Este documento discute el estilo pragmático vs racional de la administración de la seguridad vial. Argumenta que la investigación de seguridad vial es útil solo si la administración usa el conocimiento existente para tomar decisiones racionales, en lugar de parecer estar haciendo lo que el público cree que debería hacerse. También señala que la ausencia de datos no es el principal impedimento para la administración racional, sino la falta de profesionales capacitados y posiciones dedicadas a usar el conocimiento disponible para guiar las decisiones
1. 22/24 RESÚMENES DE INFORMES SOBRE SEGURIDAD VIAL
Ezra Hauer
15.Conocimiento y Administración de la Seguridad
La investigación de la seguridad vial es de la clase aplicada; es sirvienta de las tareas prácticas
de la administración de la seguridad vial. Es útil, no esencial, cuando la esencia de la adminis-
tración de la seguridad vial no es el interés de cómo gastar recursos para el mejor efecto de la
seguridad. La investigación y el conocimiento de los hechos acerca de la seguridad vial no im-
portan cuando la esencia de la administración de la seguridad vial es parecer estar haciendo lo
que los profanos piensan debería hacerse. Para que el conocimiento basado en la investiga-
ción sea útil, el estilo de la administración de la seguridad vial tiene que cambiar. La prueba de
si una organización engrana en el estilo pragmático o racional de la acción de la seguridad vial
es simple. Si las decisiones se hacen sin usar el conocimiento factual existente acerca de las
consecuencias para la seguridad, si la organización no emplea o compra consejos de la gente
entrenada y tiene conocimiento factual adquirido acerca de la seguridad vial, y si la organiza-
ción no hace investigación evaluativa para aprender acerca del éxito o falla de sus acciones, el
estilo de administración de la seguridad vial es de la clase pragmática.
¿Cómo puede uno decir si una decisión específica estuvo suficientemente influida por relevan-
tes hechos de seguridad? Rara vez uno puede.
La esperanza actual es que la toma de decisiones será adecuadamente obligada.
La esperanza para el futuro es que la administración de la seguridad vial no sea tan entera-
mente en el dominio de los políticos.
La ausencia de datos no es el impedimento principal de la administración racional de la seguri-
dad vial. Las decisiones requieren conocimiento, no datos.
En todo el mundo existe mucho conocimiento acumulado por muchas décadas.
La disponibilidad de datos es importante, pero está limitada a tres propósitos principales.
Primero, los datos se necesitan para crear conocimiento nuevo cuando el existente es insufi-
ciente. Segundo, los datos de accidentes se necesitan para establecer la magnitud del proble-
ma del accidente al cual dirigir alguna acción. Tercero, pueden requerirse los datos para notar
nuevas oportunidades para intervenir. En resumen, ni la ausencia de datos ni la carencia de
investigación puede servir como excusa para la superioridad del estilo pragmático de adminis-
trar la seguridad vial. Las dificultades para tener acceso al conocimiento sobre seguridad vial
son críticas. Primero, no hay forma práctica de hacerlo en un orden corto cuando es necesario
tomar decisiones. Segundo, no hay entrenamiento, ni posiciones, no carreras para profesiona-
les que pudieran hacer eso. Estas, creo, son al presente obstáculos reales para quienes que-
rrían engranar en la administración racional de la seguridad vial.
Estos obstáculos pueden y deberían removerse.
16. Dos Mitos Dañinos y una Tesis.
La administración de la seguridad vial se relaciona con la seguridad futura de un país, la cual
se determina en formas importantes mediante las numerosas decisiones políticas y profesiona-
les sobre la infraestructura del sistema de transporte.
Si las consecuencias sobre la seguridad vial de estas decisiones no se consideran al tiempo de
la toma de decisiones, se permitirá que en el futuro se materialicen impremeditados número y
gravedad de los accidentes.
En ese tiempo futuro, ninguna cantidad de escándalos, retorcimiento público de manos, o cul-
pación de anónimos conductores puede cambiar el hecho de que la seguridad vial no fue ad-
ministrada por quienes deberían haberlo hecho.