Trabajo realizado por Julián Avilés Cano, para la asignatura de Pedagogía

1. Maurice Martenot
1898-1980. PARÍS, FRANCIA.

2. Metodología Musical
El niño presenta las mismas
reacciones psicosensoriales y motoras
que el hombre primitivo, por lo que
conviene trabajar el sentido instintivo
del ritmo en su estado puro,
descartando en un principio las
nociones de medida y melodía.
Objetivos del Método Martenot:
• Hacer amar profundamente a la música.
• Poner el desarrollo musical al servicio de
la educación.
• Favorecer el desarrollo del ser.
• Dar medios para canalizar las energías.
• Transmitir los conocimientos teóricos de
forma viva, concretándolos en juegos
musicales.
• Formar auditorios sensibles a la calidad.

3. Para el logro de los objetivos:
• Educación de la voz-canto por
imitación.
• Solfeo a trasvés de juegos con
palabras.
• Improvisaciones.
• Lectura rítmica en 3 etapas:
asociación reconocimiento y
expresión.
• Desarrollo auditivo: atención,
audición interior, y formación tonal y
modal.

4. Principios de la metodología
1.- La música como liberadora de
energías.
2.- El ambiente musical.
3.- Los ejercicios físico-fisiológicos.
4.- El silencio.
5.- Alternancia entre la actividad y la
relajación.
En resumen:
En este método se pretende producir
un amor profundo por la música,
proporcionar los medios para
integrarla a la vida, poner al servicio
de la educación la formación
musical, transmitir los conocimientos
teóricos de una forma vivida que se
concretan en juegos musicales
además de fomentar oyentes.

5. Actividades:
1. Relajando el cuerpo.
Buscamos un lugar dentro de nuestra clase (o afuera pero donde nos podamos
concentrar) y le pedimos a los niños que caminen libremente por el espacio, tomando
aire por la nariz y expulsándolo por la boca.
Luego les pedimos que mientras caminan estiren sus brazos lo más alto que puedan,
mientras lo suben toman aire y al bajar los brazos muy lentamente echan el aire por la
boca.
Luego les pedimos a los niños que estiran sus piernas como si estuvieran marchando como
soldados a grandes pasos, luego a pasos más pequeños, ahora entramos en las posturas:
sentados: la cabeza inclinada hacia delante, las piernas estiradas hacia adelante, solo los
talones tocan el suelo. Posición de pie: la pierna derecha delante por un pequeño paso,
dejando que el peso del cuerpo caiga sobre el pie derecho. Acostados: el cuerpo
descansa dejándose totalmente sobre el suelo. Con los niños más pequeños la relajación
se puede hacer con la lectura de un cuento que hable sobre posturas que ellos pueden ir
haciendo en la medida que se narra la historia.

6. 2. El juego del collar.
Los niños y niñas se sentaran en círculo y cada uno tendrán en su mano
instrumentos que generen sonidos como por ejemplo botellas con granos,
palos, etc., el primer niño marcara un sonido con instrumento y el siguiente
producirá otro diferente pero con el mismo tiempo musical del primer niño, en
la medida que se completan las rondas podemos aumentar los tiempos y
movimientos, en esta actividad es importante que los niños y niñas estén
atentos y escuchen a sus compañeros.
3. El sonido del silencio.
Les pediremos a los niños y niñas que se ubiquen de manera separada en
cualquier espacio de la clase y se dispongan de la manera que más cómoda
les parezca, en seguida se les indicara a los niños y niñas que cierren los ojos y
la boca como si tuviesen una cremallera, y les pide que escuchen los sonidos
que encontramos a nuestro alrededor, escuchando el silencio del aula,
después se les presentara a los niños un repertorio de sonidos como la caída de
una gota en un charco, el tic-tac del reloj, el sonido de la lluvia, el sonido del
viento, el sonido del movimiento de las hojas de los árboles, el sonido de las
olas, la presentación de sonidos con algún instrumento musical como el piano
en donde se puedan percibir notas bajas y notas altas.

7. 4. Siguiendo el sonido.
El maestro elegirá un instrumento musical como guitarra, flauta, maracas, pianos,
entre otros, con el cual realizará el siguiente ejercicio de desarrollo auditivo:
marcar con el brazo la duración del sonido y si éste es alto o bajo con el fin de
que los niños puedan empezar a discriminar los sonidos.
El maestro interpreta una serie de sonidos los cuales tendrán unos códigos que los
niños deberán seguir, es decir, por ejemplo que se mueven solo con el sonido que
se les indica para moverse. También se puede realizar el ejercicio de reconocer
las voces de sus compañeros de clase diciendo una misma frase y los niños
estarán con los ojos cerrados identificando las voces de sus compañeros.