1. ADVIENTO
“CAMINAR EN LA ESPERANZA QUE NO DEFRAUDA”
Queridos hermanos Paz y Bien, estamos en puertas de un
tiempo en el que se puede decir que el mejor modelo a seguir para
vivirlo de forma profundamente franciscana es ir de la mano de la
Virgen Santísima es decir vivir el Adviento tiempo de conversión
de esperanza, de oración, de alegría, de silencio interior con María
y como María. Celebramos en este tiempo litúrgico dos
acontecimientos; el primero la venida histórica de Jesús en la
debilidad de la carne, su nacimiento en Belén, de María, etc; pero
lo que pasa más desapercibido es que también celebramos o nos
preparamos también para su segunda venida o “Parusía” en este
caso vendrá de forma gloriosa.
Este tiempo es para recibir y dar; recibir es llenarse de la
grandeza de Aquel que renunciando de los fastos, de los
esquemas de este mundo, esquemas donde el poder, el tener, la
opresión son las razones del vivir de los poderosos; en cambio Él
2. vino a nacer en un pesebre, en una cuadra; en lo más humilde que
hubo – ¡que lección de humildad nos dió al ser humano!- aunque
suene un poco ambiguo pero recibir es hacernos ricos en la
pobreza del que por nosotros siendo rico se hizo pobre así
estaremos preparados para dar de lo que hemos recibido de Él; y
así para “dar de esos talentos que hemos recibido” por ofrecer
unas palabras de aliento, sembrar esperanza en un mundo
desesperado, celebrar la vida en una sociedad que necesita
vivificar la justicia, la paz, porque Jesús viene en el pobre, en el
hambriento de pan y hambriento de Dios, en la mujer embarazada
que anhela la llegada de su hijo, en aquellos que defienden el don
inalienable que sólo Dios da y que es la vida, contra “el genocidio
que cometen los Herodes de nuestro tiempo” en clínicas abortistas
sacrificando vidas de nasciturus al dios “Moloc” de nuestro
tiempo el dinero o sesgar la vida de los enfermos crónicos o
ancianos porque ya no cuentan para el mundo poniéndoles la
muerte como un derecho de nuestro tiempo pero el verdadero
derecho es la vida no la muerte. Adviento son los padres que
educan en la fe a sus hijos; los que trabajan por un mundo más
justo en paz y concordia; los que en nombre de Dios entregan sus
vidas día a día al servicio de los demás.
Adviento…..¿somos nosotros, católicos, franciscanos,
dominicos, jesuitas, etc, servidores del bien, del sumo y único
bien el Dios encarnado en un tierno niño? o ¿no hay lugar en la
posada de nuestro corazón y de nuestra vida para este tierno
Dios?. Examinémonos a nosotros mismos y miremos si hay lugar
para Él o sólo hay lugar para lo material, regalos, lotería, Papá
Noel -Invención de la Coca Cola- , comidas, cenas, bebidas,
luces; y no hay lugar para el que es la Luz del mundo.
Hagamos el Adviento de las buenas obras, del perdón, de
amar al prójimo, de la oración, de ser mensajeros y testigos del
Príncipe de la paz, de ser Evangelios vivientes de los marginados,
3. pecadores, pobres, de aquellos que buscan a Dios con corazón
sincero, de caminar al lado de nuestra Santísima Madre en su
Inmaculada Concepción, de imitar al “Poverello de Asís”
preparando nuestra alma y nuestro ser despojándonos de lo que
nos esclaviza y preparemos nuestra alma y nuestra existencia para
recibir a nuestro Señor y clamemos con toda nuestra fuerza con
María, con Francisco y Clara de Asís con todos los santos de Dios
y con toda persona de bien y de buena voluntad……¡¡¡¡¡Maran
atha!!!!! ¡¡¡¡¡Ven Señor Jesús!!!!!.
Manuel López / O. F. S. Guadix