1. Los jóvenes en el Perú: La democracia
imaginada*
En el Perú, 70.6% de los jóvenes piensa que la democracia existe, pero funciona mal.
Estos son algunos datos del Cuaderno PNUD “Los jóvenes en el Perú: La democracia
imaginada” (junio 2008) que recogió a través de talleres las opiniones de jóvenes entre 18 a 29
años, estudiantes y trabajadores, de diferentes puntos del país: Lima, Ayacucho, Tarapoto,
Piura y Arequipa.
Descarga:
Descargue desde aquíel Cuaderno
PNUD, Serie Desarrollo Humano No.14:“Los jóvenes en el Perú.La democracia
imaginada” (PNUD Perú,junio 2008).
Detalles de la publicación:
Para esta publicación se realizaron once focus groups con jóvenes entre 18 a 29 años –
hombres ymujeres en proporción semejante– estudiantes y trabajadores en diferentes puntos
del país: tres en Lima; dos en Ayacucho; dos en Tarapoto; dos en Piura y dos enArequipa.
Este esfuerzo se complementa con el estudio sobre
La democracia en el Perú que contiene una encuesta nacional a más de once mil personas en
zonas urbanas y rurales de cada departamento del país.
Comentarios:
Jorge Eduardo Mori
Director Universidad Coherente
Fellow de la Red Mundial de Emprendedores Sociales-Ashoka
“El gran problema que afrontan los jóvenes al momento de definir su protagonismo en el
desarrollo del país,es su falta de confianza en que las cosas pueden cambiar.Si en su discurso
señalan que quieren construir un país con mayor equidad,lo primero que deben hacer es
asumir una actitud emprendedora ymotivadora con respecto a sus verdaderas capacidades.Ya
no pueden resguardarse en el discurso de la desigualdad o en la imperfección en el ejercicio de
algunos derechos para justificar la inercia.En ese sentido,deben generar propuestas de
movilización social que les permita articular y renovar sus estrategias de incidencia”.
Jorge Chediek
Representante Residente
PNUD
“La juventud representa una quinta parte de la población mundial yel 85% de ella habita en los
países del tercer mundo;América Latina y el Caribe representan el 20% de la población
mundial.Los jóvenes en el Perú equivalen a la tercera parte de los votantes potenciales,pero el
40% de los efectivos. Los jóvenes no son el futuro como muchos dicen,ellos son el presente”.
Santiago Pedraglio
Investigador
2. “El sistema actual no responde a la necesidad que los jóvenes sienten actualmente.La
desigualdad económica,social,racial,física es un reclamo urgente que no se resuelve con
reglamentos,sino,con la consolidación de derechos,es decir,una democracia real”.
La publicación recoge que los jóvenes participantes en estos talleres, en su mayoría, dudan o
niegan que en el Perú se viva en democracia. Hubo una constante confrontación entre lo
que debería ser y lo que realmente es el quehacer democrático. El desencanto se expresó
continuamente, originado en la inequidad —no sólo socioeconómica— y en las formas de
desigualdad instaladas en la sociedad peruana, que se reproducen en las relaciones
interpersonales y en los vínculos de los ciudadanos con las instituciones y las autoridades. En
el ámbito de la intuición, los jóvenes perciben y expresan que no están frente al ideal
democrático y sobre todo – conclusión trabajosa y conflictiva de la ciencia social – que la
democracia no se condice con la inequidad.
El paso siguiente es que se revele la razón de fondo de estas desigualdades, su
asentamiento en las relaciones históricas y económicas, y las dificultades para hacer de esta
impresión un motivo de acción. La variedad de organizaciones juveniles que tiene el Perú –
especialmente en provincias – dan esperanza a la posibilidad de una nueva gesta política, con
características sustancialmente diferentes a las que han originado tan extensa decepción. Con
especial interés, los jóvenes que han intervenido en los talleres participan en esta búsqueda. El
problema central está posiblemente en esta distancia entre la realidad, su percepción y la
formulación de plataformas de acción que, llevando sus argumentos hacia la política, puedan
significar un cambio. Esta ha sido la razón fundamental, la lectura de fondo en los talleres.
Yendo a planos más concretos, se debe hacer referencia a las conclusiones más precisas
derivadas de este trabajo. Asumiremos que ellas se refieren a tres ámbitos centrales: la
relación entre derechos y democracia representativa, el vínculo entre igualdad y legitimidad de
la democracia representativa, y las modalidades de cambio para transformar el sistema político.
Derechos y democracia representativa
Se aprecia que para la mayoría de los jóvenes participantes no existe un vínculo directo entre
la conquista y la ampliación de derechos y la democracia representativa. Se observa una
significativa autonomía entre ambas instituciones: los derechos de índole jurídico-políticos,
sociales, económicos y culturales, y el sistema político democrático, entendido como
mecanismo para la elección de autoridades, la resolución de conflictos y la adopción de
decisiones. Esta percepción podría explicar por qué para algunos jóvenes la conquista de una
mayor y mejor educación (o de una mejor salud) no necesariamente pasa por la defensa,
consolidación y enriquecimiento de la institucionalidad de la democracia representativa. Se
trata de una percepción del divorcio entre el sistema político y la equidad social. No se tiene
una democracia que pueda preciarse de haber cumplido con sus fines sociales, ni siquiera
respecto de la igualdad ante la ley y de oportunidades para todos.
Transformación del actual sistema político
3. Sobre la opinión de los jóvenes de cómo se puede modificar el sistema político para que éste
resulte más equitativo, inclusivo y eficiente, la mayoría sostiene que debe ser gradual y a largo
plazo. Un menor número de participantes opinó a favor de un cambio radical y vertical. Por otro
lado, la mayor parte de los jóvenes puso énfasis en la importancia del esfuerzo individual como
motor para el cambio. Es más: el factor esfuerzo individual primaba claramente sobre el
institucional. Su confianza en un futuro mejor era imprecisa y bastante general, aunque no
llegaba a constituir una visión pesimista.
Finalmente, podemos señalar que este trabajo encuentra su mayor justificación en el llamado
de atención hacia las responsabilidades de la sociedad para con sus nuevas generaciones. Las
responsabilidades de los mayores sobre los jóvenes, en cambio, determinan su razón de ser.
Datos:
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el año 1985 como el Año
Internacional de la Juventud.
El 58% de jóvenes entre los 18 y 29 años opina que la democracia es una necesidad para
alcanzar el progreso. Los porcentajes son semejantes para hombres y mujeres. La
esperanza de los jóvenes en la democracia es varios puntos más elevada (alrededor de 8)
que la de los mayores.
Para los jóvenes, quienes mandan en el Perú son los grupos económicos, los medios de
comunicación, las Fuerzas Armadas y la Iglesia, en ese orden.
Apuestan por un cambio principalmente individual: los posibles logros relacionados con
su futuro depende del esfuerzo personal o familiar. No establecen claros vínculos entre el
éxito personal y la democracia, tampoco entre sus logros personales y los del país.
El 73.38% de los jóvenes varones entre los 18 a 29 años opina que la democracia existe
pero funciona mal y el 92.1% responsabiliza a los políticos. En el caso de las mujeres,
el 70.2% expresó que la democracia existe pero funciona mal y el 87.8% señala que es por
culpa de los políticos.
Para los jóvenes, la transformación de su entorno político y social depende de ellos mismos.
Las respuestas al reto son múltiples: urgente modificación de estilo de los liderazgos, mayor
compromiso con la política, más dedicación a la educación, la superación de actitudes
acomodaticias y estrictamente individualistas, y ruptura con el pesimismo y el conformismo.