El sonido es movimiento, comunicación:
"La música proporciona un canal de comunicación entre el mundo de los vivos y de los espíritus y sirve como medio didáctico para transmitir el conocimiento sobre el grupo étnico de una generación a otra" (Mukuna, 1996: 207).
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
El sonido y el oído
1. El sonido y el oido
El oído es, según Guyton (1987), un sentido "noble" y "superior", porque aquello que
se percibe con el oído es algo que huye a las percepciones de los otros sentidos. El sonido,
según la física cuántica, es un conjunto de ondas que se propagan a través de los cuerpos
gaseosos, líquidos y sólidos hasta alcanzar una cierta distancia de su fuente, recorriendo
una distancia determinada por la intensidad. El sonido, por lo tanto, puede ser entendido
como un impulso, un movimiento, una fuerza dinámica que produce algunos efectos o
sensaciones, no obligatoriamente apenas auditivas (Faldini Pizzorno, 1997: 153). Por
ejemplo, la música no produce en nosotros solamente sensaciones para los oídos, sino
también efectos mucho más complejos, porque las ondas sonoras pasan por nuestro cuerpo
y movilizan una serie de procesos metabólicos resultantes de la interacción entre las ondas
sonoras y a nuestra corporeidad.
Así, el sonido no es algo perceptible a través de los oídos, sino algo concreto que
vibra, se mueve y mueve las cosas y las criaturas del universo.
El sonido es movimiento, comunicación:
"La música proporciona un canal de comunicación entre el mundo de los
vivos y de los espíritus y sirve como medio didáctico para transmitir el
conocimiento sobre el grupo étnico de una generación a otra" (Mukuna,
1996: 207).
En tanto, hay momentos, sobre todo cuando se trabaja manualmente para el orixá —
como limpiar los altares —, en que llega repentinamente una vibración, como se dice en el
candomblé, una irradiación de la divinidad, que se manifiesta de varias maneras: en forma
de voz, o de una fuerza que, para el cuerpo, transmite algún mensaje, alguna intuición. Se
cree que esos momentos usualmente acontecen en la soledad y cuando se tiene la mente
tranquila o, como dicen, de cabeza fría, de cabeza vacía. Me pareció que el pesado trabajo
que antecede, por ejemplo, una fiesta de candomblé, ayuda a vaciar la mente y a prepararla
para recibir el orixá. De acuerdo a las representaciones del candomblé, esas vibraciones
producidas por los orixás pueden afectarnos de varios modos, a través de visiones, de
sonidos, de palabras y hasta incluso haciendo las hijas-de-santo girar sobre si mismas, como
puede observarse en diversas situaciones en el terreiro.
Entonces podemos decir que el oír podría ser considerado un sentido "ampliado",
porque no se escucha solamente a través de los oídos, sino a través de la piel, del cuerpo
que envuelve al fiel como un todo, como si él tuviese una comprensión corporal "total",
adquirida a lo largo del proceso ritual-iniciático.
Traducción: Nicolás Rodríguez.
Bibliografia: - BARBARA, Rosamaria Susanna; A DANÇA DAS AIABÁS: Dança, corpo e cotidiano
das mulheres de candomblé; São Paulo; 2002.