1. La danza
Danza, movimientos corporales rítmicos que siguen un patrón, acompañados generalmente
con música y que sirve como forma de comunicación o expresión. Los seres humanos se
expresan a través del movimiento. La danza es la transformación de funciones normales y
expresiones comunes en movimientos fuera de lo habitual para propósitos extraordinarios.
Incluso una acción tan normal como el caminar se realiza en la danza de una forma
establecida, en círculos o en un ritmo concreto y dentro de un contexto especial. La danza
puede incluir un vocabulario preestablecido de movimientos, como en el ballet y la danza
folclórica europea, o pueden utilizarse gestos simbólicos o mimo, como en las numerosas
formas de danza asiática. Personas de diversas culturas bailan de forma distinta por razones
variadas y los diferentes tipos de danzas revelan mucho sobre su forma de vivir.
La danza puede ser recreativa, ritual o artística y va más allá del propósito funcional de los
movimientos utilizados en el trabajo y los deportes para expresar emociones, estados de
ánimo o ideas. Puede contar una historia, servir a propósitos religiosos, políticos,
económicos o sociales; o puede ser una experiencia agradable y excitante con un valor
meramente estético.
La danza y el cuerpo
2. El cuerpo puede realizar acciones como rotar, doblarse, estirarse, saltar y girar. Variando
estas acciones físicas y utilizando una dinámica distinta, los seres humanos pueden crear un
número ilimitado de movimientos corporales. Dentro del extenso campo de movimientos
que el cuerpo puede realizar, cada cultura acentúa algunos caracteres dentro de sus estilos
dancísticos.
El potencial normal del movimiento del cuerpo puede ser aumentado en la danza, casi
siempre a través de largos periodos de entrenamiento especializado. En el ballet, por
ejemplo, el bailarín se ejercita para rotar o girar hacia afuera las piernas a la altura de las
caderas, haciendo posible el poder levantar mucho la pierna en un arabesque. En la India,
algunos bailarines aprenden a bailar incluso con sus ojos y cejas. También el vestuario
puede aumentar las posibilidades físicas: las zapatillas de puntas, zancos y arneses para
volar, son algunos de los elementos artificiales utilizados por los bailarines.
La danza y la mente
Además de proporcionar placer físico, la danza tiene efectos psicológicos, ya que a través
de ella los sentimientos y las ideas se pueden expresar y comunicar. El compartir el ritmo y
los movimientos puede conseguir que un grupo se sienta unido. En algunas sociedades, la
danza puede llevar a estados de trance u otro tipo de alteración de la conciencia. Estos
estados pueden ser interpretados como muestras de posesiones de espíritus, o buscados
como un medio para liberar emociones. El estado de trance permite a veces realizar hazañas
de fuerza extraordinaria o de resistencia al peligro, como el bailar sobre brasas. En algunas
tribus, los chamanes bailan en estado de trance para poder curar a otros tanto física como
3. emocionalmente. Se ha desarrollado un nuevo tipo de terapia utilizando la danza para
ayudar a las personas a expresarse y a relacionarse con los demás.
Tipos de danza
Existen dos tipos principales de danza: danzas de participación, que no necesitan
espectadores, y danzas que se representan, que están diseñadas para un público. Las danzas
participativas incluyen danzas de trabajo, algunas formas de danzas religiosas y danzas
recreativas como las danzas campesinas y los bailes populares y sociales. Para tener la
seguridad de que todos en la comunidad participan, estas danzas consisten casi siempre en
esquemas de pasos muy repetitivos y fáciles de aprender.
Las danzas que se representan se suelen ejecutar en templos, teatros o antiguamente
delante de la corte real; los bailarines, en este caso, son profesionales y su danza puede ser
considerada como un arte. Los movimientos tienden a ser relativamente difíciles y
requieren un entrenamiento especializado.
4. EL ARTE
No existe, realmente, el Arte. Tan sólo hay artistas. Estos eran en otros tiempos hombres
que cogían tierra coloreada y dibujaban toscamente las formas de un bisonte sobre las
paredes de una cueva; hoy, compran sus colores y trazan carteles para las estaciones del
metro. Entre unos y otros han hecho muchas cosas los artistas. No hay ningún mal en
llamar arte a todas estas actividades, mientras tengamos en cuenta que tal palabra puede
significar muchas cosas distintas, en épocas y lugares diversos, y mientras advirtamos que
el Arte, escrita la palabra con A mayúscula, no existe, pues el Arte con A mayúscula tiene
por esencia que ser un fantasma y un ídolo. Podéis abrumar a un artista diciéndole que lo
que acaba de realizar acaso sea muy bueno a su manera, sólo que no es Arte. Y podéis
llenar de confusión a alguien que atesore cuadros, asegurándole que lo que le gustó en
ellos no fue precisamente Arte, sino algo distinto.
En verdad, no creo que haya ningún motivo ilícito entre los que puedan hacer que guste
una escultura o un cuadro. A alguien le puede complacer un paisaje porque lo asocia a la
imagen de su casa, o un retrato porque le recuerda a un amigo. No hay perjuicio en ello.
Todos nosotros, cuando vemos un cuadro, nos ponemos a recordar mil cosas que influyen
sobre nuestros gustos y aversiones. En tanto que esos recuerdos nos ayuden a gozar de lo
que vemos, no tenemos por qué preocuparnos. Unicamente cuando un molesto recuerdo
nos obsesiona, cuando instintivamente nos apartamos de una espléndida representación de
un paisaje alpino porque aborrecemos el deporte de escalar, es cuando debemos
sondearnos para hallar el motivo de nuestra repugnancia, que nos priva de un placer que,
de otro modo, habríamos experimentado. Hay causas equivocadas de que no nos guste
una obra de arte.
A mucha gente le gusta ver en los cuadros lo que también le gustaría ver en la realidad. Se
trata de una preferencia perfectamente comprensible. A todos nos atrae lo bello en la
naturaleza y agradecemos a los artistas que lo recojan en sus obras. Esos mismos artistas
no nos censurarían por nuestros gustos. Cuando el gran artista flamenco Rubens dibujó a
su hijo, estaba orgulloso de sus agradables facciones y deseaba que también nosotros
admiráramos al pequeño. Pero esta inclinación a los temas bonitos y atractivos puede
convertirse en nociva si nos conduce a rechazar obras que representan asuntos menos
agradables. El gran pintor alemán Alberto Durero seguramente dibujó a su madre con
tanta devoción y cariño como Rubens a su hijo. Su verista estudio de la vejez y la
decrepitud puede producirnos tan viva impresión que nos haga apartar los ojos de él, y sin
embargo, si reaccionamos contra esta primera aversión, quedaremos recompensados con
creces, pues el dibujo de Durero, en su tremenda sinceridad, es una gran obra. En efecto,
de pronto descubrimos que la hermosura de un cuadro no reside realmente en la belleza
de su tema. No sé si los golfillos que el pintor español Murillo se complacía en pintar eran
bellos estrictamente o no, pero tal como fueron pintados por él, poseen desde luego gran
encanto. Por otra parte, muchos dirían que resulta ñoño el niño del maravilloso interior
holandés de Pieter de Hooch, pero igualmente es un cuadro delicioso.
La confusión proviene de que varían mucho los gustos y criterios acerca de la belleza. Las
ilustraciones 5 y 6 son cuadros del siglo XV que representan ángeles tocando el laúd.
Muchos preferirán la obra italiana de Melozzo da Forlì, encantadora y sugestiva, a la de
su contemporáneo nórdico Hans Memling. A mí me gustan ambas. Puede tardarse un
5. poco más en descubrir la belleza intrínseca del ángel de Memling, pero cuando se lo
consiga, la encontraremos infinitamente amable.
Existen conceptos, como el frío o la alegría, que conocemos bien, pero que nos cuesta
mucho definir, porque no es algo que podamos ver o tocar. Solo los sentimos. La música
es uno de ellos.
¿QUÉ ES LA MÚSICA?
La música se puede definir como un conjunto de sonidos ordenados de una determinada
manera y que transcurren en un tiempo determinado. Todos los estilos, tanto la música
clásica como la folclórica, el rock o el jazz, cumplen con esta definición.
ELEMENTOS PRINCIPALES DE LA MÚSICA
El lenguaje musical estudia todos aquellos elementos con los que se puede hacer música.
Es una asignatura primordial en los conservatorios, ya que ayuda a entender todo lo que
luego se va a escuchar en un disco o se va a estudiar en un instrumento.
En la música hay tres elementos primordiales:
Ritmo: ¿Se baila igual un vals que una sevillana? Por supuesto que no. Todas las piezas
musicales tienen un ritmocaracterístico que las hace diferenciarse entre ellas. No
obstante, y siguiendo con el mismo ejemplo, dos valses diferentes tendrán un ritmo muy
parecido, y a dos sevillanas distintas les pasará lo mismo.
Melodía: Al ritmo se le une la melodía, que consiste en una sucesión de sonidos de
distintas alturas (graves y agudos). Para construir las melodías se utilizan las notas
musicales: do, re, mi, fa, sol, la y si.
Armonía: Son una serie de normas que regulan cómo se comportan los sonidos cuando
suenan variasnotas a la vez. Hay música que no tiene armonía, como una melodía
cantada por una sola persona; en este caso, solo habría una melodía con un ritmo. Si a
esta le añadiéramos un acompañamiento de piano, ya tendríamos la armonía.
Estos son los tres elementos imprescindibles para crear una obra musical y reproducirla
en una partitura, que es como se llaman los libros en los que se recoge la música de
forma escrita
6. Grandes artistas.
Leonardo da vinci
Pintor, científico, dibujante, poeta, arquitecto, médico, geólogo, matemático… Esta no es
una lista de las cosas que puedes hacer cuando seas mayor. Leonardo da Vinci fue todo
eso y más, ¡era un genio!
¿QUIÉN ERA LEONARDO?
Leonardo da Vinci nació en 1452, en Vinci, un pueblo de la Toscana italiana. Con catorce
años, entró en el taller del pintor Verrocchio, en Florencia. De este modo, se incorporó de
lleno a la vida artística y cultural de la ciudad.
Con treinta años, se trasladó a Milán, donde gobernaba una poderosa familia, los Sforza, y
para ellos trabajó.
LEONARDO EL PINTOR
Hacia 1483, realizó una de sus grandes obras maestras, la Virgen de las rocas. Para pintar
las rocas y el paisaje del fondo, Leonardo empleó una técnica inventada por él: el
sfumato, que consiste en difuminar las figuras para crear una luz misteriosa que lo
envuelve todo.
En 1495, Leonardo comenzó La última cena, una gran pintura mural que realizó sobre
una de las paredes del comedor de un convento. En esta gran obra, además de su técnica
del sfumato, destacaba el juego de miradas y gestos que había entre los personajes: dolor,
indignación, estupor, sorpresa...
Entre 1503 y 1505, pintó su gran obra maestra: La Gioconda. Este retrato es una de las
pinturas más valoradas y copiadas de toda la historia del arte, aunque nadie sabe con
seguridad quién era esta misteriosa dama ni porqué sonreía.
7. Mona Lisa
Muchos han querido identificar a esta bella dama como la
esposa del banquero Francesco del Giocondo.
Pablo Picasso
8. Picasso
Pablo Ruiz Picasso fue uno de los artistas más importantes
del siglo XX. Inventó muchas nuevas formas de pintar y
revolucionó el mundo del arte.
9. A principios del siglo XX se produjo una auténtica revolución en la historia del arte.
Surgieron una serie de nuevas formas de pintar totalmente diferentes a lo que se había
hecho antes. Una de las más importantes fue el cubismo; su principal creador fue Picasso.
¿QUIÉN FUE PICASSO?
Pablo Picasso nació en Málaga en 1881. Hijo de un profesor de dibujo, demostró desde
muy pequeño una gran habilidad para el dibujo y la pintura. Su infancia transcurrió entre
Málaga y La Coruña, ciudades donde fue destinado su padre.
Ya en su juventud, la familia se trasladó a Barcelona, donde recibió clases superiores de
dibujo, que compaginaba con otras de pintura en Madrid. Fue entonces cuando comenzó a
pintar.
ETAPAS AZUL Y ROSA
En 1900, viajó a París, y comenzó lo que se denomina su etapa azul(1901-1904). En esta
época realizó una serie de pinturas melancólicas, casi tristes, en la que utilizaba sobre todo
la gama de tonos azules.
En 1904, dio comienzo su etapa rosa (1904-1906), donde el azul fue sustituido por este
otro color. Los protagonistas de sus obras eran, entonces, arlequines, acróbatas y demás
personajes del circo.
Posteriormente, se instaló definitivamente en París. Los años 1905 y 1906 fueron
fundamentales para la evolución de su pintura: descubrió el arte de los iberos (antiguos
pobladores de la península Ibérica) y el arte de África y Oceanía. Además, recibió la
influencia de Cézanne, pintor que representaba la naturaleza con cilindros, esferas y conos.
EL CUBISMO
Así, en 1907, pintó Las señoritas deAvignon, obra con la que inició el cubismo. Las
figuras aparecían representadas desde distintos puntos de vista, sin respetar las leyes de la
perspectiva tradicional creadas en el renacimiento. A partir de entonces, muchos artistas
comenzaron a imitarle, lo que significó una auténtica revolución en la forma de pintar.
En 1937, realizó la que, probablemente, es su obra más famosa: el Guernica. Terriblemente
impresionado por los bombardeos de la aviación alemana sobre la ciudad vasca de
Guernica durante la Guerra Civil española, pintó esta fantástica obra utilizando solo tres
colores: blanco, negro y gris. Las figuras se retuercen y lloran entre los restos de la ciudad
destruida, mostrando, así, el rechazo de Picasso a la guerra y la violencia.
10. Durante los últimos años de su vida realizó una serie de pinturas inspiradas en grandes
artistas, como Velázquez, El Greco, Delacroix o Manet. Murió en 1973.
Picasso es considerado el creador de la pintura moderna gracias a su revolución cubista.
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