Habilidades Motrices Básicas de manera didáctica para niños
Training Fútbol 208
1.
2.
3. Prohibido cualquier tipo de reproducción total o parcial de los
textos sin la autorización expresa y escrita del editor.
3
EDITA: JECUPI
MAQUETACIÓN: TRAINING FÚTBOL
PUBLICIDAD: TRAINING FÚTBOL, departamento propio
DEP. LEGAL: VA - 94/1996
ISSN 1577-7480
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DIRECTOR
JESÐS CUADRADO PINO
COMITÉ TÉCNICO
V¸CTOR FERN˘NDEZ BRAULIO
BENITO FLORO SANZ
JUAN MANUEL LILLO D¸EZ
FERNANDO V˘ZQUEZ PENA
JORGE D´ALESSANDRO DI NINNO
MIKEL ETXARRI SASIAIN
JESÐS CUADRADO PINO
FERNANDO NAVARRO VALDIVIELSO
ANTONIO RAYA PUGNAIRE
MANUEL FERN˘NDEZ POMBO
JUAN JOSÉ GARC¸A LAVERA
ANTONIO GALINDO RINCŁN
MANUEL LŁPEZ LŁPEZ
JOSÉ CARRASCOSA OLTRA
Dr. PEDRO GUILLÉN GARC¸A
Dr. RICARDO JIMÉNEZ MANGAS
JESÐS OREJUELA RODR¸GUEZ
ALFONSO M. VARAS GARC¸A
TRADUCTOR-INTÉRPRETE
FRANCISCO JAVIER YEPES GONZ˘LEZ
N ú m e r o 2 0 8 - J u n i o 2 0 1 3
4. 4Junio-2013 nº 208
Trata todos los temas relacionados
con la metodología del entrenamiento en el Fútbol:
Preparación Física
Preparación Técnica
Preparación Táctica
Preparación Psicológica
Metodología y Organización
Tests de Evaluación del Entrenamiento
Biomecánica
Aprendizaje Motor
Pedagogía Aplicada
Fisiología del Esfuerzo Físico
Medicina Deportiva
Dietética…
En cada uno de los números presentamos artículos actualizados
de prestigiosos técnicos relacionados directamente
con los temas a tratar, tanto nacionales como extranjeros.
Nuestra pretensión es servir de "vehículo de apoyo"
en el reciclaje técnico para entrenadores, preparadores físicos,
médicos del deporte, técnicos de fútbol en general,
estudiantes de los diversos niveles para entrenadores,
futbolistas y aquellos aficionados que sientan
la belleza de este deporte y que
quieran comprenderle mejor.
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PUBLICACIÓN DE EXCLUSIVO CARÁCTER TÉCNICO
QUE SE EDITA CON PERIODICIDAD MENSUAL
5. SU M A R I OSU M A R I O
Número 208
Junio 2013
8
7Editorial
Recopilación de conceptos
en nuestras conversaciones
sobre fútbol.
Miguel Ángel Portugal,
César Luis Menotti,
Marcelino García Toral,
Eduardo Domínguez Lago,
Ángel Cappa, Carlos Queiroz,
Jorge D’Alessandro,
José María Amorrortu,
Miguel Ángel Lotina, Santiago Coca,
Francisco Seirul’lo, Ismael Díaz Galán,
Mikel Etxarri, Xabier Azkargorta,
Juan Manuel Lillo,
Francisco “Pacho” Maturana,
Raynald Denoueix,
Rafa Benítez, Eusebio Sacristán,
Javier Aguirre.
Aprendizaje de habilidades
tácticas.
José María Buceta. 18
Munich: el gran reto para
Guardiola.
Juan Salvadores Canedo.
26
Firma invitada.
41
Tarea de entrenamiento:
“Pasar entre conos para buscar gol” 48
Contenido de nuestro
próximo número. 50
Desarrollo para jugar en
4-2-3-1 con contraataque.
César Adolfo Sánchez Maquieira.
32
Curso de especialista en
táctica y dirección de
equipos de fútbol. 42
7. Jesús Cuadrado Pino
DIRECTOR
Entrenador Nacional de Fútbol (Nivel III).
Máster Profesional en Fútbol.
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).
Especialista en Alto Rendimiento Deportivo por la Universidad Autónoma de Madrid.
Máster en A. R. D. por el C. O. E.
Técnico Deportivo Superior.
Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol para Entrenadores Nacionales (CESFÚTBOL).
¿Cuántas ligas dentro de la Liga?
Con la aparición del poder del Barcelona y el Madrid, tanto en presupuestos como calidad de jugadores, se comenzó a
hablar de dos ligas dentro de nuestra liga: la de estos dos equipos y la del resto de equipos de Primera División. Esto, en lo que
se refiere a los medios de comunicación supone una falsedad porque se trata de una misma liga. En lo que atañe a los equipos
supone un acto de mediocridad por el conformismo de quedar terceros. Pero es que, además, si observamos la clasificación, y a
tenor de los resultados, podríamos concretar que se han producido no dos, sino tres ligas. Una es la liga del Barcelona, que ha
sacado nada menos que quince puntos al Madrid. Otra es la del Madrid, pero menos, porque sólo saca nueve puntos al Atlético
de Madrid, que es tercero. Y queda otra tercera liga para el resto.
Barsa y Madrid, estilos opuestos
Las estructuras y planteamientos de los dos equipos más fuertes de nuestra liga, Barcelona y Madrid, son diametralmente
opuestos. Son antagonistas en su estructura, en el desarrollo de su cantera y en el modelo de juego de sus primeros equipos. La
cantera del Barcelona trabaja con una metodología de entrenamiento adaptada a las diferentes etapas de edades y aplicando tareas
bien diseñadas con una coordinación eficaz de todos los técnicos, mientras que la cantera del Madrid se basa únicamente en tener
equipos en todas las categorías y entrenar cada uno de ellos como a su respectivo entrenador le parezca oportuno (como ocurre
en casi todos los clubes). Para su primer equipo, el Barsa tiene un modelo de juego bien establecido y basado en una metodología
de trabajo que afianza su forma de jugar en cada sesión de entrenamiento, ellos lo llaman tareas preferenciales simuladoras. El
Madrid no tiene modelo ni estabilidad ni juego, se forma cada año fichando a los más destacados del mercado internacional
buscando la suma de jugadores, no su coordinación; esto le basta para estar arriba en el fútbol doméstico y ganar muchos partidos
internacionales, pero no le llega para ganar títulos.
Bajísimo nivel de entrenamiento
La condición física es una herramienta importantísima al servicio del juego, significa la capacidad para poder ejecutar
las acciones con efectividad. Analizando los entrenamientos y, consecuentemente, el rendimiento condicional de los equipos
de nuestra Liga de Fútbol Profesional, se deduce claramente que el nivel de carga de trabajo es bajísimo, tanto en intensidad
como en volumen. Se entrena poco y mal. Uno de los problemas llega de la mano de las “modas”. Hace poco todo el mundo
presumía de hacer entrenamientos globalizados, y yo doy un gran valor a este modelo, pero la aplicación que casi todos hacen
consiste en un revoltijo de trabajos con balón sin tener en cuenta los objetivos y ejercitando una carga mínima e insulsa.
Recientemente llega otra moda: la “periodización táctica”, que cristaliza como marca de la casa en muchos de nuestros equipos.
Este concepto (totalmente erróneo para mí en su definición y aplicación) nace con los portugueses Vítor Frade y Guilherme
Oliveira, continúa en España con Rui Faria (preparador físico del Real Madrid) y termina por afianzarse aquí con Xavier
Tamarit (ayudante de Pellegrino en el Valencia esta temporada, hasta que le sustituyeron por Valverde). Lo que explican en la
teoría no es ninguna novedad porque es similar al entrenamiento estructurado del que algunos llevamos hablando hace bastantes
años; lo que aplican en la práctica es un descalabro porque en las tareas jugadas no adoptan el nivel de carga necesario y, por
otra parte, desprecian cualquier forma de entrenamiento analítico condicional, que es necesario en algunos casos para plasmar
en los partidos esfuerzos de alta intensidad y buena recuperación entre esos esfuerzos. Estamos entrenando poco y mal. No hay
carga adecuada en intensidad y volumen. La diferencia sustancial en las semifinales de la reciente Champions League entre
los equipos alemanes, Bayern Munich y Borussia Dortmund (clasificados), y los equipos españoles, F. C. Barcelona y Real
Madrid (eliminados), no estuvo en la técnica ni el talento de cada uno de los futbolistas, estuvo en la distinta capacidad física
específica. Esa fue la clave fundamental.
Se juega mal porque se entrena mal
Es cierto que se hacen buenas jugadas ofensivas a balón parado (que la gran mayoría llaman, erróneamente, estrategia),
se entrenan bien y hay mucha variedad. También observamos equipos que están bastante bien en la situación de defensa, buenos
repliegues, coberturas y basculaciones. Los equipos se mueven más o menos bien para tapar y marcar. ¿Pero qué pasa en la
situación de ataque? Esta es la asignatura pendiente. Casi todos hacen muy mal los movimientos individuales y colectivos
atacantes, sencillamente porque casi nadie entrena el ataque. Se cree que el pase de gol aparece, y es cierto, pero se facilitaría
más su aparición y, principalmente, la finalización con eficaces entrenamientos en la situación de ataque. Lo primero que se
ve claramente es que todos los equipos, sin excepción, realizan un ataque indirecto en sus “partidillos” de entrenamiento: nadie
golpea en largo, todo son pases medios, cortos o paredes. Sin embargo, en los partidos comprobamos que casi todos golpean
en largo desde el portero y los centrales. Por otra parte, el entrenamiento del ataque necesita de tareas en las que se fijen unos
objetivos de juego para que los jugadores las interioricen. Pero esto no se aplica nada bien en la mayoría de las ocasiones porque
se confunde lo que es entrenar con balón, dentro de los modelos globalizado y estructurado, con un simple revoltijo de acciones
sin análisis ni transferencia al partido. En general, se juega mal porque se entrena mal.
jecupi@trainingfutbol.com
editorial
7Junio-2013 nº 208
Reflexiones sobre nuestra liga
8. 8Junio-2013 nº 208
Conversaciones sobre fútbol
Tras otro ciclo de conversaciones sobre fútbol con diversos técnicos en el que hemos tratado muchos aspectos
sobre análisis del juego, táctica, metodología y dirección de equipos, presentamos una nueva recopilación al
objeto de recapacitar sobre aspectos importantes. Siempre es bueno recordar ordenadamente lo leído para volver
a reflexionar sobre ello y asentar mejor las ideas. Incluimos otra pausa antes de seguir con nuevas conversaciones
con otros entrenadores y técnicos que nos muestren sus puntos de vista acerca de situaciones que atañen a
nuestra compleja labor. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)
Recopilación de
conceptos en
nuestras
conversaciones
sobre fútbol
Miguel Ángel Portugal, César Luis Menotti,
Marcelino García Toral, Eduardo Domínguez Lago,
Ángel Cappa, Carlos Queiroz, Jorge D’Alessandro,
José María Amorrortu, Miguel Ángel Lotina,
Santiago Coca, Francisco Seirul’lo, Ismael Díaz Galán,
Mikel Etxarri, Xabier Azkargorta, Juan Manuel Lillo,
Francisco “Pacho” Maturana, Raynald Denoueix,
Rafa Benítez, Eusebio Sacristán, Javier Aguirre
En sus conversaciones sobre fútbol con Jesús Cuadrado
9. 9Junio-2013 nº 208
Con Miguel Ángel Portugal…
Jesús Cuadrado.- El rendimiento específico en fútbol contiene factores de índole diverso, incluyendo
varias capacidades distintas: cognitivas, coordinativas, condicionales y psicológicas. Las capacidades
cognitivas significan el desarrollo táctico. Considero que donde queda más camino por recorrer y donde
existe más confusión es en la metodología del entrenamiento táctico.
Miguel Ángel Portugal.- En todo juego hay un proceso motriz y otro inteligente. En el proceso motriz
el entrenamiento está más controlado y definido, en el de la inteligencia a veces es más lento. Me gusta
partir de tres conceptos: el primero es el del reconocimiento de la situación del juego por parte del
jugador, el segundo es el de la orientación del jugador ante la situación del juego y el tercero es el de la
resolución de la situación con la máxima eficacia. Si el jugador comprende este proceso, su rendimiento
irá en aumento.
Con César Luis Menotti…
Jesús Cuadrado.- Está muy claro que en todos los partidos tenemos los mismos espacios para
desarrollar el juego en general y para atacar en particular, independientemente de la dinámica de juego
del equipo rival. Siempre contamos con la totalidad de la dimensión de cada terreno de juego, ya que el
espacio que los contrarios nos quitan por delante nos lo ofrecen por detrás, y viceversa. Por consiguiente,
estimo que encontrar espacios en la situación de ataque es cuestión de talento individual y de desarrollos
colectivos eficaces.
César Luis Menotti.- Así es, seguro que sí.
Principalmente es un problema de distracción y de
engaño. Si parto de una jugada desde el sector
izquierdo con un lateral y pretendo ser agresivo y
ofensivo siempre por la izquierda, evidentemente
que me encontraré con todos los cierres que se
producen porque la defensa siempre trata de
defender su arco y el lugar del balón. Ahora bien,
si yo estoy tocando por la izquierda y cambio de
frente a la derecha, voy a encontrar por ahí un dos
contra dos o un tres contra dos. Pero si luego sigo
tocando y vuelvo a cambiar y sigo tocando... y no
profundizo nunca, entonces eso sólo es una exhibición de toque, y eso es jugar mal. Si hay una gran
acumulación de jugadores y los espacios están muy concurridos, siempre habrá un lugar en el campo que
está vacío porque la cancha tiene siete mil metros cuadrados y corresponden setecientos metros
cuadrados a cada jugador, por lo tanto, la totalidad de la cancha no se puede controlar en cada instante
del juego.
Con Marcelino García Toral…
Jesús Cuadrado.- Ya que circulan por ahí diversas opiniones o criterios a la hora de establecer la
defensa ante un saque de esquina del rival. ¿Cómo crees tú que se defiende mejor el córner: marcando
por zonas en las cercanías de nuestra portería o asignando a cada uno de nuestros defensores un
contrario concreto al que marcar?, ¿marcar hombre a hombre o marcar por zonas?
10. 10Junio-2013 nº 208
Marcelino García Toral.- La experiencia me dice que en esta situación se depende casi totalmente de
la manera en que nuestros jugadores se sientan más confiados y seguros. Soy partidario de ambas
formas de defensa ante un saque de esquina, pero lo que está claro es que la forma de defender nos la
marca la eficacia que tengamos en estas acciones, y esto está relacionado con la confianza de nuestros
jugadores defendiendo de una u otra manera, según sus aptitudes y actitudes. En general, y teniendo en
cuenta lo que te acabo de comentar, si el equipo no se siente muy seguro defendiendo en zona los saques
de esquina, suelo establecer un marcaje combinado en el que unos marcan al hombre y otros defienden
en zona.
Con Eduardo Domínguez Lago…
Jesús Cuadrado.- Para el rendimiento específico que requiere cada partido de competición hay que
lograr una buena interacción entre todas las capacidades: condicionales, técnicas, tácticas y
psicológicas. ¿Qué tipos de tareas de entrenamiento sueles emplear para buscar esa interacción
necesaria y lograr el rendimiento más alto posible?
Eduardo Domínguez Lago.- Empleo tareas que desarrollen en cada jugador la capacidad de resolver
los problemas específicos que se le plantean en las situaciones de juego. Debe entrenarse mediante
situaciones que sean lo más parecidas posible a la actividad competitiva. Si el jugador está conformado
por la estructura coordinativa, la estructura cognitiva y la estructura condicional, debemos plantear tareas
de entrenamiento en las que estén presentes todas estas estructuras, aunque en cada una de las tareas
pueda prevalecer una de ellas. De esta forma no nos alejamos de la exigencia y realidad de la
competición, que constituye la carga de entrenamiento más específica.
Con Ángel Cappa…
Jesús Cuadrado.- Abunda mucho la confusión sobre el concepto de presión, o pressing. Principalmente
se cree que la presión es un fin en sí misma y muchos tratan de aplicarla como si fuese un objetivo. La
presión es una aplicación táctica, pero en todo caso es un medio para buscar ciertos objetivos de juego.
No hay que jugar a presionar, sino que “hay que jugar a jugar bien con el objetivo de ganar”, aunque se
utilice el pressing como una más de las aplicaciones tácticas empleadas por el equipo.
Ángel Cappa.- Resulta que la presión se ha
hecho muy popular y ahora casi todo el mundo
juega para presionar, piensan que la presión es un
objetivo. Sin embargo, tiene que ser al revés: hay
que presionar para quitarle la pelota al rival y
jugarla. No hay que jugar para presionar. Aparte
de esto, ocurre que la presión la suelen hacer con
la voluntad, y debe hacerse con inteligencia.
Presionan al que tiene la pelota y no a los posibles
receptores, lo que hace que el poseedor tenga
varias opciones claras de pase y tengamos que
estar corriendo continuamente sin lograr nada. Es necesario presionar al poseedor y a los posibles
receptores. La presión no debe depender de la voluntad y del esfuerzo físico, tiene que depender de la
inteligencia y de la acción bien coordinada.
11. 11Junio-2013 nº 208
Con Carlos Queiroz…
Jesús Cuadrado.- Hablando de funciones básicas de los jugadores y de sus obligaciones para el buen
funcionamiento del juego de equipo, se tiene en cuenta el concepto de que cuando el equipo propio tiene
el balón todos somos atacantes, y cuando el balón le tiene el equipo rival todos somos defensores. Esto
es así en términos generales porque también conocemos el principio fundamental de que cuando mi
equipo tiene el balón y no puedo atacar me tengo que preparar para defender, y cuando el balón le tiene
el equipo contrario y no puedo defender me tengo que preparar para atacar. Esto abre el análisis sobre
si todos tenemos que defender cuando el rival ataca o es preferible que algunos jugadores no defiendan
para que estén frescos cuando robamos el balón e iniciamos nuestro ataque.
Carlos Queiroz.- Personalmente considero que cuando perdemos el balón todos los jugadores tienen
que participar en las tareas defensivas, en términos generales. Lo que tenemos que hacer es establecer
una coherencia colectiva adecuada para la calidad de los jugadores que tenemos, esto hace que las cosas
sean más sencillas para el equipo en el momento
de anticiparnos. El juego posicional y el juego
temporal de los jugadores, unido a las decisiones
que toman, tiene que proporcionarnos un buen
equilibrio defensivo. Aunque todos los jugadores
tienen sus obligaciones defensivas, hemos de
tener en cuenta las características de cada uno.
Un jugador quizás no pueda defender igual que
otro, pero ambos tiene que contribuir desde su
posición a la organización defensiva del equipo.
Todos tienen sus responsabilidades en las tareas
defensivas en función de sus aptitudes: más
activas, más agresivas, más posicionales o más
temporales, pero todos han de participar en la
fase defensiva. Actualmente, con los medios de que disponemos, no puedo concebir que cualquier
jugador tenga una disculpa ante cualquier circunstancia del juego. Para mí, jugar bien al fútbol es hacerlo
bien en todas sus facetas. El equipo tiene que disfrutar cuando consigue un gol, pero también cuando
impide un gol del rival.
Con Jorge D’Alessandro
Jesús Cuadrado.- En demasiados casos y equipos se comete el error de trabajar siempre en espacios
reducidos. Se necesita la transferencia al espacio total de juego para buscar el verdadero rendimiento
competitivo. Ya sé que tú tienes esto muy claro en tus conceptos y en tus métodos de trabajo. Pero ahora
quiero plantearte algo muy concreto. ¿Qué te ofrece el espacio reducido?
Jorge D’Alessandro.- En general, el trabajo en espacios reducidos gusta a todo el mundo. Para ti, como
entrenador, el espacio reducido te da el control absoluto del jugador y es un test de técnica. Aparte de
que nadie se puede escaquear. El dos contra dos, el tres contra tres, el cuatro contra cuatro, te
proporcionan eso. También puede considerarse una buena adaptación al pase como protagonista total,
porque en estos espacios yo utilizo unas reglas básicas de entrenamiento entre las que está el jugar raso.
El pase es un protagonista principal en mis entrenamientos, y en el espacio reducido cada jugador toca
el balón muchísimas veces.
12. 12Junio-2013 nº 208
Con José María Amorrortu
Jesús Cuadrado.- En la base, en las edades de iniciación al fútbol, debe hablarse de formación y no
directamente de entrenamiento. Aunque los dos términos tengan los objetivos de enseñar y preparar, lo
cierto es que tienen matices diferentes. Además, deben tenerse en cuenta las diferentes fases de
desarrollo de la edad biológica.
José María Amorrortu.- Los procesos formativos y de entrenamiento tienen que adaptarse a la edad
evolutiva. Debemos evaluar bien la edad evolutiva de cada uno. También hemos de tener muy en cuenta
la capacidad cognitiva de los chicos, porque es muy diferente entre unos y otros a medida que van
avanzando. Por lo tanto, el entrenador vinculado al fútbol de formación tiene que saber instruir y preparar
a cada niño y a cada joven en función de estos dos parámetros: edad evolutiva y capacidad cognitiva.
Con Miguel Ángel Lotina
Jesús Cuadrado.- Los jugadores y las líneas lejanas al balón han de interpretar bien las acciones que
deben realizar al perder el balón o al apoderarse de él. Por ejemplo, cuando perdemos el balón en
posiciones de ataque adelantadas, los jugadores de la línea defensiva deben escoger entre adelantarse,
quedarse frenados o replegarse. Han de valorar muy bien cada situación para actuar en consecuencia.
Miguel Ángel Lotina.- Puede ocurrir que el rival nos coja la espalda detrás de nuestros medios centro
y tengamos que hacer un repliegue en inferioridad. Ejemplo: sube nuestro lateral izquierdo y los medios
centro adelantan su posición basculando hacia el balón para el apoyar el ataque, pero resulta que
perdemos el balón y el rival que nos le ha robado se le pasa a un compañero suyo que aparece detrás
de nuestros medios centro, además, este rival que ha recibido el balón de quien nos le robó cuenta con
el apoyo de otro compañero que también ha ganado ese espacio. En ese momento estamos en
inferioridad y tenemos que replegarnos. Los tres defensas que quedan en la línea tienen que replegarse
hacia atrás en embudo, teniendo muy claro el concepto y sin dudas de ningún tipo. En este caso, los
defensas no tienen que adelantarse para tratar de tapar a los rivales ni tampoco quedarse parados en
línea, porque el rival con balón tiene espacio y tiempo para pensar y un pase interior nos rompe a todos.
Ante esta situación de inferioridad numérica siempre hay que replegarse. Con este repliegue damos
tiempo a nuestros medios centro para que bajen en ayuda. Pero siempre hay que tener en cuenta la
distancia hasta a la que nos replegarnos, tenemos que valorar hasta dónde hacemos ese repliegue.
Con Santiago Coca…
Jesús Cuadrado.- Por una parte debe desarrollarse la técnica, por otra han de afianzarse los conceptos
colectivos del juego en su conjunto y, por otra, hay que colaborar en el desarrollo integral a nivel humano.
Estos pueden ser los tres pilares básicos del entrenador, o formador, inmerso en el fútbol de formación.
Santiago Coca.- En el ámbito del fútbol base, además de ser un técnico capacitado para enseñar a
jugar correctamente al fútbol, hay que ser un gran pedagogo y un psicólogo muy profundo. Mientras el
niño practica el fútbol, va creándose su propio proyecto de vida. Proyecto de vida que no consiste solo
en ser profesional del fútbol a los veinte años, sino en cómo ser persona mañana. Esto es inexcusable.
Todos tenemos nuestro proyecto de vida. Todos estamos necesitados de ser más, de ser mejores
personas hasta el final, al margen de que nos lo reconozcan o no. El fútbol representa un gran elemento
educativo en las primeras edades porque ofrece al niño la oportunidad de una experiencia vital de primer
13. 13Junio-2013 nº 208
grado. Una cosa es el gesto técnico externo y otra cosa es lo que pasa por dentro del niño antes de
contactar con el balón, porque tiene que pensar ante diferentes alternativas que se le ofrecen. Además
del gesto técnico, debemos entrenar la inteligencia aplicada para tomar decisiones correctas. El niño
debe entrenarse externa e internamente.
Con Francisco Seirul’lo…
Jesús Cuadrado.- Se entrena sobre las acciones concretas de cada especialidad deportiva, y en los
deportes de equipo teniendo en cuenta las situaciones de juego pero sin valorar las características de
cada uno de los jugadores. Es como si ya se considerarse, en cierta medida, la situación abierta para
unas acciones colectivas concretas, pero no se considerase la situación abierta para cada jugador. Sigue
sin tenerse en cuenta lo cognitivo de cada individuo.
Francisco Seirul’lo.- Lo que sucede aquí es que
el sujeto se somete a un proceso de aprendizaje
global, porque se le arrastra a un determinado
modelo construido con unas necesidades que el
deporte tiene en ese momento. Se construyen
expresiones específicas del movimiento que se
convierten en hábitos motores. Se automatiza el
gesto para después poder pensar. Pero si hemos
automatizado el gesto y después pensamos, mal
asunto. Los hábitos motores que se producen en
los aprendizajes conductistas llevan a una forma
de entender el deporte desde un punto de vista
exclusivamente lineal. Cuando aparecen estímulos
se producen respuestas necesarias en torno a cada estímulo. Hay una linealidad en los comportamientos
para que una vez resuelta la situación haya una estrecha dependencia para que otra persona, en esa
misma situación, desarrolle los mismos elementos y llegue a la misma situación final. Son situaciones
lineales se dan en todos los deportes individuales.
Con Ismael Díaz Galán…
Jesús Cuadrado.- Desconfío totalmente de los entrenadores que prometen que trabajarán mucho y
no indican ningún propósito más. Trabajar mucho es una obligación, una evidencia, se supone.
Precisamente, los que prometen esto son los que menos trabajan, entrenan (mal), se duchan y se van a
su casa hasta el siguiente entrenamiento. Ni planifican ni analizan ni preparan. Un entrenador capacitado
y comprometido con su labor tiene que adquirir el compromiso y la responsabilidad de que, como indiqué
antes, su equipo juegue bien al fútbol con el objetivo de ganar. La mejor vía para ganar es jugar bien y el
mejor elemento para jugar bien es entrenar bien. No se trata sólo de entrenar mucho, principalmente se
trata de entrenar bien.
Ismael Díaz Galán.- Yo pienso que todo parte de la emoción. En nuestra relación con el juego nos han
ido gustando más unos jugadores, equipos y entrenadores que nos han marcado y nos están marcando
nuestro ideal de juego, que yo denomino estilo. A partir de esto y de nuestra formación, nos vamos
creando una estrategia de actuación que incluye el modelo de organización dentro del campo (sistema
14. 14Junio-2013 nº 208
de juego) pero también fuera (metodología de entrenamientos, viaje, comunicación…). Todo esto es
muy personal y conforma el gusto que cada uno tiene del fútbol. Otra cosa es jugarlo bien, y eso es
diferente a los gustos e incluso al resultado. Eso tiene que ver con saber adaptar las respuestas
adecuadas a cada momento y partido de la forma más eficaz. Eso lleva consigo entender la lógica del
juego, mucha preparación antes, durante y después del entreno, del partido e incluso del propio hecho
de decidir ser entrenador.
Con Mikel Etxarri…
Jesús Cuadrado.- Como he repetido muchas veces, el jugador es el dueño de la táctica (porque en el
campo la táctica es toma de decisiones) y el entrenador debe ser un “facilitador” de esa táctica a través
de planteamientos y de entrenamientos. Pero resulta que se entrenan, en cierta medida, las variantes
tácticas que corresponden al modelo de juego, y no se plantean ni se entrenan los fundamentos tácticos
que están por encima de cualquier modelo.
Mikel Etxarri.- Así es, pero debe partirse del domino de los fundamentos por parte de los entrenadores.
Observamos en muchos partidos, incluso en los de más alto nivel internacional, errores de muchos
jugadores en todas las situaciones del juego a la hora de tomar decisiones y actuar consecuentemente.
Podríamos poner muchísimos ejemplos de ello ocurridos en partidos de fútbol del ámbito profesional. No
quiero decir que los equipos no entrenen, lo que digo es que los jugadores no pueden tener un
desconocimiento de las acciones tácticas básicas. Ocurre, en gran medida, que en los entrenamientos
no se corrigen los defectos individuales.
Con Xabier Azkargorta…
Jesús Cuadrado.- Aparte de estos pasillos longitudinales (trazados de forma paralela a las líneas de
banda) también conocemos desde hace mucho tiempo la división del campo en tres zonas en forma
paralela a las líneas de meta, nombradas desde siempre como iniciación, creación y finalización. También
sobre estas tres zonas debemos establecer diferentes comportamientos técnico-tácticos.
Xabier Azkargorta.- No cabe duda de que los
espacios y las referencias de balón condicionan
las acciones técnicas. Por ejemplo, no es lo
mismo un pase dentro del área propia que un
pase dentro del área rival. Si la pelota esta
cercana a mi propia portería y en el espacio
central, necesitaré más precisión para realizar
los pases y deberé utilizar preferentemente el
interior del pie o como mucho el empine interior.
Si los centrales se pasan la pelota en el inicio de
la jugada, trataré de evitar pases muy largos,
correré los menos riesgos posibles y evitaré
los pases horizontales. Por la misma razón de
seguridad evitaré los pases altos y siempre
tocaré bien el balón para que el tiempo en el que esté sin dueño sea el menor posible. En resumen, en
posiciones defensivas los pases serán normalmente de media distancia, bien tocados y rasos, evitando
15. 15Junio-2013 nº 208
los pases horizontales. Para ello utilizaremos normalmente el interior del pie o el empeine interior y se
recomienda que el pasador haga siempre un apoyo por detrás y en dirección al pase. Queda claro que
el espacio en el que se desarrolla el juego determina con claridad la técnica a utilizar.
Con Juan Manuel Lillo…
Jesús Cuadrado.- En el análisis del juego del fútbol debemos partir de enfoques concretos como:
deporte colectivo o de equipo, deporte de colaboración-oposición, de situaciones abiertas y considero
personalmente que algunas situaciones cerradas, deporte acíclico, de velocidad-fuerza-resistencia,
desarrollado bajo unas Reglas de Juego concretas que lo enmarcan entre las que destaca la Regla del
Fuera de Juego porque resulta básica para la utilización adecuada del espacio y del tiempo. Partiendo
de todo esto, deben tenerse en cuenta las zonas estáticas, las zonas dinámicas, las líneas, las
situaciones, las funciones de los jugadores, los principios fundamentales, la colaboración directa de los
compañeros y la oposición directa del equipo rival. Todo esto para ejercer con eficacia la esencia del juego
que es la lucha por la posesión del balón para atacar la portería rival y proteger la portería propia.
Juan Manuel Lillo.- Por encima de todo esto, considero que el único parámetro es el jugador. No hay
otros parámetros. Con estas divisiones lo que se pretende es llegar a una pureza semántica. Entiendo lo
que se quiere decir, entiendo lo que tú indicas, pero debo señalar que en este afán por reducir todo hemos
de tener presente que hay unos costes. Los niños realizan su aprendizaje desde el todo hasta la parte,
pero nosotros ahora pretendemos hacerlo de la parte al todo, y de la parte al todo no se puede ir. Lo que
sí se puede ir es del todo a la parte, y con más motivo en una actividad como el fútbol. No se puede decir
que nada es más importante que nada para establecer partes, fases y sectores. Nuestra construcción del
conocimiento no es piramidal porque no nos construimos como un edificio, sino que nos construimos
como una red. Cada jugador es un mundo que se auto-organiza de una forma distinta. Debemos
contemplar las partes desde la prioridad pero no desde la jerarquización. Aquello que resulta
importantísimo para uno, puede ser poco importante para otro. El fundamento del juego es el jugador y
su capacidad para organizarse él mismo y para ser organizador con el resto. Los buenos jugadores son
los que amplían las posibilidades de sus compañeros de equipo.
Con Francisco “Pacho” Maturana…
Jesús Cuadrado.- Hay muchas opiniones sobre lo que significa jugar bien. Muchas son coincidentes
en lo esencial, aunque otras difieren bastante. Creo que tengo una idea de lo que debe ser un buen
desarrollo del juego, aunque en todo caso se trata de la coordinación de muchos componentes.
Francisco “Pacho” Maturana.- Estamos ante la eterna pregunta, ¿qué es jugar bien? Para unos jugar
bien es ganar, para otros jugar bien es tener el balón en poder del equipo propio la mayor cantidad de
tiempo, para otros significa realizar correctamente las consignas del técnico, para otros se trata de
mantener un equilibrio. Para mí el hecho de jugar bien nace con la aceptación de la gente, cuando se
arranca un aplauso del público significa que se está jugado bien. Tanto el coraje como la entrega pueden
emocionar, pero no significan que se esté jugando bien por sí mismos. Para jugar bien hay que emplearse
correctamente en ataque y en defensa, en una proporción con más veces en las que atacamos nosotros
que en las que nos atacan a nosotros, donde nosotros manejemos el balón un porcentaje de tiempo
suficiente que nos permita lucir. Para jugar bien también hemos de ocupar bien los espacios y situarnos
de la cancha de forma adecuada con relación a la evolución del juego.
16. 16Junio-2013 nº 208
Con Raynald Denoueix…
Jesús Cuadrado.- Al iniciar un ataque desde atrás los puntas pueden ocupar todo el frente de ataque
ensanchando todo el campo o, por el contrario, pueden bascular juntos sobre la posición del balón. Son
dos opciones válidas, pero que cambian la dinámica de nuestro ataque y la forma en que podemos llegar
a la portería contraria.
Raynald Denoueix.- Depende de la forma en que se desarrolle la jugada. Personalmente prefiero que
los puntas estén abiertos para que se pueda entrar por dentro. No obstante, no tienen porqué ser los
puntas los que estén abiertos, porque pueden llegar ahí jugadores que parten desde atrás. Los goles se
meten por el centro, pero para llegar al centro hay que buscar inicialmente otros caminos. Sobre lo de
estar abiertos ocupando todo el frente de ataque, no me preocupan tanto los puntas, de lo que se trata
es que los puntas estén ahí para ayudar y apoyar. Lo fundamental es que durante cada jugada esté
ocupado todo el ancho de ataque mediante los jugadores que se incorporan desde atrás. Por ejemplo,
si un jugador de banda elige irse al centro, el lateral del mismo lado entrará por banda al espacio que le
ha creado el compañero que tenía por delante. Esencialmente tenemos que partir de la idea de que el
ancho de ataque debe estar cubierto, y esto debe hacerse con movimientos variados de todos los
jugadores. Si siempre mantenemos abiertos a los mismos jugadores, estaremos dando al contrario
muchas facilidades para defender. El ancho de ataque hay que abrirlo al máximo, pero puede hacerse
con los delanteros o con los centrocampistas o con los defensas que se incorporan. Todo estará en
función de la acción que cada jugada requiera.
Con Rafa Benítez…
Jesús Cuadrado.- Partiendo de que en muchos casos todos los factores de rendimiento deben
trabajarse simultáneamente a través de los modelos de entrenamiento integral y estructurado, considero
que la preparación física y la técnica tienen elementos más claros, más “visibles”, para su entrenamiento.
En el caso de la táctica, el diseño de tareas resulta un trabajo más “artesanal” por parte del entrenador.
Hay que saber ensamblar bien los contenidos con los objetivos.
Rafa Benítez.- Efectivamente, así es. Para el desarrollo de la técnica no hay mucha dificultad, todos
conocemos multitud de ejercicios para la mejora de todos los elementos técnicos. Por otra parte, los
aspectos físicos se pueden trabajar perfectamente basándose en una metodología que está muy
desarrollada. Sin embargo, el entrenamiento de la táctica implica manejar una gran variedad de
conceptos e ideas, resulta muy complejo. Muchos no trabajan la táctica, descargando toda esta
responsabilidad en el jugador. Hay que profundizar constantemente en los aspectos tácticos, hay que
aplicar tareas de entrenamiento variadas y siempre adaptadas a nuestros objetivos de juego.
Con Eusebio Sacristán…
Jesús Cuadrado.- Aparte de las referencias del juego, que casi todas ellas son visuales, es importante
que se establezcan una serie de códigos o señales entre los jugadores para que exista una buena
comunicación entre todos los componentes del equipo al objeto de realizar bien los movimientos
colectivos.
Eusebio Sacristán.- Existen muchas formas y tipos de códigos preestablecidos para comunicarse con
los compañeros durante el partido. A medida que van realizándose entrenamientos y partidos, estos
17. 17Junio-2013 nº 208
códigos se van asentando más y se fomenta una buena comunicación entre todos los futbolistas del
equipo. Cuando varios jugadores llevan juntos mucho tiempo en un equipo, el entendimiento de los
mensajes es total, simplemente con una mirada o con un pequeño movimiento concreto ya se sabe lo
que pretende uno de otro en la forma en que debe hacerse un pase o en el movimiento que debe
realizarse o de qué manera hay que desarrollar la jugada. Pueden establecerse unos códigos concretos
para la comunicación entre jugadores, pero se mecanizan más por el conocimiento entre los compañeros
a través de llevar mucho tiempo entrenando y jugando juntos, que porque se establezcan previamente.
Existe una serie de códigos estándar, pero los fundamentales son los códigos individuales que por el buen
conocimiento entre los jugadores quedan bien asentados.
Con Javier Aguirre…
Jesús Cuadrado.- Las jugadas que realiza cada jugador con balón son importantísimas, lógicamente.
Pero los movimientos del resto de los compañeros del equipo son los que determinan las posibilidades
para mantener la posesión del balón y para llegar con efectividad a la portería contraria.
Javier Aguirre.- Son totalmente fundamentales los movimientos de todos los jugadores del equipo que
no tienen el balón cuando éste le tiene un compañero. Por término medio, cada jugador puede tener el
balón cuarenta segundos durante todo el partido, y algunos jugadores no llegan siquiera a ese tiempo de
posesión. Podemos comprobar esto fácilmente siguiendo las evoluciones de un jugador en un partido con
cronómetro en mano, podremos verificar que es muy difícil que en un partido llegue a un minuto de
contacto con el balón. Si el jugador tiene, como máximo, un minuto de contacto con el balón, ¿qué hace
durante los otros ochenta y nueve minutos?, ¿cómo participa?, ¿cómo ayuda a su equipo?, ¿cómo hace
las coberturas, los desmarques y los movimientos sin balón ante cada situación del juego?
18. Aprendizaje de habilidades
U
no de los cometidos del entrenamiento es que los jugadores adquieran y perfeccionen
habilidades físicas, técnicas, táctico-estratégicas y psicológicas. Centrándonos en las
habilidades técnicas y táctico-estratégicas, en deportes como el fútbol se asume que los
jugadores que están en la alta competición han aprendido la mayor parte de los recursos técnicos que
necesitan y, por ello, no es habitual que se insista en que sigan aprendiendo. Por ejemplo, si un jugador
de veinte años que juega en segunda división no domina un determinado regate, lo normal es que
apenas se dedique tiempo (a veces nada) para que lo aprenda, aunque se considere una habilidad
necesaria para que este jugador progrese. También es habitual que sea el propio jugador el que, de
alguna manera, rechace intentar mejorar las habilidades que peor domina, en cuyo caso, aun
proponiéndoselo el entrenador, lo más probable es que el aprendizaje no se produzca.
18Junio-2013 nº 208
Por José María Buceta
Aprendizaje de
habilidades
tácticas
T Á C T I C A
Doctor en Psicología.
Máster en Ciencias de Psicología Clínica.
Entrenador Superior de Baloncesto.
Profesor Titular de Psicología de la UNED.
Ex-Seleccionador Nacional de Baloncesto Femenino de España.
Particularmente, he denominado como “mecanismo de acción del jugador” a las fases que tiene
que cumplir para actuar en el juego. Estas fases las clasifiqué en: mirar, percibir, analizar, decidir,
ejecutar con balón, ejecutar sobre balón y ejecutar sin balón. Podría concretarse que las cuatro
primeras constituyen “su táctica”. La táctica de cada jugador cristaliza en la decisión que debe tomar
inmediatamente antes de cada ejecución. La buena toma de decisiones es esencial para un juego
eficaz y se asienta en diversas referencias que concurren en cada situación. Todo esto debe plantearse
y, fundamentalmente, entrenarse. José María Buceta, experto en el campo de la psicología y también
de la táctica en deportes de equipo, nos ofrece un trabajo con nociones básicas para el aprendizaje de
habilidades tácticas haciendo uso de los mecanismos de decisión y ejecución, así como de los
mecanismos psicológicos que influyen en el aprendizaje. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING
FÚTBOL)
19. Decisión y ejecución
Al hablar de aprendizaje técnico y táctico se debe tener en cuenta que bajo estas etiquetas pueden
existir conceptos diferentes en unos y otros deportes. Sin embargo, con independencia de estas
etiquetas, lo que resulta más importante es la distinción entre la decisión y la ejecución del jugador.
El primer concepto es la decisión que toma un jugador de utilizar o no utilizar una determinada
habilidad (por ejemplo, un jugador que decide pasar el balón en lugar de regatear), mientras que la
ejecución se refiere a la calidad e intensidad de los movimientos que el jugador realiza (por ejemplo,
el jugador que ha decidido pasar ejecuta el pase con el exterior con una determinada fuerza).
El aprendizaje de la decisión requiere fundamentalmente que los jugadores aprendan a discriminar
las circunstancias presentes que aconsejan esa decisión. Estas circunstancias se denominan
circunstancias antecedentes (también situaciones antecedentes o estímulos antecedentes) y pueden
ser, por ejemplo, el lugar del campo en el que se juega, estar de cara o de espaldas, la posición de
los compañeros y los contrarios, cómo se recibe el balón, etc. Se trata, en definitiva, de las
condiciones que están presentes en el momento que el jugador debe decidir lo que hace. El objetivo
del aprendizaje consiste en que el jugador tome las decisiones más apropiadas en función de estas
circunstancias. Para ello, previamente, el entrenador debe especificar cuáles son las circunstancias
antecedentes que deben determinar las decisiones de sus jugadores, y después elaborar un plan de
trabajo para conseguir el aprendizaje.
Por su parte, el aprendizaje de la ejecución, en un primer momento, exige que el jugador centre su
atención en su propia conducta (los movimientos que debe realizar o la intensidad de tales
movimientos), apartándola de los estímulos externos que forman parte del juego; y también, en
ocasiones, que identifique sensaciones corporales asociadas a la ejecución que puedan ayudarle a
asimilar los nuevos movimientos.
En ambos casos, decisión y ejecución, existen estrategias psicológicas que pueden contribuir
eficazmente al objetivo del aprendizaje.
Mecanismos psicológicos que influyen en el aprendizaje
El aprendizaje de decisiones o ejecuciones
lo realizan jugadores que, en muchos casos, ya
tienen adquiridos unos hábitos, sobre todo
cuando se trata de jugadores de élite con una
trayectoria larga y exitosa. A estos deportistas
se les pide que adquieran conductas nuevas
(decisiones nuevas o movimientos nuevos) para
sustituir otras que utilizan habitualmente. En
estas condiciones, la nueva acción (por ejemplo,
un regate) se encuentra en una situación de clara
desventaja respecto a la acción más habitual
(un regate diferente) principalmente por dos
motivos:
1.- Durante mucho tiempo la acción más habitual ha sido realizada de manera automática en
presencia de circunstancias antecedentes concretas (por ejemplo: en las situaciones de uno contra
uno en el lado izquierdo del área, el jugador ha utilizado habitualmente un determinado regate) y, por
tanto, la presencia de estas circunstancias provoca que, de forma automática, el jugador actúe como
19Junio-2013 nº 208
20. lo ha hecho habitualmente (es decir, al
encontrarse en el lado izquierdo del área en
una situación de uno contra uno, tenderá a
realizar automáticamente el regate al que
está acostumbrado en esas circunstancias).
Este mecanismo no existe en el caso de
una nueva acción, que además parte con
la desventaja de tener que vincularse a
circunstancias antecedentes que ya están
vinculadas a otras acciones diferentes (en
este caso el nuevo regate debe vincularse a
la situación de uno contra uno en el lado
izquierdo del área, pero estas circunstancias
ya están vinculadas a otro regate distinto).
2.- Además, durante mucho tiempo la acción habitual habrá sido reforzada por el éxito (es decir:
haciendo el regate habitual, el jugador habrá tenido éxito en numerosas ocasiones), algo que, sin
embargo, no le habrá sucedido a la nueva acción, pues al no haberse realizado, no habrá tenido éxito.
Estos mecanismos suelen afectar negativamente a la disposición de los jugadores respecto al
aprendizaje de nuevas habilidades deportivas.
Por un lado, el jugador se sentirá más cómodo realizando las acciones más habituales por las
siguientes razones: al producirse automáticamente, su esfuerzo mental será menor; como las domina,
se sentirá más seguro; y al usarlas muchas veces, seguirán proporcionándole un reforzamiento
intermitente (pues de vez en cuando seguirá teniendo éxito).
Por otro lado, el jugador se sentirá más incómodo intentando realizar las acciones nuevas por los
siguientes motivos: necesitará un mayor esfuerzo mental, pues tendrá que estar especialmente atento
para “dar la orden” de ejecutar esa acción en el momento oportuno; si además se trata del aprendizaje
de una ejecución, necesitará un esfuerzo adicional, pues deberá centrar su atención en la propia
conducta, apartándola de los estímulos externos habituales; se sentirá más inseguro, ya que no
domina suficientemente la nueva acción; la nueva acción no tendrá oportunidades de ser reforzada
por el éxito, puesto que apenas se utiliza; más aun, las pocas veces que el jugador la use, al no
dominarla del todo, es muy probable que cometa errores.
Todas estas razones favorecerán que el jugador valore su progreso erróneamente y de manera
negativa. Por ejemplo, es muy probable que cada vez que tenga éxito con su regate habitual interprete
que esta es la forma en la que tiene que jugar, y que cada vez que falle con el nuevo regate interprete
lo contrario; al mismo tiempo, que ignore los errores con el regate habitual y los aciertos con el nuevo
regate. De esta forma llegará a la conclusión de que no le interesa el nuevo regate y disminuirá su
motivación por el aprendizaje.
Ante esta situación, ¿por qué es necesario que un jugador como el del ejemplo aprenda una
habilidad nueva? Esta es la pregunta que debe contestar el entrenador antes de abordar un trabajo
de aprendizaje que, por las circunstancias expuestas, será complejo.
- Si no es muy importante este aprendizaje, lo aconsejable es abandonar la idea.
- Si es importante, se tiene que valorar el coste que representa y, a partir de la relación entre
beneficio y coste, estimar si es viable y si verdaderamente merece o no la pena.
- Si finalmente se llega a la conclusión de afrontar el aprendizaje, es necesario utilizar estrategias
psicológicas que neutralicen los problemas expuestos anteriormente y propicien que el aprendizaje
se produzca.
20Junio-2013 nº 208
21. Aprendizaje del juego de equipo
En lo que respecta al juego de equipo, está formado por objetivos comunes para los que deben
producirse un conjunto de decisiones coordinadas de cada jugador del equipo, teniendo en cuenta,
así mismo, las decisiones que toman los jugadores del equipo contrario. Por ejemplo: un equipo de
fútbol tiene el objetivo común de presionar cuando los defensas contrarios tienen el balón; para
conseguir este objetivo, cada jugador del equipo debe decidir a dónde debe desplazarse, y estas
decisiones deben estar perfectamente coordinadas.
Así, los jugadores más cercanos al balón tendrán que decidir la proximidad con la que presionan
en función de circunstancias antecedentes que habrá determinado el entrenador (lugar del campo, si
el jugador rival con balón está de cara o de espaldas, etc.); los jugadores que estén en la siguiente
línea deberán decidir su posición en función de circunstancias antecedentes como el tipo de presión
que hacen sus compañeros más adelantados y la posición de los contrarios que podrían recibir los
pases cortos; los de la siguiente línea tendrán que decidir según actúen los de las dos líneas anteriores
pero quizá también considerando otras circunstancias.
21Junio-2013 nº 208
“Cada jugador del equipo debe decidir a dónde debe desplazarse,
y estas decisiones deben estar perfectamente coordinadas”
22. 22Junio-2013 nº 208
Al igual que sucede con el aprendizaje de las decisiones individuales más simples, el aprendizaje
de las decisiones coordinadas de todos los jugadores del equipo requiere que el entrenador, en primer
lugar, especifique cuáles son las circunstancias antecedentes que determinan las decisiones
correctas. Y posteriormente, que mediante el entrenamiento apropiado, propicie que los jugadores
aprendan a vincular esas decisiones a las circunstancias antecedentes que procedan.
También es importante que los equipos aprendan a jugar bajo las tendencias de funcionamiento que
establezca el entrenador. Una tendencia de funcionamiento indica la directriz que debería seguir el juego
del equipo (por ejemplo: jugar por las bandas, presionar en el centro del campo, replegarse para dejarle
el campo al contrario e intentar sorprenderle con contraataques, tocar mucho la pelota, etc.).
La tendencia de funcionamiento es un planteamiento general que debe influir en las decisiones
concretas de los jugadores, interactuando con las circunstancias antecedentes que son más
específicas de cada situación. Pensemos, por ejemplo, que la tendencia de funcionamiento es jugar
por las bandas. Esto querrá decir que los jugadores deben procurar jugar por las bandas y, por tanto,
tender a tomar decisiones relacionadas con esta tendencia. Sin embargo, estas decisiones deberán
producirse en función de los estímulos antecedentes concretos presentes en cada jugada.
Así, aprender a jugar bajo una tendencia de funcionamiento implica desarrollar la capacidad del
equipo para aprovechar las circunstancias antecedentes presentes o crear otras nuevas, con el
objetivo de poder tomar las decisiones que sean coherentes con esa tendencia. El entrenador puede
propiciar el aprendizaje de las decisiones tácticas utilizando estrategias psicológicas.
Técnicas psicológicas para el aprendizaje de las decisiones
Como se ha señalado anteriormente, la cuestión no es que el jugador asimile nuevos movimientos,
sino que decida utilizar habilidades que domina peor o que apenas utiliza. Y en el caso del equipo,
que se aprendan las múltiples decisiones individuales que interactuando coordinadamente configuran
el juego colectivo. Para promover el aprendizaje de las decisiones que se consideran relevantes, el
entrenador debe organizar ejercicios en los que las decisiones que son objeto de aprendizaje tengan
muchas oportunidades de ser asociadas a los estímulos antecedentes apropiados y reforzadas en
presencia de tales estímulos.
Pensemos, por ejemplo, que el objetivo es aprender las siguientes decisiones coordinadas: un
centrocampista tiene el balón de cara a la portería contraria en una determinada zona del campo
(estímulos antecedentes); en presencia de esos estímulos antecedentes otro jugador debe tomar la
decisión de desplazarse hacia un lado, bien para desmarcarse y recibir el balón, o bien para llevarse
a un defensa contrario con él y dejar un hueco libre; si se lleva al defensa con él (estímulo antecedente
para el siguiente jugador), un tercer jugador debe decidir desplazarse al hueco que ha quedado libre;
ahora, el jugador que tiene el balón debe aprender a decidir si pasa a uno u otro compañero según
actúe el defensa contrario (estímulo antecedente para él).
Como puede comprobarse, a la decisión que toma un jugador (moverse para desmarcarse) sigue
otra decisión de los jugadores rivales (por ejemplo, seguirle para evitar el desmarque). La decisión del
jugador rival es un estímulo antecedente que determina la decisión del siguiente jugador (moverse
para ocupar el hueco libre), y así sucesivamente.
“El entrenador puede propiciar el aprendizaje de las decisiones
tácticas utilizando estrategias psicológicas”
23. 23Junio-2013 nº 208
Para que los jugadores aprendan a tomar estas decisiones, el entrenador debe organizar
un ejercicio en el que existan muchas oportunidades de vincular cada decisión a los estímulos
antecedentes apropiados. En el ejemplo anterior, podría limitar el espacio del campo y el número de
jugadores, y establecer unas reglas de funcionamiento que favorezcan tales oportunidades.
Por ejemplo: tres atacantes contra dos defensas colocados inicialmente como estime el entrenador.
El entrenador se sitúa fuera del espacio delimitado para el ejercicio de cara al centrocampista, con
varios balones preparados para ponerlos en juego. Cuando los jugadores están colocados pasa el
balón al centrocampista y ya están presentes los primeros estímulos antecedentes; ahora, el segundo
atacante debe tomar la decisión de desplazarse hacia un lado, desmarcarse o llevándose a un defensa,
etc. Tras las decisiones previstas, los jugadores siguen jugando hasta que los defensas recuperan el
balón o finaliza la jugada. Otro grupo está preparado para hacer lo mismo. Después vuelve a empezar
el primer grupo y así sucesivamente.
El entrenador puede controlar las reacciones de los defensas contrarios haciéndoles señales para
que actúen de manera diferente (unas veces siguen el movimiento de desmarque, otras no) de forma
que se puedan ensayar todas las decisiones alternativas. Así, los estímulos antecedentes, que son
clave para aprender estas decisiones, se presentarán muchas veces, y los jugadores tendrán muchas
oportunidades para vincular estímulos y decisiones. Además, el entrenador debe reforzar cada
decisión correcta con palabras de aprobación (¡bien!, ¡eso es!, ¡muy bien!) o concediendo puntos que
después se canjearán por un premio previamente establecido. Si los jugadores toman decisiones
incorrectas, el entrenador no aplicará el refuerzo, dejando que continúe el ejercicio.
“El entrenador debe reforzar cada decisión correcta con
palabras de aprobación”
24. 24Junio-2013 nº 208
En algunos casos será conveniente que, por un lado, el entrenador aplique reforzamiento como
consecuencia de las decisiones correctas, y castigo como consecuencia de las decisiones incorrectas
(por ejemplo, tras una decisión incorrecta el equipo pierde el balón). Si el entrenador observa que las
decisiones incorrectas se repiten, a pesar de las penalizaciones, puede emplear preguntas e
instrucciones para centrar la atención de los jugadores en los estímulos antecedentes que determinan
las decisiones (por ejemplo, “¿en qué debes fijarte para decidir lo que haces?”, ¿qué es lo más correcto
cuando el defensa contrario se desplaza hacia ese lado?”, “¡fíjate en la reacción de aquel defensa!”).
A veces será necesario que proporcione a los jugadores más información, es decir, que les explique
de nuevo los conceptos y criterios que deben determinar la toma de decisiones.
Como es lógico, el objetivo final del aprendizaje de las decisiones es que se utilicen en el contexto
de los partidos, y por ello es importante que los ejercicios de ámbito restringido, como el anterior, se
combinen con otros ejercicios que reproduzcan en mayor medida la situación de juego real. Por
ejemplo: en un ejercicio posterior el entrenador puede organizar un partido y establecer como objetivo
que los jugadores realicen los movimientos ensayados anteriormente cada vez que se presenten esos
mismos estímulos antecedentes. En esta ocasión puede llevar un registro de las oportunidades que se
presentan para tomar esas decisiones (es decir, del número de veces que se presenten los primeros
estímulos antecedentes; en este caso, un centrocampista con el balón, de cara a la portería contraria,
en una zona del campo concreta) y de las decisiones que, en estas circunstancias, toman los
jugadores.
Mediante este tipo de registro podrá observar hasta que punto se ha consolidado el aprendizaje de
las decisiones. Si existen oportunidades para decidir y los jugadores deciden correctamente, podrá
asumir que las decisiones se han consolidado; pero si los jugadores deciden incorrectamente, sabrá
que todavía son necesarios más ejercicios de ámbito restringido.
25. 25Junio-2013 nº 208
Aprendizaje de decisiones tácticas bajo una tendencia de
funcionamiento
En la misma línea que en los apartados anteriores, para que el equipo aprenda a jugar bajo una
tendencia de funcionamiento concreta, el entrenador puede valerse de estrategias psicológicas que
enriquezcan su método de trabajo. Pensemos, por ejemplo, que el objetivo es “tender a jugar por las
bandas”. Previamente, los jugadores deben haber aprendido a tomar las decisiones correspondientes
en presencia de los estímulos apropiados pues, de lo contrario, es posible que intenten jugar por las
bandas, pero de cualquier manera. Pasada esta fase, el entrenador puede utilizar ejercicios restringidos
para que los jugadores ensayen las decisiones que ya dominan. Después puede organizar un partido
señalando el objetivo de jugar por las bandas y estableciendo reglas de funcionamiento específicas
que favorezcan esta tendencia.
Por ejemplo: en una primera fase, para asegurarse de que los jugadores siguen la tendencia de
funcionamiento, puede establecer que sólo de podrá rematar a gol si previamente se ha atacado por
una banda. ¿Qué puede ocurrir?, pensemos que uno de los dos equipos hace una buena jugada por
el centro y un jugador tira a gol; el entrenador usará el silbato y señalará una falta contra ese equipo.
Entonces, es posible que los jugadores le miren sorprendidos y no entiendan lo que ha pasado. El
entrenador podrá preguntarles: ¿habéis atacado por una banda?, ¿cuál era el objetivo del ejercicio?
Sin duda que en el próximo ataque los jugadores estarán mucho más atentos a jugar por una banda.
Este ejercicio puede completarse utilizando una técnica como es la economía de fichas. Por
ejemplo: cada vez que se produce un ataque por las bandas, haya o no un remate posterior, el equipo
consigue un punto que se anota en una pizarra o en un papel. El equipo que obtiene menos puntos
debe pagar el aperitivo, contribuir a un fondo para una comida, recoger las porterías y los conos, etc.
O bien, el equipo que obtiene más puntos finaliza el entrenamiento mientras que el otro equipo debe
realizar aún otro ejercicio; o el equipo que gana tiene un set que tendrá un valor junto a otros sets de
otros ejercicios de la sesión.
Más adelante, el entrenador puede considerar que es importante aprender a jugar bajo una tendencia
de funcionamiento que sea flexible, pues en un partido real pueden producirse situaciones que aconsejan
abandonar la tendencia para realizar otras acciones. Para ello, en primer lugar, es recomendable que se
organicen reuniones en las que el entrenador explique qué entiende por una tendencia flexible, de
forma que los jugadores sepan a que atenerse.
Más tarde, en el campo, se puede organizar
un ejercicio como el anterior pero con reglas
diferentes. Por ejemplo: si se remata a gol
jugando por las bandas el equipo suma tres
puntos, y si se remata a gol sin jugar por las
bandas sólo se suma un punto. Si los remates
son gol se dobla el valor de estos puntos. Al final
del partido, ganar o perder sumando todos
estos puntos tiene alguna consecuencia (los
que pierden invitan, los que ganan terminan la
sesión, etc.).
Con este sistema tiene más valor seguir
la tendencia de funcionamiento, por lo que los
jugadores estarán más predispuestos a jugar de
esa manera, pero si ven una buena oportunidad
para rematar sin jugar por las bandas,
seguramente intentarán aprovecharla.
26. 26Junio-2013 nº 208
Munich: el gran reto
para Guardiola
N
o descubrimos nada si afirmamos que Pep Guardiola es un hombre muy inteligente, mucho. Lo
ha demostrado más que sobradamente en su carrera como jugador, como entrenador y, más
importante aún, como persona. Su marcha del F. C. BARCELONA al final de la temporada 2011-
12, dejando un balance de títulos abrumador y el recuerdo de un fútbol excelso y su descanso de un
año en Nueva York, son nuevas pruebas de su agudeza. La estancia en los Estados Unidos le ha
servido para completar su formación humana en general, pero en lo que nos atañe más directamente
(su carrera deportiva), creo que supo marcharse de Barcelona en el momento ideal, en la cumbre del
éxito, punto desde el cual no es fácil seguir creciendo. Lo que ha sucedido y está sucediendo en el F.
C. BARCELONA en estos momentos de mayo de 2013 lo confirma. Ganar la Liga de España con
antelación y llegar hasta semifinales de Copa y de la Champions League europea es una campaña
fenomenal, pero creo que lo que se está viviendo en torno a ella dista de ser armonioso. Se perciben
señales de agitación. ¿Fin de ciclo?... no me atrevería a tanto, pero es notorio que el entorno del equipo
y las prestaciones del grupo mismo no están pasando por una época alegre.
Cuando Pep decidió rematar su trayectoria con el equipo azulgrana dejó una herencia dorada,
pero con sombras crecientes, a saber:
1.- Probable desgaste del mensaje del entrenador, en un ambiente como es el español, no muy
dado a respetar largas trayectorias y que se aburre muy pronto de las “caras” de los responsables de
los banquillos, aún siendo gente de éxito como Pep.
Entrenador Nacional de Fútbol.
Máster Profesional en Fútbol.
Máster en Psicología de la Actividad Física y el Deporte.
Por Juan Salvadores Canedo
T Á C T I C A
Curioso, pero también bastante interesante, este escrito de Juan Salvadores Canedo. Con la
originalidad que le caracteriza, Juan se refiere a la nueva etapa de Guardiola como entrenador del
Bayern Munich. Nos indica pinceladas sobre la decisión de Guardiola para dejar el F. C. Barcelona, hace
una comparación entre el estilo de juego del actual Bayern y el estilo del Barsa de Pep, resaltando sus
diferencias; y aporta interrogantes sobre la adaptación del técnico catalán al equipo muniqués y a su
entorno. Todo desde un punto de vista constructivo, al contrario de los agoreros que desean un fracaso, y
desde la perspectiva del entrenador que espera ver la evolución positiva de nuestro deporte. (Jesús Cuadrado
Pino, director de TRAINING FÚTBOL)
27. 27Junio-2013 nº 208 27
2.- Agotamiento físico y mental de gran parte de una plantilla muy exigida, desde el momento en
que era sorprendente la presencia constante de jugadores clave que muy raramente rotaban.
3.- Disminución de lo que llamamos “hambre de victorias”, lógica en un grupo que ganó sin cesar
prácticamente todas las competiciones durante los últimos años.
4.- Bajón de rendimiento en jugadores clave, símbolos y nexos a la vez, con una ascendencia
enorme sobre aficionados y compañeros, como son Puyol y Xavi Hernández, que han pasado la
treintena y que siempre han sido hombres de entrega total, poco dados (por personalidad y por
posiciones ocupadas en el campo) a dosificaciones.
5.- Cierta barroquización del juego en sí, que por momentos parecía tomar la posesión del balón
más como un fin en sí misma y no tanto como un medio.
6.- Desgaste por notables casos de inadaptación al modelo o al equipo en general, protagonizados
por fichajes de auténtico relumbrón y que, por diversos motivos, o no han cuajado en absoluto o están
siempre en debate. Ibrahimovic, Villa y Cesc Fábregas son las muestras más llamativas, pero no las
únicas, en una trayectoria de contrataciones muy discutible. Un entrenador con una inteligencia
tan grande y un conocimiento tan agudo del tema, como es Juan Manuel Lillo, me respondía
personalmente en una entrevista que se ha publicado en “Fútbol-Táctico” que este llamativo
fenómeno de “fallo adaptativo” no
sólo de jugadores fichados por
los azulgranas sino incluso de
jugadores que salen del club o de
entrenadores formados en él y
que por unas u otras razones no
están cuajando en otros lugares, se
debe a que el modelo de juego
barcelonista es de una tremenda
complejidad y precisión, y por ello
requiere una identificación casi (o
sin casi) genética. Este requisito
haría muy difícil un avance exitoso
de pronósticos sobre adaptaciones
a o desde el F. C. BARCELONA de
Pep, y sólo la práctica real mostrará
su viabilidad o su inadaptación.
7.- Desgaste producido por casos como el enfrentamiento con Ibrahimovic o por la publicación de
la existencia de sospechas sobre la conducta externa de jugadores como Piqué o Messi. Todos
sabemos que muy frecuentemente son los temas disciplinarios y “de entorno”, y no los puramente de
entrenamientos y competiciones, los que más agotan a un entrenador.
“Son los temas disciplinarios y “de entorno”, y no los
puramente de entrenamientos y competiciones, los que
más agotan a un entrenador”
28. 28Junio-2013 nº 208
8.- La impresión de que un jugador tan importantísimo y decisivo en la trayectoria barcelonista
como es Leo Messi estaba (y está) acaparando un poder que no siempre parece apropiado para
asegurar el mejor ambiente dentro del equipo. Y un modelo de juego tan esforzado, afinado y solidario
como el de este grupo precisa, quizá más que ninguno, una cohesión interna y un compromiso
supremo. El derrumbe del equipo en épocas pasadas originado por jugadores tan grandiosos e
influyentes como Kluivert, Eto,o y, especialmente, Ronaldinho “Gaucho”, que se fueron apartando de
las conductas deseables, están ahí, muy recientes. El desplome del equipo dirigido por Frank Rijkaard,
en sus últimos tiempos, fue brutal, desproporcionado aunque previsible. Demasiado decepcionante y
demasiado fresco como para no temerlo… Leo Messi, es cierto, no parece estar protagonizando fuera
del terreno conductas desordenadas como algunos de los antes citados, pero da la impresión de que
está influyendo demasiado en el papel otorgado a compañeros, especialmente en la línea de
vanguardia (Ibrahimovic, Nolito, Villa, Tello…) y de que está autogestionando también en demasía su
participación en los entrenamientos y su esfuerzo en determinados partidos.
Si comparamos fotografías de muy pocos años atrás, antes de hacerse cargo del primer equipo
azulgrana, con otras más recientes, es notable el rastro que han marcado en el físico de Pep todos
estos detalles, además de sus enfrentamientos en el césped y en la Prensa contra el Real Madrid y su
entrenador. Una persona tan concienzuda, educada y respetuosa como él seguramente se implica
casi obsesivamente con la vivencia de su equipo en todos los aspectos, y aunque su habilidad
dialéctica es enorme, tampoco sale sin daño de confrontaciones verbales con Mourinho y la prensa
deportiva madrileña, siendo que tanto uno como otra utilizan con demasiada frecuencia tácticas de
dudosa ética. Por tanto, no parece un error el descanso que Guardiola decidió tomarse.
Ahora surge su contratación por el gran BAYERN MUNICH. Un enorme desafío. Desde los mismos
sectores madrileños que antes cito se ha querido rebajar el impecable trayecto de Pep aludiendo a
que sólo ha ganado desde el banquillo catalán, desde un modelo de juego ya implantado y merced a
contar en sus filas con el mejor jugador que existe, Leo Messi. Parece una valoración mezquina e
interesada, porque la depuración a la que este entrenador ha sometido al modelo es evidente. El
modelo de juego, en su línea general, ya existía, sí, pero también es cierto que Pep lo ha afinado, que
es tremendamente flexible en el uso de formaciones (ya que no de alineaciones, como arriba escribo)
y que no es normal “llegar y besar el santo” como él ha hecho. Es casi unánime el reconocimiento de
que el fútbol, a partir de los años de Guardiola en el F. C. BARCELONA, ya nunca será lo mismo que
era. Pero sí podemos admitir que la capacidad de repetir éxitos en entornos y circunstancias diferentes
es signo indudable de excelencia.
En sus años de jugador, de hecho,
Pep tuvo el valor de prolongar su
carrera en el fútbol italiano, nada
menos, un fútbol que globalmente
choca con sus gustos. Fue una
aventura que no tuvo gran éxito
en el terreno de juego, pero que
seguro que dejó poso en la cultura
futbolística de Pep, lo mismo que
su relación con Juan Manuel Lillo
(personal desde hace tiempo y
profesional también en México), y
hasta la quizá “menor” como ha
sido su estancia profesional en el
Golfo Pérsico. En definitiva, no
parece que este tipo de retos le
intimide. Ahora sus detractores
están impacientes esperando que
29. 29Junio-2013 nº 208
no sea capaz de reeditar éxitos en el banquillo muniqués y se frotan las manos ante el hecho de que
Jupp Heynckes ha dejado el listón muy, muy, muy alto tras sus espléndidas últimas campañas en los
campeonatos alemanes y europeos. Otros, entre los que me incluyo, también estamos impacientes,
pero por un motivo menos ruin, por decir algo. Queremos ver la adaptación (concepto que por cierto
tanto está surgiendo en este artículo) del director de las últimas temporadas del F. C. BARCELONA a
un estilo, modelo o como queramos llamarle muy diferente. Porque el BAYERN MUNICH ha mostrado
un molde con muy pocas similitudes con el catalán. Fútbol, sí; fútbol de altísimo nivel (aunque quizá
menos novedoso) también. Pero distinto, muy distinto, tanto en sus aspectos de dibujo, como (y más
importante si cabe) en sus mecanismos ofensivos y defensivos, y tanto en el juego “corrido” como en
el juego “parado”.
Aunque sólo nos detuviéramos en los dos partidos de la eliminatoria de semifinal europea que ha
enfrentado a barcelonistas y muniqueses (que por otro lado no han hecho sino confirmar lo visto en
otros partidos y competiciones de, especialmente, las dos últimas temporadas) nos saltan a la vista
estas diferencias:
1.- El BAYERN de Heynckes
emplea preponderantemente un
dibujo que oscila entre el 4-4-2 y el
4-2-3-1, que no son desde luego
(y especialmente el primero) los
más queridos por Pep. En estos
momentos, la figura del doble
medio-centro es innegociable en
Munich, lo que permite muchas
ayudas defensivas entre Javi
Martínez y Bastian Schweinsteiger,
y también a este último sobre todo
el desplegarse en ataque; mientras
que Pep siempre ha sido más
partidario de un medio centro
único, un “ancla” siempre centrado
y en que vengan jugadores de
líneas avanzadas (Xavi, Iniesta,
incluso Messi) a darle ayuda para atacar. En Munich un mediocentro se queda y el otro sube; en
Barcelona el mediocentro se queda y los de arriba vienen abajo a ayudarle a “sacarla”.
2.- El BAYERN en defensa es muy presionante, sus jugadores basculan extensiva e intensivamente
hasta casi dejar vacía la zona alejada de la activa, pero, salvo que el marcador les apremie, aprietan
a partir de un previo repliegue (normalmente medio, pero también intenso si no hay ventaja posicional
o numérica en torno a la línea central). Pep prefiere la presión “alta”, arriba, con los puntas agobiando
ya incluso al portero rival, acompañada de un adelantamiento del resto del equipo. Es decir, los
alemanes aprietan en la mitad del campo y muy hacia los lados; los catalanes lo hacen en todo el
campo con algo más de separación y notablemente más riesgo de ser desbordados.
3.- Consecuentemente, el contraataque barcelonista suele ser corto, preciso y fulminante, dada la
cercanía a la meta rival; los regates, las “paredes” y los pases atrás son de altísimo nivel. El
contraataque muniqués es muy distinto porque se produce a partir del robo, más exigente físicamente,
más largo, más apoyado en conducciones individuales (largas y medias, tanto longitudinales como
diagonales) y en cambios de juego.
4.- Heynckes nunca ha desestimado el uso de marcajes personalizados, como ya vimos en sus
años en Tenerife y Bilbao. Ha evolucionado, y hoy su equipo es decididamente zonal, con muy rápida
30. 30Junio-2013 nº 208
e inteligente utilización del marcaje
en momentos del juego. En el reciente
F. C. BARCELONA-BAYERN, por
ejemplo, hemos visto incluso como
Alaba (para evitar que sus centrales
jugaran “dos vs. dos” y dado que
Cesc iniciaba muchas veces junto
a Villa, dejando vacía la banda) se
iba al centro en busca de Fábregas,
al menos hasta que la jugada se
fuera decantando. Me parece casi
impensable que Guardiola, radical
partidario de lo zonal, opte siquiera
puntualmente por ese tipo de
tácticas. Si en algo Pep es totalmente opuesto al que dicen que ha sido su inspiración, Johann Cruyff,
es en que el holandés creía firmemente en una defensa de marcajes, incluso nominativos, mientras que
el catalán no sigue en absoluto esa creencia.
5.- El F. C. BARCELONA busca en ataque la superioridad numérica y/o posicional en las líneas
avanzadas concentrando su esfuerzo en las partes más débiles de cada rival, pero siempre partiendo
del juego posicional, del “estar”, de la ocupación en máxima amplitud posible del terreno con
fundamental atención a la permanente ocupación de las posiciones de las “esquinas”. Se juega con
“las botas manchadas de cal” y a partir de ahí se explotan los espacios interiores. Constantes cambios
de posición “por dentro” y paciencia infinita para tocar a los lados en busca del pase que pueda ser
definitivo. El BAYERN, por el contrario, se basa en el “aparecer”, el irrumpir (táctica, por cierto, que
era muy grata a otro gran entrenador catalán: Domingo Balmanya). Heynckes siempre ha sido
partidario del juego técnico, sin duda, y su equipo, de verse parado, no desdeña en absoluto el juego
combinativo, pero primero intenta “alargar” el campo, para luego, si es necesario, “anchear”. Pep
trabaja casi totalmente alterando el orden: lo
primero suele ser “anchear”. Por otro lado, los
alemanes no dudan en emplear el disparo de
media y larga distancia, mientras que Pep parece
más partidario de mantener la posesión hasta
alcanzar distancias más cortas y fiables.
6.- En la defensa de los saques, y muy
claramente en los de esquina, los alemanes usan
marcajes individuales nominativos, combinados
con un par de posiciones zonales. Pep, en
cambio, es también en esto muy zonal. Y en
cuanto al ataque, los alemanes tienen en estos
lances una parte importantísima como bagaje
“Me parece casi impensable que Guardiola,
radical partidario de lo zonal, opte siquiera puntualmente
por ese tipo de tácticas”
31. 31Junio-2013 nº 208
como, por ejemplo, empleando la distracción en el palo cercano para descargar tremendo ímpetu en
el alejado empleando a hombres altos, jugada muy característica en ellos. El BARCELONA de Pep,
muy al contrario, nunca ha valorado esta faceta, hasta el punto de que se le suele señalar como uno
de sus lunares. Su equipo, sea como fuere, emplea con mucha frecuencia los saques para ser un inicio
más de un ataque posicional; está claro que no despreciaba el empleo de los muy competentes Puyol
y Piqué, pero si no se pudiera utilizarles, por cualquier motivo, o si no aparecía rápidamente un pase
sorpresivo a algún habilidoso “pequeño” cerca del primer palo, el balón se enviaba desde el punto de
saque a líneas atrasadas, a zonas no congestionadas, para desde ahí maniobrar pacientemente.
En definitiva, enormes diferencias. Son
modelos contrarios e incluso en muchos
sentidos contradictorios, usando términos
filosóficos. Está claro que hay detalles
determinados por los jugadores que están
a disposición de Jupp o de Pep, porque
son futbolistas de un nivel máximo y
ambos técnicos son sobradamente
sabios como para darles el papel que les
corresponde. Aún así, hemos de suponer
que muchos de los jugadores con los
que cuentan son por decisión suya, es
decir, que obedecen a criterios de gusto,
de estilo, son jugadores “deseados”
específicamente por ellos. En cualquier
caso, creo que en lo que expongo también
hay elementos que, sin duda alguna,
son propios de los respectivos “libros de
estilo”, que tienen en común el gusto por
el buen trato del balón y la minuciosa
organización defensiva y ofensiva, pero
que a partir de ahí son muy distintos. Dos
formas muy definidas de fútbol.
¿Sabrá Pep Guardiola “saltar” o al menos alcanzar el listón tan alto que está dejando otro
entrenador tan caballeroso como él, y también en muchos aspectos tan distinto, como es Jupp
Heynckes? ¿Sabrá vivir en un entorno tan “frío” en todos los sentidos como es Alemania, él que es
tan cercano y que se ha desenvuelto en sitios tan “calientes” en todos los sentidos como España,
Italia, México y Catar? ¿Se amoldará con leves modificaciones al estilo del BAYERN, al modelo que
se basa en “irrumpir”; o intentará acercarlo al de su F. C. BARCELONA, que se basa en el “estar”?
Somos muchos los que esperamos con gran curiosidad el inicio de la temporada 2013-14. Pero
no para ver un fracaso y poder soltar un “ya te lo decía yo…”, sino para seguir disfrutando con la
evolución de nuestro deporte favorito.
“Emplea con mucha frecuencia los saques para ser un inicio
más de un ataque posicional”
32. 32Junio-2013 nº 208
Desarrollo
para jugar
en 4-2-3-1
con contraataque
T Á C T I C A
Introducción
E
n este trabajo tratamos de implantar una formación y un estilo de juego a nuestro nuevo equipo,
al cual acabamos de llegar. Vamos a desarrollar el sistema 4-2-3-1 aplicando el contraataque.
Nos situamos en un contexto de un equipo de Tercera División. Para la ejecución del trabajo
contamos con la ayuda de un segundo entrenador. El material e instalaciones del equipo son
adecuados. El objetivo que se nos pide es el de la permanencia del equipo en la categoría. Los
jugadores con los que contamos son semiprofesionales y el ochenta por ciento de ellos son nuevos
en el equipo. El club tiene una historia importante por los años que ha permanecido en Tercera División.
Como he indicado, las instalaciones son adecuadas, contando con campo de hierba natural, gimnasio
y material adecuado necesario para el desarrollo del trabajo, como balones, conos, picas, petos, etc.
En base al Proyecto Final que presentó en el curso de Especialista en Táctica y Dirección de
Equipos de Fútbol, presentamos este trabajo de César Adolfo Sánchez Maquieira referente al juego de
contraataque en base a una formación 4-2-3-1 (más el “1” del portero para que nadie se escandalice,
pero que muchos no solemos poner porque siempre es un “1”, sin dejar de reconocer su, más que
extraordinaria, vital relevancia en el equipo). El autor indica ciertas argumentaciones teóricas y
plasma aspectos prácticos relativos a este tema que plantea. Lo desarrolla con un equipo y entorno
concretos, pero que en lo esencial puede extrapolarse a equipos y entornos de otros técnicos.
(Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos (CESFÚTBOL).
Técnico Deportivo en Fútbol.
Por César Adolfo Sánchez Maquieira
33. 33Junio-2013 nº 208
Definición del problema: origen y causas
El mayor problema con el que nos
encontraremos a la llegada a nuestro nuevo
equipo consiste en establecer la forma
idónea para la aplicación del trabajo.
¿Cómo hacer para que nuestros jugadores
desarrollen nuestro estilo de juego?
La principal causa de nuestro problema
es que la mayor parte de los jugadores son
nuevos, por lo que el sistema y modelo del
año anterior de poco nos pueden servir.
Por otro lado, el club tampoco tiene una
filosofía impuesta, por lo que la elección
y desarrollo del sistema y estilo de juego
son única y exclusivamente cosa del
entrenador. Por tanto, tendremos que elegir el sistema que creamos adecuado y realizar una
metodología de trabajo para desarrollarlo e implantarlo en nuestros jugadores. Aun sabiendo que un
modelo de juego siempre evoluciona, necesitamos que nuestro equipo llegue con unas ideas básicas
al inicio de temporada.
Concepto y marco teórico
Para Sánchez Bañuelos (1983), planificar es el “proceso mediante el cual el entrenador
responsable de un proyecto mira hacia el futuro, busca y determina alternativas y vías de acción que
con mayor probabilidad pueden conducir al éxito”.
“El fútbol de contraataque tiene como objetivo coger desprevenido al oponente. Cuando el equipo
contrario pierde la posesión en el centro del campo o en ataque, los defensas tienden a estar alejados de
su zona habitual para poder apoyar el ataque, siendo este el momento oportuno para iniciar un
contraataque mediante pases largos y precisos”.
“Para la construcción de la concepción de juego de un equipo de fútbol debemos partir del análisis
de sus dos componentes fundamentales: los jugadores que lo constituyen (con unas características,
cualidades y capacidades) y la lógica estructural y funcional del juego”;
“La idea básica en la que está fundamentado el sistema 1-4-2-3-1 es la del bloque, es decir, el
juego de conjunto, el trabajo en grupo, donde todos han de defender, donde todos han de atacar.”
Hipótesis y soluciones
El primer paso que debemos dar para la implantación de nuestro estilo de juego debe ser la
elección del mismo y su comprensión. ¿Hemos elegido el modelo adecuado? También debemos elegir
una metodología de trabajo para implantar nuestro sistema. ¿Que metodología empleamos o cómo
debemos entrenar nuestro sistema y forma de jugar?
34. 34Junio-2013 nº 208
Debemos tener en cuenta que el tiempo del que disponemos hasta el inicio de la temporada es poco,
por lo que tenemos que hacer una planificación táctica. Tenemos que saber que un modelo de juego es
algo “vivo”, nunca se alcanza el sistema de juego o el modelo definitivo, siempre está en constante
evolución, por lo que en nuestro periodo de pretemporada daremos las pautas básicas para la
implantación y comprensión de nuestro sistema, dejando claro que nuestra manera de jugar irá
evolucionando. Será necesaria la realización de tests para saber si el trabajo que estamos realizando es
bueno o, por el contrario, no conseguimos nuestros objetivos. ¿De qué manera podemos testar un
sistema de juego?
Es fundamental que comprendamos perfectamente lo que queremos transmitir al grupo, no
podemos intentar implantar un sistema de juego sin saber cómo se desarrolla y lo que queremos de
cada uno de nuestros jugadores. ¿Hemos estudiado a fondo nuestro sistema?
Objetivos
A continuación nos disponemos a plantear los objetivos que tendremos: elección de la formación
que acompañará a nuestro sistema, sistema y estilo de juego que realizará nuestro equipo, funciones
que realizará cada jugador tanto en ataque como en defensa, elección de una metodología para la
implantación de nuestra formación y sistema, planificación táctica del equipo, análisis del trabajo
realizado y evaluación del equipo.
Contenidos relacionados con los objetivos
Después del análisis de la plantilla, decidimos elegir una formación 4-2-3-1. El sistema a desarrollar
será el contraataque a partir de un repliegue intensivo. Decidimos elegir este estilo y formación por la
velocidad que nuestros jugadores de ataque atesoran. Nuestro sistema y formación se adaptan a
nuestra plantilla.
El paso siguiente es definir las funciones de cada jugador. En defensa todos los jugadores estarán
sometidos a un repliegue intensivo donde premiarán las coberturas y la comunicación para facilitar el
trabajo en defensa. El delantero tratará de ser la primera referencia defensiva obligando en la medida
de lo posible a que el balón salga hacia los laterales, donde intentaremos que nuestros jugadores de
banda ayudados por el media punta presionen. Nuestros medios centros estarán atentos a las
coberturas. Y nuestra línea defensiva basculará y vigilará la zona menos poblada de jugadores. En
ataque, el equipo tras robar y como máximo un pase de seguridad, mandará balón a la espalda de la
defensa en el lado contrario al que éste fue robado, llegando a esa zona el banda contraria y la ayuda
del delantero.
“En nuestro periodo de pretemporada daremos las pautas
básicas para la implantación y comprensión de
nuestro sistema”
35. 35Junio-2013 nº 208
Nuestra planificación táctica, al igual que nuestra metodología, estará enfocada en una dirección
única de entrenamiento, los ejercicios que usaremos estarán destinados a la mejora de nuestro estilo
y modelo. Considero fundamental que nuestra forma de entrenar esté estrechamente ligada con
nuestra manera de jugar.
El análisis lo llevaremos a cabo con la puesta de nuestro estilo en distintos partidos, en los que
nos pondremos unos criterios para considerar si el trabajo se realiza bien.
Actividades
Presentamos, a continuación, dos tareas básicas para la consecución de nuestro sistema.
En el primer ejercicio (figura 1) disponemos dos equipos en un 6 contra 6, más dos porteros, sobre
un espacio 60 x 40 metros. Al perder el balón será obligatorio que todo el equipo vuelva a su propio
campo, tras la línea marcada.
En el segundo ejercicio (figura 2) dividimos el espacio en cuatro partes. Trataremos de defender
con la mayor parte de jugadores en la zona en la que se encuentra el balón, quedando un jugador
descolgado en la zona de al lado y preparado para salir en velocidad tras el robo de balón, ya que tras
robo será obligatorio que el destino del balón sea el cuadrante contrario, tratando de superar la
espalda de los rivales.
Estos dos ejercicios pueden ser realizados exactamente igual en juegos de once contra once, lo
que ya nos llevará a una disposición mucho más real. Ambos ejercicios nos muestran lo que queremos
en nuestro sistema: repliegue intensivo y salida por lado contrario tras robo de balón.
Figura 1
Figura 2
36. 36Junio-2013 nº 208
Metodología y recursos
La evolución en el desarrollo de nuestro trabajo para el aprendizaje de nuestra táctica y sistema
será la siguiente: primero haremos un trabajo por líneas, después un trabajo entre líneas y, finalmente,
el juego de conjunto.
Haremos trabajo tanto en zona de iniciación como de creación y finalización. Trabajaremos
movimientos y evoluciones. Trabajo de acciones conjuntas. Trabajo de los fundamentos de los
sistemas (equilibrio, juego con y sin balón, concentración en el juego). Progresión y variantes. Análisis
y correcciones.
Control y evaluación
Trataremos de evaluar el contraataque de nuestro equipo y si lo que estamos trabajando se lleva
a cabo en la práctica. Para ello hemos establecido unos criterios de evaluación que son los siguientes:
goles conseguidos tras contragolpe (partiendo todo el equipo desde campo propio) y número
de veces en las que el equipo
no ha replegado tras pérdida
de balón. Estos dos criterios,
uno de acierto y otro de error,
son los que emplearemos
para testar a nuestro equipo.
Para ello, en un partido de
once contra once y en campo
reglamentario, dispondremos
un equipo con nuestra forma
y otro equipo en el que iremos
modificando el estilo en
periodos de treinta minutos,
por lo que, además, nos
servirá para saber contra que
sistemas es más vulnerable
o más eficaz nuestra forma
de jugar.
En un control inicial, tras una breve explicación teórica, los resultados son realmente malos. La
táctica se tiene que trabajar sobre el campo, las palabras han de ir acompañadas de la práctica. Tras
“La táctica se tiene que trabajar sobre el campo, las palabras
han de ir acompañadas de la práctica”
37. 37Junio-2013 nº 208
nuestro periodo de pretemporada, una vez trabajadas las transiciones, la manera de defender y cómo
pasar al ataque, las funciones que cada jugador ha de cumplir y tras que el equipo haya asimilado y
automatizado movimientos y acciones, los resultados del test son positivos.
Para el baremo de medición en nuestro primer criterio, o sea, los goles conseguidos a la contra,
emplearemos la siguiente escala: 0 goles en 30 minutos, mal resultado; 1 gol en 30 minutos, buen
resultado; 2 o más goles en treinta minutos, excelente resultado.
Para el baremo de medición en nuestro segundo criterio, o sea, las veces que el equipo no repliega,
emplearemos la siguiente escala: hemos replegado en todas las ocasiones, excelente; no hemos
replegado en una o dos ocasiones, bueno; no hemos replegado en tres o más ocasiones, malo.
Realización
Aquí nos encontramos con el gran problema de la periodización táctica, ¿cómo meter en mes y
medio todos los conceptos que quiero enseñar a mis jugadores para que puedan interiorizar el sistema
y modelo de juego que queremos emplear? Para ello es fundamental la planificación táctica. No solo
los preparadores físicos han de planificar su trabajo, los entrenadores tienen que realizar una
planificación táctica para no ir improvisando sobre la marcha.
Contamos con que nuestra competición de liga comienza el 5 de septiembre y que nuestra
pretemporada comenzará el 19 de julio. Teniendo en cuenta que el equipo entrena cuatro días a la
semana, dispondremos de 28 sesiones de entrenamiento para la consecución de nuestros objetivos
tácticos, que no son otros que el
dominio del contraataque en una
formación 4-2-3-1. Cada sesión
tendrá una duración de dos horas,
dedicando al trabajo táctico una
hora cada día del entrenamiento.
Para la mejora del desarrollo táctico
contaremos también con los
partidos de pretemporada.
Pero el trabajo del entrenador
comienza antes del inicio de la
pretemporada con la planificación
táctica en la que han de estructurarse
esas 26 sesiones para conseguir los
objetivos propuestos. El entrenador
ha de realizar un mesociclo que
comprenda del 19 de julio al 5 de
septiembre, el cual se dividirá en
siete microciclos. Además, dispondremos de siete partidos amistosos para la mejora de nuestro sistema
y estilo. Son, en total, 28 sesiones de entrenamiento, en las que dedicaremos una media de una hora al
trabajo táctico; más los siete partidos de pretemporada.
38. 38Junio-2013 nº 208
Sesión tipo
A continuación describimos la estructura de una sesión tipo de las 28 de que disponemos en el
periodo de pretemporada.
Objetivo de la sesión: transición ataque defensa
Grupo de veinte jugadores, siendo dos de ellos porteros.
Hacemos un calentamiento conjunto, y dos grupos en la parte principal.
Material: diez balones, petos, conos y setas.
Desarrollo de la sesión
- 30 minutos de calentamiento.
- 75 minutos para la parte principal.
- 15 minutos de vuelta a la calma.
Calentamiento: 30 minutos
- 5 minutos de trote.
- 5 minutos de movilidad articular.
- 5 minutos de calentamiento libre.
- 15 minutos de un juego de
calentamiento orientado al objetivo de la
sesión (en este caso la transición ataque
defensa).
Parte principal: 75 minutos
- 15 minutos de estiramientos y explicación del trabajo a realizar.
- 40 minutos, distribuidos en dos tiempos de veinte minutos cada uno, en los que haremos dos
grupos de trabajo y cada grupo trabajará en un ejercicio distinto, unos con el segundo entrenador y
otros con el entrenador principal.
- 20 minutos dedicados a evoluciones o trabajo por líneas o entre líneas.
Vuelta a la calma: 15 minutos
- Estiramientos, conclusiones de la sesión y recogida de material.
Evaluación
Al finalizar cada sesión tendremos que ver si los objetivos que nos marcamos al comienzo fueron
conseguidos (podemos ayudarnos de test), y evaluar las correcciones que hemos de adoptar para la
siguiente sesión.
39. 39Junio-2013 nº 208
Resultados
Al finalizar el periodo de pretemporada hemos de analizar los resultados obtenidos y el porqué se
producen dichos resultados. Comenzamos con un equipo “sin vida” y nuestra misión fue dotarle de
una identidad, forma y estilo. En nuestro caso, por las características de la plantilla, elegimos una
formación 4-2-3-1 y un estilo de contraataque.
Analizando los tests realizados en las primeras sesiones pudimos comprobar que el equipo no
conseguía los objetivos pretendidos. Después del periodo de pretemporada, y siendo conscientes
de que el desarrollo táctico se seguirá produciendo hasta el final de la temporada, hemos sido
capaces de dotar al equipo de una formación y estilo. Esto se demuestra con los tests, que son
excepcionalmente mejores tras el periodo de pretemporada.
¿Por qué se producen estas mejoras? Estas mejoras vienen dadas por el trabajo, la planificación y
el esfuerzo. Vienen dadas por un trabajo táctico unidireccional, ya que tenemos claro cual es el estilo y
formación y nuestros ejercicios van destinados a su mejora. Nuestros análisis sirven para testar nuestro
estilo y formación.
40. 40Junio-2013 nº 208
Conclusiones
Las conclusiones más significativas que podemos sacar son las siguientes:
1.- La táctica ha de ser planificada
de antemano por el entrenador.
2.- El trabajo táctico ha de ser
realizado de manera unidireccional.
De nada sirve hacer trabajar al equipo
con ejercicios de posesión de balón si
nuestro estilo de juego no está basado
en la posesión de balón. Hemos de
trabajar según nuestro estilo y
formación.
3.- El entrenador ha de amoldar su
filosofía a la plantilla que tiene, ya que
con el estudio de la misma elegirá
la formación y estilo que mejor se
adapte a ella. De esta manera la comprensión y los resultados serán mucho mejores y más rápidos
que si tratamos de imponer nuestra filosofía a un grupo que para nada encaja con lo que realmente
se pide a dicho estilo.
4.- Consideramos fundamental la implantación de una metodología de trabajo y tener una guía de
ejercicios más adecuados que nos ayuden en el desarrollo de la táctica de manera unidireccional.
5.- Consideramos fundamental el análisis y testación de nuestro trabajo, así como de los objetivos
propuestos, para saber si estamos siguiendo el camino adecuado.
BIBLIOGRAFÍA
Luis Jiménez Bonilla (2004). Ponencias diversas.
Manuel Aguado Gil (2005). Enseñanzas tácticas para el 1-4-2-3-1.
Tudor Bompa (2009). Entrenamiento de equipos deportivos.
Juan Iglesias Paz (2010). La periodización táctica.
“Hemos de trabajar según nuestro estilo y formación”
41. 41Junio-2013 nº 208
Firma invitada
Jorge D’Alessandro
Entrenador Nacional de Fútbol.
Ataque sincronizado, no robotizado
E
l talento de los jugadores es fundamental, sin discusión. Pero también es absolutamente cierto
que ese talento de los futbolistas necesita una organización colectiva para poder expresarse.
Tengamos en cuenta que para lograr un desarrollo de juego eficaz del equipo hemos de poner
ciertos límites al talento. Precisamente, estos límites suponen la libertad que se otorga a los jugadores
para que puedan, de verdad, expresar su talento y ejecutar sus acciones individuales. Todo aquello
que sobrepase estos límites irá en contra del rendimiento colectivo. Con este planteamiento no
negamos la calidad de cada futbolista, sino todo lo contrario, lo que estamos haciendo es dar un sí
rotundo al talento, así como un sí rotundo a las ayudas que aporta la táctica en beneficio de todos los
jugadores y para que el equipo rinda al máximo en cada partido de competición. Lo que sí debe
desterrase, sin duda alguna, es el “corsé” de los futbolistas maniatados que no tienen iniciativa y nunca
expresan algo positivo sobre el terreno de juego.
Siobservamosbienlospartidosdefútbol,decualquiercategoría,casisiemprellegamosalasmismas
conclusiones: el equipo está bien colocado sobre el campo, el equipo tiene buen orden, la distancia entre
líneas es correcta, tienen buena organización defensiva, demuestran una buena actitud… O sea, que los
movimientos defensivos son casi perfectos tanto en la idea que supone la teoría como en la ejecución
que supone la práctica. Esto se produce porque está entrenado, no se debe a ningún tipo de magia, es el
entrenador quien lo ha sincronizado. También nos encontramos con buenas acciones y recursos en las
acciones ofensivas a balón parado. Aunque debo reseñar que en la defensa de estas mismas acciones a
balón parado se observan ciertas lagunas de atención y concentración.
Suele decirse que es más fácil destruir que crear, pero particularmente considero que no es así.
Creo que la facilidad o dificultad es similar en ambas situaciones del juego. ¿Quién posee el
patrimonio de atacar?, ¿lo dejamos todo exclusivamente en manos de las características, personalidad,
estado de ánimo y caprichos mediáticos de los jugadores? Cada entrenador es responsable también
del ataque, en la parte que le corresponde. Tenemos que imponer soluciones en ataque, aunque suelen
ser las que crean conflictos y sus soluciones resultan cuestionadas bastantes veces por los “jugadores-
estrella” del equipo. Si el jugador ve peligrar su puesto y sus privilegios en el entorno del equipo,
aparece su egoísmo y desde ese momento empieza a cuestionar todo. Pero siempre hemos de tener
presente que el éxito se basa en el manejo de los recursos tácticos sobre la base del juego sincronizado
puesto al servicio de la calidad individual.
En primer lugar, los entrenadores tenemos que saber donde nos metemos, hemos de evitar caminos
peligrosos y arenas movedizas. Tenemos que ser muy sólidos en cuanto a la información que damos y
respetar siempre tres principios básicos: originalidad, libertad y erradicación de conflictos. Respetar la
originalidad admitiendo que cada jugador es diferente pero, a su vez, compatible con el sistema del
equipo. Respetar la libertad hasta los límites que guardan la eficacia colectiva. Evitar los conflictos y
saber controlar aquellos que pudiesen producirse.
Los movimientos de ataque están en un gran vacío de desarrollo. Se trabaja muy poco el ataque
sincronizado, que es absolutamente necesario para la efectividad de las acciones ofensivas colectivas.
Pero nunca debemos confundir el ataque sincronizado con un sistema rígido o robotizado.
42. 42Junio-2013 nº 208
CONTENIDOS E INFORMACIÓN
1.- TITULACIÓN QUE SE OBTIENE CESFÚTBOL Curso 2014
1.- TITULACIÓN QUE SE OBTIENE
2.- PRESENTACIÓN E INFORMACIÓN GENERAL
3.- REQUISITOS DE ACCESO Y NÚMERO DE
PLAZAS
4.- PLAN DE ESTUDIOS
5.- PROFESORADO
6.- CARGA LECTIVA
7.- PROYECTO FINAL DE CURSO
8.- CRITERIOS DE EVALUACIÓN Y CALIFICACIONES
9.- CALENDARIO DEL CURSO Y TUTORÍAS
10.- PREINSCRIPCIONES Y MATRICULACIÓN
Los alumnos que realicen el curso y superen los criterios de
evaluación obtendrán el Título de:
ESPECIALISTA EN TÁCTICA
Y DIRECCIÓN DE EQUIPOS
DE FÚTBOL
Expedido por
CESFÚTBOL (centro de estudios superiores de fútbol)
Y
FACULTAD DE CIENCIAS DEL DEPORTE DE LA
UNIVERSIDAD DE MURCIA
Curso de especialista
en táctica y dirección
de equipos de fútbol
Curso de especialista
en táctica y dirección
de equipos de fútbol
Curso 2014 (7ª promoción)
Dirigido a Entrenadores de Fútbol Titulados y Licenciados en Ciencias del Deporte
Curso a distancia con seguimiento tutorial
www.trainingfutbol.com/cesfutbol
ESPAÑA