1. Guiados por el Espíritu
Gálatas 5:
16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no
satisfagáis los deseos de la carne.
17 Porque el deseo de la carne es contra el
Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y
éstos se oponen entre sí, para que no hagáis
lo que quisiereis.
18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis
bajo la ley.
19 Y manifiestas son las obras de la carne, que
son: adulterio, fornicación, inmundicia,
lascivia,
20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y
cosas semejantes a estas; acerca de las
cuales os amonesto, como ya os lo he dicho
antes, que los que practican tales cosas no
heredarán el reino de Dios.
22 Mas el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza;
contra tales cosas no hay
ley.
24 Pero los que son de Cristo
han crucificado la carne
con sus pasiones y deseos.
25 Si vivimos por el Espíritu,
andemos también por el
Espíritu.
26 No nos hagamos
vanagloriosos,
irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a
otros.
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
2. Firmes en la libertad
Pablo aconseja andar en el
Espíritu
Gálatas 5:
16 Digo, pues: Andad en el
Espíritu, y NO satisfagáis los
deseos de la carne.
Para lograr no satisfacer los deseos carnales
debemos tener un encuentro genuino de
salvación con Dios donde esa gracia de ÉL EN TI ,
mediante el perdón dado por Jesucristo te
llevarán por medio del Espíritu Santo a dejar lo
malo y hacer las buenas obras que un creyente
debe presentar como fruto. Nadie puede dejar
de hacer lo malo así nada más por el mismo.
Romanos 7:
6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber
muerto para aquella en que estábamos sujetos,
de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo
del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
Efesios 2:
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y
esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó
de antemano para que anduviésemos en ellas. =
(Mateo 25:31-46 = obras preparadas de
antemano, Efesios 4:24-32 = creación de nuestro
nuevo diseño espiritual= hombre de justicia y
santidad= Romanos 13:12-14)
3. Bajo el Espíritu y no bajo la ley
Gálatas 5:
17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el
del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen
entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la
ley.
Romanos 8:
12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne,
para que vivamos conforme a la carne;
13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si
por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
viviréis.
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, éstos son hijos de Dios.
Ejemplo
Somos uno con quienes nos unimos y esos frutos
Daremos y seremos.
1 Corintios 6:15 -17
A quien presentaremos nuestros miembros = Romanos
6: 12-23
Dios reclama una dirección
vertical del hombre a un
nivel superior, pero la
carne fuerza al hombre a
un nivel de
autosatisfacción. Cuando
el cristiano se identifica
con la crucifixión de Cristo,
la vieja naturaleza con
todas sus practicas
egoístas es sometida y
muere, hay es donde la
vida en Jesucristo empieza
a manifestarse.
4. Manifiestas son las obras de la carne
Obras que quitan la bendición de Dios
Gálatas 5:
19 Y manifiestas son las obras de la
carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia,
20 idolatría, hechicerías, enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías,
Nota: La fuerza de la carne se
establece con dos hechos
incuestionables: 1) en que produce
obras 2) las obras son manifiestas y
no hay maneras de ocultarlas –
disimularlas; estas afloraran con
una fuerza incontrolable. Su
conducta va hacer obvia = cuestión
de tiempo.
Lucas 12:
2 Porque nada hay encubierto,
que no haya de descubrirse;
ni oculto, que no haya de
saberse.
3 Por tanto, todo lo que habéis
dicho en tinieblas, a la luz se
oirá; y lo que habéis hablado
al oído en los aposentos, se
proclamará en las azoteas.
5. Obstaculizan la entrada al cielo
Gálatas 5:
21 envidias, homicidios,
borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas; acerca
de las cuales os amonesto,
como ya os lo he dicho antes,
que los que practican tales
cosas no heredarán el reino
de Dios.
Lucas 6:
46 ¿Por qué me llamáis, Señor,
Señor, y no hacéis lo que yo
digo?
El heredar el reino una persona no recae
en utilizar palabras o parecer cristiano
eso no garantiza la entrada al reino. Si
estas en las obras de la carne
simplemente no entraras.
Mateo 7:
21 No todo el que me dice: Señor, Señor,
entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor,
Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios, y
en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad.
6. El fruto del espíritu debe cultivarse
Para crucificar la carne con sus pasiones y deseos
Gálatas 5:
22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no
hay ley.
24 Pero los que son de Cristo han crucificado la
carne con sus pasiones y deseos. = Gálatas 2:19-
21
¿Cómo crucificar nuestros deseos y pasiones?
¿Cómo castigar la desobediencia?
Teniendo fe en el poder del Espíritu Santo de Dios
que nos dará las fuerzas. Filipense 4:13 y 2Timoteo
1:7. Tenemos que tener el fruto en singular pero
con los componentes completos del fruto = no
podemos tener un componente del fruto y otros no
2 Corintios 10:
3 Pues aunque andamos en la carne,
no militamos según la carne;
4 porque las armas de nuestra milicia
no son carnales, sino poderosas
en Dios para la destrucción de
fortalezas,
5 derribando argumentos y toda
altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo,
6 y estando prontos para castigar
toda desobediencia, cuando
vuestra obediencia sea perfecta.
7. Tenemos que tener todos los componentes o elementos del fruto del Espíritu,
ya que si no es así podemos regresar a la vida antigua de pecado que
teníamos antes
2 Pedro 1:
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su
divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y
excelencia,
4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la
corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe
virtud; a la virtud, conocimiento;
6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;
7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin
fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado
la purificación de sus antiguos pecados.
10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, nocaeréis jamás.
8. Para vivir conforme al espíritu
Gálatas 5:
25 Si vivimos por el Espíritu,
andemos también por el
Espíritu.
26 No nos hagamos
vanagloriosos, irritándonos
unos a otros,
envidiándonos unos a
otros.
Siempre habrá dos tipos de creyentes
uno que cree que andando en las
obras de la carne y diciendo que es
cristiano y otro sometido a Dios
caminando verdaderamente en El
espíritu. Uno que no percibe las cosas
espirituales y otro que si percibe y
juzga de acuerdo a lo espiritual todas
las cosas
1 Corintios 2:
14 Pero el hombre natural no percibe las
cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las
puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.
15 En cambio el espiritual juzga todas las
cosas; pero él no es juzgado de nadie.
16 Porque ¿quién conoció la mente del
Señor? ¿Quién le instruirá? Mas
nosotros tenemos la mente de Cristo.
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Nota: Lección del libro de Senda de Vida #11 e
información adicional de el pastor Orangel