1. CONFORMADO A LA IMAGEN DE
DIOS, para servir
“No me escogieron ustedes a mí,
sino que yo los escogí a ustedes y los
comisioné para que vayan y den
fruto, un futo que perdure…”
Juan 15:16
2. Todos nos hallamos en algún lugar del taller del herrero. Estamos en la pila
de trozos de metal o en las manos del maestro sobre el yunque, o en la caja
de herramientas. Algunos hemos estado en los tres lugares, en el taller del
herrero. Sea en la pila de chatarra, en los estantes o tal vez en el banco de
trabajo, sumergidos en el agua, llevados hasta el fuego, habrá un gran
privilegio: el de ser llamados a convertirnos en uno de los instrumentos que
Dios escoge, útiles, para honra.
3. LA HERRERÍA:
En la herrería existen tres tipos de herramientas:
• Las herramientas que están el la pila de chatarra. Obsoletas, rotas, inactivas y
oxidadas, están en un rincón, inservibles para su dueño, inútiles para su función.
• Las herramientas que están en el yunque, fundidas, derretidas, moldeables e
intercambiables. Estas son las que yacen en el yunque, siendo dúctiles en las manos
del herrero, aceptando su función.
• Las herramientas que son de utilidad, filosas, fundamentales, precisas, adaptables,
estas están listas en la caja de herramientas del herrero, disponibles para que Él las
use, cumpliendo así su función.
De alguna manera, todos estamos en la herrería, ¿En que lugar estas?
Pablo ya declaró que seremos “instrumentos útiles para toda buena obra”
«Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil
al Señor, y dispuesto para toda buena obra.» 2 Timoteo 2:21
4. MOISÉS:
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• Primero, Dios confrontó a Moisés y llamó su atención por medio de
la zarza ardiente (Éx 3:2-5). Un incendio forestal en una zona
semidesértica no es nada especial, pero Moisés se maravilló por la
naturaleza de este en particular. Él escuchó su nombre y respondió,
“heme aquí” (Éx 3:4). Esta es una declaración de disponibilidad, no
de ubicación.
• Segundo, el Señor se presentó a Sí mismo como el Dios de los
patriarcas y comunicó Su intención de rescatar a Su pueblo de
Egipto y traerlos a la tierra que le había prometido a Abraham (Éx
3:6-9).
• Tercero, Dios comisionó a Moisés a que fuera a Faraón y liberara al
pueblo de Dios de las manos de Egipto (Éx 3:10).
• Cuarto, Moisés refutó (Éx 3:11). Aunque había escuchado una
poderosa revelación de quién estaba hablándole en ese momento,
su preocupación inmediata fue “¿quién soy yo?”
• Quinto, Dios respondió confortando a Moisés cuando le promete
Su presencia (Éx 3:12a).
• Sexto, Finalmente, Dios habló de una señal de confirmación (Éx
3:12b).
5. Moisés pasó por este proceso de formación antes de cumplir el
propósito que Dios tenía para él.
1.- Estuvo en la pila de chatarra: Inactivo, tal vez oxidado,
inservible para su dueño en ese momento
2.- Luego de matar al egipcio, estuvo 40 años en el desierto, cerca
de Jetro su suegro, tiempo en el cual, Moisés estuvo en el yunque,
es decir, fue fundido, derretido, moldeado, estuvo en las manos
del herrero, alistándose para su función.
3.- Y por último en el lugar de utilidad, preparado para la buena
obra de Dios, listo para ser usado, y cumplir así con la función y
propósito para el cual el fue llamado.
6. PROCESO DE MOISES
• Confrontación.- Dios confrontó a Moisés y llamó su atención por
medio de la zarza ardiente (Éx 3:2-5).
• Presentación.- el Señor se presentó a Sí mismo como el Dios de los
patriarcas
• Comisión.- Dios comisionó a Moisés a que fuera a Faraón y liberara al
pueblo de Dios de las manos de Egipto (Éx 3:10).
• Refutación.- Moisés refutó (Éx 3:11). Aunque había escuchado una
poderosa revelación de quién estaba hablándole en ese momento, su
preocupación inmediata fue “¿quién soy yo?”
• Confortación.- Dios respondió confortando a Moisés cuando le
promete Su presencia (Éx 3:12a).
• Señal de confirmación.- Finalmente, Dios habló de una señal de
confirmación (Éx 3:12b).
7. DESAFÌO
A todos nosotros nos espera el privilegio de ser
llamados “instrumentos escogidos de Dios”,
debemos estar dispuestos a salir de la pila de
herramientas, para entrar al fuego, dispuestos a
ser golpeados en el yunque de Dios, buscando con
tenacidad nuestro propio propósito, ya que todos,
todos hemos sido escogidos y llamados, por
nuestro Señor.