1. El Diaconado Permanente: Identidad, Funcion y P e rspectivas El Diaconado: Funciones (Segunda parte)
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3. CRISTO CENTRO DEL MINISTERIO DEL DIACONO Ministerio de la caridad. Ministerio de la palabra Ministerio de la liturgia
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8. Oficios Diaconales en lo Pastoral Participa en la conducción pastoral de la Iglesia. P uede ser encomendado el cuidado pastoral de una comunidad eclesial de base u otra tarea que la autoridad competente disponga. Se esforzará por llevar adelante la pastoral de conjunto que preside el Obispo, evitando ser un trabajador solitario, aislado, no integrado o autodeterminado en todo. Su campo de acción puede ser territorial o ambiental. En lo territorial, trabajará en la parroquia a la que fue adscrito y, ocasionalmente, puede cuidar de una parroquia vacante.
9. Oficios Diaconales en lo Ambiental En lo ambiental, trabajará en el campo de la educación, en el mundo obrero u hospitalario , en el área de la comunicación social y otros campos que sean de difícil evangelización y que requieran de la presencia muy cercana de hombres consagrados. En ambos casos, los diáconos actuarán coordinados y dependerán de un presbítero responsable de la acción pastoral en dicha comunidad. Por otra parte, si son diáconos que desempeñan una actividad laboral, deberán evangelizar el mundo laboral, vecinal y familiar en el cual se desenvuelven.
10. En el « motu proprio » Sacrum diaconatus ordinem (18 de junio de 1967) señala Pablo VI los oficios cultuales y litúrgicos de los diáconos y los servicios propios en las obras de predicación, de caridad y de apostolado
11. «Es propio del diácono ... – asistir al obispo y al presbítero dentro de las acciones litúrgicas, en las cosas que le atribuyen las rúbricas; – administrar solemnemente el bautismo; – custodiar la Eucaristía, distribuirla a sí mismo y a los demás, llevarla como viático a los moribundos y dar la B endición E ucarística;
12. «Es propio del diácono ... – cuando no hay sacerdote, asistir y bendecir, por delegación del obispo o párroco, a los matrimonios que se celebran; – administrar los sacramentales y presidir los ritos de funeral y sepelio; – leer a los fieles la Biblia e instruir al pueblo y exhortarlo;
13. Hoy otros hacen lo que los diáconos hacían en la antigüedad porque el ministerio apostólico se encargó de llenar sus lugares. Pero no se trata tampoco de inventar o diseñar nuevas áreas para el "nuevo" ministerio diaconal. El trabajo sobra. Se trata de una conversión general: de reconciliarnos para unir esfuerzos.
14. Hay trabajo para repartir entre todos los llamados: unos llegaron a primera hora, otros a última hora (cf. Mt. 20, 1). Entendemos todos que los pensamientos de Dios, no son como los nuestros. Ahora É l llama, a esta hora de gracia nos llama, temprano o tarde, sea la hora que sea De É l viene todo; de nosotros nada. La hora de convertirnos ha llegado, no de imponernos.
15. L a Oración consecratoria del rito de ordenación al diaconado comienza así: "Escúchanos, Dios Todopoderoso, que distribuyes las responsabilidades, repartes los ministerios y señalas a cada uno su propio oficio ... por Jesucristo, tu Hijo y S eñor nuestro, que es tu Palabra, Sabiduría y Fortaleza". En estos tiempos donde debido al consumismo desmedido, la materialización de la sociedad, la pérdida de valores en muchos lugares ha ocasionado el crecimiento de la cultura de la muerte, la vocación al diaconado s e constituye en brazo invaluable del Obispo. Hoy día el oficio diaconal con el de los sacerdotes es muy necesario para el proceso de conversión que tanto necesitamos.
16. "El que ha recibido el don de la palabra, que la enseñe como palabra de Dios. El que ejerce un ministerio, que lo haga como quien recibe de Dios ese poder, para que Dios sea glorificado en todas las cosas, por Jesucristo. ¡A él sea la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!" Amén. (1Pedro 4-11).