1. CONTEXTO DE LOS SIGLOS XV-XVI
Entre 1350 y 1550 la sociedad europea occidental conoció y vivió una auténtica revolución. Una
profunda transformación del conjunto de los valores económicos, políticos, sociales, filosóficos,
religiosos y estéticos que habían constituido la vieja civilización medieval. A esto, le denominamos
Renacimiento, que es un movimiento europeo que a lo largo del siglo XVI aplica los ideales difundidos
por los humanistas a todas las actividades ya sean culturales o políticas.
También surgió en esta época el Humanismo, el cuál es el movimiento cultural más característico
dentro del Renacimiento, con el cuál se ratifica la posición central que el hombre ocupa en el mundo.
CARACTERÍSTICAS Y DIFERENIAS DEL HUMANISMO Y EL PENSAMIENTO MEDIAVAL
Centrándonos en el apartado de la historia política destacar que el siglo XVI está repartido
entre los reinados de Carlos I y Felipe II. Carlos I fue un rey extranjero que originó la Guerra Civil
entre las Comunidades que fue vencida por el Ejército Real. Mientras perduró su reinado, se lucha
contra Francia con el objetivo de poseer Italia, y contra los protestantes alemanes. Felipe II continuó
la guerra contra los protestantes en los Países Bajos; contra Francia, consiguiendo así la victoria de San
Quintín; ganando a los turcos en la batalla de Lepanto; y siendo derrotado por Inglaterra.
España incrementó las conquistas de América y Asia, y unió a Portugal a la corona española en el
1580. En esa misma época, en España podemos encontrar una población aproximada de diez millones y
medio de habitantes. En la sociedad, el rey sometía de forma estricta a la aristocracia, mientras, en el
último lugar de la pirámide social se sitúan los hidalgos, normalmente pobres.
Respecto a la cultura, florecen los estudios en geografía, cartografía y náutica; en menos grado,
aunque también, los relacionados con las ciencias naturales, las ciencias exactas y la medicina; pero
sobre todo, los estudios teológicos y el derecho internacional, así como el estudio de la historia.
2. Al centrarnos en el arte destaca Leonardo Da Vinci. Leonardo nació el 15 de abril de 1452 en
Vinci, y falleció el 2 de mayo de 1519 en Amboise. Fue un polímata florentino del Renacimiento: pintor,
anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo,
ingeniero, inventor, músico, poeta y humanista. Algunas de sus obras más famosa son la Gioconda, que
reside en el Museo del Louvre, en París, Francia; la Última Cena, situada en el convento dominico de
Santa María delle Grazie en Milán, Italia; y en anatomía su dibujo del Hombre de Vitrubio.
Cuando hablamos de otros campos artísticos podemos destacar:
En la arquitectura el desarrollo del plateresco (que es el empleo de estructuras góticas con
elementos renacentistas y abundantes adornos) y del relieve.
En pintura cabe destacar especialmente al Greco, aunque también a otros artistas como Juan de
Juanes o Berruguete.
La literatura presenta un deslinde perfecto entre la literatura profana de la religiosa. Una obra
bastante llamativa son los Cancioneros, unos libros que recopilan canciones y poesías de diversos
autores.
También es de destacar el impulso literario de las lenguas propias en las nuevas naciones
europeas aspirando a ser “nuevas romas”.
El pensamiento europeo del siglo XVI también se vio influido por la Reforma protestante, o
simplemente reforma y por la Contrarreforma.
La reforma protestante fue un movimiento cristiano iniciado en Alemania en el 1521 por Martín
Lutero. Dio lugar a la división de la Iglesia católica para dar lugar a varias iglesias y organizaciones
agrupadas bajo la denominación del protestantismo. Los protestantes buscaban realizar cambios en los
usos y costumbres de la iglesia católica. Sun intención era revitalizar el catolicismo con el fin de
revitalizar el cristianismo primitivo.
Por su parte, la iglesia originó la Contrarreforma, la cual son el conjunto de reformas que
realiza la Iglesia con el fin de combatir y frenar a los protestantes. Los principales personajes de la
Contrarreforma fueron el papa Paulo III, San Ignacio de Loyola, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de
Ávila. Fue entonces, entre los años 1545 y 1563, cuando se llevó a cabo el Concilio de Trento, en el cuál
se aclararon varias cuestiones como…
• Se reafirmó la autoridad del papa y de la Iglesia.
• Se estableció una nueva disciplina del clero.
• Se confirmó la doctrina católica y la obligación de los clérigos de transmitirla.
• Se exigió a los representantes de la Iglesia que llevaran una vida más austera.