El documento habla sobre la importancia de la unidad entre los creyentes según Filipenses 2:1-4. Resalta que los creyentes deben tener el mismo amor, pensamiento y propósito, rechazando el egoísmo y anteponiendo el bienestar de los demás. La unidad verdadera se caracteriza por la humildad, el pensar en los demás antes que en uno mismo, y estar unidos en espíritu y propósito.