El documento discute el papel de las TIC y la cooperación público-privada en el desarrollo humano. Argumenta que las TIC pueden ampliar la democracia participativa y reducir la brecha digital siempre que se integren plenamente en la cooperación para el desarrollo. Sin embargo, la cooperación actual depende demasiado de los gobiernos y tiene poca implicación de los actores locales. Para ser eficaz, la cooperación debe transformarse en una red con mayor participación desde abajo.