentos e ineficaces, en esto podría resumirse el sentir de la población. Por ello, se hacía necesaria una transformación importante que permitiera en el corto plazo, poder cambiar la percepción de la población en su conjunto. Fue en este momento que Seguridad Comunitaria nace como un programa de capacitación a las comunidades que les permite organizarse y actuar dentro de los márgenes de la ley, a 5 El distrito de Hatillo, tiene una extensión de 4,27 kilómetros cuadrados, para la fecha contaba con una población de aproximadamente 80.000 habitantes y una de las tasas de densidad poblacional más altas del país: 16.031 habitantes por Km 2 . 6 Los datos que a continuación se presentan son tomados del Estudio: PNUD _UNIMER. Estudio sobre sentimiento de inseguridad en la población costarricense para el año de 1998. San José, Costa Rica, 1999. Informe de Consultoría.
  • 15. 15 la vez que busca mejorar la credibilidad y la coordinación de la policía local con los habitantes. Los objetivos que orientan el Programa de Seguridad Comunitaria en este período son los siguientes: Mejorar la calidad de vida de los barrios. Aumentar el grado de responsabilidad ciudadana. Cambiar la actitud hacia la policía. Disminuir el sentimiento de inseguridad. Este proceso de capacitación, en el que participan criminólogos, abogados, trabajadores sociales y policías, se plasma en un programa que incluye los siguientes módulos7 : Módulo de Contacto Ciudadano: Consistía en una primera reunión entre los funcionarios de seguridad comunitaria y los vecinos. Estos últimos eran los que se ponían en contacto con la oficina y se programaba una sesión, que era fundamentalmente de motivación y explicación sobre los alcances y limitaciones del Programa. Se explicaba además el proceso de capacitación que seguía en adelante y se programaban algunas tareas que los vecinos debían cumplir (elaboración de un croquis de la comunidad, lista de vecinos y la conformación de un comité). Módulo de Desarrollo Técnico Comunitario. En este módulo se resalta la necesidad e importancia de la organización comunal como una forma de prevenir la delincuencia. Se elabora un Sistema Comunal de Seguridad que mediante la elaboración de mecanismos de alerta temprana permite a las comunidades reaccionar frente a una situación de riesgo o emergencia; para ello se elabora una red telefónica, la instalación de sistemas de alarma sonoros y la configuración de horarios de observación sobre el entorno comunal, que le permite a los vecinos tener una comunicación ágil entre ellos y activar alarmas en caso de la presencia de un acto delincuencial. Además se complementa con una serie de recomendaciones o consejos prácticos para evitar ser víctimas fáciles de la delincuencia. Como una forma de identificación entre los miembros del grupo que recibían la capacitación se les incentivaba a que elaboraran una indumentaria que los identificara como un grupo organizado, para ello, generalmente, utilizaban una camiseta y una gorra con algún diseño que hacía alusión a la pertenencia de un comité de vecinos (as) organizados contra la delincuencia. 7 Esta información tiene como fuente informes de labores y entrevistas con instructores de Seguridad Comunitaria que laboraban en ese periodo.
  • 16. 16 Módulo Criminología y Derecho. En este módulo, en la primera parte, se ofrecía información que permita a la ciudadanía comprender la complejidad del fenómeno delincuencial y la importancia de la prevención, además algunos elementos prácticos de la criminología para describir personas y proteger sitios de suceso, con el objetivo de que la población colaborara con la policía mejorando la calidad de información que brindan en una denuncia y tomando las precauciones necesarias para no alterar evidencias que quedan el sitio donde ocurre un delito. En el área legal se explican las disposiciones que la ley costarricense establece sobre situaciones de legítima defensa, la aprehensión por parte de civiles y la forma correcta de interponer denuncias. Módulo Técnico-Policial. En el tercer módulo, a cargo de personal policial, consistía en varias sesiones que abarcan: primero, una reunión de contacto policial con la participación de algún funcionario de la delegación policial de la zona, donde se abordaba la problemática delincuencial del barrio; segundo, una charla sobre violencia intrafamiliar, que hace conciencia sobre la problemática que este fenómeno tiene en la sociedad y plantea algunas acciones que el comité puede realizar si se presentaba una situación así en la comunidad; tercero, una sesión práctica en la que se mostraba la forma correcta de realizar la aprehensión de un delincuente por parte del comité, esto en concordancia con la ley que permite que cualquier ciudadano pueda aprehender a un delincuente cuando lo sorprenda cometiendo un delito, para esto se recomendaba que las comunidades adquirieran varas policiales y un par de esposas. Se hacía una valoración del riesgo que presentaba la situación y dependiendo del nivel de peligrosidad, actuaran en forma conjunta si la situación no tenía mayor riesgo y previa comunicación con la policía local; cuarto, consejos prácticos para la defensa personal en caso de ser víctima de un asalto o una agresión, se impartían una serie de recomendaciones para evitar un riesgo físico mayor si se estaba siendo víctima de un asalto o de una agresión; Módulo de Orden de Acción Comunitaria y Simulacro: Al finalizar la capacitación, la comunidad escribía una Orden de Acción Comunitaria, donde quedaba por escrito, los procedimientos a seguir en caso de una emergencia o
  • 17. 17 una situación delictiva. Este se ponía a prueba en un simulacro, donde se evaluaba el trabajo realizado por los vecinos y se trabajaba sobre las debilidades encontradas. En su primera etapa el Programa de Seguridad Comunitaria combinaba medidas de prevención situacional (alarmas, sistemas de comunicación, etc.) para dificultar la actuación de la delincuencia en las comunidades con algunas acciones reactivas ante la presencia de un hecho delictivo. En este primer momento, los líderes comunitarios tienen fundamentalmente, un papel de “ojos y oídos de la policía” con el objetivo de mejorar el accionar y los tiempos de respuesta policial. Aunque no era una indicación explícita del Programa, en esa época era frecuente que los comités realizaran rondas de vigilancia en sus barrios. Desde la visión policial, consiste en una primera experiencia de acercamiento de la policía a las comunidades, aunque la relación con la policía era muy débil. Todavía se tiene un enfoque muy cercano al modelo tradicional reactivo, sólo que no se actúa sobre las llamadas o denuncias recibidas, sino que se consulta a las personas sobre sus problemas de seguridad, y con base en esa información se planifican las acciones y se rinden cuentas. En este período el concepto de seguridad está aún limitado a lo estrictamente delincuencial. A pesar de sus limitaciones, de las experiencias desarrolladas en este período se desprenden un conjunto de logros muy importantes, entre ellos: Se desarrolla una estrategia de trabajo policial que no parte del “acuartelamiento” y la respuesta a una llamada o denuncia: por primera vez, la policía sale a buscar a la comunidad, interactúa con ella y en esta interacción el oficial de policía se ve obligado a rendir cuentas. Se logra un primer contacto entre la policía local y los líderes comunales, que permite incrementar la legitimidad y credibilidad de la policía en la comunidad. Se varían los modelos de patrullaje, lo que permite un mayor acercamiento con la comunidad y una mejor respuesta policial, que aunque no logra disminuir significativamente los índices de delincuencia, si logra mejorar sustancialmente la sensación de inseguridad que tienen los habitantes. 1.5. Segundo Período - El proceso de consolidación (1998-2001). A raíz de los logros obtenidos con estas primeras experiencias, se comienza a replicar este modelo en otras comunidades. Sin embargo, la necesidad de tener un mayor acercamiento con la policía y de capacitación en materia de seguridad que tienen las comunidades, se comienzan a sentir en todo el país. Por lo tanto, en este segundo período se establecen los siguientes retos:
  • 18. 18 Trascender las experiencias pilotos y desarrollar un programa que tuviera alcance nacional; Desarrollar procesos de organización y capacitación con mayor permanencia y sostenibilidad en el tiempo; y finalmente Convertir la experiencia en una estrategia de trabajo policial. En el año de 1998, mediante el Decreto Nº 26839, publicado en la Gaceta Nº 89 del Lunes 11 de Mayo, se crea la Unidad de Seguridad Comunitaria como una reforma al “Reglamento de Organización de los Cuerpos Policiales adscritos al Ministerio de Seguridad Pública” con las siguientes funciones: “Propiciar la incorporación activa de las comunidades a las tareas de prevención del delito, promoviendo una cultura y acción cívica que mejore los niveles de protección ciudadana, aminore el sentimiento de inseguridad y promueva la acción solidaria y pacífica de los ciudadanos (Inciso a), Estimular el enfoque proactivo, más que represivo en el accionar de las Fuerzas Policiales” (Inciso b); Velar por la adecuación de los servicios policiales a las necesidades de la ciudadanía… (Inciso c); Aumentar la eficiencia policial mediante la integración horizontal y vertical de esfuerzos provenientes de instituciones públicas y privadas involucradas en la prevención del delito” (inciso d). En este período la visión del programa se orienta a que las comunidades sean agentes preventivos que cuentan con los conocimientos necesarios para reconocer situaciones de alerta y de acuerdo con ellas, establecer niveles de respuesta según el grado de peligrosidad. Esto, en la práctica, provocó que las comunidades tuvieran altos niveles de empoderamiento, en el tanto se sentían más seguras, no tanto por la presencia policial, sino porque se habían desarrollado y maximizado sus capacidades de respuesta individual y comunitaria ante la posibilidad de ser víctimas de la delincuencia. Para darle un alcance de tipo nacional, se realizó una campaña publicitaria que permitió la divulgación del programa, donde se promovía la necesidad de que las personas construyeran el binomio de trabajo preventivo policía–comunidad. El nivel de respuesta de las comunidades es bastante alto y esto permite que el Programa de Seguridad Comunitaria se extienda en todo el país, lo que a su vez,
  • 19. 19 consolida a la Unidad de Seguridad Comunitaria en la estructura del Ministerio de Seguridad Pública. Se cuenta en este momento con más del doble del personal con que se inició y con los recursos necesarios para poder capacitar hasta las comunidades más alejadas de la capital. Los logros que se obtuvieron se relacionan directamente con la posibilidad de repeler la delincuencia y reducir sustancialmente el sentimiento de inseguridad ciudadana. En el año 2001 se realizó una encuesta a nivel nacional, realizada por la firma CID-GALLUP, entre personas que integraban los Comités de Seguridad Comunitaria.8 Los resultados obtenidos en este estudio nos permiten señalar que existe una importante mejora en la percepción de seguridad, el 62% de las personas entrevistadas considera que la seguridad de su familia es mayor después de participar en el Programa de Seguridad Comunitaria, y de aquellos que manifiestan que la delincuencia ha disminuido en sus barrios, el 70% consideran que se debe a la organización de los vecinos y un 46% considera que ahora, con el funcionamiento del Programa de Seguridad en sus comunidades, existe mayor cercanía y trato por parte de los oficiales de policía con los vecinos. A pesar de estos logros, la capacitación que se imparte tiene serias limitaciones y ocasiona algunos problemas tales como: En el proceso de capacitación y organización de las comunidades la participación de la policía local es mínima. Esto da pie a una serie de distorsiones del modelo, que llega incluso a que algunas comunidades asuman funciones que son competencia exclusiva de policía y que la policía local desconozca los alcances reales que un grupo organizado en seguridad comunitaria puede realizar. No se logra consolidar el binomio policía-comunidad. La labor de prevención que realizan los comités de seguridad comunitaria continúa siendo muy reactiva, en el sentido de que se capacita para actuar en casos de emergencia e interponer denuncias, pero no se fomenta el que las comunidades desarrollen acciones de prevención social que logren a largo plazo controlar o minimizar los factores de riesgo que originan la delincuencia. Las acciones desarrolladas en este segundo momento, dan importantes insumos para mejorar el programa. La primera lección que se aprende es que el enfoque de prevención situacional se agota ante la complejidad de la problemática de seguridad ciudadana. Como se pudo detectar en el proceso de expansión del programa a nivel nacional, en no pocas ocasiones, la comunidad se interesaba en el programa partiendo del principio equivocado de que con participación policial se acabarían en su barrio “TODOS” los problemas de seguridad. 8 El estudio se llevó a cabo entre 404 personas, residentes en 40 comunidades participantes del Programa. Este tamaño de muestra tiene un margen de error del 4.9 puntos en sus resultados totales, con un nivel de confianza del 95%.
  • 20. 20 El Programa de capacitación se desarrolla de forma centralizada, desconociendo en muchas ocasiones las particularidades de cada comunidad y cada región del país. La gran cantidad de comités de seguridad comunitaria que se forman en todo el país, reduce significativamente las posibilidades de llevar un control y seguimiento sobre su accionar. A partir de la constatación de estas limitaciones se plantean los siguientes retos: La necesidad de que el trabajo que se desarrolla en seguridad comunitaria se establezca como una estrategia de trabajo policial, para que efectivamente se pueda dar seguimiento y una mayor adecuación a los problemas particulares que tienen las distintas regiones del país. Para esto es indispensable capacitar e involucrar a la totalidad de efectivos de la Fuerza Pública en las actividades que se desarrollan desde la Unidad de Seguridad Comunitaria. Promover que los comités de seguridad comunitaria desarrollen proyectos que tengan un impacto en los factores que generan conductas delictivas. Esto significa pasar de un concepto de prevención situacional a un concepto de prevención integral; las comunidades organizadas en seguridad comunitaria no solamente pueden evitar ser víctimas de la delincuencia sino también pueden desarrollar actividades o proyectos que mejoren la calidad de vida y fomenten valores en un barrio o comunidad, contribuyen así a la disminución de los factores de riesgo que originan la delincuencia. Promover la incorporación de otras instituciones gubernamentales o no gubernamentales, tales como el Poder Judicial o las Municipalidades, entre otros, en los procesos de organización y capacitación de los comités de seguridad comunitaria. La participación de autoridades como las municipalidades y otras instituciones a nivel local, facilita la resolución de las problemáticas de seguridad y contribuye a que los comités tengan mayores niveles de legitimidad. 1.6. Tercer Período - La Estrategia de Seguridad Comunitaria y la Policía de proximidad (2002 – 2006) En este período se presentan tres situaciones que dan un cambio fundamental en el trabajo que se venía realizando: Primero, se replantea el Programa de Seguridad Comunitaria, cambiando no solamente algunos contenidos, sino fundamentalmente cambiando su enfoque.
  • 21. 21 Segundo, se logra definitivamente involucrar de forma activa, con funciones y responsabilidades específicas, a la recién formada Policía de Proximidad. Esta vinculación es lo que se da en llamar La Estrategia de Seguridad Comunitaria. Tercero, la Unidad de Seguridad Comunitaria pasa a ser la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial (contemplando las demandas específicas de organización y capacitación del sector empresarial), y ampliando sus responsabilidades y recursos. Las acciones que se desarrollan en este último período van orientadas a consolidar la Estrategia de Seguridad Comunitaria y Comercial, como un modelo de trabajo policial, que realmente promueva la coordinación y realización de proyectos que permitan trabajar en la prevención integral de la violencia y la delincuencia desde el ámbito local, ya que resultaba obvio tanto para las comunidades así como para la misma policía, que existen una serie de problemas en los barrios, que si bien no pertenecen directamente al campo policial, si estos no se atienden terminan generando consecuencias en términos de violencia y delitos. Esto hizo que se diera como un norte técnico la generación de estrategias comunitarias de prevención social. 1.7. Reestructuración del Programa de Seguridad Comunitaria En este momento se replantean los objetivos del Programa y se definen de manera explícita los fundamentos organizativos que lo deben guiar. Los objetivos que en adelante orientan el accionar de Seguridad Comunitaria son: Mejorar la calidad de vida mediante la participación y la organización comunitaria. Prevenir la incidencia delincuencial en las comunidades. Fomentar lazos de Solidaridad entre los vecinos (as). Fortalecer el Binomio Policía-Comunidad. Aumentar el sentimiento de seguridad ciudadana. Promover una Cultura Preventiva Comunal. Los valores y conceptos que más se orientan al logro de los objetivos estratégicos son los siguientes: Seguridad y Prevención Integral, Participación, Liderazgo Democrático, Complementariedad con la labor policial, Solidaridad, Autogestión, Control Social Ciudadano. Los conceptos planteados no son solamente un conjunto de buenas intenciones sino que realmente se traducen en diferentes actividades a lo largo del proceso, se promueve en cada uno de los módulos y en el Plan de Acción se implementan.
  • 22. 22 El eje conceptual es la Seguridad Integral. Esto implica entender la seguridad desde una perspectiva amplia, ya que además de abordar rubros de índole delincuencial, los diversifica y trasciende incorporando al análisis temas de prevención situacional (infraestructura urbana, prevención de emergencias y otros) con aspectos de prevención social (tales como recreación, medio ambiente, salud pública) que inciden en la seguridad comunal. Es aquí donde se encuentra un primer acercamiento al concepto de Seguridad Humana, en el tanto no puede existir seguridad integral sin la tutela de otros derechos. De ahí que el otro concepto medular sea el de la prevención. Si se entiende que prevenir no está solamente orientado a evitar que hechos de naturaleza delincuencial se presenten, sino que también la prevención incluye mecanismos específicos de desarrollo humano, es aquí que adquiere su verdadero contexto el nuevo enfoque que desde Seguridad Comunitaria se utiliza. Esto solamente es posible dentro de un marco de participación activa y comprometida de las personas; a partir de este momento, se hace explicito el hecho de que los problemas de la comunidad no se pueden solventar desde una respuesta policial, se requiere el esfuerzo y las habilidades de cada persona en la comunidad para encontrar y trabajar en las soluciones. Además, la participación adquiere un marcado acento en la autogestión, es la comunidad quien debe ser el actor principal de la estrategia. Esta es quien debe realizar la búsqueda de soluciones a sus problemas de maneja autogestionaria, donde la policía y las otras instituciones son un apoyo, por ello se establece que su trabajo es complementario con la labor policial. Se busca orientar el trabajo hacia la construcción de lazos de solidaridad entre los vecinos, las comunidades y éstos con la policía. Esto es tener claro que la seguridad es una responsabilidad compartida en la comunidad, donde el problema de uno (a) es el problema de todos (as) Es así como se fomenta una participación democrática, respetuosa de las diferencias, que no establece diferencias atareas, de sexo, ni de nacionalidad. Finalmente, estos elementos se enmarcan dentro de la posibilidad ciudadana de control y de solicitar rendición de cuentas. Seguridad Comunitaria promueve que los ciudadanos (as) velen por el trabajo que realizan las instituciones gubernamentales y sus funcionarios (as). Esto es finalmente, la construcción de un espacio de diálogo, ciudadanía - institucionalidad, que en términos de la Seguridad Humana constituye el punto alto de toda la estrategia, en el tanto, permite y facilita que los asuntos de gestión policial dejen de ser solamente “asuntos de Estado” para convertirse en una preocupación donde la ciudadanía tiene muchas cosas que decir, pero donde sobre todo, tiene muchas posibilidades para la actuación. Para operacionalizar estos valores y conceptos se requirió el desarrollo de dos acciones fundamentales que cambiaron radicalmente el enfoque del programa: primero, que el proceso de capacitación a las comunidades sea más participativo y pro-activo; y segundo, que realmente la policía local se convierta en un “agente de promoción de la seguridad”.
  • 23. 23 A partir de la elaboración de un diagnóstico participativo realizado por la policía local que incluye tanto las percepciones de miembros de la comunidad como una guía de observación de campo que realiza la misma policía local, se identifican los principales problemas de seguridad integral que tienen las comunidades y se orienta el proceso de capacitación en función de éstos. En esta reestructuración del Programa se eliminan los módulos de defensa personal, aprehensión por parte de civiles y los simulacros (eliminando la capacitación que podía de alguna manera influenciar a las personas a actuar de manera reactiva); y por otra parte, se refuerzan los módulos de organización comunal, y el de cultura preventiva (incorporando la distinción entre prevención situacional y social, y destacando la necesidad de trabajar en ambos sentidos), además, se incluye otro que abarcan la prevención del consumo de drogas, con los módulos diseñados por Instituto Costarricense sobre Drogas “Trazando el Camino en Comunidades”. El considerar los problemas de seguridad desde una visión más amplia, que trasciende lo estrictamente delincuencial, permite que se analicen otros problemas muy comunes en los barrios que, aunque no son responsabilidad directa de la policía, también causan inseguridad, tales como: problemas de contaminación en zonas públicas, contaminación sónica (bares y karaokes), problemas de señalización vial, lugares abandonados (casas o lotes), etc. Por esta razón, se amplía el área de asesoría legal, para que las comunidades conozcan las posibilidades que la ley brinda para resolver estos problemas y las gestiones que deben realizar al respecto. La capacitación finaliza con la elaboración, por parte de las comunidades, de un Plan de Acción y Seguimiento que contempla no sólo sistemas de comunicación y alerta para actuar en situaciones de emergencia, sino que lo más importante es la incorporación de una matriz de resolución de problemas que permite a las comunidades, de una manera muy simple, organizarse para realizar pequeños proyectos que les permitan desarrollar acciones de prevención, desde el punto de vista integral, y comenzar a gestionar, ante diversas instituciones, soluciones a problemas que afectan su seguridad. Es así como se establece un proceso de capacitación más dinámico y participativo, con una visión más integral de la seguridad, que busca comprometer a los participantes en el desarrollo de actividades que mejoren la calidad de vida de la población y la infraestructura urbana, mediante actividades recreativas, culturales, deportivas, entre otras, que fortalecen el tejido social comunal y ofrecen un espacio de alternativo de socialización y diversión para toda la comunidad. La capacitación deja de ser un fin en sí mismo y se convierte en el medio para generar acciones preventivas en las que los comités de seguridad comunitaria y policía local trabajan conjuntamente para crear entornos más seguros. Este nuevo enfoque del Programa de Seguridad Comunitaria, obliga a las comunidades y a la policía local a establecer un vínculo definitivo que les permita, cada cual desde su ámbito, trabajar en la construcción de comunidades más seguras. En este esfuerzo
  • 24. 24 conjunto, la participación de otras instancias a nivel local esencial para la solución de los problemas de las comunidades, particularmente los gobiernos locales que tienen una serie de competencias que permiten mejorar las condiciones de seguridad en sus cantones. Al finalizar el proceso de seguimiento, la policía local queda con la responsabilidad de dar respuesta a nivel policial de las denuncias planteadas por las comunidades de aquellos problemas que competen estrictamente a la policía (por ejemplo ventas de drogas) y de fomentar reuniones con los comités organizados por distrito o cantón para identificar problemas comunes y plantear soluciones conjuntas. Estas reuniones constituyen el primer esfuerzo por constituir redes distritales o cantonales de comités de seguridad comunitaria, que pueden, en forma conjunta, demandar servicios o coordinar acciones con municipios, ministerios e instituciones estatales que les permitan ir resolviendo los problemas identificados de seguridad integral. 2. La Estrategia de Seguridad Comunitaria y Policía de Proximidad. El cambio realizado en el Programa de Seguridad Comunitaria se complementa con la desconcentración que realiza la Fuerza Pública a través del Modelo de Policía de Proximidad, lo que permite una vinculación directa de la policía local con el trabajo que se viene realizando desde Seguridad Comunitaria con las comunidades. Se lleva a cabo un proceso de regionalización mediante la conformación de Equipos Regionales de Seguridad Comunitaria en las once regiones que conforman la Fuerza Pública. Estos equipos regionales, conformados por policías locales, son los que asumen las labores de promoción, organización, capacitación y seguimiento de los Comités de Seguridad Comunitaria. El proceso de regionalización que se realiza con la Policía de Proximidad permite desconcentrar las labores que realiza la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial, generando mayor autonomía y compromiso por parte de la policía local con los Comités de Seguridad y un trabajo de mayor coordinación con el resto de las instituciones presentes en las comunidades. Además este proceso permite dar un mejor seguimiento a la gran cantidad de Comités de Seguridad Comunitaria establecidos en todo el país, ya que posibilita el comenzar a organizarlos en redes distritales y/o cantonales para mejorar la coordinación con la Policía de Proximidad y con el resto de las autoridades locales. La participación de autoridades locales como las Municipalidades y otras instituciones, facilita la resolución local de las problemáticas de inseguridad y a la vez contribuye a que los comités tengan mayores niveles de legitimidad. En varias de las experiencias, los comités organizados en redes fueron alcanzando una mayor fuerza y desarrollando mayores capacidades para incidir en este conjunto de problemas de orden social. Es decir, es en este momento donde se comienza un trabajo de promoción de la prevención social, y donde la participación interinstitucional es un elemento clave para el éxito. Se establece por primera vez, una verdadera Estrategia de Seguridad Comunitaria, que articula a la policía local y que se convierte en un eje transversal de la Fuerza Pública.
  • 25. 25 La Estrategia de Seguridad Comunitaria desarrollada por el Ministerio de Seguridad Pública está estructurada de la siguiente manera: Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial: es la entidad encargada de establecer lineamientos, planificar y evaluar el trabajo que realizan los Equipos Regionales de Seguridad Comunitaria. Está conformado por un equipo interdisciplinario de funcionarios que incluyen instructores policiales y técnicos en materia legal, criminológica y sociológica. Equipos Regionales de Seguridad Comunitaria: son los equipos de funcionarios policiales asignados y capacitados en las regionales en que se divide la Fuerza Pública, encargados de ejecutar el Programa de Seguridad Comunitaria y Comercial en las comunidades9 . Cada Equipo Regional cuenta con al menos un funcionario por Delegación Policial que se encarga de organizar, capacitar, coordinar y dar seguimiento al trabajo realizado por los Comités de Seguridad Comunitaria y Comercial, es el Encargado de Asuntos Comunitarios. El trabajo realizado en toda la región es coordinado por un Coordinador Regional, subalterno directo del Director Regional de la Policía de Proximidad, que a la vez es el responsable y el enlace con la Dirección de Seguridad Comunitaria. Aunque los Equipos Regionales son los que tienen la responsabilidad directa por el desarrollo del Programa de Seguridad Comunitaria y Comercial, al resto de los oficiales de policía se le asignan labores específicas de acuerdo la función que cumplen dentro de la estructura de la Delegación Policial.10 Comités de Seguridad Comunitaria: son grupos de vecinos (as) que reciben asesoría y capacitación a través del Programa de Seguridad Comunitaria, haciendo énfasis en la labor complementaria de la comunidad con la policía en materia de prevención para: mejorar la calidad de vida mediante la participación y la organización comunitaria, prevenir la incidencia delincuencial en las comunidades, fomentar lazos de solidaridad entre los vecinos (as), fortalecer el binomio Policía-Comunidad, aumentar el sentimiento de seguridad ciudadana y promover una cultura preventiva comunal. 9 La regionalización del Programa de Seguridad Comunitaria se realiza en todas las regiones en que se divide la Fuerza Pública, con la excepción de la Región Uno, San José, donde el proceso de capacitación lo continúa desarrollando la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial, aunque desde la policía local el Encargado de Asuntos Comunitarios, desarrolla los procesos de promoción y seguimiento de los comités constituidos. 10 La propuesta de regionalización del Programa de Seguridad Comunitaria incluye que los Asesores Legales (abogados que trabajan con la policía local), los Analistas Policiales (criminólogos que trabajan con la policía local), los Agentes contra la Violencia Intrafamiliar (Oficiales de Policía que tienen la responsabilidad de dar seguimiento a los casos de violencia intrafamiliar en su Delegaciones) y los Agentes Pinta Seguro (Oficiales de Policía que capacitan a niños(as) en las escuelas) son parte del Equipo Regional en Seguridad Comunitaria , colaboran en la capacitación y seguimiento de acuerdo a su especialidad profesional. El resto de Oficiales de Policía realizan labores de promoción del Programa en sus labores.
  • 26. 26 El desarrollo que logran los Programas de Policía de Proximidad y Seguridad Comunitaria en los últimos dos años de este periodo, consolidan estos programas como parte de la estructura policial, según consta en el Decreto Ejecutivo Nº32177-SP publicado en la Gaceta el 10 de enero del 2005, en el artículo 57, el cual indica que se entenderá por Seguridad Comunitaria y Comercial la estrategia de prevención del delito desarrollada por la Fuerza Pública, en coordinación con los grupos de la sociedad civil, organizados y capacitados para este propósito. En este mismo decreto en el artículo siguiente, artículo 58, se define lo que significa el modelo de Policía de Proximidad, en los siguientes términos: “La actividad policial se desarrollará, en el ámbito nacional, en forma descentralizada y bajo el concepto de proximidad, que implica el conocimiento del entorno por parte del funcionario policial y su labor debe estar dirigida a lograr la interacción policía-habitantes, con la finalidad de brindar respuesta oportuna, conveniente y eficaz y el servicio personalizado; teniendo la obligación de rendir cuentas de su gestión, cuando así sea requerido”. A partir de estos artículos se reconoce formalmente que las comunidades son la razón y la esencia del quehacer policial. Es en el trabajo conjunto de la Policía y las comunidades como se logra cumplir con el deber policial de prevenir el delito de una manera más eficiente y sostenible en el tiempo. Más adelante, en el artículo 62, donde se definen las funciones de la policía, se señalan entre otras que, se considera elementos propios de la función policial: Ejecutar acciones en coordinación con los diferentes sectores del Estado y de la sociedad civil, para la prevención de las manifestaciones de delincuencia. La actividad de formación y capacitación a los diferentes sectores de la sociedad civil en materia de seguridad ciudadana, que permitan fortalecer la prevención de manifestaciones de delincuencia. Es así como queda establecido que la labor de capacitación y coordinación con la sociedad civil, para prevenir manifestaciones de delincuencia, es parte de las tareas policiales, y que la Estrategia de Seguridad Comunitaria y Comercial es una de las principales herramientas de trabajo con que cuenta la Policía de Proximidad para cumplir esta tarea. Se observa en los planes institucionales tanto del 2003, 2004 y 2005 los siguientes objetivos estratégicos: Promover intensamente la prevención del delito, para contribuir a disminuir el índice de criminalidad. Ampliar y fortalecer las Estrategias Policiales de Proximidad, Seguridad Comunitaria y Comercial en el accionar de la Fuerza Pública para brindar una mejor atención a los habitantes en materia de seguridad. Evaluar la labor de los funcionarios de las Delegaciones Policiales en relación con la promoción, constitución, funcionamiento y seguimiento de los Comités de
  • 27. 27 Seguridad Comunitaria, con el propósito de mejorar la Estrategia de Seguridad Comunitaria. Medir el índice de satisfacción en las comunidades donde operan los Comités de Seguridad Comunitaria. Como puede observarse el reconocimiento formal a la labor policial preventiva que se desarrolla desde la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial es muy reciente; a pesar que desde hace bastantes años este trabajo se viene realizando. En forma paralela a la creación de los Equipos Regionales de Seguridad Comunitaria y debido a la urgencia de atención que tiene la problemática de la venta de drogas en las comunidades, se plantea la necesidad de generar estrategias que agilicen la respuesta policial a las denuncias que formulan los Comités de Seguridad Comunitaria, para tal efecto se crea el Programa Regional Antidrogas. Este programa permite que desde la Policía local se realice un primer abordaje para la aprehensión de los vendedores de droga. Además se logran acuerdos y convenios de cooperación con distintas organizaciones gubernamentales o no gubernamentales: Universidad Nacional, Sistema Nacional de Emergencia 9-1-1, Poder Judicial, Municipalidades, Ministerio de Salud, Ministerio de Justicia, Instituto Costarricense de Turismo, Universidad de Costa Rica, Cámara de Comercio, Cámara de Transporte, etc. Estos convenios permiten fortalecer las capacidades técnicas y organizativas, y refuerzan los conocimientos necesarios para fortalecer la Estrategia de Seguridad Comunitaria y Comercial. Es así como, se realizan diversos programas y actividades de capacitación (talleres, seminarios, simposios) con instituciones gubernamentales y no gubernamentales que permiten una mejor coordinación y definir estrategias de prevención interinstitucionales. Ante tal visión integral se hace posible la incorporación a la estrategia de nuevos y diferentes actores tanto públicos como privados. Por ejemplo, los comercios se han ido integrando mediante el Programa de Seguridad Comercial, que ha logrado incorporar dentro del sector de comerciantes una perspectiva de responsabilidad social corporativa y de apoyo a los procesos de organización que se viven en el nivel local. Otro de los sectores que ha venido incorporándose a la estrategia son los sectores dedicados al turismo. Esto porque han entendido que el manejo de la prevención que seguridad comunitaria tiene guarda relación estrecha con una de las principales ventajas competitivas para el país, como lo es la tranquilidad y la paz de la que Costa Rica hace gala. En este momento además, se logran introducir contenidos temáticos de Policía de Proximidad y Seguridad Comunitaria en todos los cursos que ofrece la Escuela Nacional de Policía: en el Curso Básico Policial, en el Curso de Oficiales Ejecutivos y en el Curso para Comisionados. Es decir, por primera vez en la historia del país, los efectivos policiales que reciban capacitación tendrían la posibilidad de conocer algunos elementos básicos del programa y estar en condición de poder visualizar algunos
  • 28. 28 insumos desde el campo, que favorezcan y promuevan una relación de alianza policía – comunidad. Evidentemente, la proporción de policías que abordan la temática comunitaria a nivel nacional es todavía insuficiente en relación con la cantidad total de policías existentes en la Fuerza Pública y especialmente con la cantidad de Comités de Seguridad Comunitaria establecidos a lo largo de todos estos años en todo el país. Pese a que en este momento los avances cuantitativos y cualitativos de la experiencia han provocado a lo interno del Ministerio de Seguridad Pública que Seguridad Comunitaria sea una política institucional, esta aún no tiene el grado de prioridad estratégica para cambiar las prácticas tradicionales de la Fuerza Pública. En otras palabras, en este momento, Seguridad Comunitaria a lo interno de la institución policial aunque es reconocida como estrategia porque ya se vincula a la policía local con responsabilidades y funciones definidas, no ha logrado trascender a una visión más estructural, donde las autoridades policiales puedan ver el potencial que estos modelos tienen para generar cambios estratégicos en beneficio del conjunto del cuerpo policial. En este momento, los retos a futuro se encuentran en: Convertir en una estrategia de trabajo de toda la policía de proximidad, el Programa de Seguridad Comunitaria: Como se ha visto, en este proceso se ha incorporado a la Policía Local en el desarrollo del programa, sin que esto signifique necesariamente cambios en las estrategias operacionales del quehacer policial en su conjunto. Se tiene el marco general para hacerlo, lo que se constituye como un reto fundamental es hacer que realmente Seguridad Comunitaria y Policía de Proximidad sea incorporado en las labores cotidianas de todos los oficiales de policía, incluyendo por supuesto a los mandos medios, Jefes de Puesto y Directores Regionales11 . Capacitar a la totalidad de efectivos de la Fuerza Pública en Seguridad Comunitaria: Aunque ya los efectivos de la policía en el marco de la Escuela de Nacional de Policía reciben capacitaciones puntuales sobre el tema, lo cierto del caso es que todavía una buena parte de la población policial que existe hasta el momento, nunca ha estado ahí. Aunque se inicia un proceso de sensibilización en las Delegaciones Policiales de la Región Uno, este esfuerzo es claramente insuficiente para lograr que todos los oficiales de policía puedan comprender y sobretodo aplicar la Estrategia de Seguridad Comunitaria y de Policía de Proximidad. Un mayor relacionamiento entre las instituciones públicas en materia de Seguridad Integral: En este momento específico y por el rumbo que comienza a 11 Esto podría sonar contradictorio, sin embargo, la práctica muestra que lo que se asumía en algunas regiones como “policía de proximidad” en la práctica estaba lejano hacerlo y que el trabajo de seguridad comunitaria es asumido exclusivamente por los integrantes de los Equipos Regionales, sin la participación del resto de los oficiales de policía.
  • 29. 29 tomar la iniciativa en las regiones, se hace evidente que existen una serie de problemas en las comunidades que tienen como consecuencia un impacto en la seguridad, pero que para atacarlos, se hace necesaria la competencia preventiva de otros entes institucionales. Es por ello, que se comienza a potenciar y promover la incorporación de otras instancias tales como el Poder Judicial y las Municipalidades en los procesos de organización, formación y capacitación de los Comités de Seguridad Comunitaria. La necesidad de un nuevo perfil de policía. La amplitud de funciones y responsabilidades que se espera de un oficial de policía crea la necesidad de transformar las prácticas policiales desde los procesos de formación básica de los efectivos. Esto es, si la realidad social y el desarrollo en campo del Programa de Seguridad Comunitaria están indicando que se necesita un policía distinto, es necesario construir un nuevo perfil policial que dé cuenta entre otras cosas, de una serie de habilidades sociales que le permitieran la interacción efectiva con la comunidad. En este sentido, es fundamental que estos puedan tener formación a nivel de estrategias de diagnóstico e intervención comunitaria desde una perspectiva participativa. En síntesis, la tarea pendiente es lograr que todos los policías tengan el perfil de un policía pro-activo al servicio de la comunidad, que actúe profesionalmente, tanto en el ámbito reactivo como en el área de la prevención, y lograr con el resto de instituciones públicas y privadas coordinar esfuerzos en favor de la prevención. 2.1. Logros y enseñanzas del Programa de Seguridad Comunitaria. Tomando en cuenta los insumos que a lo largo de la historia de Seguridad Comunitaria se han planteado, es lógico pensar en la necesidad de una reafirmación tanto de aquellos aspectos positivos así como un replanteamiento que permita superar las limitaciones existentes. 3. Un nuevo enfoque de seguridad. Lo que constituye un hito dentro del Ministerio de Seguridad Pública es el cambio profundo en cómo se aborda la prevención. Hoy el concepto de Seguridad Integral (entendiendo esta como la correlación necesaria entre prevención situacional y social) se ha tratado de operacionalizar de maneras particulares dependiendo del contexto socio cultural en el que incide la policía. El enfoque de Seguridad Integral llevado claramente a los procesos de capacitación, no solamente apela a la necesidad de prevenir el delito, sino de incidir en las condiciones sociales que favorecen la aparición de la criminalidad. Es por ello que se parte de un
  • 30. 30 ser humano integral, que requiere del cumplimiento de todos sus derechos humanos para no llegar a condiciones de vulnerabilidad social que lo hagan delinquir. Es entonces desde esta perspectiva que el trabajo preventivo tiene que ver con múltiples temáticas, como salud, educación, cultura, deporte, derechos laborales, etc., pero también con diferentes intereses y costumbres de cada sector de la población. Abordar el programa de capacitación desde un enfoque de seguridad integral, no excluye una serie de preocupaciones sociales fundamentales que si bien es cierto se tocan tangencialmente, no tienen aún dentro del sistema de capacitación su lugar específico. Estos temas incluyen, el de violencia social, armas de fuego e incidencia ciudadana en construcción de políticas locales de seguridad integral. A medida que la realidad se complejiza, el proceso de capacitación a las comunidades debería irse diversificando, para ir incluyendo nuevas demandas de información y capacitación. La pregunta a resolver es cómo hacerlo sin que esto signifique prolongar el programa y seguir incluyendo nuevos módulos 4. El proceso de regionalización. Un primer logro importante es que hoy en el Ministerio de Seguridad Pública no se cuestiona ni la importancia ni la pertinencia del programa. Esta ha podido evidenciar el potencial que tiene la Estrategia de Seguridad Comunitaria tanto a nivel de relaciones con las comunidades como a lo interno de cada una de las delegaciones policiales que tiene el país. En los planes institucionales del Ministerio de Seguridad Pública, el abordaje al modelo de Policía de Proximidad mediante la Estrategia de Seguridad Comunitaria, ha sido el primer objetivo estratégico de la institución, lo cual evidencia un profundo acercamiento con la iniciativa y sobre todo, una valoración favorable de ella. Este elemento se encuentra relacionado además, con una serie de cambios que la ciudadanía ha ido propiciando en su relación con la policía. La existencia de una figura organizativa legitimada, para promover la participación del actor ciudadanía dentro de la institucionalidad del Ministerio de Seguridad Pública, logra un cambio importante en la percepción sobre el policía, posesionándolo como un actor de desarrollo comunitario que promueve organización integral en materia de seguridad. Como se expuso anteriormente la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial, tiene funciones de planificación, asesoría y evaluación de los Equipos Regionales. La gran pregunta que queda en el ambiente encuentra relación con las posibilidades y capacidades de la Dirección de Seguridad Comunitaria para poder realizar esta competencia de la mejor forma posible. Esto por cuanto, el grueso de su personal se ha encargado, de forma exclusiva, a realizar los procesos de capacitación de las comunidades y comercios de la Región Uno. Las labores propias de la Dirección, se han venido realizando de manera marginal. Lo anterior responde en gran medida, a que todavía no se ha logrado consolidar la Dirección de Seguridad Comunitaria como un
  • 31. 31 ente rector y supervisor de la Estrategia, en estos momentos, se podría considerar que se encuentra aún en una fase de transición. 4.1 ¿Qué sigue después de la capacitación? Una de las principales dificultades que todavía se mantienen se encuentra en la etapa de seguimiento que la policía local debe dar a los comités de Seguridad Comunitaria. El que exista solamente un oficial de policía asignado por cada delegación y la gran cantidad de comités constituidos a la fecha, limitan las posibilidades de un seguimiento individualizado a cada comité constituido. La mayor parte de su tiempo se consume en las labores de promoción y capacitación, además es necesario considerar que el asumir las responsabilidades de Seguridad Comunitaria no exime a los funcionarios policiales del cumplimiento del resto de las funciones que como todo policía debe cumplir. Además, es en la etapa de seguimiento donde deben crearse las coordinaciones interinstitucionales que permitan ir dando respuesta a los problemas de inseguridad que plantean las comunidades, sin embargo en muchos gobiernos locales y en algunas instituciones las posibilidades de coordinación son muy difíciles de lograr o no existe un verdadero compromiso o capacidad de respuesta por parte de las instituciones. A pesar de todas estas limitaciones es importante resaltar que, en la mayoría de los casos, la comunidad logra trascender su visión tanto para mejorar la capacidad de respuesta ante la situación de delincuencia, pero lo más importante; para determinar que el desarrollo local y nacional es competencia también de las comunidades y el estar organizado significa invertir a corto, mediano y largo plazo en calidad de vida de toda la población. El trabajo de seguimiento con los comités de seguridad comunitaria se ha concretado en la realización de múltiples actividades y acciones, que incluyen: la realización de festivales culturales o deportivos, el mejoramiento de la infraestructura urbana o campañas de protección al medio ambiente, la implementación de cursos que refuerzan la capacitación en seguridad comunitaria, como primeros auxilios o prevención de incendios; actividades de promoción de la salud o la participación en campañas en contra de la violencia intrafamiliar o el consumo de drogas. Los datos existentes dentro de la Dirección de Seguridad Comunitaria del Ministerio de Seguridad Pública hablan de la existencia de al menos 65.000 personas capacitadas en la estrategia y de 4.000 comités a lo largo del territorio nacional. La importancia de este dato no solamente reviste en la cantidad, sino que se acompaña de una visión más madurada e integral de la comunidad. Hoy se entiende ésta como un actor protagónico que ha logrado trascender en la práctica la visión de la prevención situacional. Esto sin embargo, responde a una lógica de proceso.
  • 32. 32 Situación Actual (2007- 2008) A partir del año 2007 se inicia lo que se puede identificar como el cuarto periodo caracterizado por la resolución adoptada por la señora Ministra de Gobernación, Policía y Seguridad Pública y de la Dirección General de la Fuerza Pública; de que en adelante toda la policía costarricense implemente y desarrolle un Modelo de Policía Comunitaria Costarricense; como su herramienta de trabajo a nivel nacional. Como mencionamos en el Título primero del presente análisis, Herman Goldstein, establece estadios de actuación policial que caracterizan un modelo de Policía Comunitaria, el nivel más básico consiste en promover y realizar acciones tendientes a incrementar el contacto y el diálogo con la comunidad(Policía de Proximidad); un segundo nivel, es cuando se asignan oficiales de policía a barrios y generan algún grado de trabajo conjunto con la comunidad; el nivel más alto es cuando se logra que la comunidad tenga la capacidad de realizar acciones preventivas (define problemas y busca soluciones en materia de seguridad) y la policía cumple una función de apoyo. En nuestro país la totalidad de la policía12 bajo el modelo de Policía de Proximidad ha venido realizando labores de Policía Comunitaria de Primer Nivel, y 125 policías (Coordinadores Locales de Seguridad Comunitaria y Comercial) ubicados al menos 01 en cada Delegación Policial hemos realizado acciones de Policía Comunitaria de Segundo y Tercer Nivel. La implementación de este Modelo de Policía Comunitaria, requiere definir un policía con características que le permitan no solamente conocer su entorno sino además relacionarse con las comunidades; transformar las prácticas policiales desde los procesos de formación básica de los efectivos, introduce un nuevo perfil policial, en el cual se visualiza la necesidad de que este nuevo oficial tenga formación a nivel de estrategias de diagnóstico e intervención comunitaria desde una perspectiva participativa debe convertirse en un Policía Proactivo. Un enfoque con tales características contribuye a una labor de pedagogía ciudadana en la que todos los sectores independientemente de la edad, zona geográfica, sexo, o ingreso económico, debemos formarnos no solamente para evitar la delincuencia, sino porque de esta forma estamos invirtiendo en la capacidad propositiva, de respuesta y diálogo de todos los ciudadanos de este país. Hoy la policía enfrenta un proceso de transición sumamente importante, en relación con las formas de acción y los procesos de involucramiento comunitarios. La transición tiene dos extremos, como lo son seguir actuando desde la perspectiva situacional, o dar el salto y visualizar las implicaciones desde la prevención social. Hoy en cada Delegación Policial funcionan los Equipos de Dirección Operativa, que no son más que una estrategia para administrar y hacer gestión con la información que proveen distintos profesionales, para asignar los recursos policiales de acuerdo con las necesidades y desde una perspectiva científica. 12 Aproximadamente 8000 policías.
  • 33. 33 Igualmente en la Academia Nacional de Policía vivimos un proceso de transición, ya que si bien el Ministro de Seguridad Pública ha dado la directriz de que todos los oficiales deben desarrollar acciones de carácter comunitario, lo cierto del caso es que no todos se encuentran preparados para ello. No obstante, hay pasos profundos en este sentido. Quizá el más importante es que se ha logrado un nivel de profesionalización en las jefaturas, lo cual esperamos tenga un impacto favorable para aterrizar con la calidad que queremos este enfoque innovador y de construcción nacional, como lo ha sido la Policía Comunitaria. El principal reto que tenemos hoy es que toda la policía logre tener el perfil de los Coordinadores de Seguridad Comunitaria. Esto pasa por mejorar los procesos de formación básicos y especializados de los efectivos policiales y profundizar con la ciudadanía en lo que refiere a exigibilidad de un enfoque de trabajo, con una perspectiva comunal por parte de la policía de su localidad. Dentro del propio Ministerio, hemos incidido en el enfoque que se le venía dando desde la Academia a Seguridad Comunitaria, pero aún tenemos cosas pendientes ya que: No todos los efectivos policiales tienen el perfil del policía comunitario, por lo que en algunos momentos el trabajo en los niveles locales se les recarga a los pocos Coordinadores de Seguridad Comunitarios en vista de sus mayores niveles de formación y capacitación. La policía no ha logrado ver el panorama completo de las implicaciones que tiene para el país la seguridad integral, esto plantea una reformulación tanto de la acción policial como de la institucionalidad. Pese a que las regiones se encuentran realizando seguimiento es necesario mejorar el instrumental, para que la información que se genera sea vinculante y determinante en el proceso de toma de decisiones. No se ha logrado que los Jefes Policiales Regionales lleven, utilicen y potencien a la comunidad organizada para una articulación mayor en sus estrategias de operaciones. Los canales de comunicación policía – comunidad deben mejorarse; para ello, es necesaria la capacitación en materia de construcción de estrategias de comunicación. 1. Capacitación Policial con orientación Comunitaria. Desde la Academia Nacional de Policía, instructores certificados de la Dirección de Policía Comunitaria, imparten los temas relacionados con La Estrategia de Policía Comunitaria Costarricense, del Programa de Seguridad Comunitaria (dirigido a la Organización y Capacitación de Comunidades), sobre la Conceptualización de la Seguridad y la Prevención, y de distintos Modelos Policiales. (ver cuadros adjuntos). Además se realizan procesos de sensibilización y capacitación directamente en las distintas Delegaciones Policiales del país sobre la implementación de la Estrategia de Policía Comunitaria dirigida a agentes policiales que no han ingresado a la Academia Nacional de Policía, para que así todos los y las policías estén en capacidad de conocer y aplicar los elementos básicos del modelo de Policía Comunitaria
  • 34. 34 Costarricense, y puedan implementar esta estrategia de trabajo de la Fuerza Pública a nivel nacional. Nombre de Curso Contenidos Temáticos Duración Curso Básico Policial: Principios básicos de la función policial de orientación comunitaria en Costa Rica 1. Las causas y los componentes de la inseguridad ciudadana: inseguridad objetiva e inseguridad subjetiva 2. El concepto de prevención en la función policial y los tres niveles de prevención del delito. 3. El origen de los modelos de policía comunitaria y policía de proximidad 4. Desarrollo de la Estrategia de Policía Comunitaria y Policía de Proximidad en Costa Rica. 5. Objetivos y contenidos de los programas de Seguridad Comunitaria y seguridad Comercial 24 horas Curso de Oficiales Ejecutivos: Modelos de Policía Comunitaria y Estrategias policiales para la Prevención. 1. Conceptos de Seguridad. 2. Componentes de la Inseguridad. 3. Causas de la inseguridad. 3. L 4. La prevención. 4. 5. Or 5. Origen de los modelos de Policía de Proximidad 6. y y Policía Comunitaria. 7. 6. La Estrategia de Seguridad Comunitaria en Costa Rica y la Policía de Proximidad. 7. Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 8. Manual Organizativo y Funcional de la Estrategia de Seguridad Comunitaria. 40 horas
  • 35. 35 Nombre de Curso Contenidos Temáticos Duración Curso de Seguridad Comunitaria y Comercial para Jefes de Delegaciones Policiales: Proporcionar a los Jefes de Delegaciones Policiales los conocimientos, habilidades y destrezas necesarios para la implementación de la Estrategia Regional de Seguridad Comunitaria y Comercial. 1. Evolución histórica del concepto de seguridad desde la Doctrina de Seguridad Nacional hasta el concepto de Seguridad Humana. 2. Estrategias de los modelos de Policía de Proximidad y Policía Comunitaria. 3. Conceptos, componentes y causas de la inseguridad ciudadana. 4. Estrategias organizativas para la conformación de Comités de Seguridad Comunitaria y Comercial. 5. Estrategias policiales para la implementación de procesos de seguimiento a Comités de Seguridad Comunitaria y Comercial. 6. Ejercer liderazgo democrático sobre el personal subalterno. 7. Desarrollo de metodologías de facilitación para la realización de reuniones, diagnósticos de seguridad y elaboración y control de proyectos. 24 horas Taller Implementación del Modelo de Policía Comunitaria: Para efectivos de las Delegaciones Policiales. 1. Marco legal de la Estrategia de Policía Comunitaria. 2. Estrategia Policía Comunitaria herramienta de trabajo de la Fuerza Pública. 3. El Programa de Seguridad Comunitaria: Fundamentos Organizativos, Curso Básico de Seguridad Comunitaria. 4. Los Comités de Seguridad Comunitaria: organización, capacitación y clasificación. 5. Seguimiento policial a los Comités de Seguridad Comunitaria. 6. Sectorización policial. 7. Elementos básicos de un modelo de Policía Comunitaria. 8. Modelo de trabajo SARA o BASE. 04 horas
  • 36. 36 Nombre de Curso Contenidos Temáticos Duración Curso Formación de Instructores de Seguridad Comunitaria: Al completar este curso el participante será capaz de: Redactar objetivos de capacitación. Manejar el ambiente de aprendizaje en una sala de clase. Preparar Planes de lecciones. Comunicarse efectivamente utilizando diferentes métodos de enseñanza. Preparar y utilizar ayudas visuales. Operar equipo de ayudas visuales . Hacer presentaciones individuales o como miembro de un equipo. Medir la efectividad de la capacitación. Describir los objetivos y contenidos temáticos del Curso Básico de Seguridad Comunitaria. Comprender el fundamento y conformación de la Seguridad Comunitaria como programa preventivo y su importancia para la seguridad en su conjunto. Ubicar y reconocer los componentes y características que vinculan el modelo de Seguridad Comunitaria y Policía de Proximidad enfatizando en la relación policía / comunidad. Definir las características y actitudes esenciales que requieren los policías con visión comunitaria, para lograr mediante el trabajo en equipo y el ejercicio de un liderazgo positivo, conformar el binomio Policía / Comunidad. Definir e implementar las funciones del Encargado de Asuntos Comunitarios relacionadas con el modelo de Vinculación de Seguridad Comunitaria y Policía de Proximidad. Aprobar una práctica supervisada, donde deberá aplicar los conocimientos adquiridos durante el curso. 96 horas
  • 37. 37 Programa de Seguridad Comunitaria. 1. Fundamentos legales para la operación del Programa de Seguridad Comunitaria13 Es en el Capítulo VIII del Título II del Reglamento de Organización del Ministerio de Seguridad Pública, donde en la actualidad se regulan las funciones de la Dirección de Seguridad Comunitaria y Comercial, que está adscrita al Despacho del Ministro. Adicionalmente, el tercer capítulo del Título II de dicho Reglamento, establece dentro de las funciones de las direcciones generales y direcciones regionales de la Fuerza Pública “implementar las acciones pertinentes para fortalecer las actuaciones de la policía, dentro del concepto de Proximidad y Seguridad Comunitaria”. Es importante recordar que el Reglamento citado se encuentra normado por el Decreto Ejecutivo No 32177 del 10 de enero del año 2005, que se deriva de la Ley General de 13 Resumen de Informe Final, Evaluación Participativa del Programa de Seguridad Comunitaria del Ministerio de Seguridad Pública, CUDECA, septiembre 2007. Nombre de Curso Contenidos Temáticos Duración Taller Gestión Gerencial para Jefes de Puesto: Dirigido a Oficiales Policiales que asumirán funciones como Jefes de Puesto. 1. Implementación de la Estrategia de Policía de Proximidad. 2. Seguimiento policial a los Comités de Seguridad Comunitaria y Grupos de Comerciantes organizados del Programa de Seguridad Comercial. 3. Comisiones Cantonales de Seguridad Ciudadana (Gobiernos Locales). 4. Operacionalización de la Información. 5. Rendición de cuentas. 6. Sectorización. 7. Directrices de la Dirección de la Fuerza Pública para la Implementación de la Estrategia de Policía Comunitaria, y Supervisión de su implementación. 8. Presentación y análisis de videos de la Policía Comunitaria. 04 horas